La Creación de Dios en Génesis

Génesis 1: 26-31 – Día seis: La creación de los animales y la raza humana

Entonces Dios dijo: «Hagamos a los seres humanos a nuestra imagen, para que sean como nosotros. Ellos reinarán sobre los peces del mar, las aves del cielo, los animales domésticos, todos los animales salvajes de la tierra y los animales pequeños que corren por el suelo». Así que Dios creó a los seres humanos a su propia imagen. A imagen de Dios los creó; hombre y mujer los creó.

La creación del hombre es la parte más importante de la obra del sexto día. Después de haber preparado una morada acorde para el hombre, y equipado con todo lo necesario para su comodidad, Dios ahora procede a crear a la raza humana.

Genesis-1

“Hagamos a los seres humanos”

La primera indicación clara de la Trinidad de Dios (Génesis 3:22; Génesis 11:7). El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo estaban peculiarmente interesados en la creación del hombre. La frase que se usa muestra la excelencia del hombre por encima de todos los demás seres, que habían sido hechos por Dios (Elohím en Hebreo). A través del tiempo, se han tenido diferentes racionalizaciones del significado de esta frase por el uso del plural אֱלֹהִים – Elohím (su forma singular es אֱלוֹהַּ – Ĕlôah, “im” es la terminación en Hebreo que lo hace plural) para referirse a Dios, la plenitud de la personalidad divina y clara indicación de la doctrina de la Divina Trinidad, que explica que Dios ha existido eternamente en tres personas distintas. El mismo nombre de Dios muestra la pluralidad que lo compone. Aquí se muestran otros versículos con la pluralidad de Elohím:

Elohim – pronunciar: (Elojim)“Luego el Señor Dios dijo: «Miren, los seres humanos se han vuelto como nosotros, con conocimiento del bien y del mal. ¿Y qué ocurrirá si toman el fruto del árbol de la vida y lo comen? ¡Entonces vivirán para siempre!».” – Génesis 3:22 (NTV)

Vamos a bajar a confundirlos con diferentes idiomas; así no podrán entenderse unos a otros.” – Génesis 11:7 (NTV)

“Después oí la voz del Señor, que decía: «¿A quién enviaré? ¿Quién irá por nosotros?» Y yo respondí: «Aquí estoy yo. Envíame a mí.»” – Isaías 6:8 (RVC)

Por otro lado, tenemos a los rabinos judíos queriendo dar otras explicaciones del uso del plural para hablar de Dios, ellos dicen que Moisés está usando la forma del «plural de majestad» para demostrar la reverencia máxima hacia Dios. Pero esta suposición se puede descartar porque la expresión «hagamos» es una invitación a crear, lo cual es un atributo sólo de Dios, y porque el texto continua con «a nuestra imagen, para que sean como nosotros», cuando se transfiere a la tercera persona de la narrativa, los pronombres que se deberían usar son «Su imagen y Su semejanza» lo que ratifica que está hablando de un plural de personas. Además, esta forma gramatical no se utilizó sino hasta mucho más tarde en la historia de la literatura judía. Otra explicación de los rabinos judíos es que se refiere a que Dios está hablando con su corte celestial de ángeles, pero no se puede implicar que los ángeles tomaron parte en el proceso de la creación, y mucho menos que tienen la imagen divina o humana.

«Me fijé y cada uno de los cuatro querubines [ángeles de alta jerarquía] tenía una rueda a su lado y las ruedas brillaban como el berilo. Las cuatro ruedas eran semejantes entre sí y estaban hechas de la misma manera; dentro de cada rueda había otra rueda que giraba en forma transversal…Tanto los querubines como las ruedas estaban cubiertos de ojos. Los querubines tenían ojos por todo el cuerpo, incluso las manos, la espalda y las alas Cada uno de los cuatro querubines tenía cuatro caras: la primera era la cara de un buey, la segunda era una cara humana, la tercera era la cara de un león y la cuarta era la cara de un águila… Sabía que eran querubines, porque cada uno tenía cuatro caras y cuatro alas y lo que parecían ser manos humanas debajo de las alas.  – Ezequiel 10:9-21 (NTV)

Existe otra explicación que cree que Dios pidió consejo a la tierra, de donde surge el cuerpo y Dios crea el alma; que fue propuesta por Maimónides (de 1135-1204, un eminente filósofo judío sefardí, y erudito de la Torá en la Edad Media). Sin embargo, este argumento se refuta con Isaías 40:13 ya que Dios nunca pidió consejo a nadie más que a sí mismo.

“¿Quién puede dar consejos al Espíritu del Señor? ¿Quién sabe lo suficiente para aconsejarlo o instruirlo?” – Isaías 40:13 (NTV)

“seres humanos / hombre”

Adan-y-Eva-JardinEsta es la primera mención de «hombre» en la Sagrada Escritura, y es dicho por Dios. Se refiere a la «humanidad» en general, que es un juego de palabras en la Biblia entre אָדָם – ‘adám (que significa «Hombre» y «humanidad» en Hebreo) con el término אֲדָמָה – ‘adámah que en Hebreo significa «suelo», y «tierra roja y cultivable» (Génesis 3:23). Muchos estudiosos creen que esto se refiere a que la humanidad se formó a partir del barro rojo del valle del río Tigris / Éufrates (Génesis 2:7). Sólo en los primeros tres capítulos del Génesis, el término Hebreo «Adam» se usa para referirse a hombre, ya que después el término Hebreo más común para el hombre o esposo es “ish” e “isháh” para la mujer o esposa.

“Luego el Señor Dios formó al hombre del polvo de la tierra. Sopló aliento de vida en la nariz del hombre, y el hombre se convirtió en un ser viviente.” – Génesis 2:7 (NTV)

“Así que el Señor Dios los expulsó del jardín de Edén y envió a Adán a cultivar la tierra de la cual él había sido formado.” – Génesis 3:23 (NTV)

La raza humana es la cúspide de la creación ya que se le da la más alta posición de honor. Así como Dios es una Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo), el hombre también es un ser dividido en tres (espíritu, alma, y cuerpo). El hombre es creado en la imagen de Elohím en su espíritu y alma (que es invisible y espiritual), facultades mentales (intelecto, voluntad), integridad moral (ser buenos, santos, y con el conocimiento verdadero), y cuerpo con el que alberga al alma y tiene dominio sobre el resto de la creación. Por ello, la humanidad es responsable por sus decisiones, el destino y rumbo que toma; y solamente el hombre es juzgado como justo o pecador por la ley de Dios. El hombre es la única creatura que escucha la palabra de Dios, habla con Él a través de la oración, lo obedece, y sirve. Fue creado para acompañar a Dios; diseñado para tener comunión (compartir o intercambiar pensamientos y sentimientos íntimos en un nivel mental o espiritual) con Dios, y que el hombre fue puesto en la tierra para ser el representante de Él en la tierra.

“a nuestra imagen, para que sean como nosotros (NTV) / a nuestra imagen y semejanza (RVC)”

Spirit,-Soul-and-BodyEsta frase se refiere que la raza humana fue creada en la imagen de Dios físicamente y espiritualmente. El cuerpo humano es “la imagen de Dios” como el medio por el cual el hombre interactúa con el mundo que lo rodea y alcanza el dominio en la creación. En segundo lugar, el alma humana es “la imagen de Dios” a través de la mente y razón del hombre, el libre albedrío, la auto-conciencia, y las emociones. Adicionalmente, que la humanidad “sea como nosotros” o a “la semejanza de Dios”, implica facultades morales del hombre, y especialmente a su capacidad de alcanzar la santidad (Efesios 4:24).

“y revístanse de la nueva naturaleza, creada en conformidad con Dios en la justicia y santidad de la verdad.” – Efesios 4:24 (RVC)

“Éste es el libro de los descendientes de Adán. El día en que Dios creó al hombre, lo hizo a su semejanza.” – Génesis 5:1 (RVC)

Al igual que Dios, el alma del hombre es inmaterial, invisible, activa, inteligente y libre; y cuando se creó por primera vez, estaba dotada de un alto grado de conocimiento divino, con santidad y justicia. El alma es quien es usted, es nuestra mente, sentimientos y voluntad, nuestra alma está temporalmente habitando en nuestro cuerpo para interactuar en este mundo físicamente. Y por último, Dios nos dio un tercer elemento, un espíritu, el cual nos permite comunicarnos con Dios y nos diferencia de los animales de la creación. Como Cristianos siempre debemos de buscar crecer este espíritu dentro de nuestra alma en nuestro proceso de santificación, porque entre más espacio ocupe el espíritu menos pecaremos y creceremos espiritualmente. En el artículo de “Los principios básicos para el crecimiento espiritual” vemos cómo crecer para la gloria de Dios.

“Vístanse con la nueva naturaleza y se renovarán a medida que aprendan a conocer a su Creador y se parezcan más a él.” – Colosenses 3:10 (NTV)

¿Qué es la moral? En el cristianismo, la moral es la determinación de lo bueno y lo malo. El bien moral es la voluntad de Dios, la rectitud, la bondad; el bien moral lo encontramos en lo que dice la Biblia en sus leyes y mandamientos. Por otro lado, el mal moral es entendido como el pecado, la injusticia, la maldad, y todo aquello que se opone al bien especificado por Dios. Se considera que los actos inmorales son ofensas hacia Dios, que conllevan la separación entre el hombre y su Creador, y que rompen el orden necesario para vivir. La Biblia describe que todos los hombres tienen una ley natural que fue dada por Dios y está escrita en sus corazones, que es manifestada como una moralidad innata, y que constituye la raíz espiritual de la consciencia humana. También se considera que la existencia de la inmoralidad, como un fenómeno, es resultado del libre albedrío del hombre, por el cual Dios dio al ser humano la capacidad de decidir o elegir libremente entre el bien y el mal, de acercarse o alejarse de la “semejanza” de Dios y así mismo, elegir entre Su bendición o Su maldición.

“Luego el Señor Dios dijo: «Miren, los seres humanos se han vuelto como nosotros, con conocimiento del bien y del mal. ¿Y qué ocurrirá si toman el fruto del árbol de la vida y lo comen? ¡Entonces vivirán para siempre!».” – Génesis 3:22 (NTV)

“Ellos reinarán sobre (NTV) / Que domine en toda la tierra sobre (RVC)”

Paraiso

El plural aquí demuestra que esta bendición es para Adán, Eva, e incluirá a toda la raza humana en general. Este dominio que se promete al hombre está basado en la virtud de su creación a la imagen de Dios, y muestra la superioridad del hombre, no por su fuerza física, sino por la voluntad de Elohím, quien nos proporcionó con una naturaleza superior.

“Los creó hombre y mujer, y los bendijo y los llamó «humanos».” – Génesis 5:2 (NTV)

“Y Adán vivió ciento treinta años, y engendró un hijo a su imagen y semejanza, y le puso por nombre Set.” – Génesis 5:3 (RVC)

“Hiciste al hombre poco menor que un dios, y lo colmaste de gloria y de honra. ¡Lo has hecho señor de las obras de tus manos! ¡todo lo has puesto debajo de sus pies! ¡Todas las ovejas y todos los toros! ¡Todos los animales del bosque! ¡Las aves en el cielo y los peces en el mar! ¡Todo lo que surca las profundidades del mar!” – Salmos 8:5-8 (NTV)

“Dios los creó; hombre y mujer”

Creacion-de-EvaEsta es la tercera vez que se utiliza la palabra בָּרָא – bara (creación en Hebreo), para describir la creación que únicamente puede ser realizada por Elohím y que marca la culminación y da énfasis en la creación de Elohím de la humanidad, con el hombre y la mujer. Es muy interesante que el plural de Génesis 1:26, ahora en el versículo 27, utiliza la forma singular “los creó”. Esto muestra el misterio de la pluralidad de Elohím, pero también la unidad en un sólo Dios.

“Jesús respondió: —¿No han leído las Escrituras? Allí está escrito que, desde el principio, “Dios los hizo hombre y mujer”” – Mateo 19:4 (NTV)

“Después, el Señor Dios dijo: «No es bueno que el hombre esté solo. Haré una ayuda ideal para él».” – Génesis 2:18 (NTV)

Luego Dios los bendijo con las siguientes palabras: «Sean fructíferos y multiplíquense. Llenen la tierra y gobiernen sobre ella. Reinen sobre los peces del mar, las aves del cielo y todos los animales que corren por el suelo». Entonces Dios dijo: «¡Miren! Les he dado todas las plantas con semilla que hay sobre la tierra y todos los árboles frutales para que les sirvan de alimento. Y he dado toda planta verde como alimento para todos los animales salvajes, para las aves del cielo y para los animales pequeños que corren por el suelo, es decir, para todo lo que tiene vida»; y eso fue lo que sucedió. Entonces Dios miró todo lo que había hecho, ¡y vio que era muy bueno! Y pasó la tarde y llegó la mañana, así se cumplió el sexto día.

 “Dios los bendijo … Sean fructíferos y multiplíquense”

Esta bendición involucra reproducción y dominio. El hombre tiene ahora la encomienda de llenar la tierra y supervisar su funcionamiento. Es la misma bendición que dio a los animales (Génesis 1:22) Como se muestra en Deuteronomio 7:13.

“Te amará y te bendecirá y te dará muchos hijos. Hará fértil a tu tierra y a tus animales. Cuando llegues a la tierra que juró dar a tus antepasados, tendrás numerosas cosechas de granos, vino nuevo y aceite de oliva, y también grandes manadas de ganado, ovejas y cabras.” – Deuteronomio 7:13 (NTV)

“Los hijos son un regalo del Señor; los frutos del vientre son nuestra recompensa.” – Salmos 127:3 (RVC)

“Llenen la tierra y gobiernen sobre ella. Reinen sobre”

Adam-en-el-ParaisoElohím nos está dando 3 mandamientos: procrearnos y dispersarnos; gobernar; y reinar. Lamentablemente, vemos a través de la historia como la humanidad no ha hecho un buen trabajo. El relato de Génesis insta crecimiento de la población. Sin embargo, y sorprendentemente, uno de los primeros actos de rebelión (Génesis 10-11) fue la renuencia de la humanidad para separarse y llenar la tierra. Dios intervino con la confusión de las lenguas en la Torre de Babel, lo que permitió la dispersión nuevamente de las naciones sobre los confines de la tierra.

“Entonces dijeron: «Vamos, construyamos una gran ciudad para nosotros con una torre que llegue hasta el cielo. Eso nos hará famosos y evitará que nos dispersemos por todo el mundo».” – Génesis 11:4 (NTV)

Gobernar es una palabra muy fuerte que denota el sometimiento al poder, pero no sugiere una condición egoísta por parte de los humanos sobre la creación que vaya en contra de lo que Elohím declaró como «bueno». Más bien, se habla de un ordenamiento productivo de la tierra y sus habitantes para producir riquezas y llevar a cabo los propósitos de Dios. La comisión así recibida fue la de utilizar para nuestras necesidades los vastos recursos de la tierra, a través de la agricultura, minería, por la investigación geográfica, los descubrimientos científicos, y la invención mecánica.

“De un solo hombre creó todas las naciones de toda la tierra. De antemano decidió cuándo se levantarían y cuándo caerían, y determinó los límites de cada una.” – Hechos 17:26 (NTV)

El reinar por parte del hombre sobre las criaturas de la tierra le confiere la responsabilidad para el ejercicio de sus poderes. Se requiere valor, previsión, destreza, observación y juicio para llevar a cabo esta comisión. Pero la voluntad humana se ha convertido en un imperio que ha modificado profundamente no sólo la propia historia del hombre, sino la de todo el mundo viviente, y la cara del planeta en el que vivimos.

“las plantas con semilla… los árboles frutales para que les sirvan de alimento”

OvejasEn este punto, la comida tanto de hombres como de animales provenía exclusivamente del reino vegetal. Los hombres no necesitaban matar animales para su alimentación, ni los animales carnívoros tenían que cazar sus presas para alimentarse. Por ello, el hombre fue puesto para reinar en la creación en armonía. Con la caída del hombre y la maldición del pecado (Génesis 3), la muerte entró en el mundo, generando un cambio universal en la naturaleza. Que no va a ser restablecido hasta que se restablezca el reino de Dios, cuando cese el pecado y el consumo de carne.

Y con esto se concluye la creación del sexto día, la creación del primer hombre y la primera mujer y el primer capítulo del Génesis. Vamos a ver en el capítulo 2, que el sexto día es un día muy ocupado para Adán. Pero en este capítulo no podemos dejar de admirar la sabiduría de Elohím, no sólo en el progreso de la creación, sino en su perfecta adaptación de principio a fin. Elohím crea y se da tiempo en cada etapa para mirar a Su obra. Cada objeto se encontraba en su lugar correcto, todos los procesos de vida desde las plantas hasta los animales estaban establecidos en perfecta armonía, como vimos cada ser vivo tenia su clasificación y estructura, los animales sus instintos adecuados para su forma de vida, interacción y su razón de existir en la economía del mundo. Elohím vio todo lo que había hecho respondiendo al plan que Su sabiduría eterna había concebido; y Su conclusión fue: “¡y vio que era muy bueno!”.

“¡Tus obras, Señor, son innumerables! ¡Todas las hiciste con gran sabiduría! ¡La tierra está llena de tus criaturas!” – Salmos 104:24 (RVC)


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