La Creación de Dios en Génesis

Génesis 1:5 – Día uno: Se cumplió el primer día.

Dios llamó a la luz ”día” y a la oscuridad ”noche”. Y pasó la tarde y llegó la mañana, así se cumplió el primer día.

«Dios llamó a la luz Día … Noche»

El Hebreo יוֹםyom, se puede referir a la luz del día, a un período de 24 horas, o para un período de tiempo no especificado. Sin embargo, en este contexto la noche y el día se refieren a un período de 24 horas, en donde básicamente se completa una rotación completa de la Tierra sobre su eje. Esto no puede significar una edad, pero sólo un día, y los Judíos lo consideran que comienza desde la puesta del sol a la siguiente puesta del sol. Este ciclo de luz y oscuridad significa que la Tierra giraba sobre su eje, por lo que había una fuente de luz en un lado de la tierra, aunque el sol aún no se ha creado. En consecuencia a esto, se generan periodos de frío y calor, teniendo como resultado efectos importantes en y sobre la corteza terrestre.

«Entonces Dios dijo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, para que sean como nosotros. Ellos reinarán sobre los peces del mar, las aves del cielo, los animales domésticos, todos los animales salvajes de la tierra y los animales pequeños que corren por el suelo”. – Génesis 1:26 (NTV)

Otro concepto importante en este versículo, aparte de haber creado el lenguaje, es el hecho de que Dios le da nombres al «día» y a la «noche»; al hacerlo esto, Elohim puede ejercer su autoridad y el control sobre todo aquello que Él nombró, lo hace de su propiedad y dominio como lo vemos en Génesis 1:26 y en Génesis 2:20:

«Adán puso nombre a todos los animales y a las aves de los cielos, y a todo el ganado del campo, pero para Adán no se halló una ayuda a su medida.» – Génesis 2:20 (RVC)

«Tarde … mañana»

La palabra עֶרֶבeréb, noche significa también una mezcla. Ya no es la oscuridad total de un mundo sin luz, pero la mezcla de luz y oscuridad (Zacarías 14: 6-7).

«Cuando llegue ese día, no habrá luz clara ni oscura. Será un día que sólo el Señor conoce, en el que no habrá día ni noche, aunque al caer la tarde habrá luz.» – Zacarías 14:6-7 (RVC)

Luz-del-mundo

Este versículo también le dio la pauta a los rabinos para que interpretarán el día como unidad de tiempo que comienza en la noche a la puesta del sol; ellos colocaban a la noche primero porque había un progreso de un menor a un mayor brillo en el día. Ahora, con el invento del reloj marcamos el inicio del día a la media noche. Antes, en los tiempos de Jesús un nuevo día iniciaba en el crepúsculo o la puesta del sol, por la noche. Los Judíos hoy en día celebran el Shabát cada semana, iniciando en la puesta del sol del viernes en la noche hasta la puesta del sol en la tarde del sábado, siguiendo los ciclos establecidos en este versículo.

Para cerrar el estudio del primer día de la Creación me gustaría citar al apóstol Pablo en la carta a los Colosenses donde habla acerca de que Dios en su infinita gracia y amor nos rescata de la oscuridad desde el primer día, dándonos la luz y la salvación:

«… y que también nos ha librado del poder de la oscuridad y nos ha trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de los pecados. Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda la creación. En él fue creado todo lo que hay en los cielos y en la tierra, todo lo visible y lo invisible; tronos, poderes, principados, o autoridades, todo fue creado por medio de él y para él.» – Colosenses 1:13-16 (RVC)

Los reto a que sean la luz del mundo, en su comunidad, escuela, trabajo y familia, causando este impacto en donde se encuentren, ya que la luz expone la oscuridad. Si por ejemplo, usted es un maestro, usted no es sólo un maestro, sino un representante de Dios en la escuela, y la gente en la escuela va a saber cómo es Dios, si usted hace lo que es correcto. Hágase conocer por su trabajo para la gloria de Dios.


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