Cain y Abel Sacrificio

Génesis 4 – Introducción

En Génesis 3 vimos la vida en el jardín del Edén en donde el hombre transgrede el mandamiento de Dios y peca en contra de Él, siendo esto, la raíz del pecado; y ahora en Genesis 4, veremos la vida fuera del paraíso en donde el hombre peca en contra del hombre (y Dios) como fruto del pecado original. Veremos como el hombre fue envenenado espiritualmente por la desobediencia y su falta de fe al comer del fruto del árbol del conocimiento del bien y el mal, y el alma de cada ser humano hereda la naturaleza pecaminosa de Adán y Eva, lo que desencadena una mayor separación entre la humanidad y Dios, como nos es revelado con el nacimiento de su primer hijo Caín.

Introducción del Capítulo 4

En este capítulo vemos que no tenemos una genealogía exhaustiva de la familia de Adán y Eva porque las Escrituras nos señalan que ellos tuvieron muchos hijos e hijas (Génesis 5:4), pero la Biblia no menciona cuántos hijos y cuando los tuvieron. Solo se nos señala el nombre de 3 de sus hijos. Lo que tenemos es una típica genealogía hebrea en la que simplemente se habla de los descendientes más relevantes. Pero esto nos puede causar confusiones por nuestra forma de pensar hoy en día, en donde esperamos tener toda clase de detalles, como por ejemplo: ¿De dónde salió la esposa de Caín?

“Después del nacimiento de Set, Adán vivió ochocientos años más y tuvo otros hijos e hijas.” — Génesis 5:4 (NTV)

Las Escrituras nos hablan de dos genealogías, la primera en Génesis 4: 1 – 24 en donde se describe a los descendientes rebeldes de Caín, y la segunda en Génesis 4: 25 – 5: 32 que describe la línea de Set, de la cual, vendría el Mesías nuestro Salvador, Jesucristo. Pero vemos a través de la narración de Génesis que la maldad y el pecado se esparcen como levadura hacia toda la humanidad, la cual va empeorando de generación en generación, fruto de la herencia del pecado original.

Cain orgulloEn este capítulo tenemos la historia de los descendientes de Caín, una raza atea y maliciosa, que consiguen logros sorprendentes superando con creces a los descendientes de Seth en el desarrollo de la civilización, el arte musical, y la industria de la metalurgia, con el conocimiento no sólo del cobre y sus usos, sino incluso del hierro (Génesis 4:22). Estos conocimientos debieron haberles dado un dominio muy grande sobre los recursos de la naturaleza, haciendo sus vidas más fáciles y hasta con lujos. Este mundo anti-diluviano muestra un escenario muy diferente al planteado por las teorías de evolución, que argumentan que el hombre evolucionó muy lentamente en la prehistoria, sin ciudades ya que era nómada, y sin herramientas, cuando en realidad, vemos que inmediatamente en unas generaciones hay ciudades, tecnología y artes.

Y la descendencia de Caín que, aunque consigue sorprendentes logros, estos son ensombrecidos por la perversidad con la que los llevan a cabo. Mostrando la crueldad humana en una cultura que vive totalmente fuera de la presencia del Señor, porque aquellos que no temen al Señor, tampoco tendrán respeto de los derechos de su prójimo.

Aprendemos que Caín no es la semilla prometida como lo esperaba Eva, sino el prototipo del hombre natural, regido por la naturaleza pecaminosa, el orgullo, y su auto-justificación, que odia la verdad y el deseo de humildad para aprender la voluntad de Dios. Por eso, Caín es llamado por el apóstol Juan el descendiente de la serpiente (1 Juan 3:12). Con lo que inicia el cumplimento de la hostilidad entre las dos semillas, la perversa personificada por Caín y la recta representada por Abel.

“Y pondré hostilidad entre tú y la mujer, y entre tu descendencia y la descendencia de ella. Su descendiente te golpeará la cabeza, y tú le golpearás el talón».” — Génesis 3:15 (NTV)

También veremos que Caín siguió a la rebeldía de su corazón para preparar la ofrenda con la que deseaba acercarse a Dios causando una serie de eventos que lo alejaron de Él y lo llevaron a cometer el segundo homicidio en la historia de la humanidad por la envidia a su propio hermano (el primer asesinato fue cometido por Satanás cuando por engaños llevó a la muerte de Adán y Eva, Juan 8:44). Como nos explica Santiago, el resultado de la envidia de Caín lo llevó literalmente a asesinar a Abel.

“El fruto de estos malos deseos, una vez concebidos, es el pecado; y el fruto del pecado, una vez cometido, es la muerte.” — Santiago 1:15 (RVC)

Cain esteCuando Caín desobedece a Dios y establece sus propios estándares de vida regidos por su propia voluntad carnal, y su incredulidad, da inicio al sistema que evolucionaría como una espiral descendente que va creciendo en lo que hoy conocemos como el mundo carnal en donde reina Satanás. El asesinato de Caín fue sólo el principio, después él miente, justifica su pecado, rechaza la oportunidad de ser perdonado por Dios, y refuta Su castigo, así como Su comunión con Él, lo que lo lleva a ser el primer apóstata. Después su descendencia desarrolla la mentira, la poligamia, el incesto, el adulterio, la violencia, robo, idolatría, corrupción y cada pecado se volvió común y fue incrementando en su perversidad. Sin embargo, Dios siempre ha tenido Su plan eterno para las personas que Él creó a Su propia imagen para que lo adoraran y lo sirvieran. Dios en Su amor sabía que le iba a costar, que para rescatar al hombre debía de tomar drásticas medidas. Y Jesús, en Su amor, vino a este mundo a vencer al peor enemigo de la humanidad: el pecado. El lavó nuestros pecados con Su sangre.

Cain Abel ofrendaEste capítulo está lleno de muchas lecciones. Pero la verdad central de este capítulo 4 es que Dios debe ser adorado, a través de un sacrificio apropiado: a través de la fe en base a la revelación que Dios nos ha dado. Por eso es que la ofrenda de Abel fue aceptada y la de Caín no. Vemos que el sacrificio de Abel fue en un lugar especificado, en un tiempo definido, y con un sacrificio prescrito, mostrando que la forma en la que la culpabilidad de un pecador puede ser satisfecha (o expiada) es únicamente a través del sacrificio apropiado a Dios. Y Abel cumplió con todo esto de la forma correcta. Como nos explica el escritor de Hebreos que fue por la fe de Abel que siguió las instrucciones de Dios para preparar su sacrificio.

“Fue por la fe que Abel presentó a Dios una ofrenda más aceptable que la que presentó Caín. La ofrenda de Abel demostró que era un hombre justo, y Dios aprobó sus ofrendas. Aunque Abel murió hace mucho tiempo, todavía nos habla por su ejemplo de fe.” — Hebreos 11:4 (NTV)

Vemos que Abel es una representación de la semilla de la mujer: Cristo. Porque como Cristo, Abel fue pastor y Jesús es el buen pastor. La rectitud por la fe de Abel, hace referencia a la vida sin pecados de Jesús. Abel tiene una muerte injusta por envidia y hay derramamiento de sangre, al igual que con la muerte de Jesucristo por la envidia del sumo sacerdote y un grupo de personas que temían perder el poder, y el derramamiento de Su preciosa sangre para el perdón de los pecados.

Al final del capítulo, vemos la esperanza de la humanidad, ya que los descendientes de Set son los primeros que adoran al Señor, de esta línea Dios nos daría la prometida bendición de la semilla de la mujer y nuestro Salvador.

¡Qué Dios los bendiga!


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