Las Plagas de Egipto

Las 10 Plagas de Egipto: La 8ª y 9ª Plagas (Parte 3)


En el artículo anterior vimos de la Cuarta a la Séptima Plagas que envió Dios a Egipto. Ahora, hablaremos de las Octava y Novena Plagas, que son de las más severas, ya que terminan con la fuente de alimento de los egipcios (los cultivos) y paralizan la actividad económica y social de Egipto. Además, veremos los comentarios del historiador Flavio Josefo, quien reporta que muchos egipcios fallecieron debido a la oscuridad de la Novena Plaga.

Octava Plaga: La plaga de Langostas (Éxodo 10:1-20)

Moises-y-Aaron-Faraon de Egipto

Antes de que sucediera esta plaga, Moisés, como en ocasiones anteriores, le advirtió al faraón lo que sucedería si no dejaba salir al pueblo israelita (Éxodo 10:3-6). Cuando Moisés salió de la presencia del faraón, los sirvientes de la corte real trataron de razonar con el faraón para que sí permitiera que se fueran los israelitas:

“Entonces los siervos del faraón le dijeron: «¿Hasta cuándo este hombre será para nosotros una trampa? ¡Deja que esta gente se vaya y sirva al SEÑOR su Dios! ¿Acaso no sabes todavía que Egipto se encuentra en ruinas?»” — Éxodo 10:7 (RVC)

Luego de escuchar estos comentarios, el faraón mandó llamar de nuevo a Moisés y a Aarón, y probablemente fingiendo no saber, les preguntó “¿Quiénes son los que han de ir?” (Éxodo 10:8). Porque desde Éxodo 8:8, el faraón ya sabía que todo el pueblo debía irse. La respuesta de Moisés fue contundente, así no habría lugar a ninguna duda:

“Moisés respondió: —Hemos de ir con nuestros niños y con nuestros ancianos, con nuestros hijos y con nuestras hijas; hemos de ir con nuestras ovejas y con nuestras vacas, porque tendremos una fiesta del SEÑOR.” — Éxodo 10:9 (RVA 2015)

El faraón, en su endurecimiento de corazón, le dijo que solo podían irse los hombres (Éxodo 10:10-11). Obviamente con ello procuraría su regreso, porque tendría como rehenes a sus familias, además quizás codiciaba también el ganado de los israelitas, ya que los egipcios habían perdido a sus animales con las plagas anteriores. El faraón ya sabía que ellos necesitaban llevarse a su ganado, entre otras cosas, para ofrecerlo como sacrificio (Éxodo 8:25-28).

Dada la terquedad del faraón, y para que el SEÑOR mostrara Sus señales entre ellos (Éxodo 10:1), el SEÑOR le indicó a Moisés que extendiera su mano sobre la tierra de Egipto para que sobreviniera la plaga de langostas (Éxodo 10:12).

“Habló, y vinieron oleadas de langostas [arbé], langostas jóvenes [iéleq] en cantidades innumerables. Se comieron todo lo verde que había en la tierra y destruyeron todos los cultivos de los campos.” — Salmos 105:34-35 (NTV)

Tipos de Langostas

Cabe mencionar que en Salmos 105:34, se utilizan dos palabras hebreas diferentes para designar a las langostas de esta Octava Plaga: אַרְבֶּה – arbé, que significa “langostas”, y יֶלֶק – iéleq, que son “langostas jóvenes” (o “ninfas”). Describe al mismo insecto en dos etapas: en su infancia y en su madurez. Tal vez, para indicarnos que esta plaga vino por oleadas, quizás debido a que las langostas se siguieron reproduciendo en la tierra de Egipto, extendiendo la duración de la plaga. Ciertas traducciones de Biblias traducen “iéleq” como “orugas”, pero esto es incorrecto, ya que la langosta nunca pasa por una etapa de oruga o tiene una metamorfosis como las mariposas, sino que nace del huevo como una pequeñita langosta joven.

La Octava Plaga- Langostas

Las invasiones de langostas causaban gran temor entre los egipcios, particularmente entre los agricultores quienes a menudo rezaban a sus dioses para asegurarse que sus cosechas estuvieran a salvo. Entre los dioses egipcios que no pudieron hacer nada en contra de las langostas estaban Renenutet, la diosa de la cosecha, alimentación, y guardiana del Faraón. Había muchos dioses asociados con las cosechas de Egipto (porque las cosechas y el río Nilo eran la fuente para toda la vida en el país), entre ellos estaban: Neper, el dios del grano y Min, dios de la lluvia, fertilidad y la vegetación. La humillación de estas deidades fue total, ya que con esta plaga no quedó nada verde.

Evidentemente ya había pasado suficiente tiempo entre esta plaga y la anterior ya que el trigo y el centeno habían germinado (Éxodo 9:32). Los egipcios en sus creencias decían que el dios egipcio Osiris habiendo descendido al inframundo traía la vida de las plantas de regreso en la primavera. Osiris no pudo hacer nada para evitar esta plaga que envió el SEÑOR.

El ejército de langostas enviado por Dios era tan numeroso, que toda la tierra se oscureció (Éxodo 10:15). En Salmos, las plagas son equiparadas con ángeles destructores.

«Desató sobre ellos Su ira feroz, toda Su furia, Su enojo y hostilidad. Envió contra ellos a un grupo de ángeles destructores. Se enfureció contra ellos; no perdonó la vida de los egipcios, sino que los devastó con plagas.» — Salmos: 78:49-50 (NTV)

La Plaga Termina en el Mar Rojo

Langostas en Egipto

Estas langostas eran una especie de chapulines migratorios, que podían destruir el suministro de alimentos de grandes áreas de tierra, devorando a todas las plantas. Y cuando cumplieron su propósito, Dios las envió al Mar Rojo en donde murieron.

«Moisés salió del palacio del faraón y rogó al SEÑOR. El SEÑOR le respondió y cambió la dirección del viento, y el viento fuerte del occidente se llevó las langostas y las echó en el Mar Rojo. No quedó ni una sola langosta en toda la tierra de Egipto.» — Éxodo 10:18-19 (NTV)

De la misma forma, más tarde, parecido que las langostas, el ejército del faraón también moriría en el Mar Rojo cuando se fueron en persecución del pueblo de Israel.

“Moisés extendió su mano sobre el mar, y al amanecer el mar se volvió con toda su fuerza contra los egipcios, que al huir se toparon con el mar. ¡Y el SEÑOR derribó a los egipcios en medio del mar! Al volverse las aguas, cubrieron por completo los carros y la caballería del faraón, y todo su ejército que había entrado en el mar para perseguir a los israelitas. ¡Ni uno de ellos quedó con vida!” — Éxodo 14:27-28 (RVC)

Cuando Dios habló con Moisés antes de enviar esta plaga, le dijo que una de las razones de la misma era para que los israelitas les contaran a las futuras generaciones acerca de todos los milagros y las cosas que Él hizo por Su pueblo, y para que se dieran cuenta que Él es Dios.

«Y para que tú les cuentes a tus hijos y a tus nietos las señales que hice entre ellos en Egipto. Así sabrán que Yo Soy el SEÑOR.» — Éxodo 10:2 (RVC)

Sin embargo, lamentablemente el pueblo de Israel desobedeció este mandato de forma que las futuras generaciones se olvidaron del SEÑOR y de seguir Sus mandamientos.

“También toda aquella generación [la de Josué] fue reunida a sus padres [murió]. Y se levantó otra generación después de ellos que no conocía al SEÑOR, ni la obra que Él había hecho por Israel.” — Jueces 2:10 (NBLA)

«Se olvidaron del SEÑOR su Dios, quien los había rescatado de todos los enemigos que los rodeaban.» — Jueces 8:34 (NTV)

Lamentablemente, esto es algo que sigue sucediendo hasta nuestros días, en nuestra sociedad existe mucha incredulidad, y las personas se van alejado cada vez más del SEÑOR , sin reconocer todo lo que Él ha hecho y sigue haciendo por toda la humanidad.

Novena Plaga: La plaga de Oscuridad (Éxodo 10:21-29)

El dios supremo de los egipcios era el sol conocido como Amón-Ra. Era considerado superior a todos los demás dioses, y los egipcios creían que era la fuente de la vida.

Sin embargo, la Plaga de Oscuridad no pudo ser remediada por Amón-Ra, quien no pudo iluminar a los egipcios. Tampoco por Horus, el supuesto “dios de la luz”, quien personificaba el poder vivificador del sol. También estaba el dios Ptah, quien los egipcios pensaban que había creado la luna, el sol y la tierra; Atum, el dios de la puesta del sol; y Shu, el dios de la luz del sol y el aire. Jepri, quien a menudo se representaba en la forma del escarabajo, era una forma de Amón-Ra.

Oscuridad - Egipto

“El SEÑOR dijo a Moisés: —Extiende tu mano hacia el cielo para que haya tinieblas sobre la tierra de Egipto, tinieblas que hasta puedan ser palpadas. Moisés extendió su mano hacia el cielo, y hubo densas tinieblas por toda la tierra de Egipto, durante tres días. No se podían ver unos a otros ni nadie se movió de su lugar durante tres días. Pero todos los hijos de Israel tenían luz en sus moradas.” —Éxodo 10:21-23 (RVA 2015)

La plaga también habría sido un ataque directo en contra del Faraón, porque él era la supuesta representación divina del dios del sol Amón-Ra. El poder de Dios a menudo destruye las creencias de los incrédulos. La oscuridad cubrió la tierra de Egipto durante tres días. Dios les mostró a los egipcios que la luz está completamente bajo Su control, ya que Él la creó (Génesis 1:3). El sol fue creado por el SEÑOR en el Día Cuarto de la Creación (Génesis 1:14-19).

«Entonces Dios dijo: «Que haya luz»; y hubo luz.» — Génesis 1:3 (NTV)

Los Egipcios Recibieron Oscuridad

Dios podía apagar la luz en Egipto, mientras que la dejaba brillando en Goshen, el área en donde vivían los israelitas. Estas representaciones son utilizadas frecuentemente en las Escrituras para mostrar el juicio de Dios, por un lado, y la salvación de Dios en el otro.

“Yo soy quien forma la luz y crea las tinieblas, quien hace la paz y crea la adversidad. Yo, el SEÑOR, soy quien hace todas estas cosas’.” — Isaías 45:7 (RVA 2015)

En las Escrituras la obscuridad y la ceguera son formas de juicio o castigo. Por ejemplo, los hombres de Sodoma fueron cegados tras buscar satisfacer sus perversiones sexuales (Génesis 19:10-11). Moisés, más tarde, les advertiría a los israelitas acerca de las consecuencias de la desobediencia a Dios:

“El SEÑOR te herirá con los tumores de Egipto…Te herirá el SEÑOR con locura, con ceguera y con turbación de corazón; y andarás a tientas a mediodía como el ciego anda a tientas en la oscuridad…” — Deuteronomio 28:27-29a (NBLA)

Los egipcios estaban aterrorizados con la Plaga de Oscuridad de forma que no se podían mover, Dios demostró a Egipto que podía inmovilizar a la nación entera. Los profetas Joel y Sofonías hablan acerca de la obscuridad en el día del juicio venidero (Joel 2:2).

“Día de ira aquel día, día de congoja y de angustia, día de destrucción y desolación, día de tinieblas y densas sombras, día nublado y de densa oscuridad” — Sofonías 1:15 (NBLA)

La Oscuridad se Podía Sentir

El historiador Flavio Josefo, habla acerca de la destrucción que causaron las 10 Plagas en su obra Antigüedades Judías. Respecto a esta Plaga de Oscuridad, menciona los siguientes detalles:

“Una oscuridad espesa, sin la menor luz, se extendió sobre los egipcios, por lo que su vista fue obstruida, y su respiración dificultada por la espesura del aire, murieron miserablemente, y bajo un terror de no ser tragados por la nube oscura.” — Antigüedades Judías, Libro 2, Capítulo 14.

Al leer las descripciones de las plagas, no alcanzamos a imaginar lo terrible que fueron. Esta plaga, se describe como una oscuridad que no les permitía el movimiento a las personas, y según Flavio Josefo, les provocaba problemas para respirar. Incluso hubo quienes murieron con esta plaga. Este historiador menciona que con las plagas anteriores “murieron muchos egipcios”: con la Tercer Plaga (Mosquitos) y Con la Sexta Plaga (Llagas o Tumores). También menciona que, quienes se atrevieron a tomar la sangre de la Primera Plaga, “sufrieron de grandes dolores y terrible tormento”.

Los Egipcios se Despojan de sus Riquezas

El faraón le propuso a Moisés que dejaran su ganado y entonces los dejaría ir (Éxodo 10:24). Sin embargo, Moisés se negó rotundamente: «ni una sola pezuña puede quedar atrás». Por el contrario, Dios en Sus planes, lejos de que Su pueblo dejara sus posesiones, hizo que los egipcios los vieran de forma favorable (con tal de que se fueran) y se llevarían finos regalos consigo después de la Décima Plaga. Como veremos en el siguiente estudio.

«Los israelitas hicieron lo que Moisés les había indicado: pidieron a los egipcios ropa y objetos de plata y de oro. Y el SEÑOR hizo que los egipcios miraran con agrado a los israelitas, y dieron al pueblo de Israel todo lo que pidió. ¡Así despojaron a los egipcios de sus riquezas!» — Éxodo 12:35-36 (NTV)

Pareciera que Dios les estaba cobrando a los egipcios los sueldos y salarios de Su pueblo que había vivido esclavizado durante tanto tiempo.

Si usted conoce a alguien que viva en obscuridad espiritual, comparta las Escrituras con ellos, hágales ver que Jesús es la Luz del mundo y nuestro Salvador.

“Jesús les habló otra vez, diciendo: «Yo Soy la Luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la Luz de la vida».” — Juan 8:12 (NBLA)

En nuestro siguiente artículo hablaremos de las repercusiones de la Décima Plaga. Veremos que esta última plaga da cumplimiento a la profecía que recibió Moisés antes de que iniciaran las plagas, con la cuales el SEÑOR liberó a Su pueblo de la esclavitud en Egipto.

¡Que Dios los Bendiga!


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