Festividades YHWH

LAS FESTIVIDADES DEL SEÑOR (YHWH)

LOS PLANES DE DIOS – SUS DIVERSOS SACRIFICIOS-                     CON LECCIONES PARA CRISTIANOS HOY

El descanso es el punto de partida de los planes de Dios con Israel, así como su propósito final.

Las festividades de Yahveh tienen el descanso como su tema, como está indicado por el día de reposo consagrado al Señor (Shabat en Hebreo), el significado de la palabra Shabat significa ‘dejar de trabajar’: «Tienes seis días en la semana para hacer tu trabajo habitual, pero el séptimo es un día de descanso absoluto, un día oficial de asamblea santa. Es el día de descanso del Señor, y tendrás que guardarlo dondequiera que vivas.»(Levíticos 23:3).

Levíticos 23 se trata de las siete festividades para el Señor — y también de Él—a través de los cuales Dios presenta una visión general de Su manera de actuar con Israel, ligados a este concepto del descanso. Dios le dio a Moisés muchas instrucciones acerca de las cosas que Su pueblo redimido debía hacer para Él, para Su deleite y placer (Levíticos enfatiza este punto más que en ningún otro Libro). Por esta razón, Dios tomó gran cuidado de que Su pueblo estuviera en buenos términos ante Él, y que al mismo tiempo, Su pueblo supiera de esto. Por tanto tuvieron que aprender acerca de la importancia del día de descanso (Shabat) y por qué debía ser observado. Las instrucciones de Levíticos 23 están estrechamente ligadas al relato de la Creación concluyendo con el Shabat (Génesis 2:2-3), en donde es mencionado por primera vez en la Biblia, enfatizando que Dios descansó el séptimo día. En primer lugar, Él había completado Su trabajo de la Creación, y ‘dejó de trabajar ’, de acuerdo al significado de la palabra Shabat. Entonces, Él bendijo y lo apartó como un día santo (santificó), dándole un lugar especial de entre los siete días de la semana. Después, cuando el pueblo de Dios, Israel, había sido liberado de su esclavitud egipcia, el pueblo debía guardar ese mismo día. El Shabat era una señal del descanso de la Creación de Dios, pero ese día lamentablemente pronto iba a ser quebrantado por la ofensa de Adán. No obstante, después Dios hizo que el Shabat fuera un símbolo de la redención de Israel: no más trabajo. Por tanto, el Shabat de redención estaba estrechamente vinculado al Shabat de la Creación (Éxodo 31:15-17). Sin embargo Israel fallaría con estas instrucciones, y por tanto Dios aguarda con anticipación el descanso venidero, cuando Cristo reinará como el Hijo del hombre sobre todo el universo (Salmo 8). Levíticos 23 nos da una estructura de los pasos sucesivos de Dios para conducir a Su gente terrenal hacia ese descanso que está por venir (Hebreos 4:9). Bajo Josué ellos alcanzaron un descanso, para disfrutar en sus viviendas (Josué 1:13, 15; 11:23; 22:4; 23:1), un anticipo de este descanso futuro en el mundo que está por venir. Los sacrificios para el Señor en cada Shabat visualizaban ese descanso venidero, y éstos debían ser ofrecidos, además de las ofrenda diarias quemadas (ofrendas de fuego) las cuales brindaban un aroma de descanso a Dios. A pesar de que los Cristianos no están bajo la Ley Mosaica (la Ley dada a Moisés), podemos aprender de estas cosas que Dios instituyó para Israel (1 Corintios 10:1-13; Romanos 15:3-4) ya que ayudan para disfrutar del descanso de Dios, incluso hoy en día.

Las Festividades Establecidas de Yahveh — Introducción

Dios es el gran Comunicador, quien a través de Moisés, Su mediador, hizo conocidos Sus pensamientos a Su pueblo terrenal, liberado de la esclavitud. Hoy en día, no somos redimidos por plata o por oro, o por sangre animal, sino por la sangre preciosa de Cristo, el verdadero Cordero de Dios (1 Pedro 1:19). Sobre esta base, Dios nos ha dado a conocer Sus pensamientos a nosotros también, tal como nos lo muestra el Nuevo Testamento. Nuestro Dios es el gran Planificador y Organizador, y está a cargo de un plan maestro para conducir a Su gente hacia el verdadero descanso. Las «festividades establecidas» (literalmente tiempos señalados o fijados, Levíticos 23:2) nos recuerdan de Su creación del sol, la luna y las estrellas —»luces en el firmamento»— establecidos para los tiempos señalados y para el dominio (Génesis 1:14, 16). Estas estaciones («tiempos señalados») representan el orden y control de Dios, y son una bella ilustración del mundo por venir con su gloria magnificente bajo el reinado público de Cristo. Entonces, todo será «puesto» en orden. Los creyentes de hoy en día son tomados de entre los Judíos y Gentiles: a través de la fe y asociados con Cristo coronado con gloria y honor, hemos encontrado el verdadero descanso en Él, habiendo recibido al Espíritu de adopción, adoptados como hijos para Dios mismo. El pueblo terrenal de Dios alcanzará el descanso cuando Cristo venga de nuevo, cuando todas las cosas sean puestas bajo Sus pies. A través de Su gente terrenal, Dios dio un testimonio acerca del porvenir. La proclamación de las convocaciones solemnes, en sus tiempos señalados, era hecha con trompetas especiales de plata, preparadas para ese propósito. Por tanto, el pueblo de Dios era convocado a reunirse, de acuerdo a los estándares de Su santidad, y por tanto Su gente terrenal fueron apartados para Sí Mismo para disfrutar de la asociación con Él y entre nosotros, al mismo tiempo esperando con anticipación la consumación de los planes de Dios bajo el reino del Mesías. Los tiempos fijos, o festividades establecidas, representan las fases que Dios utiliza para cumplir Sus planes. Dios desea que Su gente entre en Sus pensamientos, individualmente y colectivamente, para que ellos le puedan traer a Él una verdadera respuesta en los muchos sacrificios durante esos tiempos señalados (ver especialmente Números 28-29).

La Pascua (Pesaj en Hebreo) para Yahveh— la 1era Festividad

«La Pascua del Señor comienza a la caída del sol en el día catorce del primer mes.» (Levíticos 23:5). Levíticos 23 muestra una estructura de los tiempos señalados que Dios ha establecido para que Su gente se reúna a la entrada del tabernáculo. Éste era el lugar establecido para Su pueblo para reunirse con Él y entre sí: tiempos señalados, lugar señalado. La Pascua (Passover en Inglés, y que significa «pasar de largo») le recordaba a Su pueblo acerca del cordero que era requerido, y en lo cual se proporcionaba refugio y alimento. El refugio los protegía del castigo en Egipto cuando la sangre del cordero era puesta en el dintel y en los dos postes (marco de la puerta), para que el Ángel (exterminador) se pasara de largo. Sin embargo, el castigo de Dios llegó al primogénito quien no estuviera protegido por la sangre ―el primogénito representaba todo lo que estaba en Egipto bajo el castigo de Dios. El cordero Pascual también proporcionaba alimento para el pueblo de Dios, para fortalecerlos mientras salían de la esclavitud de Egipto. De hecho, el séptimo mes ya había comenzado, pero este mes ahora era declarado por Dios para ser el primer mes. Después de que el descanso de la Creación fue perturbado a través de la falla del hombre, ahora para Dios y para Su pueblo, todo empieza en esta nueva fundación de redención por el Cordero de Dios. En el mes lunar del calendario de Israel, el día 14 comenzaba la noche cuando la luna reflejaba la mayor parte de la luz del sol (luna llena). Cuatro días antes, el día décimo, cada familia seleccionaba un cordero sin defecto, y lo mantenía durante cuatro días. Sorprendentemente, la entrada triunfal de Cristo en Jerusalén fue precisamente en ese día del año, y los días siguientes, Él fue «examinado» y encontrado perfecto, como lo describen los Evangelios. En el día 14, alrededor de las tres de la tarde, el cordero era matado en cada hogar de Israel. «Entre las dos noches», se refiere a la puesta del sol que comienza desde el mediodía de la primer noche, y finaliza poniéndose el sol alrededor de las 6 p.m. de la segunda noche. Las 3 p.m. está a medio camino entre ambas, la hora en la que el verdadero Cordero de Dios murió en la cruz. La Pascua Hebrea (Passover en Inglés) era la primera de las estaciones señaladas para la gente de Dios. Sin la sangre derramada de Cristo, Su muerte y resurrección, no hay salvación (1Corintios 15:1-3), sin embargo tenemos muchas razones para alabar y adorar a Dios, como ha sido anunciado en los sacrificios traídos ese día (Números 28).

La Festividad de Los Panes Sin Levadura – la 2nda Festividad

PanesSinLevaduraÉxodo 12:17 menciona la festividad del pan sin levadura por primera vez, y toda la levadura debía ser removida de los hogares (Éxodo 12:15; 13:7), incluso de la tierra (Deuteronomio 16:4). La palabra festividad se encuentra por primera vez cuando Moisés le anunció al Faraón que todo el pueblo de Israel iba a celebrar una festividad para el Señor (Éxodo 10:9). La palabra festividad (o fiesta) es diferente del término festividades establecidas o tiempos señalados, sin embargo están obviamente estrechamente ligados al ser instituidos por Dios (Levíticos 23:6). Las instrucciones de Éxodo 12:8 indican estrechos lazos entre el comer el cordero Pascual y el pan sin levadura. El cordero debía ser asado al fuego, lo cual habla del castigo de Dios. Los panes redondos y sin levadura representaban la condición de estar en sintonía con Dios, porque estaban sin levadura (maldad). Debían ser comidos con hierbas amargas, sugiriendo auto-contrición (dolor del alma por haber ofendido a Dios), lo cual siempre es necesario (1 Corintios 11:28). Pero nuestro Jesús nuestro Señor nunca necesitó de auto-contrición, porque Él estaba verdaderamente sin levadura y siempre perfectamente recto en palabra y hecho. Él podía decir que Él era lo que decía y decía Quién era (Juan 8:25). Ningún mal existió nunca en Su vida: Él era el verdadero pan sin levadura. A pesar de todo, Él tomó nuestro lugar como el Sustituto dado por Dios, y Él pagó por nuestros pecados. Además, Él fue castigado por un Dios santo y justo, cuando Él tomó nuestra condición pecaminosa en sí mismo en las tres horas de obscuridad, y «fue convertido en la ofrenda del pecado» (2 Corintios 5:21). La costumbre de comer el cordero junto con el pan sin levadura aún existía en los tiempos del Señor (Lucas 22:1) y representa una lección moral para los creyentes de hoy en día: (1) celebrar la festividad, (2) sin ninguna levadura (1 Corintios 5:7f). Cada forma de maldad necesita ser juzgada y removida de nuestras vidas, para poder disfrutar de una relación con el Señor y de unos con otros al estar en la luz de Dios, y esto, durante siete días (Levíticos 23: 6b-8). Esta última referencia menciona el primero y el séptimo día. En las Escrituras, un período de siete días a menudo representa la era completa de la vida de los creyentes o incluso la duración de la era de la Iglesia. A Dios le gusta vernos en práctica, de acuerdo a quienes somos en Cristo, posicionalmente. Y por tanto, el reto para nosotros es ser lo que somos: ser en la vida real quienes somos en Cristo. Esta es la razón de por qué el comer pan sin levadura es tan importante, porque necesitamos de esta formación, a través de comer lo que es correcto, para volvernos justos: ser más como Él. Esta comida implica ejercicios individuales así como también colectivos, para la gente de Dios; las dos asambleas solemnes acentúan su importancia. La primera es el comienzo del proceso, excluyendo todos los esfuerzos humanos, ya que el mantener las leyes (Mosaicas) o los esfuerzos propios no hacen que nos parezcamos más a Cristo. En lugar de eso, cada día le podemos ofrecer al Señor una «ofrenda de fuego» y recordar el sacrificio de Cristo. Al ofrecerse a Sí mismo por nuestros pecados en las tres horas de obscuridad, Él pasó a través del fuego del juicio de Dios. Cristo glorificó a Dios al hacer purificación de nuestros pecados, y Él ahora está sentado a la derecha del Padre por siempre (Hebreos 1:3). Esto excluye los trabajos y esfuerzos del hombre, un punto que es repetido con la segunda asamblea solemne en el séptimo día. Cuando llegamos al final del viaje, para estar con Cristo en el cielo, estaremos ahí por lo que Él ha hecho. El Salmo 22 habla acerca de Sus muchos sufrimientos y luego concluye con la declaración «lo que Él ha hecho» (v.31). Ningún otro más que Él, y ningún otro trabajo más que el de Él. Él es nuestra ocupación, estándar de auto-contrición, y tema de alabanza.

La Festividad de los Primeros Frutos – la 3era Festividad

PrimerosFrutosDios veía en el horizonte la Tierra Prometida cuando otorgó la primera festividad, la Pascua (Éxodo 12:25-27), con todos sus detalles ligados a la segunda festividad, la del pan sin levadura. Estos eran seguidos de otras estaciones señaladas, que nos conducen a la tercera festividad, de los primeros frutos (Levíticos 23:10f). La porción de Dios siempre es primero, y por tanto fue decretado que nadie podía comer de la nueva cosecha antes de que el primer manojo de los primeros frutos hubiera sido presentado ante el SEÑOR (23:14). Esto siendo parte del servicio de sacrificios, era llevado con el sacerdote. Cristo es el primer fruto, el primero de más por seguir, en resurrección (1 Corintios 15:20); levantado por la gloria del Padre al día siguiente del Shabat, Él trae muchos hijos a la gloria (Hebreos 2:10) desde el libro de Hechos 2 hasta el Rapture. Él introdujo un nuevo orden a las cosas, incorruptible y eterno, más allá de los dominios de la muerte. Los primeros frutos eran preparados de cebada, seguidos después de la cosecha del trigo (Ruth 1:22; 2:23). La cebada era el alimento de los pobres, recordándonos de Él quien siendo rico se volvió pobre, para que nosotros pudiéramos ser ricos (2 Corintios 8:9). El Señor usó panes de cebada para alimentar a las multitudes (Juan 6:9), mientras que 12 canastas completas se guardaron, ilustrando lo que es guardado para Israel en el futuro. En el mismo capítulo, el Señor habló de alimento que dura hasta la vida eterna la cual Él proporciona a aquellos que creen (vv. 27-29) y Él lo conectó con el maná y con la resurrección (vv. 30-40). Interesantemente, el manojo de los primeros frutos de la tierra es la misma palabra en Hebreo de el omer (una medida de medición Hebrea antigua equivalente a dos litros) del maná en el desierto. El manojo era una ofrenda que era elevada ante el Señor, y en Él hemos sido aceptados (Efesios 1:6). Alabado sea Dios! La grandeza del trabajo de Cristo y la majestuosidad de Su resurrección son demostrados en la abundancia de sacrificios a ser presentados en el día en que el manojo era alzado como ofrenda ante el Señor, el día después del Shabat, el primer día de la semana (Levíticos 23:12f). Dios está buscando una respuesta de Su gente y Él los educa acerca de cómo deben llevar a cabo tal respuesta. ¿Acaso no es para sobresaltar la grandeza de Cristo? Él se ofreció a Sí mismo para salvarnos, pero Él hizo esto para glorificar a Dios. Una vez que los creyentes se den cuenta de esto, ellos entienden que Dios desea ser recordado por ellos de lo que Él ha encontrado en Cristo, en Su vida, sacrificio, muerte y resurrección. Él proporcionó la base necesaria para que la gente sea llevada a Dios, de acuerdo a Sus estándares sagrados, de tal forma que lo honremos y le demos gloria a Él. Si Israel fue instruido para llevar sacrificios el día en que el manojo era presentado, ¡cuánto más nos aplica esto a nosotros hoy en día! Los muchos detalles del servicio de sacrificios nos han sido dados para nuestra enseñanza y estímulo, y el Espíritu Santo los utiliza para ayudarnos a dar adoración y alabanza a nuestro Dios y Padre. De hecho, el orden antiguo ha sido dejado de lado gracias al trabajo completado de Cristo, sin embargo Dios usa esas sombras como lecciones objetivas para ayudarnos a ver más acerca de Cristo y de Su trabajo. Cristo era el manojo de la nueva cosecha, y Él era el cordero sin mancha. Él se entregó a Sí mismo como una ofrenda quemada (de fuego) para el Señor, para agradarlo en el aroma siempre ascendente de descanso. En Su perfecta humanidad (la harina), Él estaba lleno y era guiado por el Espíritu Santo. La ofrenda líquida refleja la alegría que Él proporciona a Dios y enfatiza la derrama de Sí mismo, quien no ocultó nada. Aleluya, qué Salvador!

La Festividad de Semanas (Shavuot en Hebreo) – la 4ta Festividad

SemanasEn el primer día de la semana se presentaban los primeros frutos del comienzo de la cosecha de cebada; esto fue cumplido con la resurrección de Cristo. Luego, cincuenta días después, en otro primer día de la semana, el Espíritu Santo fue derramado y los creyentes fueron bautizados en un cuerpo. Cristo ahora está en el cielo y debe ser representado por los creyentes en la Tierra; esto es tipificado por la nueva ofrenda de ese 50avo día (Levíticos 23:15-17). Esto está íntimamente ligado a Su trabajo en la cruz, Su muerte, y resurrección. La cosecha de trigo habla de la abundancia de vida que Cristo ha traído (Juan 10:10b). Él era el grano de trigo que murió, dando mucho fruto (12:24), como es visto en Su resurrección y exaltación. El Espíritu Santo fue enviado por Cristo enaltecido y la abundancia de la vida eterna es ilustrada en los dos panes consagrados a Dios, y también los primeros frutos, ligados a Él. En Él no había ninguna levadura para nada, pero en los dos panes la levadura había estado presente, pero fue detenida por el fuego en el proceso de cocción. ¿Acaso no es cierto ésto de nosotros? Cada generación de cada familia en Israel tenía que pasar por los mismos procedimientos, tal como los instruyó Dios a través de Moisés (Levíticos 23:18-21). Similarmente, los pensamientos de Dios para Su Iglesia son los mismos para cada generación. Por tanto, cada creyente se le instruye en las cosas que sus padres espirituales tuvieron que aprender. ¿Por qué? Dios busca una respuesta de los corazones de Su gente, y sólo puede venir en la medida en que hayamos aprendido y lleguemos a apreciar, el cómo Cristo vivió en esta Tierra y lo que Él ha hecho en la cruz por nuestra salvación y para la gloria de Dios. Estas cosas no son mera repetición, rituales habituales, o tradiciones; no, estas instrucciones han sido dadas para nuestro aprendizaje, para estar siempre impresionados con Cristo y con Su trabajo. Para que cada día y en cada ocasión que estemos juntos lo recordemos. Pronto lo veremos a Él en el cielo como Él es, también como el Cordero recién sacrificado; nuestro amor por Él y nuestra respuesta siempre será renovada. Pero por ahora, las convocaciones proclamadas implican que somos un testimonio para Dios, aquí abajo, y todas las instrucciones contienen lecciones para nosotros mientras nos regocijamos con Él acerca del Cordero de Dios en quien Él ha encontrado Su deleite.

Más Instrucciones Relacionadas con la 4ta Festividad

 La Tierra Prometida de Dios representaba Su interés principal, por lo menos en cuanto a lo que respecta en esta Tierra. En muchas formas maravillosas Dios cuidaba de ella, teniendo Su vista puesta en ella durante todo el año (Deuteronomio 11:10-12) y Moisés seguido la llamaba «una buena tierra» al describir su abundancia en provisiones y productos. Representaba lo mejor que Dios le podía dar a Su gente terrenal, como lo había prometido a sus padres, los patriarcas. ¿Quién, entonces estaba preocupado por la gente pobre o por los extranjeros? la respuesta es Dios. «Siempre habrá algunos que serán pobres en tu tierra», incluso a Moisés le dijo eso el Señor (Deuteronomio 15:11). Cuando María (la hermana de Lázaro) había ungido a nuestro Señor Jesucristo ella fue criticada por gastar dinero, Él repitió que los pobres siempre estarán entre nosotros. Recordemos que El que era rico se hizo pobre para estar entre los pobres, para llegar a ellos y cuidarlos (Deuteronomio 26:13; Levíticos 23:22). El Hijo de Dios, siendo rico, se volvió pobre. Lo vemos como un Bebé en el pesebre, muy accesible para la gente pobre y humilde. Y por tanto los pastores, quienes pertenecían a la clase socioeconómica más baja en aquéllos días, llegaron a visitarlo. Pero no sólo eso: Cristo se hizo pobre para hacer ricos a aquellos quienes son pobres (2 Corintios 8:9). El Antiguo Testamento contiene muchas ilustraciones de las cosas que están por venir. Dios sabía que Su gente, al vivir en la Tierra Prometida, no mantendría Sus instrucciones, que las despreciarían. Ellos finalmente rechazaron a su propio Mesías, El que se había hecho pobre para acercarse a ellos (Isaías 53:1-3). A pesar de ello, en un día de un futuro cercano, Israel tendrá un cambio de corazón. Por eso es que esta provisión para los pobres y para el foráneo era tan importante, no sólo es que Dios quería mostrar Su misericordia hacia los creyentes tomados de entre los pobres y despreciados Gentiles, sino que además quería mostrar Su misericordia a Israel: una vez que ellos se den cuenta que lo han perdido todo, y que no tienen derechos. Cuando realmente se vuelvan humildes, por sí mismos, entonces ellos se pondrán a sí mismos en el nivel del Extranjero (el Samaritano) quien fue a visitarlos y a ayudarlos. Humildes, pobres, sin pretensiones, ellos estarán al mismo nivel del Pobre a quien ellos rechazaron. Entonces, y sólo entonces, Dios podrá efectivamente ayudarlos. Esto es lo que sucedió con Rut, una pobre extranjera, quien llegó a la tierra de Dios junto con la pobre de Noemí (su suegra). A través de la fe, Rut solicitó la provisión para los pobres y para el extranjero, y empezó a recoger grano en los campos de Boaz. Reconociendo que ella no tenía derechos, ella recibió todo y, finalmente, se casó con el mismísimo amable proveedor. Así es como los creyentes, de entre los Judíos y Gentiles entran a las bendiciones de Dios, ahora, y también como el Israel restaurado del futuro entrará a su descanso y disfrutará de la Tierra Prometida.

El Tocar de las Trompetas (Rosh Hashanah en Hebreo) – la 5ta Festividad

TrompetasDios planeó las diferentes fases de la temporada de cosecha en la Tierra Prometida para proporcionar a Su gente oportunidades para honrarlo a Él en los «tiempos señalados» de Yahveh, lo cual implicaba bendiciones especiales para Su pueblo. La celebración de la Pascua y la Festividad de Panes Sin Levadura estaba estrechamente relacionado con la ofrenda de los Primeros Frutos. Después de un intervalo de 50 días, una ofrenda de la cosecha de trigo era presentada, llamada «la Festividad de Semanas». Después de esto, un periodo de aproximadamente cuatro meses debía transcurrir también (Juan 4:35), antes de que la serie terminara con un ciclo de tres tiempos fijos adicionales, luego de la cosecha de las uvas, higos, y olivas (aceitunas). Sólo entonces, había descanso. Los tres eventos principales también eran llamados festividades –o tiempos señalados – programados por el Señor (Éxodo 23:15-16), pero en Levíticos 23 se muestra que estos tres incluían siete festividades. La Pascua del primer mes estaba estrechamente ligada al pan sin levadura y a los primeros frutos de cebada, seguido después de 50 días por la festividad de semanas (la cosecha de trigo). La estación (o temporada) era completada por la «festividad de la cosecha» ligada con otras partes de la cosecha, y con tres ocasiones solemnes a seguir. La primera de ellas era el tocar de las trompetas; durante este evento se utilizaba un cuerno de carnero (un shofar en Hebreo) (Levíticos 23:24f). Para las otras festividades, y al principio de cada nuevo mes, se tocaban trompetas de plata para convocar a la gente (Números 10). El sonido del shofar simboliza el re-encuentro de Israel, el cual es un evento aún futuro (Salmo 81:3). En cuanto a la Iglesia, conformada por Judíos y Gentiles, estamos a la espera del grito, de la trompeta de Dios, de la voz del arcángel (1 Tesalonicenses 4:16; 1 Corintios 15:51f), cuando vendrá el Señor para llevarnos al cielo. En cuanto a Israel, su reunificación es para esta Tierra; el templo será reconstruido y su servicio completo será restituido. La quinta festividad, el tocar de las trompetas, es para aquella convocación solemne.

El Gran Día del Perdón (Yom Kippur en Hebreo) – la 6ta Festividad

YomKippurEl décimo día del primer mes era el día en el cual el cordero pascual fue introducido al pueblo de Dios, y ese mismo día, muchos años más tarde, el Señor hizo Su entrada triunfal a Jerusalén, sin embargo fue rechazado y el ‘resto de la historia’ sucede después. Levíticos 23 indica que, después de siete meses, se debía observar otra ocasión especial en Israel, una convocación solemne para afligir sus almas, de nuevo en el décimo día. Como nación, ellos no reconocieron la identificación del Cordero de Dios que hizo Juan el Bautista (Juan 1:29), en lugar de eso lo rechazaron (Juan 5:43). Cuarenta años más tarde, Israel fue disperso entre las naciones. Después de un largo periodo de espera –simbolizado por los «siete meses», un periodo completo – Israel será reunificado al tocar de las trompetas. No obstante, durante la Gran Tribulación, los castigos de Dios caerán sobre esta nación, lo cual finalmente los llevará a arrepentirse. Entonces ellos afligirán sus almas, tal como se describe en Isaías 53 con detalles gráficos. Con la primera venida de Cristo, el liderazgo condujo a la nación por el mal camino, a descarriarse, al declararlo a Él como culpable de blasfemia. Debido a esto, Él dijo que no lo verían a Él de nuevo, hasta que dijeran “¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!” (Mateo 23:39). La aflicción del alma indica un cambio de corazón, trabajado por el Espíritu de Dios (Zacarías 12:10-14), Quien los conducirá a su purificación y restauración nacional (Zacarías 13:1). En las diferentes fases del año Judío hay ocasiones que simbolizan lecciones profundas para Israel, incluso para creyentes de hoy en día, y las festividades establecidas simbolizan eventos importantes, desde la venida del Mesías como el Cordero de Dios, hasta Su regreso cuando Su gente estará lista. Entonces habrá fruto de las labores de sus almas (aflicción), visto en la ofrenda quemada (Levíticos 23:27f; Jeremías 29:13f), y el Shabat de descanso cuando ellos afligirán sus almas, el mejor Shabat que nunca (Levíticos 23:28-32). Dios dio instrucciones a Israel acerca de qué tenían que hacer para el SEÑOR, para respetar Sus derechos, y Levíticos 23 nos brinda muchos detalles, en lenguaje simbólico, acerca de lo que Dios ha hecho y hará por Su gente. La única forma en que las cosas pueden salir bien para el beneficio del pueblo de Dios, es cuando ellos lo honran a Él al seguir Sus instrucciones. Leyendo estas instrucciones, uno se puede preguntar si acaso Dios estaba ‘exagerando’, a menudo repitiendo el mandamiento de descansar, sin embargo ésto era para enfatizar un punto importante. La única fundación sobre la cual uno puede estar frente a Dios es aquélla que Él ha forjado, no lo que nosotros podemos o queremos hacer. Haciendo expiación (perdón de los pecados), y trayendo a Su gente de regreso a Sí mismo, son cosas que sólo Dios puede hacer, y Él ya ha hecho todo esto al dar a Su Hijo como el Cordero de Dios, por Su trabajo, muerte y resurrección. Además, Dios quiere introducir a Su gente al deleite de Su descanso, el tener una relación con ellos, el tenerlos a ellos como hijos sacerdotes en Su presencia. Cualquier auto-esfuerzo, cualquier intento por mejorarse a sí mismo (ego) o la carne, implica un rechazo de lo que Cristo ya ha hecho, y Dios no puede tolerar ningún desafío de esta naturaleza. Cuando Cristo dijo «Está terminado», ésto trajo el verdadero descanso: para Dios, para Cristo, mientras descansaba Su cabeza, y para pecadores arrepentidos. La misma fundación está ahí para la gente de Dios hoy en día, la Iglesia, y será encontrada por Israel en un día venidero cercano.

La Festividad de Tabernáculos (Sukkot en Hebreo) – la 7ma Festividad

 Tres veces en Levíticos 23:34-36a, se refieren a la 7ma festividad, ciertas cosas debían ser hechas «para Yahveh». Esta es una característica de Levíticos 23 en general, ya que esta expresión ocurre 18 veces (en el texto Hebreo). Dios había liberado a Su gente de la esclavitud en Egipto con el propósito de traerlos a Sí mismo, para que ellos fueran un reino de sacerdotes y una nación sagrada para Él (Éxodo 19:4,6). La historia de Israel ha visto algunos cumplimientos parciales de este propósito, pero su cumplimiento final será hasta el final de la era, marcando el comienzo en el mundo venidero, el Milenio de paz bajo el reinado del Hijo del hombre bendito, el Mesías. Mientras tanto, a Israel se le necesitaba recordar de su liberación de la esclavitud de Egipto, y del cuidado de Dios durante el viaje a través del desierto. Similarmente, como Cristianos debemos recordarnos constantemente acerca de lo que nuestro Señor Jesucristo ha hecho para liberarnos de este mundo, del poder del pecado y de Satanás. El trabajo que Él ha completado era necesario para llevarnos a Dios (1 Pedro 3:18). Ahora mismo, en Su gloria celestial, nuestro Señor Jesucristo está trabajando para protegernos y mantenernos aquí para Él mismo, mientras que nosotros vamos en camino a la tierra celestial. Durante el periodo de gracia, mientras aguardamos la venida de Cristo, Dios nos recuerda de Su gran salvación. Cada primer día de la semana, tenemos una asamblea solemne, y estas citas divinas son ocasiones para alabar y adorar a Dios, mediante sacrificios de alabanza y adoración, aceptables para Dios por medio de Cristo Jesús (1 Pedro 2:5). En lo referente a Israel, en el Milenio venidero, la gente terrenal de Dios tendrá un rol clave en el servicio de adoración, mientras que las naciones de la Tierra irán hacia arriba a Jerusalén, para llevar sacrificios y honrar a Dios y Su santidad (Zacarías 14).

Los Siete Días y el 8avo Día

Esto nos lleva al importante 8avo día de la 7ma festividad. Durante los siete días de la Festividad de Tabernáculos (tiendas de campaña ó refugios temporales), una procesión de sacerdotes iban al estanque de Siloé para agarrar agua y para regresar con cántaros llenos (esto es lo que el hombre instituyó, no fue ordenado por el SEÑOR). Al subir los 15 escalones para llegar al patio del templo, mientras cantaban los 15 cánticos graduales (cánticos para los peregrinos que suben a Jerusalén) (Salmos 120-134) y cuando llegaban al altar, ellos derramaban el agua como un sacrificio simbólico, mientras alababan a Dios y rezaban por la nueva estación (ó temporada). Esto era seguido de la lectura de las Escrituras. En el Evangelio de Juan, conocemos a nuestro Señor Jesucristo, la Luz del mundo, la verdadera gloria Shekinah quien habitó (tabernacled en Inglés) entre nosotros (Juan 1:14). Este Evangelio también se refiere al agua, ya que en el último día de la Festividad, Cristo ofreció agua a todos aquellos quienes quisieran ir a Él y beber (Juan 7:37). En el octavo día, sugiriendo un nuevo comienzo, se llevaba a cabo una lectura pública de la Palabra de Dios. Algunas porciones de las Escrituras (Esdras 3:1; Nehemías 8:18) relatan que el remanente de Israel, regresó del cautiverio, y practicó esta lectura pública. Hacían esto en el primer día del séptimo mes (la Festividad de Trompetas) y durante la Festividad de Tabernáculos (Sukkot), desde el primero hasta el último día. Desde la perspectiva de profecía, los siete días de la Festividad de Tabernáculos ilustran la abundancia de bendiciones futuras durante el Milenio, para Israel y para las naciones. En Números 29 hay una reducción en el número de sacrificios de animales que debían ofrecerse durante esos 7 días, lo cual posiblemente indica que la plenitud del regocijo de alguna forma será reducido durante el transcurso de esa era, aunque los «básicos» de Dios siempre permanecen iguales. Sin embargo, [esperamos] que nuestras afecciones ardan por el Señor, siempre regresando al «primer amor» (en lugar de abandonarlo), para que podamos tener y disfrutar «plenitud de alegría» (1 Juan 1:4) relacionada con ello. Es más bien interesante que los aspectos más destacados del año Judío era que tenían festividades que duraban por siete días, y así era con el 7mo (Levíticos 23:41-43). Los primeros siete días estaban relacionados con la redención, el cordero de Pascua y la festividad de panes sin levadura: el vivir apartados del pecado. Esto era seguido por la presentación del primer fruto, mientras que 49 días después era la festividad de semanas, cuando se presentaban dos panes con levadura, su actividad se detenía por el proceso de cocción. Dios introdujo un nuevo testimonio en el día de Pentecostés, para continuar hasta el Rapture. Los planes de Dios para Israel serán cumplidos, culminando con otra Festividad de siete días para Yahveh, la Festividad de Tabernáculos (Sukkot). Dios se encargará de que Su gente terrenal sea restaurada, según las enseñanzas de Romanos 11, para disfrutar una verdadera relación con Él. Por tanto en el 7mo mes, durante 7 días, Israel vivirá en sukkot (tiendas de campaña ó refugios temporales), siendo un recordatorio vívido de la bondad de Dios en liberarlos de la esclavitud y de preservarlos durante su travesía en el desierto. Más tarde en la historia de Israel, otra Festividad de siete días fue agregada, la de Purim, según el Libro de Ester. Esta Festividad es un recordatorio para Israel acerca de la protección llena de la gracia de Dios, de Su intervención y rescate, necesarios para cumplir Sus planes. En cuanto a responsabilidad se refiere, Israel falló terriblemente, resultando en su dispersión. A pesar de esto, el ojo de Dios estaba y sigue estando sobre ellos, y a través de sus modos de sabiduría infinita y gracia, ellos serán restaurados para disfrutar de una relación con Él. Incluso durante los 400 ‘años de silencio’ cuando no había profecías, Dios los protegía. La Festividad de la Dedicación (Hannukah ó Januká en Hebreo), a pesar de no haber sido instituida por Dios cuenta con Su aprobación (Juan 10:22), de Hannukah (luces), es un recordatorio de Su cuidado. Cada generación necesita aprender a apreciar estas transacciones divinas y acerca de los sacrificios llevados en aquellas ocasiones para Su honor y gloria. Han sido escritos para nuestra enseñanza, y piden una respuesta de nuestro corazón.

Notas de la Traducción al Español

La traducción de la palabra Pascua

El término en Español Pascua proviene del Latín Páscae, que a su vez proviene del Griego πάσχα Pasja, lo cual es una adaptación del Hebreo Pésaj, que significa ‘pasar de largo’. La Festividad de Pesaj mencionada en los libros de Éxodo y en Levíticos 23, y en Inglés es llamada Passover.

No se debe confundir con el concepto que hoy tenemos del Domingo de Pascua de la Semana Santa, Easter (en Inglés), es diferente. Aquí se conmemora la resurrección de Jesucristo.

La traducción de la palabra Shabat (en Hebreo), Sabbath (en Inglés)

La palabra Shabat significa cesar, desistir, descansar. El Shabat viene del séptimo día de la Creación cuando Dios «descansó». Es el día de reposo consagrado a Dios según el cuarto mandamiento (Éxodo 20:8-11). En las traducciones al Español como Reina-Valera, Dios Habla Hoy, Nueva Traducción Viviente, etc., sentimos que se ha perdido el significado de la palabra original en Hebreo Shabat, en esas traducciones la palabra ha sido traducida como «día de reposo», nosotros opinamos que la palabra tiene un mayor significado. El Shabat comprende un periodo de 24 horas y comienza con la puesta del sol el viernes y termina con la puesta del sol el Sábado, el cual es el último día de la semana.

Acerca de Shavuot

Shavuot, es el plural de semana (shavúa- 7 días), semanas (7 semanas). Es la Festividad de Semanas que se menciona en el Antiguo Testamento, esta Festividad está directamente relacionada con Pentecostés (Nuevo Testamento), en ambos casos está representado el Espíritu Santo.

Acerca de la Festividad de Sukkot (Tabernáculos)

En Hebreo la palabra Sukkot está en plural, y Sukka es el singular, en Inglés ha sido traducido como Tabernacle ó Booth y en Español como Tabernáculo. Este concepto se refiere a la vivienda temporal que usaron los Israelitas en el desierto. Una sukka es una especie de tienda o casa de campaña, o carpa. Imagine que usted va a ir a acampar, el tipo de refugio temporal en el que pasa la noche es una sukka.

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© Alfred E. Bouter 2005 (Impreso/Actualizado Mayo 1, 2013)

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