Ahora, continuando con el tema de la primer mentira de la serpiente, en donde le insinuaba a Eva que Dios «no es bueno, o no te ama», observemos esta siguiente religión, la cual es tan antigua (500 a.C.) como el confucionismo que ya vimos. Continuemos:
En India, el príncipe Siddhartha Gautama emprendió un viaje para encontrar la solución del sufrimiento humano y fue llamado “Buda” («el iluminado»). El budismo no tiene el concepto de Dios o de la alabanza a Dios. Buda enseñó que es el seguimiento de su enseñanza (dhamma) y de la meditación lo único que se requiere para llegar a la iluminación y su cúspide es el estado de nirvana. Esta creencia ateísta es muy peligrosa, ya que le hace pensar a la persona que no necesita a Dios y que se puede valer por sí misma, por sus propios medios. Pero esto es contrario a lo que declara la Biblia:
[Dice Jesús]»Yo soy la vid, y ustedes son las ramas. El que permanece unido a mí, y yo unido a él, da mucho fruto; pues sin mí no pueden ustedes hacer nada.» — Juan 15:5 (DHH)
«Dentro de sí dicen los necios: «Dios no existe.» Corrompidos están. Sus hechos son repugnantes…» — Salmos 14:1a (RVC)
La meditación budista, que en principio es atea, tiene su origen en el hinduismo (con miles de deidades), y a veces va acompañada de mantras. La práctica de la meditación tuvo su origen en los himnos de los vedas, y su objetivo era producir un efecto en otro mundo, en otra dimensión, con ello se atraía la atención de seres superiores o «dioses» que viven ahí. Los mantras preparan la mente consciente de la persona para que «suba de nivel», digamos si empieza en el nivel Z gradualmente subirá hasta llegar al nivel A, y una vez que llegara ahí encontrarían a la «esencia eterna del ser», y ellos no se refieren a encontrar a Dios, aquí se trata de politeísmo, de encontrarse con miles de «dioses» y «diosas». ¿Entonces los budistas son ateos o no? Confuso, ¿no? Además los mantras son repetitivos, y Jesucristo claramente nos advierte acerca de repeticiones sin sentido:
«Cuando ores, no parlotees de manera interminable como hacen los seguidores de otras religiones. Piensan que sus oraciones recibirán respuesta solo por repetir las mismas palabras una y otra vez. No seas como ellos, porque tu Padre sabe exactamente lo que necesitas, incluso antes de que se lo pidas.» — Mateo 6:7-8 (NTV)
Existen escuelas de budismo que entre sus doctrinas está en que al llegar al estado de «nirvana» se termina con el ciclo sin fin de muerte y renacimiento (samsara). Y piensan que si la persona «no alcanza la iluminación en esta vida», entonces como en el hinduismo, una deidad le da múltiples vidas dependiendo de su karma, para poder seguir «intentándolo después en otras vidas», hasta llegar al nirvana y ser iluminado como Buda. Aunque la Biblia es clara no hay más oportunidades.
«Y así como cada persona está destinada a morir una sola vez y después vendrá el juicio» — Hebreos 9:27 (NTV)
Estas doctrinas son engañosas al hacerle creer a la persona que tiene una segunda oportunidad (o más) después de esta vida. Dios en Su palabra claramente nos indica que sólo tenemos esta vida para tomar la decisión con respecto a creer en Su hijo y en Su trabajo Redentor o rechazarlo:
«Hoy te he dado a elegir entre la vida y la muerte, entre bendiciones y maldiciones. Ahora pongo al cielo y a la tierra como testigos de la decisión que tomes. ¡Ay, si eligieras la vida, para que tú y tus descendientes puedan vivir!» — Deuteronomio 30:19 (NTV)
En las creencias budistas, al llegar al «nirvana» habrá una liberación de los temores y sufrimiento. La Biblia nos dice algo muy diferente, nos da sólo 2 opciones una vez que la persona muere, ya sea que (1) vaya al cielo porque se arrepintió de sus pecados y creyó en Jesucristo como su Salvador y Redentor personal y pasará la eternidad con Dios; o bien (2) usted muere en sus pecados, y paga eternamente las consecuencias al terminar en el lugar de tormento, separado de Dios.
“Solo puedes entrar en el reino de Dios a través de la puerta angosta. La carretera al infierno es amplia y la puerta es ancha para los muchos que escogen ese camino. Sin embargo, la puerta de acceso a la vida es muy angosta y el camino es difícil, y son solo unos pocos los que alguna vez lo encuentran.” — Mateo 7:13-14 (NTV)
[Dice Jesús]»Por eso dije que morirán en sus pecados; porque, a menos que crean que Yo Soy quien afirmo ser, morirán en sus pecados.» — Juan 8:24 (NTV)
Los budistas también pueden argumentar que ellos no le están rezando a Buda, sino que sólo tienen aspiraciones de ser como él, y probablemente se jacten de tener percepciones espirituales superiores. No se engañe, todas las imágenes y estatuas de budas son ídolos, y detrás de todos los ídolos que existen hay demonios. Aléjese de todo ello y arrepiéntase, regrese a Dios y pídale que lo ayude.
«Sin embargo, los que no murieron en esas plagas aun así rehusaron arrepentirse de sus fechorías y volverse a Dios. Siguieron rindiendo culto a demonios y a ídolos hechos de oro, plata, bronce, piedra y madera, ¡ídolos que no pueden ni ver ni oír ni caminar!» — Apocalipsis 9:20 (NTV)
La oración cristiana no es un ejercicio de meditación, ni auto-contemplación, tampoco involucra estar sin movimiento o sentados en posición de flor de loto, y tampoco es un ejercicio para tener la mente en blanco, sino que es un diálogo de amor con Dios y el establecimiento de una relación personal con Él.
Los rituales budistas de ofrecer incienso, depositar monedas en ánforas, girar ruedas de rezos, etc., ¿a dónde o hacia quién cree usted que va dirigido? Veamos lo que nos dice la Biblia con respecto a estas prácticas:
[El apóstol Pablo dice]»¿Qué es lo que trato de decir? ¿Que la comida ofrecida a ídolos tiene alguna importancia o que los ídolos son dioses verdaderos? No, de ninguna manera. Lo que digo es que esos sacrificios se ofrecen a los demonios, no a Dios. Y no quiero que ustedes tengan parte con los demonios. Ustedes no pueden beber de la copa del Señor y también de la copa de los demonios. No pueden comer de la Mesa del Señor y también de la mesa de los demonios. ¿Qué? ¿Acaso nos atreveremos a despertar los celos del Señor? ¿Piensan que somos más fuertes que él?» — 1 Corintios 10:19-22 (NTV)
[Dice el SEÑOR] «Todo el día me insultan en mi propia cara al rendir culto a ídolos en sus huertos sagrados y al quemar incienso en altares paganos.» — Isaías 65:3 (NTV)
Siguiendo con las doctrinas de «iluminación», en Francia e Inglaterra, 2,000 años después de Buda, el enemigo crea un movimiento filosófico con el mismo nombre, la Ilustración (Enlightenment), que fue un movimiento del siglo 18 centrado en «la razón» como la principal fuente de autoridad en lugar de la fe o Dios. Los ilustrados exaltaron la capacidad de la razón laica para descubrir las leyes naturales, apoyados en el análisis e investigaciones científicas. La fe se traslada de Dios al hombre; se piensa que el progreso humano es continuo e indefinido. Es muy parecido al movimiento del primer siglo d.C., llamado Gnosticismo (del griego: conocimiento), y esto es lo que nos dice Jesús al respecto:
«Pero también tengo un mensaje para el resto de ustedes en Tiatira, los que no han seguido esa falsa enseñanza (“verdades más profundas”, como ellos las llaman, que en realidad son profundidades de Satanás)…» — Apocalipsis 2:24 (NTV)
Y con el engaño de Satanás, la sociedad «ilustrada» se seculariza y la noción de Dios y la religión se empieza a perder. Se rechazaron las formas religiosas tradicionales y al Dios «castigador» de la Biblia. Pero nosotros como creaciones de Dios, no podemos compararnos con nuestro Creador, nuestras mentes no pueden si quiera imaginar Sus caminos:
««Mis pensamientos no se parecen en nada a sus pensamientos —dice el Señor—. Y mis caminos están muy por encima de lo que pudieran imaginarse.» — Isaías 55:8 (NTV)
La mentalidad de la ilustración dio paso a la tolerancia y libertad religiosa: El ateísmo aumentó, incluso hay sectas satánicas y sociedades secretas como los Masones y los Iluminati que identificaban a Dios como un laico arquitecto racional del universo y condenaban la religión como una superstición vulgar; para ellos «la ética es superior a toda religión».
[Jesús dice] «Pues ustedes son hijos de su padre, el diablo, y les encanta hacer las cosas malvadas que él hace. Él ha sido asesino desde el principio y siempre ha odiado la verdad, porque en él no hay verdad. Cuando miente, actúa de acuerdo con su naturaleza porque es mentiroso y el padre de la mentira.» — Juan 8:44 (NTV)
En lugar de seguir la voluntad de Dios, se buscaron los ideales de la ilustración (progreso, libertad, igualdad y fraternidad) y al extenderse a otras capas sociales, dieron paso a la crítica y a la oposición hacia el sistema económico, social y político, lo cual culminó en la Revolución Francesa en 1789. La gente pobre no tenía progreso, ni igualdad, etc. La ilustración parece que no fue la mejor forma de arreglar las cosas.
“Toda persona debe someterse a las autoridades de gobierno, pues toda autoridad proviene de Dios, y los que ocupan puestos de autoridad están allí colocados por Dios. Por lo tanto, cualquiera que se rebele contra la autoridad se rebela contra lo que Dios ha instituido, y será castigado.” — Romanos 13:1-2 (NTV)
“¡Qué aflicción espera a los que discuten con su Creador! ¿Acaso discute la olla de barro con su hacedor? ¿Reprocha el barro al que le da forma diciéndole: “¡Detente, lo estás haciendo mal!”? ¿Exclama la olla: “¡Qué torpe eres!”? — Isaías 45:9 (NTV)
Los postulantes de la ilustración sustentaban que a través de la razón, la lógica y las herramientas científicas y tecnológicas, la raza humana podía cambiarse a sí misma, y a su sociedad, para mejorar. Las futuras sociedades serían más humanas y prósperas. Pero ya vimos que ni la Revolución Francesa, ni después de más de 200 años la sociedad ha mejorado, al contrario está mucho peor, les falló el pronóstico. Las filosofías del hombre NO son la respuesta, únicamente Dios le puede dar las respuestas que busca.
«El Señor dice: «Estaba listo para responder, pero nadie me pedía ayuda; estaba listo para dejarme encontrar, pero nadie me buscaba.“¡Aquí estoy, aquí estoy!”, dije a una nación que no invocaba mi nombre.» — Isaías 65:1 (NTV)
«Nuestro Señor es grande y poderoso, y Su sabiduría no tiene límite.» — Salmos 147:5 (NTV)
A continuación, observemos la doctrina filosófica panteísta en donde el universo, la naturaleza, y Dios son uno y lo mismo. Su creencia en un dios impersonal que creó el universo, y en el mundo natural, que es de donde viene el concepto popular de “La Madre Naturaleza”. Sin embargo, esta doctrina rechaza la Biblia y Su revelación, rechaza los dogmas religiosos, y tenía escepticismo de milagros y profecías. Para ellos no era cuestión de fe, sino de razón.
Hoy en día hay personas que consideran que si Dios permite el sufrimiento no puede ser bueno, piensan que hay una contradicción con Su mensaje de amor. Pero están muy equivocados. Le recomendamos que lea los artículos: ¿Por qué no hay paz en el mundo?, ¿Por qué le pasan cosas malas a la gente buena? y La Ira de Dios: ¿Existe?, para empezar a entender el porqué de Sus acciones.
«No hay sabiduría humana ni entendimiento ni proyecto que puedan hacerle frente al Señor.» — Proverbios 21:30 (NTV)
Esta serie de artículos no tienen el propósito de que veamos como enemigos a las personas que siguen esas falsas doctrinas. Al contrario, el propósito es que por medio de esta información los ayudemos a que cuestionen los orígenes de sus creencias y que se den cuenta de que han vivido engañados con una mentira muy bien elaborada. Pero nunca es tarde para cambiar, arrepentirse y seguir a Jesucristo.
“Ustedes aman a Jesucristo a pesar de que nunca lo han visto. Aunque ahora no lo ven, confían en él y se gozan con una alegría gloriosa e indescriptible. La recompensa por confiar en Él será la salvación de sus almas.” — 1 Pedro 1:8-9 (NTV)
Muchas veces seguimos o heredamos la religión de nuestros padres sin cuestionar, pero nuestro mensaje es que la salvación no está en las filosofías seculares, que dicen que al morir todo se termina, que se convierte la persona en fertilizante para la tierra; o religiones que dan falsas esperanzas de alcanzar «nirvana en la siguiente vida». Porque como dice la canción: “Solo se vive una vez” y Jesús es el único camino.
«Jesús le contestó:—Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie puede ir al Padre si no es por medio de mí.» — Juan 14:6 (NTV)
«Esto es lo que Dios dice a toda la humanidad: “El temor [respeto, reverencia] del Señor es la verdadera sabiduría; apartarse del mal es el verdadero entendimiento» — Job 28:28 (NTV)
Por esto, usted no puede decir por ejemplo que es budista pero que también cree en Jesús. Él pide fidelidad completa, no sincretismo. Recordemos que Él es un Dios celoso, esto es tan importante para Él que lo incluyó en Su Segundo Mandamiento:
«»No te hagas ninguna clase de ídolo ni imagen de ninguna cosa que está en los cielos, en la tierra o en el mar. No te inclines ante ellos ni les rindas culto, porque yo, el Señor tu Dios, soy Dios celoso, quien no tolerará que entregues tu corazón a otros dioses. Extiendo los pecados de los padres sobre sus hijos; toda la familia de los que me rechazan queda afectada, hasta los hijos de la tercera y la cuarta generación. Pero derramo amor inagotable por mil generaciones sobre los que me aman y obedecen mis mandatos.» — Éxodo 20:4-6 (NTV)
Para terminar solo quiero decir que el amor de Dios es tan grande que nos da la salvación y la vida eterna con tan solo aceptar (de todo corazón) el regalo de salvación de Cristo. No necesitamos hacer nada más que eso, aunque el diablo lo quiera hacer parecer más complicado y difícil de alcanzar.
“Pues ustedes saben que Dios pagó un rescate para salvarlos de la vida vacía que heredaron de sus antepasados. No fue pagado con oro ni plata, los cuales pierden su valor, sino que fue con la preciosa sangre de Cristo, el Cordero de Dios, que no tiene pecado ni mancha.” — 1 Pedro 1:18-19 (NTV)
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