Dios en Mt Sinai

¿Qué es el temor al Señor? (Parte 1)

En este artículo hablaremos acerca del temor al Señor, es un tema que pareciera haber quedado en el olvido, y substituido por una doctrina que promueve el énfasis en que el Señor es un Dios amoroso a quien no hay que tenerle miedo, pareciera que las personas en su incredulidad no tienen miedo a las consecuencias de la desobediencia a los mandatos del Señor, a estas personas les gusta decir «Dios es tan bueno que no mandaría a nadie al infierno». De forma que, el temor a Dios ha sido clasificado como un concepto antiguo, una enseñanza del Antiguo Testamento que desapareció con la venida de Cristo, pero como veremos esto es falso porque el temor a Dios es mostrado repetidamente en el Nuevo Testamento, y es explicado por Jesús, Pedro, Juan, y Lucas, explicando que la santidad de Dios exige nuestro respeto y temor. También citaremos varios pasajes de la Biblia que nos ayudarán a entender mejor el significado del temor a Dios y sus implicaciones, ya que, por un lado, sí significa tenerle miedo a Dios, literalmente, pero ese es tan sólo un aspecto de un concepto más amplio, y que tiene mayores repercusiones.

[Dice el Señor] «¡Oh, si siempre tuvieran un corazón así, si estuvieran dispuestos a temerme y a obedecer todos Mis Mandatos! Entonces siempre les iría bien a ellos y a sus descendientes.”— Deuteronomio 5:29 (NTV)

miedoQuizás debido a esta forma de pensar, nuestra relación con Dios se ha vuelto demasiado casual, como si el Señor fuera una más de nuestras amistades de la infancia, sin darle a Dios el lugar que sólo a Él le corresponde. Pero no alcanzamos a entender que son nuestros pecados los que nos separan de Su santidad, y que es sólo por Su gracia que seguimos vivos. Si en nuestra relación con Dios hemos perdido nuestro sentido de ese miedo y respeto, y muchas veces nuestro acercamiento al Señor es sin confesión ni arrepentimiento, los cuales son requeridos para la purificación de nuestro espíritu; corremos el riesgo de que nuestro acercamiento sea tan casual que incluso pudiera llegar a ser considerado como irreverente.

«Tema al Señor toda la tierra; tiemblen en Su presencia todos los habitantes del mundo.» — Salmos 33:8 (LBLA)

[Jesús dice] “Pero se acerca el tiempo —de hecho, ya ha llegado— cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en Espíritu y en verdad. El Padre busca personas que lo adoren de esa manera.” — Juan 4:23 (NTV)

Para entender que es el temor a Dios, analizaremos las palabras hebreas utilizadas en el Antiguo Testamento, יָרֵא – yaré, y una variación, יִרְאָה – yír-a, utilizadas principalmente para describir temor o tener miedo, pero también tienen otros significados como honrar, respeto, reverencia, o gran admiración, que nos dan una idea del amplio significado de la frase “el temor al Señor”, y para entender este concepto lo dividiremos en cuatro comportamientos que se presentan en los creyentes: (1) miedo; (2) reverencia o gran admiración; (3) un comportamiento recto, justo o piadoso; y (4) adoración.

1) El temor al Señor como: “Miedo”

adan eva escondidos
Adán y Eva se escondieron de Dios.

La primera vez que aparece yaré en las Escrituras es en Génesis, después de que Adán y Eva cometen el pecado original al comer del fruto prohibido y se esconden del Señor por el temor que sintieron ya que el pecado los separó instantáneamente de Dios al morir espiritualmente. A partir de este momento, el Señor va a utilizar el temor como una herramienta más para ayudarnos a que no nos salgamos de Su plan de salvación.

“Y él [Adán] respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo [yaré], porque estaba desnudo; y me escondí.” — Génesis 3:10 (RVR1960)

Dios nos ha dado la capacidad de temer ciertas cosas por nuestro propio bien, para nuestra conservación y protección. Normalmente existe el temor a la enfermedad, a la pérdida de un ser querido, a perder el empleo, perder dinero u objetos, o el miedo a la muerte, entre otros ejemplos. El temor es una emoción poderosa que toma el control de la mente y puede crear todo tipo de respuestas en las personas, desde la cobardía hasta el heroísmo, producir pasividad, confusión, un pánico total, agresión, y hasta un pensamiento enfocado y claro. El temor puede llevar a una persona a tener un cambio total en lo que piensa, siente y hace. Y esto es precisamente lo que Dios quiere provocar con el temor al Señor.

«He entendido que todo lo que Dios hace será perpetuo; sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá; y lo hace Dios, para que delante de Él teman los hombres.» — Eclesiastés 3:14 (RVR1960)

Así como el amor a Dios es nuestro gran motivador para la obediencia, el “temor a Dios” es la gran advertencia contra la desobediencia, porque sabemos acerca de las terribles consecuencias que eso provoca.

«Si te niegas a obedecer todas las palabras de instrucción que están escritas en este libro y no temes el nombre glorioso e imponente del Señor tu Dios, el Señor te abrumará con plagas indescriptibles a ti y a tus hijos. Esas plagas serán intensas y sin alivio, te harán desgraciado y te dejarán terriblemente enfermo.» — Deuteronomio 28:58-59 (NTV)

Moises SinaiCuando Dios apareció en el Monte Sinaí, antes de darles los 10 Mandamientos a los israelitas, la gente estaba aterrorizada, y Moisés nos da una pista para entender que es el “temor a Dios”, él nos explica que el Señor liberó a los israelitas para que lo sirvieran a Él, y Dios iba a motivarlos únicamente con Su presencia para que cumplieran con Sus Mandamientos. Así que después de ser testigos de la presencia gloriosa del Señor con un despliegue de fuego, truenos y humo (algo que no olvidarían el resto de sus vidas), los israelitas debían buscar agradar a Dios haciendo lo correcto: al no pecar porque tenían la prueba innegable de que el Dios de sus ancestros es real. Entonces Moisés les aseguró que no hay razón para temer al Señor si no cometen pecados y deciden servirlo a Él, lo que les permitirá experimentar Su amor como resultado de su servicio hacía Él, algo que es opuesto a la experiencia previa que vivieron como esclavos de los despiadados egipcios.

“¡No tengan miedo! —les respondió Moisés—, porque Dios ha venido de esta manera para ponerlos a prueba y para que su temor hacia Él les impida pecar.” — Éxodo 20:20 (NTV)

Debemos temer a Dios porque sabemos que nuestro pecado le desagrada. Si amamos a Dios, no querremos causarle ningún disgusto.

[Dice el Señor] «Entonces los rociaré con agua pura y quedarán limpios. Lavaré su inmundicia y dejarán de rendir culto a ídolos. Les daré un corazón nuevo y pondré un Espíritu nuevo dentro de ustedes. Les quitaré ese terco corazón de piedra y les daré un corazón tierno y receptivo. Pondré Mi Espíritu en ustedes para que sigan Mis decretos y se aseguren de obedecer Mis ordenanzas.» — Ezequiel 36:25-27 (NTV)

Debemos tomar control de nuestra naturaleza pecaminosa, la cual tiende a amar al pecado más que a Dios.

«La naturaleza pecaminosa desea hacer el mal, que es precisamente lo contrario de lo que quiere el Espíritu. Y el Espíritu nos da deseos que se oponen a lo que desea la naturaleza pecaminosa. Estas dos fuerzas luchan constantemente entre sí…» — Gálatas 5:17a (NTV)

Jesus CieloY porque sabemos que el Señor además de ser amoroso, también es justo y es Juez, debemos temer Su castigo por nuestros pecados en esta vida, y si no se arrepiente a tiempo, en la siguiente. Por eso, Moisés les dice a los israelitas que transmitan la enseñanza del “temor al Señor” a sus hijos de generación en generación.

«Jamás te olvides del día que estuviste ante el Señor tu Dios en el monte Sinaí, donde Él me dijo: “Convoca al pueblo para que se presente ante Mí, y Yo mismo lo instruiré. Entonces ellos aprenderán a temerme toda su vida y les enseñarán a sus hijos que también me teman”.» — Deuteronomio 4:10 (NTV)

El mismo Moisés al final de los 40 años en el desierto, y cumpliendo con la voluntad del Señor, les comunicó a una nueva generación de israelitas, los eventos que ocurrieron previamente en el monte Sinaí, demostrándoles que con el debido respeto a Dios (temor al Señor), él pudo subir al monte Sinaí sin ningún impedimento para recibir los 10 Mandamientos.

[Dice Moisés] «Yo serví de intermediario entre tú y el Señor, porque tenías miedo del fuego y no quisiste acercarte al monte. Él me habló a mí, y yo te transmití Sus palabras…» — Deuteronomio 5:5 (NTV)

David ArcaCuando desobedecemos al Señor, vamos a enfrentar consecuencias, como cuando el rey David trató de traer el Arca de la Alianza a Jerusalén, pero en lugar de transportarla como Dios lo estipuló (Éxodo 25:14-15; Números 4:15), lo hizo en una carreta jalada por bueyes, lo que ocasionó que en cierto punto el Arca de la Alianza pareciera que podría caerse, y fue cuando Uza trató de evitarlo, pero al tocar el Arca murió. Después de ese incidente, el rey David literalmente tuvo miedo del Señor (2 Samuel 6).

«David tuvo entonces temor del Señor, y se preguntaba: «¿Cómo puedo pensar en llevarme el Arca del Señor?»» — 2 Samuel 6:9 (RVC)

Camino angostoEl camino a la destrucción comienza cuando ya no tememos a Dios, porque entonces ya no poseemos ningún temor para cometer cualquier pecado, y mucho menos nos preocupamos por las consecuencias y el corazón se endurece. Observe que, en los actuales programas de televisión y películas populares, muchos de los personajes demuestran este tipo de comportamientos: no les importa pecar ni parecen tener temor alguno por las consecuencias de sus actos.

«Los sabios son precavidos y evitan el peligro; los necios, confiados en sí mismos, se precipitan con imprudencia.» — Proverbios 14:16 (NTV)

«Timoteo, es bueno que sepas que, en los últimos días, habrá tiempos muy difíciles. Pues la gente solo tendrá amor por sí misma y por su dinero. Serán fanfarrones y orgullosos, se burlarán de Dios, serán desobedientes a sus padres y malagradecidos. No considerarán nada sagrado. No amarán ni perdonarán; calumniarán a otros y no tendrán control propio. Serán crueles y odiarán lo que es bueno. Traicionarán a sus amigos, serán imprudentes, se llenarán de soberbia y amarán el placer en lugar de amar a Dios.» — 2 Timoteo 3:1-4 (NTV)

Pero muchas vidas han sido destruidas por vivir bajo tales doctrinas y engaños, además de que estas personas no temen el ser juzgados por Dios.

«En ese día, Yo los pondré a juicio. Estoy ansioso por dar testimonio contra todos los hechiceros, los adúlteros y los mentirosos. Declararé en contra de los que estafan a sus empleados con sus sueldos, de los que oprimen a viudas y huérfanos o privan de justicia a los extranjeros que viven entre ustedes, porque gente que hace estas cosas no me teme, dice el Señor de los Ejércitos Celestiales.» — Malaquías 3:5 (NTV)

«Ten por santo en tu vida al Señor de los Ejércitos Celestiales; Él es a quien debes temer. Él es quien te debería hacer temblar.» — Isaías 8:13 (NTV)

Jesucristo nos da la principal razón por la que debemos realmente temer a Dios, quien nos va a juzgar después de nuestra muerte:

[Dice Jesús] «No teman a los que quieren matarles el cuerpo; no pueden tocar el alma. Teman solo a Dios, quien puede destruir tanto el alma como el cuerpo en el infierno.» — Mateo 10:28 (NTV)

Dia del Juicio¿Entonces debemos temer a Jesús porque Él será quien juzgará a todos? La Biblia nos dice que Jesús ha sido designado por Dios para juzgar a vivos y muertos (Hechos 10:42). Pero muchos cristianos sólo quieren ver a Jesús como una persona paciente, noble, amable, cortés, prudente, y que hacía que las personas se sintieran bien. Pero no se dan cuenta que durante Su ministerio aquí en la tierra, la gente a menudo le temía. Como cuando Sus discípulos le temieron después de que calmó la tormenta; o bien, cuando Jesús permitió a los demonios que entraran en los cerdos, que se ahogaron en el lago. Vemos que la gente del pueblo le rogó que se fuera, no porque estuvieran resentidos por la pérdida de los cerdos, si ese hubiera sido el caso, le habrían exigido una indemnización. Más bien, estaban aterrorizados ante la Santa presencia de Jesús.

“Los discípulos estaban completamente aterrados. «¿Quién es este hombre? —se preguntaban unos a otros—. ¡Hasta el viento y las olas lo obedecen!».” — Marcos 4:41 (NTV)

“Y la multitud comenzó a rogarle a Jesús que se fuera y los dejara en paz.” — Marcos 5:17 (NTV)

En la segunda parte de este artículo continuaremos explicando otros aspectos del temor al Señor. Continuaremos con su significado de (2) reverencia o gran admiración y respeto; y 3) comportamiento justo o piadoso y (4) la adoración al Señor.

¡Que Dios los bendiga!


Continuar leyendo: ¿Qué es el temor al Señor? (Parte 2)