Carta del futuro 1

Una Carta del Futuro (Parte 2)

En el artículo anterior vimos que Ciro, el rey de Persia, recibió una carta escrita aproximadamente 160 años* atrás en el pasado, dirigida a él, mencionando su nombre y la forma en la que conquistaría Babilonia. Además, contenía una serie de instrucciones que debía seguir. Similar a lo que sucedió en la película de Volver al Futuro II en donde Marty McFly recibió una carta que tenía 70 años en la oficina postal de Western Union. En este artículo viajaremos al pasado, unos 160 años* atrás, al reino de Judá, veremos los eventos que sucedieron en los tiempos en que el profeta escribió la carta conteniendo la profecía por parte del Señor, y también veremos un evento que desencadenó una realidad alterna con terribles consecuencias para el pueblo de Judá, provocando la destrucción del Templo de Jerusalén, el reino de Judá, y el destierro a Babilonia, y todo esto fue causado por uno de sus reyes. Éstos fueron hechos reales y están descritos en las Escrituras. Acompáñenos en este «viaje en el tiempo».

*Los tiempos son aproximados

«El Señor nuestro Dios tiene secretos que nadie conoce. No se nos pedirá cuenta de ellos. Sin embargo, nosotros y nuestros hijos somos responsables por siempre de todo lo que se nos ha revelado, a fin de que obedezcamos todas las condiciones de estas instrucciones.» — Deuteronomio 29:29 (NTV)

«De hecho, el Señor Soberano nunca hace nada sin antes revelar Sus planes a Sus siervos, los profetas.» — Amós 3:7 (NTV)

El pasado: Israel, 1050 a.C.

Antiguamente el Señor reinaba sobre Israel a través de Jueces, quienes gobernaban siguiendo los lineamientos que ordenaba el Señor. El profeta Samuel fue el último de los Jueces, porque los israelitas en su necedad le pidieron un rey (humano) al Señor, porque las demás naciones tenían reyes. Rechazando, de esa forma, la soberanía de Dios como el único Rey sobre el pueblo de Israel.

««Mira, Samuel —le dijeron—, ya eres anciano y tus hijos no son como tú. Danos un rey para que nos juzgue así como lo tienen las demás naciones». Samuel se disgustó con esta petición y fue al Señor en busca de orientación. «Haz todo lo que te digan —le respondió el Señor—, porque me están rechazando a Mí y no a ti; ya no quieren que Yo siga siendo su Rey. Desde que los saqué de Egipto me han abandonado continuamente y han seguido a otros dioses. Y ahora te tratan a ti de la misma manera. Haz lo que te pidan, pero adviérteles seriamente acerca de la manera en que reinará sobre ellos un rey».»— 1 Samuel 8:5-9 (NTV)

Samuel Unge a SaulA pesar de las advertencias recibidas (ver 1 Samuel 8) el pueblo aun así quiso un rey, de forma que Saúl fue ungido como el primer rey (1 Samuel 10). Después subieron al trono de Israel el rey David y Salomón. En el año 930 a.C., Israel se dividió en dos reinos: el reino del norte, llamado Israel, que subsistió por unos 208 años, y el reino del sur, llamado Judá, que duró un poco más: 344 años. Esto porque el pueblo del Señor no cumplió con los mandamientos y se alejó del buen camino. Como ejemplo, vemos que la mayoría de los reyes que reinaron al pueblo del Señor hicieron lo malo ante los ojos de Dios, de los 42 reyes que gobernaron en ambos reinos solo hubo 5 excepciones, reyes que hicieron lo agradable a los ojos del Señor: David, Asa, Josafat, Josías y Ezequías; y tenemos aparte, el caso del rey Salomón, quien comenzó muy bien, pero al final cayó en idolatría, y a causa de él se dividió Israel en dos reinos (1 Reyes 11:11-13). Primero cayó el reino del norte, el de Israel y el profeta Miqueas nos dice que la idolatría fue lo que más enojó a Dios.

“El Señor Soberano hace acusaciones en contra de ustedes; el Señor habla desde Su santo Templo… ¿Y por qué sucede esto? Es a causa de la rebelión de Israel, sí, por los pecados de toda la nación. ¿Quién es culpable de la rebelión de Israel? ¡Samaria, su ciudad capital! ¿Dónde está el centro de la idolatría en Judá? ¡En Jerusalén, su capital! «Así que, Yo, el Señor, haré de la ciudad de Samaria un montón de escombros. Sus calles serán aradas para plantar viñedos. Haré rodar las piedras de sus paredes hacia el valle hasta dejar al descubierto sus cimientos.” — Miqueas 1: 2b, 5-6 (NTV)

La destrucción de Israel, 722 a.C.

Reino Israel JudaEl Señor utilizó a los asirios para ejercer Su juicio sobre el reino del norte. Asiria era el imperio dominante en ese tiempo y tenía el control de Israel y de Judá. Sin embargo, los reyes de Israel se rebelaron al no pagar el tributo que les correspondía a los asirios, y entre los años 743-722 a.C., los asirios invadieron el reino de Israel 3 veces. La última invasión empezó en 727 a.C., cuando Oseas, el último rey de Israel, decidió rebelarse y aliarse con el faraón de Egipto en contra del nuevo rey de Asiria, Salmanasar V. Lo cual provocó el ataque final y decisivo de los asirios en el que el rey Oseas fue tomado prisionero. Salmanasar V murió en batalla y fue sucedido por el rey Sargon II de Asiria, quien después de sitiar por 3 años a Samaria, la capital de Israel, la conquistó en 722 a.C., de esta forma el reino de Israel dejó de existir. Y los israelitas fueron llevados como prisioneros a Asiria entre 721-705 a.C.

“Salmanasar, rey de Asiria, atacó al rey Oseas, por eso Oseas se vio obligado a pagar un elevado tributo a Asiria. Sin embargo, Oseas dejó de pagar el tributo anual y conspiró contra el rey de Asiria al pedirle a So, rey de Egipto, que lo ayudara a liberarse del poder del rey de Asiria. Cuando el rey de Asiria descubrió la traición, tomó a Oseas por la fuerza y lo metió en la cárcel.” — 2 Reyes 17:3-4 (NTV)

IdolatriaEsta destrucción ya había sido profetizada por el Señor múltiples veces desde Deuteronomio 28 y con diferentes advertencias para los reinos de Israel y de Judá, pero el pueblo elegido por Dios no cambió y se alejó completamente del Señor. Empezando con la idolatría fomentada por Jeroboam.

“Pues cuando el Señor arrancó a Israel del reino de David, los israelitas escogieron a Jeroboam, hijo de Nabat, como su rey; pero Jeroboam alejó a Israel del Señor y lo hizo cometer un gran pecado. Los israelitas persistieron en seguir todos los caminos perversos de Jeroboam.” — 2 Reyes 17:21-22a (NTV)

Ese fue solo el comienzo, con el tiempo incrementaron su maldad, y cayeron en una espiral descendente de perversidad, como resultado de su idolatría al copiar las prácticas malignas de las naciones vecinas.

Los israelitas rechazaron todos los mandatos del Señor su Dios e hicieron dos becerros de metal. Levantaron un poste dedicado a la diosa Asera y rindieron culto a Baal y veneraron a todas las fuerzas del cielo. Hasta sacrificaron a sus hijos y a sus hijas en el fuego. Consultaron con adivinos, practicaron la hechicería y se entregaron por completo al mal, con lo cual provocaron el enojo del Señor.” — 2 Reyes 17:16-17 (NTV)

IsraelLamentablemente, el reino de Judá no aprendió la lección al ver lo que le pasó al reino de Israel, no rectificaron el camino, sino que adoptaron las mismas prácticas perversas que arruinaron al reino del norte.

Como el Señor estaba muy enojado con los israelitas, los barrió de Su presencia. Solo la tribu de Judá quedó en la tierra; pero aun los de Judá se negaron a obedecer los mandatos del Señor su Dios, ya que siguieron las prácticas perversas que Israel había introducido. El Señor rechazó a todos los descendientes de Israel. Los castigó entregándolos a sus agresores hasta expulsar a Israel de Su presencia.” — 2 Reyes 17:18-20 (NTV)

¿Quién podrá salvar a Judá?

Mientras los asirios destruían el reino de Israel al norte en 722 a.C., el reino de Judá era reinado por Acaz (735-716 a.C.) y tal vez su hijo Ezequías fungía como co-regente (729-716 a.C.). Durante su reinado, Acaz, cerró el Templo de Jerusalén, adoptó prácticas idolatras de Asiria y construyó altares paganos que debilitaron la fe del pueblo, quemó a algunos de sus hijos, y miles de personas en su reino murieron en guerras porque Acaz puso su confianza en los asirios para que lo ayudaran militarmente en lugar de confiar en el Señor, por eso, Dios no estaba con Judá.

Para salvar a Judá Dios mandó a diferentes profetas, y quizás el más famoso en esta época era Isaías, su nombre significa “La Salvación es del Señor”. Isaías vivía en Judá, el reino del sur, y el tema de sus profecías es la salvación, no solo de Judá, sino de todo el mundo a través del Mesías: nuestro Señor Jesucristo.

“Después oí que el Señor preguntaba: «¿A quién enviaré como mensajero a este pueblo? ¿Quién irá por nosotros?». — Aquí estoy yo [Isaías] —le dije—. Envíame a mí. Y Él me dijo: —Bien, ve y dile a este pueblo: “Escuchen con atención, pero no entiendan; miren bien, pero no aprendan nada”. Endurece el corazón de este pueblo; tápales los oídos y ciérrales los ojos. De esa forma, no verán con sus ojos, ni oirán con sus oídos, ni comprenderán con su corazón para que no se vuelvan a Mí en busca de sanidad.” — Isaías 6:8-10 (NTV)

¿Quién escribió la carta dirigida a Ciro?

Ezequias IsaiasIsaías recibió mensajes del Señor entre los años 760 – 686 a.C., entre ellos la carta dirigida a Ciro. No sabemos mucho acerca de su vida, sabemos que tenía una esposa y al menos dos hijos (Isaías 7:3; Isaías 8:3-4). Algunos estudiosos piensan que Isaías pertenecía a la nobleza, y que era de una familia educada y distinguida, ya que a menudo tenía contacto con los reyes, además hay alusión a esto en escritos rabínicos. También podemos deducir que era una persona muy educada por la forma en la que escribía, con un amplio conocimiento de palabras del antiguo hebreo.

«Estas son las visiones que tuvo Isaías, hijo de Amoz, acerca de Judá y Jerusalén durante los años en que Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías eran reyes de Judá.» — Isaías 1:1 (NTV)

Sabemos acerca de la autenticidad de las Escrituras de Isaías porque el mismo Jesucristo lo validó como profeta, e hizo referencia varias veces al cumplimiento de sus profecías. Como cuando Jesús leyó Isaías 61:1-2 en la sinagoga al inicio de Su ministerio (Mateo 13:11-16; Mateo 15:7-9; Lucas 4:16-21).

Jesus leyendo«Cuando llegó a Nazaret, la aldea donde creció, fue como de costumbre a la sinagoga el día de descanso y se puso de pie para leer las Escrituras. Le dieron el rollo del profeta Isaías. Jesús lo desenrolló y encontró el lugar donde está escrito lo siguiente: «El Espíritu del Señor está sobre Mí, porque me ha ungido para llevar la Buena Noticia a los pobres. Me ha enviado a proclamar que los cautivos serán liberados, que los ciegos verán, que los oprimidos serán puestos en libertad, y que ha llegado el tiempo del favor del Señor». Lo enrolló de nuevo, se lo entregó al ayudante y se sentó. Todas las miradas en la sinagoga se fijaron en Él. Después Jesús comenzó a hablarles: «La Escritura que acaban de oír ¡se ha cumplido este mismo día!». — Lucas 4:16-21 (NTV)

Isaías es el profeta que escribió más capítulos del Antiguo Testamento, su libro tiene 66 capítulos. Él era contemporáneo de los profetas Miqueas, Oseas y Amós. Los profetas les decían a las personas que se arrepintieran, que regresaran a Dios, que dejaran la idolatría, entre otros mensajes de advertencia.

[Dice el Señor] «A pesar de que les di todas Mis leyes, actúan como si esas leyes no se aplicaran a ellos.» — Oseas 8:12 (NTV)

«Escuchen este mensaje que el Señor ha hablado contra ustedes, oh pueblo de Israel, contra toda la familia que rescaté de Egipto: «De entre todas las familias de la tierra, solo con ustedes he tenido una relación tan íntima. Por eso debo castigarlos por todos sus pecados».» — Amós 3:1-2 (NTV)

No sabemos con exactitud cuándo le llegó a Isaías el mensaje que sería dirigido a Ciro, es posible que haya sido durante el reinado del rey Ezequías.

Ezequías, rey de Judá, 716 a.C.

Ezequias reformaDespués del reinado de Acaz, hubo un gran cambio cuando Ezequías subió al trono de Judá (él reinó del 716-687 a.C.), porque empezó una reforma religiosa limpiando, purificando, y re-abriendo el Templo de Jerusalén, quitando los altares paganos, e incluso destruyó la serpiente de bronce que hizo Moisés (Números 21:4-9), la cual para ese punto, ya se había convertido en un ídolo (2 Reyes 18:4) y la gente le ofrecía sacrificios. Todo esto parecía que llevaría a Judá a regresar al Señor, al menos era un buen comienzo.

“Ezequías confiaba en el Señor, Dios de Israel. No hubo nadie como él entre todos los reyes de Judá, ni antes ni después de él. Permaneció fiel al Señor en todo y obedeció cuidadosamente todos los mandatos que el Señor le había dado a Moisés. Por eso el Señor estaba con él, y Ezequías tuvo éxito en todo lo que hizo.” — 2 Reyes 18:5-7a (NTV)

Ezequías fue uno de los 5 reyes que obedecieron los mandatos del Señor, además de contar con el soporte por parte de Isaías porque escuchaba y llevaba a cabo lo que el Señor le ordenaba. Así que todo parecía indicar que Judá se salvaría, pero algo sucedió que cambió su destino llevando al reino de Judá a la destrucción, ahora a continuación veremos el evento que creó una realidad alterna.

[Dice el Señor]»En Mi enojo te di reyes y en Mi furia te los quité.» — Oseas 13:11 (NTV)

Ezequías ocasiona una realidad alterna

Realidad AlternaEn la película de Volver al Futuro II también se trata el tema de la realidad alterna. Cuando el villano de la película Biff se roba el auto Delorean, viaja al pasado, ahí se da a sí mismo un almanaque deportivo el cual hace que se convierta en millonario y que gobierne la ciudad, modificando el futuro, y sólo Marty y el doctor Brown se dan cuenta de esta realidad alterna y de cuánto los ha afectado. En ese futuro cambiado la ciudad está llena de violencia, de rebeldía, y de muerte. Ahora veamos que sucedió en Judá.

El primer error de Ezequías

Uno de los problemas del rey Ezequías es que no hizo nada para asegurarse de que sus reformas religiosas tuvieran un efecto duradero. Parece ser que sus éxitos lo llenaron de orgullo y de falta de juicio como veremos más adelante. Su primer error fue el rebelarse en contra los asirios, el imperio que controlaba todo el medio oriente, siguiendo el ejemplo de Babilonia que se rebeló entre los años 713-712 a.C., pero el rey Sargón II de Asiría contuvo estas sublevaciones hasta que su hijo, Senaquerib fue coronado en 704 a.C.

“Un día Ezequías se puso en contra del rey de Asiria, y le dijo que no seguiría bajo su dominio.” — 2 Reyes 18:7b (TLA)

El segundo error de Ezequías

Imperio AsirioAprovechando que había un nuevo rey en Asiria, el rey Ezequías decidió no pagar el tributo a Senaquerib en un acto de rebeldía, y como preparativo contra el subsecuente ataque asirio, construyó el famoso túnel, el cual hoy en día lleva su nombre y es una de las principales atracciones turísticas en Jerusalén, hoy en día. El túnel es de 500 metros de largo, y fue construido a través de roca sólida para canalizar el agua del manantial Gijón por debajo de la ciudad, y dentro de las murallas de Jerusalén, para asegurar el suministro de agua en caso de que la ciudad fuera sitiada por los ejércitos asirios. Cuando Ezequías se enteró que los asirios bajo Senaquerib ya habían atacado y quemado 46 ciudades de Judá y que se dirigían hacia Jerusalén, entonces Ezequías cometió su segundo error: buscó aliarse con los babilonios y con los egipcios para defenderse de los asirios, todas estas decisiones las tomó sin consultar a Dios. Esto enfureció a Isaías porque con esto Ezequías demostraba una falta de fe en Dios, y el Señor envió este mensaje.

“Qué aflicción les espera a Mis hijos rebeldes —dice el Señor—. Ustedes hacen planes contrarios a los Míos; hacen alianzas que no son dirigidas por Mi Espíritu, y de esa forma aumentan sus pecados. Pues sin consultarme, bajaron a Egipto en busca de ayuda; pusieron su confianza en la protección del faraón y trataron de esconderse bajo su sombra. Pero por confiar en el faraón serán humillados, y por depender de él, serán avergonzados.” — Isaías 30:1-3 (NTV)

Después de esto, el rey Ezequías se enfermó muy gravemente, y el Señor envió al profeta Isaías para que le dijera al rey que se preparara para morir porque ya había llegado su hora y para que dejara todo en orden. Ezequías ya había cumplido su propósito en esta vida y Dios lo estaba llamando.

«Por ese tiempo, Ezequías se enfermó gravemente, y el profeta Isaías, hijo de Amoz, fue a visitarlo. Le dio al rey el siguiente mensaje: «Esto dice el Señor: “Pon tus asuntos en orden porque vas a morir. No te recuperarás de esta enfermedad”».»— 2 Reyes 20:1 (NTV)

Imagine cuál sería su reacción si hoy recibiera el mismo mensaje que recibió Ezequías del Señor. ¿Se asustaría y entraría en pánico? ¿O le daría gloria al Señor porque lo está preparando para ir con Él al paraíso? y estaría en paz con este mensaje por su fe en Jesucristo.

[Dice el Señor] «Pues así como los cielos están más altos que la tierra, así Mis caminos están más altos que sus caminos y Mis pensamientos, más altos que sus pensamientos.» — Isaías 55:9 (NTV)

«Confía en el Señor con todo tu corazón; no dependas de tu propio entendimiento.» — Proverbios 3:5 (NTV)

El evento que desencadenó una realidad alterna

Hasta este punto en la historia todo estaba «normal» en la línea del tiempo a la que nos referimos, hasta ese momento en que le correspondía morir al rey Ezequías. Sin embargo, Ezequías no quería morir, se angustió al recibir tal mensaje, y le pidió a Dios que le concediera vivir más tiempo (2 Reyes 20:2-3). El rey no confió en el plan del Señor quien siempre busca nuestro bienestar (Jeremías 29:11).

«Sin embargo, antes de que Isaías saliera del patio central, recibió este mensaje de parte del Señor: «Regresa y dile a Ezequías, el líder de Mi pueblo: “Esto dice el Señor, Dios de tu antepasado David: ‘He oído tu oración y he visto tus lágrimas. Voy a sanarte y en tres días te levantarás de la cama e irás al Templo del Señor. Te añadiré quince años más de vida y te rescataré del rey de Asiria junto con esta ciudad. Defenderé esta ciudad por Mi propia honra y por amor a Mi siervo David’”».»— 2 Reyes 20:4-6 (NTV)

Este evento, en el que el rey Ezequías pidió extender su vida, cambió el futuro, y produciría una realidad alterna en esos 15 años que traería consecuencias catastróficas para el pueblo de Judá. Debemos darnos cuenta que, cuando el Señor hace cosas, es porque es lo mejor que nos puede suceder dadas las circunstancias, Él tiene toda la información y sabe lo que puede suceder en el futuro si las personas siguen ciertos caminos. Sin embargo, el Señor en Su soberanía y siendo misericordioso, concede peticiones a oraciones, como en este caso «te añadiré quince años más de vida».

“Pues Yo sé los planes que tengo para ustedes —dice el Señor—. Son planes para lo bueno y no para lo malo, para darles un futuro y una esperanza. En esos días, cuando oren, los escucharé.” — Jeremías 29:11-12 (NTV)

El tercer error de Ezequías

Ezekias muestra sus tesorosAl poco tiempo de que el rey Ezequías fuera curado, y no muriera, él buscó fortalecer su alianza con los babilonios en contra de los asirios. De forma que el rey Ezequías recibió a los embajadores enviados por el rey de Babilonia, quienes incluso parecían preocupados por la salud del rey de Judá (2 Reyes 20:12). En aquel entonces los babilonios no eran poderosos, ni parecían representar ninguna amenaza para el reino de Judá. Fue entonces cuando Ezequías cometió su tercer error, al mostrarles a los babilonios todos los tesoros que había en el reino de Judá, incluyendo su armamento militar, todas las riquezas que habían acumulado sus ancestros, de cierta forma les presumió lo que poseía. Y los babilonios tomaron nota de toda esta riqueza. Después de que lo curó, Dios estaba probando a Ezequías y encontró que en su corazón había orgullo. Dios hace lo mismo con todos Sus hijos, prueba nuestra fe, Él encuentra formas diferentes para preguntarnos: ¿Confías en Mí?

“Sin embargo, cuando llegaron embajadores de Babilonia para preguntar por los sorprendentes acontecimientos que habían ocurrido en la tierra, Dios se apartó de Ezequías para ponerlo a prueba y ver lo que realmente había en su corazón.” — 2 Crónicas 32:31 (NTV)

Inmediatamente Isaías fue a prevenir al rey, pero llegó demasiado tarde. Porque este acto de haberles mostrado a los babilonios las riquezas del reino traería tiempo después consecuencias desastrosas, ya que los invadieron por sus riquezas y se llevaron todo, incluso se llevaron a la gente capturada.

«Entonces el profeta Isaías fue a ver al rey Ezequías y le preguntó: —¿Qué querían esos hombres? ¿De dónde vinieron? Ezequías contestó: —Vinieron de la lejana tierra de Babilonia. — ¿Qué vieron en tu palacio? —preguntó Isaías. —Lo vieron todo —contestó Ezequías—. Les mostré todo lo que poseo, todos mis tesoros reales.» — 2 Reyes: 20: 14-15 (NTV)

La reacción en cadena y los efectos de la realidad alterna habían iniciado, y ya no se podían detener. Entonces Isaías le dijo la profecía al rey Ezequías acerca de la destrucción del reino de Judá, del exilio a Babilonia de los judíos, y que algunos de sus propios hijos los harían eunucos.

«Entonces Isaías dijo a Ezequías: — Escucha este mensaje del Señor: “Se acerca el tiempo cuando todo lo que hay en tu palacio —todos los tesoros que tus antepasados han acumulado hasta ahora— será llevado a Babilonia. No quedará nada, dice el Señor. Algunos de tus hijos serán llevados al destierro. Los harán eunucos que servirán en el palacio del rey de Babilonia”. — 2 Reyes 20:16-18 (NTV)

Algo raro sucedió con Ezequías después de recibir esa espantosa noticia: mostró una actitud egocéntrica, considerando sólo sus propios intereses: para él la profecía era «buena» porque él no se vería afectado en sus últimos 15 años de vida, a pesar de que todo su reino sería destruido, en gran parte por su culpa.

“Entonces Ezequías dijo a Isaías: — Este mensaje que me has dado de parte del Señor es bueno. Pues el rey pensaba: «Por lo menos habrá paz y seguridad mientras yo viva».” — 2 Reyes 20:19 (NTV)

El cuarto error de Ezequías

La realidad alterna a consecuencia de que Ezequías siguiera vivo durante 15 años más, tuvo otra repercusión con el nacimiento del príncipe Manasés (y tal vez el único heredero al trono). Ezequías educó al monarca más perverso de todos los reyes de Judá, y al morir dejó en el trono a un niño de 12 años. Manasés tuvo el reinado más largo de 697-643 a.C., un total de 55 años. A partir de aquí el reino de Judá solo duraría unos 100 años más antes de ser destruido por Nabucodonosor II, el rey de Babilonia.

«Manasés tenía doce años cuando subió al trono y reinó en Jerusalén cincuenta y cinco años. Hizo lo malo a los ojos del Señor y siguió las prácticas detestables de las naciones paganas que el Señor había expulsado de la tierra al paso de los israelitas. Reconstruyó los santuarios paganos que su padre Ezequías había derribado. Construyó altares para las imágenes de Baal y levantó postes dedicados a la diosa Asera. También se inclinó ante todos los poderes de los cielos y les rindió culto.»— 2 Crónicas 33:1-3 (NTV)

El reinado de Manasés, 687 a.C.

Rey ManasesManasés causó que el pueblo de Judá pecara, llenó Jerusalén de idolatría y de violencia, inclusive construyó altares paganos dentro del Templo, hizo cosas horribles al quemar a sus hijos como sacrificio, y asesinó a mucha gente inocente (ver 2 Reyes 21 y 2 Crónicas 33). Inclusive se dice que Manasés ordenó matar al profeta Isaías (según escritos rabínicos), partiéndolo en dos con una sierra como se explica en el libro de Hebreos 11:37.

«Manasés también asesinó a mucha gente inocente, a tal punto que Jerusalén se llenó de sangre inocente de un extremo a otro. Eso fue además del pecado que hizo cometer a los habitantes de Judá, al inducirlos a hacer lo malo a los ojos del Señor.»— 2 Reyes 21:16 (NTV)

“Algunos murieron apedreados, a otros los cortaron por la mitad con una sierra y a otros los mataron a espada. Algunos anduvieron vestidos con pieles de ovejas y cabras, desposeídos y oprimidos y maltratados.” — Hebreos 11:37 (NTV)

Como resultado de la maldad de Manasés y del pueblo, Dios sentenció a Judá al mismo castigo que le impuso a Israel, el reino del norte, porque provocaron el enojo del Señor

“Luego el Señor dijo por medio de sus siervos, los profetas: «El rey Manasés de Judá ha hecho muchas cosas detestables. Es aún más perverso que los amorreos, quienes vivían en esta tierra antes que Israel. Él hizo que la gente de Judá pecara con sus ídolos… Traeré tanto desastre sobre Jerusalén y Judá… Juzgaré a Israel con el mismo criterio que usé para juzgar a Samaria y con la misma medida que usé con la familia de Acab… Pues han cometido gran maldad a Mis ojos y me han hecho enojar desde que sus antepasados salieron de Egipto».” — 2 Reyes 21:10-13a, 15 (NTV)

Con esto concluimos la historia en el pasado que provocó la destrucción de Israel y Judá. Y volveremos a viajar al futuro para ver la gracia de Dios con Su pueblo rebelde, con el cumplimento de la profecía que se encuentra en la carta que escribió Isaías para el rey Ciro. En el siguiente artículo veremos qué es lo que decía la carta para Ciro y que fue lo que éste hizo después de haber recibido la carta, su reacción y lo que sucedió con el pueblo del Señor.

¡Que Dios los bendiga!


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