Cain y Abel Sacrificio

Génesis 4:25-26 – La Esperanza con el Nacimiento de Set (Parte 2)

En el artículo anterior vimos el inicio de la línea mesiánica a través de Set, y como pasó la herencia de Adán a su descendencia por medio del derecho de la primogenitura para entender mejor el plan de salvación de Dios por medio de Su Hijo Jesucristo. Ahora veremos cómo el pecado afecta hasta a los descendientes de Set y afecta la relación que tienen con el Señor que es aparente por una probable mala traducción en el último versículo del capítulo 4 de Génesis.

[Eva dijo] “Dios me ha concedido otro hijo”

Esau JacobContinuando con la segunda parte del versículo 25 en donde tenemos la descripción del significado del nombre “Set”, tenemos que Set significa «concedido» o «designado». Él nació cuando Adán tenía 130 años y les trajo a sus padres renovadas esperanzas después de la aflicción de perder a dos hijos: con la muerte de Abel y el destierro de Caín. Algo que Rebeca evitó al poner distancia entre sus hijos cuando Esaú trató de matar a su hermano Jacob porque él se había quedado con la herencia del primogénito y la bendición de Isaac.

“Cuando él [Esaú] se haya calmado y olvide lo que le hiciste, mandaré a buscarte [Jacob] para que regreses. ¿Por qué tendría que perder a los dos hijos en un solo día?” — Génesis 27:45 (NTV)

Dios concedió a nuestros primeros padres el poder reconstruir su familia, consolándolos en su aflicción después de que fueron testigos de los efectos del pecado que entró al mundo por su desobediencia al comer el fruto prohibido. Por lo que Eva atribuye el nacimiento de Set a la misericordia del Señor, pero en este versículo, ella no utilizó el nombre divino de “Yahveh” como lo hizo cuando tuvo a Caín, su primogénito (Génesis 4:1). Ella utilizó el nombre אֱלֹהִים -Elohím, el mismo que utilizó cuando estaba hablando con la serpiente, refiriéndose a Dios como alguien distante que le prohíbe hacer cosas. Esto podría ser una señal de que su fe después de más de 100 años no estaba en el Dios personal, a quien le gusta ser llamado por su nombre favorito, Yahveh (ya que este nombre aparece más de 6,500 veces en el Antiguo Testamento).

Elohim – pronunciar: (Elojim)[Eva dijo] “Pero Dios [Elohím] nos dijo: “No coman del fruto del árbol que está en medio del huerto, ni lo toquen. De lo contrario, morirán.” — Génesis 3:3 (RVC)

Sin embargo, Eva nos da otra pista que podemos apreciar en la traducción de la Reina-Valera Antigua (RVA) en donde dice: “Porque [Elohím] Dios (dijo ella) me ha sustituido otra simiente (semilla) en lugar de Abel”. Hay un significado especial en la expresión que ella emplea. Ella lo considera como el hijo de Dios, un regalo de Dios, y espera que él sea la simiente, semilla o descendiente que les permitirá regresar al Jardín del Edén. Y en parte estaba en lo correcto.

“Dios ha dado las promesas a Abraham y a su hijo. Y noten que la Escritura no dice «a sus hijos», como si significara muchos descendientes. Más bien, dice «a su hijo», y eso sin duda se refiere a Cristo.” — Gálatas 3:16 (NTV)

Ver. 26 — Cuando Set creció, tuvo un hijo y lo llamó Enós. Fue en aquel tiempo que la gente por primera vez comenzó a adorar al Señor usando su nombre.

“Cuando Set creció, tuvo un hijo y lo llamó Enós”

Set EnosCuando Set tenía 105 años tuvo un hijo al que llamó Enós, que significa «hombre» y, por lo tanto, debió compararse con Adán (que también significa «hombre», “humanidad”). Hay otro paralelo más que no hay que olvidar entre la similitud en los nombres del hijo de Caín, Enoc, y de Set, Enós. Solo tienen una letra de diferencia, y probablemente eran contemporáneos.

“Cuando Set tenía ciento cinco años, fue padre de Enós [Enósh].” — Génesis 5:6 (NTV)

“Digo: ¿Qué es el hombre [enósh], para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre [adám], que lo visites?” — Salmos 8:4 (RVA)

Y aunque en hebreo, “enósh y adám” se utilizan como sinónimos, el nombre de Enós, a diferencia de Adán, generalmente se interpreta como un hombre débil, frágil, mortal y miserable. Lo que nos da una idea de lo que ocurrió con la humanidad después en solo 235 años, por lo que Set al ser testigo del crecimiento del pecado y de la corrupción de la humanidad, nombró a su hijo Enós para enfatizar la mortalidad, fragilidad y debilidad humanas.

“Los hombres [enósh] malvados no entienden de justicia, mas los que buscan al Señor lo entienden todo.” — Proverbios 28:5 (LBLA)

Y como hemos visto anteriormente los nombres en la Biblia nos hablan del carácter y características de la persona. En este caso, Enós nos habla de su fragilidad y debilidad de su personalidad. Así que podría ser que su nombre sea un reflejo de quien Enós fue, y tal vez no fue una persona que seguía los mandamientos del Señor, un creyente como veremos en la siguiente frase de este versículo. Tenemos la descripción del profeta Jeremías que nos dice que la naturaleza del corazón humano es “extremadamente perversa”, por lo que Set al utilizar este nombre para su hijo nos estaba dando la pista de que su hijo no iba a ser un santo que se acercara y mantuviera fiel al Señor.

“El corazón humano es lo más engañoso que hay, y extremadamente perverso. ¿Quién realmente sabe qué tan malo es?” — Jeremías 17:9 (NTV)

“Fue en aquel tiempo que la gente por primera vez comenzó a adorar al Señor usando su nombre”

Tenemos que la traducción de este versículo en Reina-Valera 1960 (RVR1960) como: “Entonces los hombres comenzaron a invocar el nombre de Jehová.” Y la mayoría de los comentaristas están de acuerdo con esta traducción.

[Abram] “Luego se pasó de allí a un monte al oriente de Bet-el, y plantó su tienda, teniendo a Bet-el al occidente y Hai al oriente; y edificó allí altar a Jehová, e invocó el nombre de Jehová.” — Génesis 12:8 (RVR1960)

“Y edificó allí un altar, e invocó el nombre de Jehová, y plantó allí su tienda; y abrieron allí los siervos de Isaac un pozo.” — Génesis 26:25 (RVR1960)

Pero la traducción de esta frase en Reina-Valera o en la Nueva Abel AceptadoTraducción Viviente (NTV) no tiene sentido porque estaríamos diciendo que pasaron más de 235 años para que la humanidad adorara o invocara el nombre de Jehová o Yahveh, pero como hemos visto que la humanidad se estaba alejando del Señor en lugar de acercarse a Él, al punto que Dios juzgó al mundo y tuvo que mandar el diluvio. Esta traducción estaría negando que Adán habló y camino con el Señor en el Jardín del Edén, o que Abel quien hasta ofreció un sacrificio al inicio de este mismo capítulo no invocó el nombre del Señor, o que Set quien sustituyó a Abel no lo haya adorado. Inclusive Eva invocó el nombre de Yahveh en el nacimiento de Caín. Así que el nombre del Señor era conocido y adorado con sacrificios antes del nacimiento de Enós.

Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová. Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda.” — Génesis 4:3-4 (RVR1960)

El problema es que la traducción de este versículo en español conlleva otro mensaje. Las traducciones quieren contrastar los comportamientos entre la línea de Caín, a quienes se les adjudican solamente lo malo y carnal, a diferencia de la línea de Set, a quienes se considera como santos y creyentes del Señor. Pero todas las personas perecieron en el diluvio inclusive los descendientes de Set, con la excepción de la familia de Noé.

“Pues «todo el que invoque el nombre del Señor será salvo». ¿Pero cómo pueden ellos invocarlo para que los salve si no creen en Él? ¿Y cómo pueden creer en Él si nunca han oído de Él? ¿Y cómo pueden oír de Él a menos que alguien se lo diga?” — Romanos 10:13-14 (NTV)

Entonces ¿cómo pensamos que debería haberse traducido esta frase?. Yo creo que este verso está haciendo referencia al inicio de la apostasía en los tiempos de Enós porque la palabra en hebreo חָלַל – jalál, que puede significar “inicio o comienzo”, pero también significa “profanar, contaminar, manchar, corromper, herir, prostituir, o violar un mandamiento”. Por lo que debió haber sido traducido como: “Entonces el hombre profanó el nombre del Jehová”. Hay cuatro fuentes que apoyan traducción. Primero está la traducción al arameo, llamada Tárgum de Onquelos, que es considerada la traducción oficial para los judíos, en donde se tradujo como: “Entonces el hombre empezó a abandonar o evitó la oración en el nombre del Señor”. La segunda fuente es el Tárgum de Jonatán que traduce esta frase como: “Esa fue la generación en los días en que comenzaron a errar, y se hicieron ídolos con el nombre de la Palabra del Señor”. La tercera fuente son los comentarios del rabino Rashi, considerado uno de los más grandes eruditos y expertos de la lengua hebrea, quien nos explica que la palabra “jalál” en este versículo debe estar conectada con «asuntos profanos» cuando el hombre empieza a hacer objetos de adoración o idolatría, y a llamarlos deidades en el nombre del Señor. La cuarta fuente es el rabino Maimónides, en su obra “un comentario en árabe de la Mishná, El Luminar” en 1168, describe que los inicios de la idolatría en el mundo fueron en los días de Enós, la fe se empezó a desvanecer, el mundo empezó a rechazar a Dios, que Él es el creador, y que el Señor ha abandonado a la tierra.

“A todos los que llevan mi nombre. Yo los he creado. Yo los formé y los hice para gloria mía.” — Isaías 43:7 (RVC)

Por lo que a diferencia de lo que la mayoría de los comentarios nos dicen que con la llegada de Enós hubo un renacimiento de la religión en la familia de Adán y Eva, que se inició la adoración pública a través del sacrificio y la oración para el Señor, y que se desarrolló una profesión abierta de verdadera religión que buscaba la misericordia y gracia de Dios con la esperanza de una relación personal restaurada con Él para contrarrestar la perversidad del mundo que los rodeaba. Probablemente, no pasó de esta forma. Tristemente parece ser que el hombre tiende a seguir a su naturaleza carnal que heredo por el pecado original. Naturalmente no buscamos separarnos del mundo y buscar celosamente a adorar al Dios. Más bien, este versículo apunta a que la infame generación de Enós fue la precursora de la degeneración y maldad que más tarde atraería en el juicio del diluvio sobre todo el planeta.

Idolatria“Y, en lugar de adorar al Dios inmortal y glorioso, rindieron culto a ídolos que ellos mismos se hicieron con forma de simples mortales, de aves, de animales de cuatro patas y de reptiles.” — Romanos 1:23 (NTV)

Y los que hacen ídolos son iguales a ellos, como también todos los que confían en ellos.” — Salmos 115:8 (NTV)

A pesar de todo esto, Dios todavía da una luz de esperanza para la humanidad pecaminosa.

“Los que no preguntaban por mí, me buscaron; los que no me buscaban, me encontraron. A los que no invocaban mi nombre, les dije «Aquí me tienen».” — Isaías 65:1 (RVC)

“Y todo el que invoque el nombre del Señor será salvo.” — Hechos 2:21 (RVC)

Por eso es que enfatizamos que sólo a través de la intervención de la gracia de Dios, no podemos regresar a Él, el pecado nos separa y con el tiempo el abismo se va agrandando.

«Nadie es realmente sabio, nadie busca a Dios.» — Romanos 3:11 (NTV)

«Ustedes no me eligieron a Mí, Yo los elegí a ustedes. Les encargué que vayan y produzcan frutos duraderos, así el Padre les dará todo lo que pidan en Mi nombre.» — Juan 15:16 (NTV)

El regalo de salvación que nos da Jesucristo es la única forma de ser hijos de Dios de nueva cuenta, y el Espíritu Santo es nuestra ayuda para mantenernos en el buen camino.

«Seré como un pastor que busca al rebaño esparcido. Encontraré a Mis ovejas y las rescataré de todos los lugares por donde quedaron esparcidas ese día oscuro y nublado.» — Ezequiel 34:12 (NTV)

“Y ahora ustedes, los gentiles, también han oído la verdad, la Buena Noticia de que Dios los salva. Además, cuando creyeron en Cristo, Dios los identificó como suyos al darles el Espíritu Santo, el cual había prometido tiempo atrás.” — Efesios 1:13 (NTV)

“Invocar el nombre del Señor”

AlabanzaEl “invocar el nombre del Señor” es la forma de rendir culto a Dios, de adorarlo, y Jesús nos explica cómo hacerlo correctamente cuando se lo explicó a la mujer samaritana cuando estaban en el pozo de Jacob. Jesús nos dice que para rendir culto al Señor de forma verdadera tenemos que hacerlo desde nuestros corazones en espíritu y en verdad.

“Pero se acerca el tiempo —de hecho, ya ha llegado— cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad. El Padre busca personas que lo adoren de esa manera.” — Juan 4:23 (NTV)

Si las personas adoran solo en espíritu y no en verdad, se vuelven fanáticos que no saben a quién están adorando y como resultado, los fanáticos de las falsas religiones llegan a la violencia en el nombre de sus dioses. Si por otro lado, las personas adoran solo en verdad y no en espíritu, se vuelven como los fariseos, quienes dejan de obedecer los mandamientos de Dios y crean reglas humanas para rendir culto a Dios a través de legalismos. Por ello, es crucial que rindamos culto a Dios desde nuestros corazones en espíritu y verdad, uno no es substituto del otro.

“Pues Dios es Espíritu, por eso todos los que lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad.” — Juan 4:24 (NTV)

Por eso Jesús nos enseña que el Padre busca personas para que lo adoren en espíritu y verdad, porque eso le trae gloria a Dios.

«Traigan a todo el que me reconoce como su Dios, porque Yo los he creado para Mi gloria. Fui Yo quien los formé.» — Isaías 43:7 (NTV)

[Dice Jesús] «Si ustedes permanecen en Mí y Mis palabras permanecen en ustedes, pueden pedir lo que quieran, ¡y les será concedido! Cuando producen mucho fruto, demuestran que son mis verdaderos discípulos. Eso le da mucha gloria a mi Padre.» — Juan 15:7-8 (NTV)

La familia de DiosDe forma que, para verdaderamente rendir culto al Padre en espíritu y verdad, contamos con la ayuda de Dios Hijo, porque Jesús es el único camino, la verdad, y la vida, quien nos permite tener un corazón regenerado para volver a nacer y formar parte de la familia de Dios. Y al Espíritu Santo, quien le da a nuestro espíritu la fuerza, motivación y crea una profunda necesidad en nosotros para adorar al Padre.

[Dice Jesús] «Si me aman, obedezcan Mis mandamientos. Y Yo le pediré al Padre, y Él les dará otro Abogado Defensor, quien estará con ustedes para siempre. Me refiero al Espíritu Santo, quien guía a toda la verdad. El mundo no puede recibirlo porque no lo busca ni lo reconoce; pero ustedes sí lo conocen, porque ahora Él vive con ustedes y después estará en ustedes.» — Juan 14:15-17 (NTV)

[Dice Jesús] «Sin embargo, cuando el Padre envíe al Abogado Defensor como Mi representante —es decir, al Espíritu Santo—, Él les enseñará todo y les recordará cada cosa que les he dicho.» — Juan 14:26 (NTV)

Por eso cuando vamos a rendir culto en la iglesia, no piense que uno va como espectador y crítico del sermón o de la música. Al contrario, en ese momento usted tiene el privilegio de ser el protagonista en la adoración al Señor, porque el verdadero espectador es Dios, quien lo está viendo. Es el momento en el que nuestro espíritu le da gloria y alabanza, a través de nuestra participación al cantar si la música nos ayuda a adorarlo mejor, o al buscar la verdad en el sermón para aplicarlo en nuestras vidas, o en el convivio con los miembros de la congregación al compartir nuestros dones con ellos.

«¡Canten de la gloria de su nombre! Cuéntenle al mundo lo glorioso que es Él.» — Salmos 66:2 (NTV)

«Oh naciones del mundo, reconozcan al Señor; reconozcan que el Señor es fuerte y glorioso. ¡Den al Señor la gloria que merece! Lleven ofrendas y entren en sus atrios.» — Salmos 96:7-8 (NTV)

“Ellos cantaban en un potente coro: «Digno es el Cordero que fue sacrificado, de recibir el poder y las riquezas y la sabiduría y la fuerza y el honor y la gloria y la bendición».” — Apocalipsis 5:12 (NTV)

Así que probablemente tanto Enós como su generación, no rendían culto al Señor en espíritu y en verdad. Por lo que después en los 10 Mandamientos, Dios nos dio instrucciones específicas para que lo adoráramos correctamente. En el Primer Mandamiento está definida la fe verdadera en Él. En el Segundo Mandamiento prohíbe que rindamos culto a ídolos, que es cualquier cosa que amemos más, que temamos más, disfrutemos, alabemos, sirvamos, o invirtamos más tiempo que en el Señor. Porque nos volveremos como el ídolo al que alabemos y no podemos servir a dos amos. Y el Tercer Mandamiento, “No tomaras el Santo Nombre de Dios en vano”, requiere que enseñemos la verdad en lo que hacemos, pensamos y decimos para proteger y defender la doctrina cristiana; ya que este Mandamiento no está limitado a lo que uno dice, sino a nuestras acciones.

“Señor usando su nombre”

Otro tema interesante acerca de este versículo es que los comentaristas debaten acerca de que el nombre de Yahveh o Jehová no fue revelado sino hasta que Moisés le preguntó a Dios acerca de Su nombre cuando se apareció en el fuego de la zarza ardiente. Esto fue después de más de 2,000 años después del nacimiento de Enós, después del diluvio. Sin embargo, existen descubrimientos arqueológicos con escritos cuneiformes en Babilonia que muestran que una forma del nombre de Dios fue conocida antes de la época de Moisés. Por lo que no es irracional suponer que el nombre del Señor no se enseñó en la antigüedad prehistórica.

Yahveh“Dios le respondió a Moisés: «YO SOY EL QUE SOY.» [Yahveh] Y añadió: «A los hijos de Israel tú les dirás: “YO SOY me ha enviado a ustedes.”»” — Éxodo 3:14 (RVC)

“Habló todavía Dios a Moisés, y le dijo: Yo Soy JEHOVÁ.” — Éxodo 6:2 (RVR1960)

Recordemos que Moisés escribió el libro de Génesis guiado por Dios. Para concluir el capítulo 4 del libro de Génesis, vemos que al parecer Moisés solamente estaba interesado en describir la descendencia de Set porque por esta línea posteriormente vendría el Mesías, Jesucristo, lo cual veremos a mayor detalle en el siguiente capítulo. Moisés ignoró todas las demás líneas porque serían juzgadas en el Diluvio. Es interesante ver que se menciona brevemente la descendencia de Caín, y por inferencia de lo que vimos hasta ahora puede existir la posibilidad de que Caín después de matar a su hermano, de hablar con Dios, y de ser exiliado de la presencia del Señor a la tierra de Nod, en un momento de reflexión pudiera haberse arrepentido al ver todo lo que perdió por su mal comportamiento y actitud. Una clave de esto podría ser que en su descendencia se ve el sufijo “el” que nos habla de Elohim, Dios; además de que aprendimos que su genealogía fue bendecida de diferentes formas. Solo Dios nos podrá explicar todas estas interrogantes cuando estemos con Él, como nos explica el pasaje de la samaritana.

“La mujer dijo:  —Sé que el Mesías está por venir, al que llaman Cristo. Cuando Él venga, nos explicará todas las cosas. Entonces Jesús le dijo: —¡Yo Soy el Mesías!” — Juan 4:25-26 (NTV)

¡Que Dios los bendiga!


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