En el artículo anterior vimos el por qué van las personas al infierno y que se trata de un lugar de tormento real, no es ninguna metáfora Bíblica ni simbolismo. En este artículo veremos una descripción de cómo es el infierno y también veremos qué dicen las Escrituras acerca del lago de fuego.
¿Pero realmente existe el infierno?
Hay personas que tratan de negar que exista el infierno, que no creen que Dios siendo tan amoroso pueda permitir los tormentos que existen en el infierno, después de todo es algo demasiado horrible para siquiera pensar en eso, dicen que “es una metáfora”, o que es un “simbolismo” en la Biblia, o que “esta vida es el único infierno”, todo esto es falso. El infierno es un lugar muy real, y si no existiera, no hubiera la necesidad para un Salvador en esta vida. Jesucristo precisamente le está ofreciendo salvarlo de las llamas, del tormento eterno. Para mayor información lea el artículo ¿Para qué necesitamos un Salvador? y para mayor información acerca de por qué existe el infierno puede leer La ira de Dios ¿existe?
“En realidad, no es que el Señor sea lento para cumplir Su promesa, como algunos piensan. Al contrario, es paciente por amor a ustedes. No quiere que nadie sea destruido; quiere que todos se arrepientan.” — 2 Pedro 3:9 (NTV)
“Por eso dice el Señor: «Vuélvanse a Mí ahora, mientras haya tiempo; entréguenme su corazón. Acérquense con ayuno, llanto y luto.” — Joel 2:12 (NTV)
Existen relatos de diferentes personas que dicen haber muerto, y que fueron llevados al infierno. Pero Dios en Su grandísima gracia, los rescato dándoles una oportunidad para que regresen a Él. Dios, en su sabiduría los utilizara para sus propósitos como vemos en las Escrituras, en donde encontramos la historia del profeta Jonás cuando se encontraba adentro del pez:
[Dice Jonás] “En mi angustia clamé a Ti, Señor, y Tú me respondiste. Desde las profundidades de la muerte clamé a Ti, y Tú me oíste…Llegué a sentirme echado de Tu presencia; pensé que no volvería a ver Tu santo templo…Me hundí hasta el fondo de la tierra; ¡ya me sentía su eterno prisionero! Pero Tú, Señor, mi Dios, me salvaste de la muerte. Al sentir que la vida se me iba, me acordé de ti, Señor; mi oración llegó a ti en tu santo templo… cumpliré las promesas que te hice. ¡Sólo Tú, Señor, puedes salvar! …Entonces el Señor dispuso que el pez vomitara a Jonás en tierra firme.” — Jonás 2:1-10 (DHH)
Recientemente encontré un testimonio similar de un hombre llamado Bill Wiese, quien después de su experiencia escribió un libro llamado “23 minutos en el Infierno”, él asocia muchas de las cosas que vió en el infierno con pasajes Bíblicos que describen lo mismo. Y él dice que quiere advertir a las personas acerca de este horroroso lugar. Permítame compartirle algunas de las cosas que el señor Wiese dice haber visto con lo que describe la Biblia.
Bill relata en su testimonio de lo horrible que es estar ahí por tan solo unos minutos, ya que el infierno es la ausencia de toda buena cosa que procede de Dios, Sus atributos, y bendiciones. Dado que nuestras almas viven eternamente, cuando están en el infierno, están desconectadas de la fuente de vida.
El agua es parte de la fuente de vida, pero en el infierno no hay vida de ninguna clase. Todo está muerto. Por eso Jesús nos dice que el rico en su tormento pedía tan sólo una gota de agua.
“Entonces gritó: “Padre Abrahán, ¡ten compasión de mí! ¡Envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y me refresque la lengua, porque estas llamas me atormentan!”” — Lucas 16:24 (RVC)
“El que cierra su oído al clamor del pobre tampoco será escuchado cuando pida ayuda.”— Proverbios 21:13 (RVC)
Lo mismo ocurre con los alimentos, en el infierno no hay comida y las personas sufren de un hambre eterna.
[Dice Jesús]”Qué aflicción les espera a ustedes, los que ahora están gordos y prósperos, porque tienen un horrible tiempo de hambre por delante. Qué aflicción les espera a ustedes, los que ahora se ríen, porque su risa se convertirá en luto y dolor.” — Lucas 6:25 (NTV)
“Los justos comen hasta quedar bien satisfechos, pero el estómago de los perversos quedará vacío.” — Proverbios 13:25 (NTV)
Bill relata que tan pronto llegó al infierno fue atacado por demonios, pero se dio cuenta que no salía sangre de sus heridas. Los demonios en el infierno no tienen absolutamente ninguna misericordia al torturar a las personas. La misericordia del Señor que nos brinda en esta vida no está presente en el infierno.
“Desató sobre ellos Su ira feroz, toda Su furia, Su enojo y hostilidad. Envió contra ellos a un grupo de ángeles destructores.”— Salmos 78:49 (NTV)
[Dice el Señor] “Pronto derramaré Mi furia sobre ti y contra ti desataré Mi enojo. Te llamaré a rendir cuentas de todos tus pecados detestables. Miraré para otro lado y no te tendré compasión. Te daré tu merecido por todos tus pecados detestables. Entonces sabrás que Soy Yo, el Señor, quien da el golpe.”— Ezequiel 7:8-9 (NTV)
Bill narra que después de que los demonios lo dejaron se dio cuenta de la obscuridad, el calor calcinante y de llamas más a lo lejos, pero hizo énfasis en el olor del azufre en el infierno que es similar al olor tóxico que emana de un volcán, combinado con el olor de cuerpos muertos en descomposición, y el hedor de los demonios. Provocaba que tan solo respirar el aire caliente y tóxico causaría la muerte de una persona.
“Hará llover carbones encendidos y azufre ardiente sobre los malvados, y los castigará con vientos abrasadores.” — Salmos 11:6 (NTV)
Bill comenta que en su experiencia le fue muy difícil el respirar, él sentía que era mucho peor que cuando se tiene un ataque de asma.
“No me deja recobrar el aliento sino que me llena de amargas tristezas.” — Job 9:18 (NTV)
También dice haber visto millones de gusanos que se arrastraban en el suelo y las paredes.
“Tu poder y tu fuerza fueron enterrados contigo. En tu palacio ha cesado el sonido del arpa. Ahora los gusanos son tu sábana y las lombrices, tu manta”.” — Isaías 14:11 (NTV)
[Dice Jesús] “… Es preferible entrar en el reino de Dios con un solo ojo que tener los dos ojos y ser arrojado al infierno, “donde los gusanos nunca mueren y el fuego nunca se apaga”.— Marcos 9:47b-48 (NTV)
Bill reflexiona que cuando estamos vivos, disfrutamos de fuerza y vigor, pero cuando las personas llegan al infierno no tienen fuerzas, cada movimiento implica un gran esfuerzo. Usted puede apreciar que incluso el movimiento es dado por Dios. El tener fuerza es una bendición de Dios.
“En el lugar de los muertos hay mucha emoción por tu llegada. Los espíritus de los líderes mundiales y de los reyes poderosos que murieron hace tiempo se ponen de pie para verte llegar. Todos exclaman a una voz: “¡Ahora eres tan débil como nosotros!” — Isaías 14:9-10 (NTV)
“Dios es quien me da fuerzas, quien hace intachable mi conducta” — Salmos 18:32 (DHH)
“El camino del Señor fortalece al perfecto, pero destruye a los que hacen el mal.” — Proverbios 10:29 (RVC)
“También dijeron: «Vayan y coman bien, y tomen un buen vino, pero compartan todo con los que nada tienen. Éste día está consagrado a nuestro Señor, así que no estén tristes. El gozo del Señor es nuestra fuerza.»” — Nehemías 8:10 (RVC)
El infierno no es más que caos y confusión. En la vida nos gustan las cosas en orden. Esto es porque fuimos creados a la imagen de Dios, que es un Dios de orden. Adicionalmente, no hay propósito de ningún tipo en el infierno. Cuando uno llega al infierno, no habrá recompensas por los logros alcanzados en esta vida, ahí no se reconocerá la fama, fortuna, poder, o estatus. En el infierno, las personas no tienen identidad, nadie los conocerá incluso si fueran famosos, porque todos serán olvidados.
“Todo lo que hagas, hazlo bien, pues cuando vayas a la tumba no habrá trabajo ni proyectos ni conocimiento ni sabiduría.” — Eclesiastés 9:10 (NTV)
“¿Hay en las tinieblas quien reconozca Tus maravillas, o quien proclame Tu justicia en la tierra del olvido?” — Salmos 88:12 (RVC)
“Aquellos a quienes servimos antes, están muertos y bajo tierra; ¡sus espíritus difuntos nunca volverán! Tú los atacaste y los destruiste, y hace tiempo que pasaron al olvido.” — Isaías 26:14 (NTV)
En el infierno, las personas nunca disfrutarán de poder dormir de nuevo, ese es un beneficio de esta vida. En el cielo las personas no se cansan (Isaías 40:31). En el lugar de tormento el nivel de miedo es tan alto que no les permitirá estar a gusto. La gente se encuentra en dolor severo, no hay tranquilidad ni paz de ningún tipo y nadie puede dormir porque escuchan gritos del dolor y sufrimiento todo el tiempo. Parte de la tortura es que no hay contacto con otras personas, no hay ninguna forma de comunicación para compartir las penas o socializar. Las personas literalmente están al borde de la locura constantemente.
“No hay paz para el perverso», dice mi Dios.” — Isaías 57:21 (NTV)
“El humo de su tormento subirá por siempre jamás, y no tendrán alivio ni de día ni de noche, porque adoraron a la bestia y a su estatua y aceptaron la marca de su nombre” — Apocalipsis 14:11 (NTV)
“… le asignará un lugar con los hipócritas. En ese lugar habrá llanto y rechinar de dientes.” — Mateo 24:51b (NTV)
El infierno es un lugar horrible para los seres humanos porque fue diseñado para Satanás y sus ángeles. Es obscuro porque Dios es luz; hay odio, porque Dios es amor; no hay misericordia, porque la misericordia es del Señor; hay debilidad, porque el Señor es quien nos provee de fortaleza; Jesús es el Príncipe de Paz, el agua de la vida, Él nos da descanso, y todo esto está ausente en el infierno. El fuego representa la ira de Dios sobre el pecado de todas las personas que están en el infierno.
“Solo queda la terrible expectativa del juicio de Dios y el fuego violento que consumirá a sus enemigos.” — Hebreos 10:27 (NTV)
“Oh habitantes de Judá y de Jerusalén, renuncien a su orgullo y a su poder. Cambien la actitud del corazón ante el Señor, o mi enojo arderá como fuego insaciable debido a todos sus pecados.” — Jeremías 4:4 (NTV)
El Lago de Fuego
La Biblia nos dice que el infierno, Sheol en hebreo y Hades en griego, no es el destino final de las almas, es un lugar temporal en donde las almas esperan su juicio final. Al final de lo que conocemos como el Milenio, en donde Jesucristo estará reinando en la tierra, sucederá la segunda resurrección, la de las personas quienes murieron en sus pecados y que están en el infierno. Para los incrédulos, después de este lugar de tormento, vendrá el Día del Juicio.
“Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él. La tierra y el cielo huyeron de Su presencia, pero no encontraron ningún lugar donde esconderse. Vi a los muertos, tanto grandes como pequeños, de pie delante del trono de Dios. Los libros fueron abiertos, entre ellos el libro de la vida. A los muertos se les juzgó de acuerdo a las cosas que habían hecho, según lo que estaba escrito en los libros.”— Apocalipsis 20:11-12 (NTV)
“Tú posees toda la sabiduría y haces grandes y maravillosos milagros. Ves la conducta de todas las personas y les das lo que se merecen.” — Jeremías 32:19 (NTV)
Las Escrituras nos indican que esas personas serán arrojadas al lago de fuego, en donde sufrirán la segunda muerte.
“Pero los cobardes, los incrédulos, los corruptos, los asesinos, los que cometen inmoralidades sexuales, los que practican la brujería, los que rinden culto a ídolos y todos los mentirosos, tendrán su destino en el lago de fuego que arde con azufre. Esta es la segunda muerte.”— Apocalipsis 21:8 (NTV)
También los ángeles que se rebelaron contra Dios serán juzgados en el Día del Juicio:
“Y les recuerdo de los ángeles que no se mantuvieron dentro de los límites de autoridad que Dios les puso, sino que abandonaron el lugar al que pertenecían. Dios los ha tenido firmemente encadenados en prisiones de oscuridad, en espera del gran día del juicio.” — Judas 1:6 (NTV)
Satanás también será lanzado al lago de fuego en el Día del Juicio:
“Después el diablo, que los había engañado, fue lanzado al lago de fuego que arde con azufre, donde ya estaban la bestia y el falso profeta. Allí serán atormentados día y noche por siempre jamás.”— Apocalipsis 20:10 (NTV)
Todos quienes no tengan sus nombres registrados en “el libro de la vida del Cordero” serán lanzados al lago de fuego:
“El mar entregó sus muertos, y la muerte y la tumba también entregaron sus muertos; y todos fueron juzgados según lo que habían hecho. Entonces la muerte y la tumba fueron lanzadas al lago de fuego. Este lago de fuego es la segunda muerte. Y todo el que no tenía su nombre registrado en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.”— Apocalipsis 20:13-15 (NTV)
Definitivamente nuestro Dios es un Dios de amor, quien es acusado falsamente de ser “exclusivo” por solo ofrecer una sola forma para alcanzar la salvación a través de Jesucristo. Pero Él es todo lo opuesto siendo “inclusivo”, porque Él extiende Su invitación a todo el mundo para que se salve de la destrucción en el infierno y del lago de fuego.
“Dios nuestro Salvador, quien quiere que todos se salven y lleguen a conocer la verdad.” — 1 Timoteo 2:3-4 (NTV)
“Así pues, ahora ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús” — Romanos 8:1 (DHH)
Dios nos da advertencias de diferentes formas, Él no quiere que nadie muera, y nos envió a Su Hijo para salvarnos. Nuestro Señor no va a permitir que los creyentes tengan que pasar por eso.
“Todo el que tenga oídos para oír debe escuchar al Espíritu y entender lo que Él dice a las iglesias. Los que salgan vencedores no sufrirán daño de la segunda muerte.” — Apocalipsis 2:11 (NTV)
“Jesús le dijo: «Yo Soy la resurrección y la vida; el que cree en Mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en Mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?” — Juan 11:25-26 (RVC)
Imagine que usted al manejar comete una infracción de tránsito y lo detiene un oficial para multarlo, usted le puede argumentar que nunca ha leído el reglamento de tránsito y que no lo multe por esa razón. El oficial le indicará que es responsabilidad suya leer el reglamento. De la misma manera, es responsabilidad nuestra leer la Palabra de Dios, Sus leyes y regulaciones están ahí, y no podrá argumentar desconocimiento si usted nunca tuvo la iniciativa o el interés de leer Sus instrucciones.
“Como colaboradores de Dios, les suplicamos que no reciban ese maravilloso regalo de la bondad de Dios y luego no le den importancia. Pues Dios dice: «En el momento preciso, te oí. En el día de salvación te ayudé». Efectivamente, el «momento preciso» es ahora. Hoy es el día de salvación.” — 2 Corintios 6:1-2 (NTV)
¿Usted quiere ir al cielo? Comience por conocer y por servir a Dios, desde ahora, Él lo está esperando con los brazos abiertos.
[Dice Jesús] “¡Mira! Yo estoy a la puerta y llamo. Si oyes Mi voz y abres la puerta, Yo entraré y cenaremos juntos como amigos.”— Apocalipsis 3:20 (NTV)
“Entonces regresó a la casa de su padre, y cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio llegar. Lleno de amor y de compasión, corrió hacia su hijo, lo abrazó y lo besó. Su hijo le dijo: “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de que me llamen tu hijo”. »Sin embargo, su padre dijo a los sirvientes: “Rápido, traigan la mejor túnica que haya en la casa y vístanlo. Consigan un anillo para su dedo y sandalias para sus pies. Maten el ternero que hemos engordado. Tenemos que celebrar con un banquete, porque este hijo mío estaba muerto y ahora ha vuelto a la vida; estaba perdido y ahora ha sido encontrado”. Entonces comenzó la fiesta.”— Lucas 15:20-24 (NTV)
[Jesús dice] “Dios bendice a los que tienen corazón puro, porque ellos verán a Dios.” — Mateo 5:8 (NTV)
¡Que Dios los bendiga!