Alegria

La Ilusión de la Felicidad Terrenal (Parte 1)

Si tratamos de contestar la pregunta de «¿para qué venimos a este mundo?» la respuesta de muchas personas es que «venimos a este mundo a ser felices». De tal forma que la mayoría de las personas dedican sus vidas enteras a esta búsqueda de la felicidad. En este artículo veremos los esfuerzos humanos por alcanzar la felicidad y cómo realmente la podemos obtener a través de lo que las Sagradas Escrituras nos enseñan con respecto a este tema.

Primero veamos la diferencia entre felicidad y alegría, ya que normalmente son palabras que usamos indistintamente, pero tienen significados muy diferentes. El diccionario Larousse define la felicidad como la «situación del ser para quien las circunstancias [externas] de su vida son tales como las desea» y también tener «satisfacción» o bien, estar «contento». Por otro lado, el diccionario define la alegría como los “sentimiento de placer originados [internamente] por una viva satisfacción y que se manifiesta con signos exteriores”. Como ve las dos palabras reflejan un estado positivo de la persona: la felicidad está relacionada a factores externos que afectan a la persona, mientras que la alegría es generada internamente en la persona, quien la hace externa a todos los que la rodean.

Alegria FelicidadSi el ser feliz se resuelve con estar satisfecho o contento, entonces todos seríamos felices si aceptamos nuestras actuales condiciones de vida, ¿cierto? De hecho, la Biblia nos instruye que debemos dar gracias a Dios y estar contentos en nuestra actual situación.

«Ahora bien, la verdadera sumisión a Dios es una gran riqueza en sí misma cuando uno está contento con lo que tiene. Después de todo, no trajimos nada cuando vinimos a este mundo ni tampoco podremos llevarnos nada cuando lo dejemos. Así que, si tenemos suficiente alimento y ropa, estemos contentos.» — 1 Timoteo 6:6-8 (NTV)

«¡Den gracias al Señor, porque Él es bueno! Su fiel amor perdura para siempre.» — Salmos 118:29 (NTV)

Satisfaccion
La solución es estar satisfechos con lo que tenemos.

Si buscamos la “felicidad” por factores externos, pronto nos daremos cuenta de que estas cosas tan sólo nos traen una «felicidad» temporal, nunca es duradera. Muchas personas dedican sus vidas a esta constante búsqueda, que nunca termina, y cuyo camino está lleno de decepciones.

[Dice el rey Salomón] «Disfruta de lo que tienes en lugar de desear lo que no tienes; soñar con tener cada vez más no tiene sentido, es como perseguir el viento.» — Eclesiastés 6:9 (NTV)

Ahora veamos lo fácil que es caer en el engaño de la constante búsqueda de las «fuentes de la felicidad» que el mundo ofrece:

¿En dónde buscar o encontrar la felicidad?

En nuestra condición humana pecaminosa, la tentación de no estar conformes como estamos nos lleva a una incesante búsqueda para encontrar la felicidad. Adicionalmente tenemos la presión de los valores “sociales” del mundo que presentan estándares casi imposibles para que «alcancemos la felicidad».

[Dice el rey Salomón] «Todo es tan tedioso, imposible de describir. No importa cuánto veamos, nunca quedamos satisfechos. No importa cuánto oigamos, nada nos tiene contentos.» — Eclesiastés 1:8 (NTV)

Lamentablemente, hay muchos factores que nos distraen en nuestro crecimiento espiritual y afectan nuestra toma de decisiones: los valores del mundo, la cultura en la que nacimos, nuestra educación, lo que escuchamos en los medios de comunicación. Nuestra búsqueda de la felicidad se ha basado en factores externos en lugar de buscar las respuestas en la Palabra de Dios.

Confía en el Señor con todo tu corazón; no dependas de tu propio entendimiento. Busca Su voluntad en todo lo que hagas, y Él te mostrará cuál camino tomar.” — Proverbios 3:5-6 (NTV)

En la Biblia no hay mandamientos que sean malos para nosotros, al contrario, las Escrituras nos fueron dadas para que alcancemos el éxito completo.

[Dice el Señor]»Yo sé los planes que tengo para ustedes, planes para su bienestar y no para su mal, a fin de darles un futuro lleno de esperanza. Yo, el Señor, lo afirmo.» — Jeremías 29:11 (DHH)

Jesus AlegriaJesús nos prometió que no sólo nos va a dar felicidad, sino que Él nos va a dar también alegría. Pero necesitamos confiar en Él.

[Jesús dice] “Mientras estuve con ellos en este mundo, les dije muchas cosas para que estuvieran llenos de Mi alegría.” — Juan 17:13b (NTV)

[Dice Jesús] «Les dejo un regalo: paz en la mente y en el corazón. Y la paz que Yo doy es un regalo que el mundo no puede dar. Así que no se angustien ni tengan miedo.» — Juan 14:27 (NTV)

El mundo, por otro lado, quiere que busquemos la felicidad en factores externos en lugar de gozar de la alegría que nos da nuestro Señor, la alegría Bíblica. Haciéndonos creer que la meta en nuestras vidas es estar constantemente explorando nuevas formas de alcanzar la “felicidad perfecta” en este mundo lleno de tristeza, estrés, temores, ansiedad e incertidumbre. Según el mundo, las 3 principales fuentes en las que podemos encontrar la felicidad son: (1) en personas; (2) en bienes materiales; (3) en situaciones o circunstancias. Veamos cada una de estas «fuentes de felicidad» y contrastemos con lo que nos dicen las Escrituras.

A) Buscando la felicidad en personas:

Lo que el mundo nos dice es que podemos alcanzar la “felicidad” cuando lleguemos a:

Novios1. Tener el matrimonio perfecto — Muchas personas dicen «si encontrara una novia, entonces sería feliz» o bien «si tuviera un esposo, entonces sería feliz». De forma que no basta con tan sólo encontrar una pareja, sino que tener el matrimonio perfecto es una forma de ser feliz. Observe que incluso teniendo pareja la persona no se considera feliz, si a su parecer, su cónyuge tiene alguna imperfección: si ronca, si no prepara alimentos deliciosos, si no tiene un cuerpo perfecto (según estándares humanos actuales), si tiene vicios, etc., la lista puede llegar a ser bastante larga. ¿Está usted casado? En caso afirmativo de gracias a Dios por esa bendición tan grande.

«…La esposa que Dios te da es la recompensa por todo tu esfuerzo terrenal.» — Eclesiastés 9:9b (NTV)

«¿Quién podrá encontrar una esposa virtuosa y capaz? Es más preciosa que los rubíes. Su marido puede confiar en ella, y ella le enriquecerá en gran manera la vida. Esa mujer le hace bien y no mal, todos los días de su vida.» — Proverbios 31:10-12 (NTV)

Lamentablemente, hoy en día vemos como la tasa de divorcios ha crecido de forma alarmante, ¿Por qué hay tantos divorcios? ¿Por qué estas parejas no encontraron la felicidad en sus matrimonios? Recuerde que todos tenemos una naturaleza pecaminosa que compartimos en cualquier relación en la que nos involucramos. Y lo peor es que nuestra pareja también tiene su propia naturaleza pecaminosa. Así que resulta predecible que haya problemas cuando dos pecadores se casan. Mi punto es, no pongan su esperanza en que obtendrán la felicidad en el matrimonio perfecto, más bien, confíen en Jesucristo. Y dentro del matrimonio sigan la recomendación del apóstol Pablo.

“Porque el marido es la cabeza de su esposa como Cristo es cabeza de la iglesia. Él es el Salvador de Su cuerpo, que es la iglesia. Así como la iglesia se somete a Cristo, de igual manera la esposa debe someterse en todo a su marido. Para los maridos, eso significa: ame cada uno a su esposa tal como Cristo amó a la iglesia. Él entregó su vida por ella” — Efesios 5:23-25 (NTV)

“Por eso les repito: cada hombre debe amar a su esposa como se ama a sí mismo, y la esposa debe respetar a su marido.” — Efesios 5:33 (NTV)

Satanás ha difundido la creencia de que si la mujer se somete a su marido es inferior. Esto es mentira, porque nunca nos pareceremos más a Jesucristo que cuando tenemos un espíritu de sumisión. Y siempre seremos más como el enemigo cuando tenemos el espíritu de rebelión.

“Es más, sométanse unos a otros por reverencia a Cristo.” — Efesios 5:21 (NTV)

Buenos Hijos2. Tener los hijos perfectos — Muchas personas dicen «si tuviera hijos sería feliz» y parecido que en el caso anterior, pareciera no bastar tenerlos, sino que además deben ser perfectos: deben ser obedientes, sacar buenas calificaciones, y de ser posible que hablen diferentes idiomas, o que toquen instrumentos musicales, o que saquen medallas en eventos deportivos, o algo por el estilo. ¿Usted tiene hijos? De gracias a Dios por esa bendición.

«Los hijos son un regalo del Señor; son una recompensa de Su parte.» — Salmos 127:3 (NTV)

Los padres tienen la responsabilidad de educar a sus hijos en el camino del Señor. Por eso, los bebés cuando nacen no son capaces de valerse por sí mismos, es una protección que Dios nos dio para que los padres cambien la naturaleza pecaminosa con la que todos nacemos y puedan preparar a los niños para que se acerquen a Dios. Ellos necesitan aprender de sus padres humildad, honestidad, discernimiento, cortesía, generosidad, paciencia, obediencia y otros valores que no son parte de nuestra naturaleza innata.

«Padres, no hagan enojar a sus hijos con la forma en que los tratan. Más bien, críenlos con la disciplina e instrucción que proviene del Señor.» — Efesios 6:4 (NTV)

Dios nos da una alegría adicional cuando vemos que nuestros hijos caminan el camino de Dios. Rece constantemente por sus hijos, no para que sean ricos o famosos, sino para que cumplan con éxito el plan de Dios para sus vidas. Sin embargo, ellos son quienes tienen que tomar la decisión de seguir a Jesús. Por eso enséñeles la alegría que nos da el Señor desde que son pequeños.

“Dirige a tus hijos por el camino correcto, y cuando sean mayores, no lo abandonarán.” — Proverbios 22:6 (NTV)

Familia perfecta3. Tener la familia perfecta — Muchas personas dicen «si mi mamá fuera así…», «si mi papá fuera así», «si mi hermano fuera así» «entonces sería feliz». Muchas personas viven en la amargura porque su familia no es como se la imaginaban, y en ocasiones intentan justificar sus malas acciones en haber tenido una «niñez difícil», o que «no los criaron» de tal o cual forma. ¿Usted tiene seres queridos? De gracias a Dios por esa bendición.

«Aquellos que se niegan a cuidar de sus familiares, especialmente los de su propia casa, han negado la fe verdadera y son peores que los incrédulos.» — 1 Timoteo 5:8 (NTV)

«Un amigo es siempre leal, y un hermano nace para ayudar en tiempo de necesidad.» — Proverbios 17:17 (NTV)

Así como el matrimonio tiene un diseño divino, la familia tiene un propósito similar, ya que está formada por pecadores con intereses diferentes. La familia es como un equipo, en donde el padre es la cabeza, la madre es el corazón, y los hijos deben de obedecer, y mostrar respeto y agradecimiento a sus padres, quienes los guían de acuerdo las Escrituras. Esta dinámica es la que provee alegría y bendiciones a la familia al seguir el plan de Dios.

[La esposa virtuosa]»Cuando habla, sus palabras son sabias, y da órdenes con bondad. Está atenta a todo lo que ocurre en su hogar, y no sufre las consecuencias de la pereza.» — Proverbios 31:26-27 (NTV)

Hijos, obedezcan a sus padres porque ustedes pertenecen al Señor, pues esto es lo correcto. «Honra a tu padre y a tu madre». Ese es el primer mandamiento que contiene una promesa: si honras a tu padre y a tu madre, «te irá bien y tendrás una larga vida en la tierra».” — Efesios 6:1-3 (NTV)

El padre de familia no es la cabeza para que sus necesidades sean satisfechas por los otros miembros de la familia como lo quiere mostrar el mundo. Sino que el padre tiene la responsabilidad para suplir todas las necesidades de su familia, como alimento físico, psicológico, emocional y espiritual; él debe cuidar a su familia, hacerla crecer guiándola por el camino del Señor.

“Ellos le dijeron: «Cree en el Señor Jesucristo, y se salvarán tú y tu familia.»” — Hechos 16:31 (RVC)

Joven edificio4. Tener la vida social perfecta — Muchas personas dicen «si tuviera amigos sería feliz», de forma similar, queremos que nuestras amistades sean como las imaginamos. Ahora con la llegada de las redes sociales se creado la competencia y la presión social por «tener muchos seguidores en Instagram», Twitter, o en demás aplicaciones. En ocasiones, lamentablemente, los adolescentes han llegado al extremo de cometer actos peligrosos con tal de conseguir dichos seguidores, buscando llamar la atención, y a veces incluso mueren en el intento. Haciendo todo esto tal vez, para encontrar la felicidad.

“Hay caminos que el hombre considera buenos, pero que al final resultan caminos de muerte.” — Proverbios 16:25 (RVC)

Recordemos que debemos buscar quedar bien con Dios, no con las personas.

[Dice Jesús]»¡Tengan cuidado! No hagan sus buenas acciones en público para que los demás los admiren, porque perderán la recompensa de su Padre, que está en el cielo.» — Mateo 6:1 (NTV)

«Pongan su energía en buscar la vida eterna que puede darles el Hijo del Hombre [Jesús]. Pues Dios Padre me ha dado Su sello de aprobación.» — Juan 6:27b (NTV)

En lugar de buscar la «felicidad» que le puede dar la sociedad del mundo, busque la alegría que le da el Espíritu Santo en su vida.

“En cambio, la clase de fruto que el Espíritu Santo produce en nuestra vida es: amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad.” — Gálatas 5:22 (NTV)

En este artículo vimos la búsqueda de la felicidad en personas, en el siguiente artículo revisaremos dicha búsqueda en bienes materiales. Me gustaría mencionar que como cristianos debemos de buscar más allá de la felicidad, y como mencionamos antes eso sólo lo podemos lograr con la ayuda de Jesucristo. Porque la alegría viene de Dios.

“Así como el Padre me ha amado, así también Yo los he amado a ustedes; permanezcan en Mi amor. Si obedecen Mis mandamientos, permanecerán en Mi amor… Estas cosas les he hablado, para que Mi gozo esté en ustedes, y su gozo [alegría] sea completo.” — Juan 15:9-11 (RVC)

¡Que Dios los Bendiga!


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