Después Dios dijo: «Que de la tierra brote vegetación: toda clase de plantas con semillas y árboles que den frutos con semillas. Estas semillas producirán, a su vez, las mismas clases de plantas y árboles de los que provinieron»; y eso fue lo que sucedió. La tierra produjo vegetación: toda clase de plantas con semillas y árboles que dan frutos con semillas. Las semillas produjeron plantas y árboles de la misma clase. Y Dios vio que esto era bueno. Y pasó la tarde y llegó la mañana, así se cumplió el tercer día.
“Que de la tierra brote vegetación”
Este es el segundo acto creativo. El primero fue crear la materia, el segundo acto creativo fue la introducción de la vida, primero vegetal, y luego animal. La creación del mundo vegetal sigue una secuencia natural y lógica después de la aparición de la tierra separada de las aguas. Las plantas creadas en este día se dividen en tres clases: vegetación (criptógama), hierbas, y árboles. Estas tres etapas se enumeran en la traducción Reina-Valera (RVC): “Después dijo Dios: «¡Que produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla, y árboles frutales”.
«hierba verde”: La primera vegetación es דֶּשֶׁא – deshé; son los primeros brotes de la tierra, se reproducen por medio de esporas. Es un nombre genérico para todas las hierbas y plantas criptógamas, son plantas sin flores (que constituyen alrededor del 84% de la diversidad del mundo ‘botánico’). Es la vegetación sobre la superficie de las rocas, que aparece después de la lluvia y cubre los prados y valles. La misma palabra se usa en Salmos 23: 2, y es traducida como verdes pastos donde el Señor tiene a su rebaño disfrutando el lugar ideal para descansar. Ejemplos de este tipo de vegetación son los musgos, helechos y algas.
“En campos de verdes pastos me hace descansar; me lleva a arroyos de aguas tranquilas.” – Salmos 23:2 (RVC)
“hierba que dé semilla”: La segunda clase son las plantas con semilla que siguen una estructura más compleja, tienen la semilla como su característica notable, y son la variedad más amplia de plantas y vegetales de las que nos alimentamos. Ejemplo de esta vegetación: tomates, uvas, maíz, trigo, etc.
“árboles frutales”: Y en tercer lugar, no sólo los árboles frutales, pero todos los árboles y arbustos, dando fruto en el que hay una semilla según su especie que forma la marca distintiva. La vegetación alcanza su mayor desarrollo en el árbol con tallo leñoso, y la semilla encerrada en una cubierta comestible. Ejemplo: árboles de manzanas, naranjas, mango, etc.
Esta división es simple y natural. En la primera, la semilla no es visible; en la segunda, si es visible; y en la tercera, la semilla está encerrada en una fruta que es visible. En este relato de la creación, el desarrollo de la vegetación no fue gradual, Dios (Elohím en Hebreo) creó todo esto en un día, y al mismo tiempo implementó la ley de la vegetación para su reproducción. A pesar de que, la vegetación entró en existencia antes de que el sol brillara sobre la tierra (el sol sería creado hasta el siguiente día).
“Las semillas produjeron plantas y árboles”
Implementando el principio de la reproducción de la vegetación, Elohím puso en marcha un proceso providencial mediante el cual la vegetación se reproduce a través de semillas que podrían estar en alguna parte de la planta, ya sea en la raíz, en la rama, en la hoja, en el brote, o en su fruto.
“Las mismas clases de plantas y árboles de los que provinieron”
La semilla contribuiría a mantener las características únicas de cada una de las especies de plantas, así cada planta producirá otra planta semejante, por lo tanto las clases o especies de plantas son fijas. La misma frase se usa para describir la reproducción perpetua de los animales dentro de sus especies creadas (Génesis 1:21, 24, 25). Por tanto, la teoría de la evolución, que propone la reproducción en nuevas especies que evolucionan de otras especies por adaptación del medio ambiente, es una falsa explicación de los orígenes. En este versículo la teoría de que una especie se desarrolló a partir de otra se nulifica.
“y eso fue lo que sucedió”
Con esta frase se lleva a cabo el cumplimiento de la orden divina. Esto era absolutamente necesario, si tanto el hombre como los animales debían alimentarse de la vegetación con sus semillas y frutas (Génesis 1:29). Por lo tanto, la tierra comienza a asumir la forma de la belleza y la fertilidad. Su suelo árido y accidentado se llena de vida con un verdor incipiente en un solo día.
En este día, se piensa que se hizo también el jardín del Edén, y todos los árboles en él, agradables para la vista, y buenos para comer; y en particular el árbol de la vida, y el árbol del conocimiento del bien y del mal.