La Vulgata
El Latín era el lenguaje preferido de los Romanos, y eventualmente se esparció a lo largo del imperio. Los académicos empezaron a hacer diferentes traducciones al Latín de las escrituras Judías. Pero en el año 382 d. C., el Papa Dámaso I decidió que la iglesia necesitaba tener una traducción en Latín única y autoritaria. El Papa asignó esta ardua tarea a Jerónimo de Estridón, quien encabezaba a los estudiosos bíblicos de la época.
Jerónimo sabía Latín y Griego, pero no mucho Hebreo. Él estaba determinado a traducir el antiguo testamento del texto original en Hebreo, no de la Biblia griega, Septuaginta. Así que se mudó a un monasterio en Belén y aprendió Hebreo de los académicos Judíos (rabinos). Le tomo más de veinte años para que esta traducción fuera completada, del 382 al 405 d. C. La versión de Biblia en Latín se llama la “Vulgata” (de vulgata, ‘edición para el pueblo’ ya que fue escrita en el lenguaje común de esos días). Esta versión fue recibida con una fuerte resistencia y con manifestaciones violentas.
Biblia Alfonsina
Durante 800 años la única Biblia disponible era la Vulgata (en latín), la cual había dominado al catolicismo. Para fines de la Edad Media comenzó a tomar forma el castellano, o español, y dado que aún no había Biblias en español, la gente estaba limitada a escuchar la interpretación de la Biblia Vulgata por medio de los sacerdotes católicos, en lugar de poder leer y entender la Biblia por ellos mismos.
Había personas que no estaban de acuerdo en que los conocimientos de la Biblia estuvieran sólo en latín y comenzaron diversas traducciones. La Iglesia católica romana no estaba nada contenta con ninguna labor de traducción, ellos querían seguir manteniendo el control con la Biblia en Latín (La Vulgata). De tal forma que en 1234, tuvo lugar el Concilio de Tarragona en donde se decretó que todas las Biblias en idiomas vernáculos (propios del país) debían entregarse al obispo local para ser quemadas. Providencialmente, treinta años después, el decreto no logró detener al rey Alfonso X «el Sabio» (quien reinó – 1252-1284), rey de Castilla y de León; y considerado el padre de la prosa española. Alfonso X quería contar con las Sagradas Escrituras en español como parte de su colección. Alfonso tenía un ambicioso proyecto llamado General Estoria, en el cual quiso hacer una compilación de libros de la historia universal. Con esto, el rey patrocinó la traducción de diversos libros, hecha en la Escuela de Traductores de Toledo, y entre ellos se tradujo la Biblia Vulgata al español.
La llamada Biblia Alfonsina es la más antigua Biblia en Español, fue publicada en 1280, y es la primer Biblia completa de la que se dispuso en un idioma europeo que no fuera el Latín. Esta Biblia no se tradujo a partir de los idiomas originales, sino de la Vulgata latina.
Biblia de Alba
A partir del siglo XIV, los rabinos judíos comenzaron a producir diversas versiones españolas de las Escrituras Hebreas directamente del hebreo. En aquel entonces, España albergaba a la mayor comunidad judía de Europa, y los traductores judíos tenían acceso a manuscritos de buena calidad. Un ejemplo destacado es la Biblia de Alba, completada por el rabino Moisés Arragel de Guadalajara en 1433, fue patrocinada por Juan II de Castilla y por un prominente noble español llamado Luis González de Guzmán, quien encargó al rabino Arragel la traducción del Antiguo Testamento al castellano desde el hebreo, el arameo y el latín, ya que las Biblias en lengua romance estaban muy corrompidas, principalmente al momento de copiar el texto a mano y cometer errores que se iban sumando de copia en copia. Imagine los errores después de casi 200 años de transcribir la Biblia Alfonsina. El lugar donde se conserva esta traducción, la Biblioteca del Duque de Alba, le dio su nombre a esta versión. Esta comisión demuestra que la gente de aquel tiempo tenía mucho interés en leer y comprender la Biblia. También prueba que las Escrituras en idiomas vernáculos tenían amplia circulación en España.
Gracias a los traductores y escribas medievales, la gente educada de España podía leer la Biblia en su propio idioma. Cabe mencionar que en aquella época una Biblia costaba el equivalente al salario de un año completo de un sacerdote. Dados estos eventos, “el pueblo español conocía la Biblia mucho mejor que el pueblo alemán y el inglés antes de Lutero.
La Inquisición Española
La Inquisición española o Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición fue una institución fundada en 1478 por los Reyes Católicos (Isabel y Fernando) para mantener la ortodoxia católica en sus reinos. La Inquisición española tiene precedentes en instituciones similares existentes en Europa desde el siglo XII, especialmente en la fundada en Francia en el año 1184; y en 1249 se implantó también en el reino de Aragón (de donde provenía Fernando), siendo la primera Inquisición estatal, con la unión de Aragón con Castilla, se extendió a todo el reino con el nombre de Inquisición Española. La Inquisición española estaba bajo el control directo de la monarquía, no del Papa.
La Inquisición Española prohibió la traducción y posesión de Biblias en lenguas vernáculas, con lo cual comenzó un largo y oscuro capítulo en la historia de España. Pasarían tres siglos antes de que se levantara la prohibición. En aquella época tan difícil, algunos traductores valientes produjeron nuevas versiones españolas en el extranjero y las metieron de contrabando en el país.
Biblia Reina-Valera (RV)
Esta traducción fue hecha por Casiodoro de Reina, un religioso español convertido al protestantismo, quien tradujo de los textos originales en hebreo, arameo y griego. Reina hizo la primera traducción castellana completa de la Biblia, la cual fue publicada en Basilea, Suiza, el 28 de septiembre de 1569, casi 300 años después de la Biblia Alfonsina. Contenía todos los libros incluidos en la Vulgata, en el orden católico habitual (el llamado orden alejandrino). No fue bien recibida por los académicos de Ginebra y fue censurada por Juan Calvino.
Casiodoro de Reina era un monje jerónimo español del Monasterio de San Isidoro del Campo, tras partir al exilio para escapar de las persecuciones de la Inquisición española, trabajó durante doce años en la traducción de la Biblia. Cuando esta versión fue publicada, estaba prohibida cualquier traducción de la Biblia a lenguas vernáculas, o en la lengua nativa, el español. Por lo que Reina utilizó en su portada una ilustración con un oso que intenta alcanzar un panal de miel en un árbol; con ello pudo pasar de contrabando el libro, y por esta razón se le llamó la Biblia del Oso.
La traducción del Antiguo Testamento está basada en el texto masorético hebreo, ya que Reina consideraba que la Vulgata latina contenía errores y cambios. Para la traducción del Nuevo Testamento, Reina se basó en versiones posteriores a la segunda edición del Textus Receptus (Erasmo 1522, Stephanus, 1550), en la Políglota Complutense y en los mejores manuscritos griegos que en ese tiempo se conocían.
Más tarde, para la segunda edición de la Biblia, Cipriano de Valera comenzó con la primera revisión de la Biblia de Casiodoro de Reina en 1582 y la concluyó después de veinte años en 1602. Por eso esta traducción recibe el sobrenombre de Reina-Valera. Los principales cambios que hizo fueron para adaptarla a la ortodoxia de la teocracia de Ginebra, ganando así su aceptación. Cambió el orden de los libros y todos los libros deutero-canónicos fueron reacomodados en una sección de Apócrifos como un apéndice en una sección aparte entre ambos Testamentos, y algunas de las notas originales de Reina fueron reemplazadas por notas tomadas de la Biblia calvinista francesa de Ginebra.
Esta revisión se convirtió en la Biblia más usada por los protestantes españoles (quienes protestaban contra la iglesia católica) y fue reeditada y revisada en varias ocasiones: 1862, 1865, 1909, 1960, 1995 y la Reina-Valera Contemporánea (RVC) de 2009-2011.
La Reina-Valera tuvo amplia difusión durante la Reforma protestante del siglo XVI. Hoy en día, la Reina-Valera es una de las biblias en español más usadas por gran parte de las iglesias cristianas derivadas de la Reforma protestante (incluyendo las iglesias evangélicas).
Reina Valera Contemporánea (RVC)
Es una revisión de la Reina-Valera en español latinoamericano. La Traducción RVC tiene una metodología llamada equivalencia formal, literal, o palabra por palabra; el intérprete intenta traducir cada palabra del lenguaje original a su idioma y procura preservar en todo lo posible la estructura de la oración y la sintaxis original, lo cual es valioso para el estudio profesional y para rastrear elementos formales del texto en el lenguaje original. Está basada en la traducción de Reina-Valera con un castellano ágil y contemporáneo común en Latinoamérica. Es una revisión del texto Reina-Valera y no una traducción. Esto significa que la “base textual” será el texto Reina-Valera.
La Nueva Traducción Viviente (NTV) 2015
Una de las traducciones que utilizamos en La Sagrada Palabra es la Nueva Traducción Viviente, que es una traducción del inglés al español de la Biblia New Living Translation (NLT) por un equipo dirigido por Jaime Miron y revisada por erudito bíblicos y por un ex pastor colombiano doctor Rafael Serrano. Durante un período de siete años, más de cincuenta académicos, teólogos, lingüistas y correctores de estilo prepararon la Nueva Traducción Viviente. La traducción NTV tiene una metodología llamada equivalencia dinámica, funcional o de idea por idea. El objetivo es la transmisión del mensaje para el lector contemporáneo para que el texto sea fácilmente reconocible, facilitar el estudio serio del texto y la claridad en la lectura. Estos son los mismos principios de su fuente en inglés, The New Living Translation (NLT). Ambas publicada por Tyndale House Publishers.