La Creación de Dios en Génesis

Génesis 1:4 – Día uno: Separación de la luz y de la oscuridad

Y Dios vio que la luz era buena. Luego separó la luz de la oscuridad.

«Y Dios vio»

Esta contemplación indica, primero, un lapso de tiempo, el tiempo inicia en el primer día de la Creación; y adicionalmente, tenemos la primer muestra de la persona de Dios (Elohím en Hebreo) en una sentencia que pronunciada el veredicto de la razón divina.

«Que era bueno»

Muy agradable y encantadora, útil y beneficiosa; es decir, Él previó que sería bueno y de gran utilidad. La Luz era indispensable para todo lo que iba a seguir, ya que ni la vida vegetal ni animal puede existir sin ella.

«Y Dios dividió»

La división en el primer día no implica que la oscuridad tiene una existencia separada e independiente, pero que ahora había periodos de luz y oscuridad. Los tres primeros días de la creación son días donde se define un orden y una distribución, y se han llamado «las tres separaciones». En los dos primeros días no se creó nada nuevo, sólo se organizó la materia que estaba caóticamente distribuída (descrita en Génesis 1:2). En el tercer día, adicional a la separación del agua y la tierra, se tiene la introducción de la vida vegetal.

Luz-y-Oscuridad

«La luz de las tinieblas»

Recuerde que no hay sol todavía. La luz es un símbolo bíblico de la vida, la pureza, la verdad, y la bendición (Salmos 56:13; 112:4; Juan 1:5-9) y establece un límite a la oscuridad.

«Pues me rescataste de la muerte; no dejaste que mis pies resbalaran. Así que ahora puedo caminar en tu presencia, oh Dios, en tu luz que da vida.» – Salmos 56:13 (NTV)

«Para los justos, la luz brilla en las tinieblas. Dios es bueno, justo y compasivo.» – Salmos 112:4 (RVC)

«La luz brilla en la oscuridad, y la oscuridad jamás podrá apagarla. Dios envió a un hombre llamado Juan el Bautista para que contara acerca de la luz, a fin de que todos creyeran por su testimonio. Juan no era la luz; era solo un testigo para hablar de la luz. Aquel que es la luz verdadera, quien da luz a todos, venía al mundo.»– Juan 1:5-9 (NTV)

Y esta luz que Elohím creó es eterna como vemos en Apocalipsis 22:5 y en Isaías 60:19-20, que hacen énfasis en que hay luz sin sol:

«Allí no volverá a haber noche; no hará falta la luz de ninguna lámpara ni la luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará. Y reinarán por los siglos de los siglos.» – Apocalipsis 22:5 (RVC)

«El sol no volverá a ser tu luz durante el día, ni te alumbrará más el resplandor de la luna, porque el Señor será para ti una luz perdurable; tu Dios será tu gloria. Tu sol no volverá a ponerse, ni tu luna volverá a oscurecerse, porque el Señor será para ti una luz perdurable, y tus días de tristeza llegarán a su fin.» – Isaías 60:19-20 (RVC)

Por otro lado la oscuridad a menudo tipifica lo opuesto: el terror, la muerte y el mal que se resume en 1 Juan 1: 5. La oscuridad es la privación de la luz:

«Este es el mensaje que oímos de Jesús y que ahora les declaramos a ustedes: Dios es luz y en él no hay nada de oscuridad.» – 1 Juan 1:5 (NTV)

Por último, para cerrar esta sesión me gustaría utilizar el verso que se refiere a Jesús (Yeshúa en Hebreo) quien es la luz de la vida en Juan 8:12:

«Jesús habló una vez más al pueblo y dijo: “Yo soy la luz del mundo. Si ustedes me siguen, no tendrán que andar en la oscuridad porque tendrán la luz que lleva a la vida”. – Juan 8:12 (NTV)

Jesús vino a separar a la gente que está en la luz de la que quiere seguir en la obscuridad. Como lo demuestra cuando se le aparece al apóstol Pablo en el camino a Damasco y le encomienda que difunda el evangelio a los gentiles:

«Para que les abras los ojos, a fin de que pasen de la oscuridad a la luz, y del poder de Satanás a Dios. Entonces recibirán el perdón de sus pecados y se les dará un lugar entre el pueblo de Dios, el cual es apartado por la fe en mí”. – Hechos 26:18 (NTV)

Inclusive en la famosa ecuación de Einstein para su teoría de la relatividad para explicar la energía de un cuerpo es expresada por: E=mc2. En donde E, es la energía que es igual a la masa (m), multiplicada por la constante de la velocidad de la luz (c) al cuadrado. Inclusive la ciencia ve a la luz que Dios creo como una constante. Al igual que Jesús: Él no cambia, permanece constante como nuestra luz por toda la eternidad.

Los invito a que sigamos el ejemplo de Cristo, como lo explica el apóstol Pablo en su carta a los Efesios capítulo 5, para vivir en la Luz:

«Pues antes ustedes estaban llenos de oscuridad, pero ahora tienen la luz que proviene del Señor. Por lo tanto, ¡vivan como gente de luz! Pues esa luz que está dentro de ustedes produce solo cosas buenas, rectas y verdaderas. Averigüen bien lo que agrada al Señor.» – Efesios 5:8-10 (NTV)


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