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¿Cómo salir de deudas?


¿Vive usted preocupado por sus deudas? ¿No completa con sus ingresos para cubrir sus gastos? Siga leyendo, confiamos en que este artículo le será de utilidad, al aprender los conceptos financieros que nos muestra la Palabra de Dios.

Vivimos en un mundo en el que las empresas compiten unas con otras para atraerlo a que utilice todo su dinero para comprar sus productos. Y si usted no tiene suficiente dinero, los bancos e instituciones financieras están encantados de darle crédito para que pueda comprar los productos y servicios (que muchas veces usted no necesita), lo cual sólo limita sus recursos y lo deja endeudado.sin-dinero

La publicidad por parte de bancos y demás instituciones financieras insisten en que nos endeudemos. Estas empresas no le «otorgan un crédito», mas bien, se lo están vendiendo como un préstamo con una tasa de interés para que usted pueda adquirir un carro, una casa, o algún préstamo personal. Observe cómo estas compañías a menudo visitan universidades ofreciendo a los estudiantes tarjetas de crédito, es probable que el primer préstamo de estos estudiantes sea precisamente un crédito educativo, para poder cubrir las exorbitantes colegiaturas universitarias.

Sin embargo, veamos que nos dice la Biblia con respecto a adquirir deudas:

«No tengan deudas con nadie, aparte de la deuda de amor que tienen unos con otros; pues el que ama a su prójimo ya ha cumplido todo lo que la ley ordena.» — Romanos 13:8 (DHH)

También nos dice que las deudas esclavizan:

«Así como el rico gobierna al pobre, el que pide prestado es sirviente del que presta.» — Proverbios 22:7 (NTV)

¿Qué hacer si ya estamos endeudados?

1.- Determinar prioridades

Cuando los fariseos le preguntaron a Jesucristo si debían pagarle impuestos al César o no, Jesús dio la siguiente lección:

denarius
Un denarius de plata, moneda como las que se usaban en ese tiempo.

[Dice Jesús] «Veamos, muéstrenme la moneda que se usa para el impuesto. Cuando le entregaron una moneda romana, les preguntó:—¿A quién pertenecen la imagen y el título grabados en la moneda?—Al César —contestaron.—Bien —dijo—, entonces den al César lo que pertenece al César y den a Dios lo que pertenece a Dios.» — Mateo 22:19-21 (NTV)

La imagen del César estaba estampada en la moneda, y la imagen de Dios está estampada en la persona.

«Entonces dijo Dios: «¡Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza! ¡Que domine en toda la tierra sobre los peces del mar, sobre las aves de los cielos y las bestias, y sobre todo animal que repta sobre la tierra!» Y Dios creó al hombre a su imagen. Lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó.» — Génesis 1:26-27 (RVC)

«Oh Señor, ¡cuánta variedad de cosas has creado! Las hiciste todas con Tu sabiduría; la tierra está repleta de Tus criaturas.» — Salmos 104:24 (NTV)

Nosotros le pertenecemos a Dios. ¿Acaso estamos dándole a Dios lo que le pertenece a Dios? ¿O acaso estamos robándole a Dios?

En Marcos 12:41-44 Jesús describe cómo la viuda pobre había dado más que todos los demás.
En Marcos 12:41-44 Jesús describe cómo la viuda pobre había dado más con las dos monedas, que todos los demás.

[Dice el Señor] «¿Debería el pueblo estafar a Dios? ¡Sin embargo, ustedes Me han estafado! Pero ustedes preguntan: “¿Qué quieres decir? ¿Cuándo Te hemos estafado?”. Me han robado los diezmos y ofrendas que Me corresponden. Ustedes están bajo maldición porque toda la nación me ha estado estafando. Traigan todos los diezmos al depósito del Templo, para que haya suficiente comida en Mi casa. Si lo hacen —dice el Señor de los Ejércitos Celestiales—, les abriré las ventanas de los cielos. ¡Derramaré una bendición tan grande que no tendrán suficiente espacio para guardarla! ¡Inténtenlo! ¡Pónganme a prueba!» — Malaquías 3:8-10 (NTV)

¿Acaso estamos cumpliendo Sus Mandamientos y ordenanzas? ¿Ocupa Dios el primer lugar en su vida?

«Jesús contestó:—El Mandamiento más importante es: “¡Escucha, oh Israel! El Señor nuestro Dios es el único Señor. Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas”. El segundo es igualmente importante: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. Ningún otro mandamiento es más importante que estos.» — Marcos 12:29-31 (NTV)

Los 10 Mandamientos que Dios entregó a Moisés.
Dios entregó a Moisés los 10 Mandamientos en el Monte Sinaí.

Déle a Dios el lugar que Él se merece y haga lo que Él le pide, cumpliendo Sus Mandamientos. De esta forma usted recibirá Su bendición:

«El Señor enviará lluvias en el tiempo oportuno desde Su inagotable tesoro en los cielos y bendecirá todo tu trabajo. Tú prestarás a muchas naciones pero jamás tendrás necesidad de pedirles prestado.» — Deuteronomio 28:12 (NTV)

Si usted siente que no le rinde el dinero esto es un síntoma de desobediencia, es un problema espiritual, para remediarlo, acérquese a Dios.

[Dice el Señor] «Han sembrado mucho pero cosechado poco; comen pero no quedan satisfechos; beben pero aún tienen sed; se abrigan pero todavía tienen frío. Sus salarios desaparecen, ¡como si los echaran en bolsillos llenos de agujeros!.» — Hageo 1:6 (NTV)

[Dice el Señor] «Cuando esperaban veinte medidas de grano, cosechaban solo diez. Cuando esperaban sacar cincuenta litros del lagar, encontraban solo veinte. Yo envié plaga, moho y granizo para destruir todo aquello por lo que hicieron tanto esfuerzo para producir. Aun así, rehusaban regresar a Mí, dice el Señor.» — Hageo 2:16-17 (NTV)

Por tanto Dios y Sus Mandamientos deben ser nuestra primera prioridad.

2.- Establezca un plan financiero/administración del dinero

Distinga entre necesidades, gustos y anhelos:

Determine primero cuáles son sus necesidades, sus gustos y sus anhelos; y tenga conciencia de la diferencia entre estas tres categorías. Las necesidades son aquellas cosas que son indispensables para la vida tales como los alimentos, vestido (y calzado), un refugio, medicamentos, etc., en nuestra cultura nuestras necesidades también involucran pagar nuestros recibos de luz, de agua, renta, y de otros servicios básicos.

Los alimentos son una necesidad.
Los alimentos son una necesidad.

«Así que mi Dios les proveerá de todo lo que necesiten, conforme a las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús.» — Filipenses 4:19 (NVI)

«Ahora bien, la verdadera sumisión a Dios es una gran riqueza en sí misma cuando uno está contento con lo que tiene. Después de todo, no trajimos nada cuando vinimos a este mundo ni tampoco podremos llevarnos nada cuando lo dejemos. Así que, si tenemos suficiente alimento y ropa, estemos contentos.» — 1 Timoteo 6:6-8 (NTV)

Los gustos son parecidos a las necesidades pero son digamos que de «mejor calidad», por ejemplo usted necesita transportarse, quizás en su caso según en donde viva, un carro sea una necesidad, sin embargo un carro nuevo sería un gusto, ya que un carro cubre su necesidad. Un departamento cubre su necesidad de vivienda, y una casa sería un gusto, o bien tener una casa más grande o más lujosa.

Comprar boletos para un evento deportivo es un anhelo.
Comprar boletos para un evento deportivo es un anhelo.

 

Los anhelos son bienes o servicios que nos gustaría tener pero que dependen de que tengamos un excedente para poder cubrirlos. Por ejemplo, gastos en entretenimiento, ir al cine; asistir a algún evento deportivo; ir al teatro, y cualquier otro evento que tenga un costo; ir de vacaciones a algún lugar, etc.

«Los que aman el placer se vuelven pobres; los que aman el vino y el lujo nunca llegarán a ser ricos.» — Proverbios 21:17 (NTV)

«Los sabios tienen riquezas y lujos, pero los necios gastan todo lo que consiguen.» — Proverbios 21:20 (NTV)

Haga una buena administración del dinero

Determine cuáles son sus necesidades y distinga de las otras dos categorías, y en base a eso establezca un presupuesto. Enfóquese en cubrir las necesidades de su familia y en terminar de pagar su deuda.

Aquellos miembros en su familia con capacidad de trabajar deben buscar que las necesidades de la familia estén cubiertas.

«El que no provee para los suyos, y sobre todo para los de su propia casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo.» — 1 Timoteo 5:8 (NVI)

hormigas-trabajando
La Biblia nos dice que aprendamos una lección de las hormigas en Proverbios 6:6

«Los planes bien pensados y el arduo trabajo llevan a la prosperidad, pero los atajos tomados a la carrera conducen a la pobreza.» — Proverbios 21:5 (NTV)

¿Está usted trabajando y utilizando su dinero para el bienestar de su familia?

«Las hormigas no son fuertes pero almacenan su alimento todo el verano.» — Proverbios 30:25 (NTV)

Recuerde que todo lo que hay en este mundo le pertenece a Dios (Éxodo 9:29; Éxodo 19:5; 1 Crónicas 29:11; Hageo 2:8; Hageo 2:16-17; 1 Corintios 10:26; Salmos 50:10-12)

[Dice el SEÑOR] «¿Quién me ha dado algo para que tenga que pagárselo? Todo lo que hay debajo del cielo es mío.» — Job 41:11 (NTV)

«La tierra es del Señor y todo lo que hay en ella; el mundo y todos sus habitantes le pertenecen.» – Salmos 24:1 (NTV)

Todo lo que hemos recibido proviene de Él:

[Dice Pablo] «Pues, ¿qué derecho tienen a juzgar así? ¿Qué tienen que Dios no les haya dado? Y si todo lo que tienen proviene de Dios, ¿por qué se jactan como si no fuera un regalo?» — 1 Corintios 4:7 (NTV)

«Acuérdate del Señor tu Dios. Él es quien te da las fuerzas para obtener riquezas, a fin de cumplir el pacto que les confirmó a tus antepasados mediante un juramento.» — Deuteronomio 8:18 (NTV)

Por tanto es nuestra responsabilidad hacer buen uso de los recursos que Él nos da. En la parábola de los diez siervos (Lucas 19:11-26), Jesús habla de un noble (quien representa a Jesús) quien fue llamado a un lugar lejano (al cielo) para ser coronado rey y luego regresar (en Su Segunda Venida).

[Dice Jesús]»Antes de partir, reunió a diez de sus siervos y dividió entre ellos cinco kilos de plata, diciéndoles: “Inviertan esto por Mí mientras estoy de viaje”» — Lucas 19:13 (NTV)

Tenemos que rendirle cuentas a Dios, tal como en la Parábola de los talentos.
Tenemos que rendirle cuentas a Dios, tal como en la Parábola de los talentos.

Esta es una representación de los recursos que nos da Dios, debemos hacer un buen uso, para Su gloria. Queremos que nuestro Señor esté contento con lo que Él nos confió.

“¡Bien hecho! —exclamó el rey—. Eres un buen siervo. Has sido fiel con lo poco que te confié, así que como recompensa serás gobernador de diez ciudades”. — Lucas 19:17 (NTV)

De lo contrario, no se nos serán confiadas las verdaderas riquezas:

[Dice Jesús] «De manera que, si con las falsas riquezas de este mundo ustedes no se portan honradamente, ¿quién les confiará las verdaderas riquezas?» — Lucas 16:11 (NTV)

[Dice Jesús] «Luego, dirigiéndose a los otros que estaban cerca, el rey ordenó: “Quiten el dinero de este siervo y dénselo al que tiene cinco kilos”. “Pero amo —le dijeron—, él ya tiene cinco kilos”. “Sí —respondió el rey—, y a los que usan bien lo que se les da, se les dará aún más; pero a los que no hacen nada se les quitará aun lo poco que tienen.» — Lucas 19:24-26 (NTV)

Tenemos que rendirle cuentas a Dios por el uso que hacemos con el dinero que Él nos da.

3.- Incluya el dar/donar en su presupuesto financiero

«El generoso prosperará, y el que reanima a otros será reanimado.» – Proverbios 11:25 (NTV)

Podemos resumir que el dinero que tenemos tiene tres propósitos principales:

  • Para cubrir las necesidades de nuestra familia, y personales;
  • Para expandir el trabajo de Dios y Su Palabra; y
  • Para ayudar a aquellos que están necesitados u oprimidos.

Dios se preocupa por los pobres y los necesitados, y bendice a las personas que son generosas con ellos:

“Si ayudas al pobre, le prestas al Señor, ¡y Él te lo pagará!” — Proverbios 19:17 (NTV)
“Si ayudas al pobre, le prestas al Señor, ¡y Él te lo pagará!” — Proverbios 19:17 (NTV)

[Dice Jesús] «Dale a cualquiera que te pida; y cuando te quiten las cosas, no trates de recuperarlas.» — Lucas 6:30 (NTV)

«Hagan justicia al pobre y al huérfano; defiendan los derechos de los oprimidos y de los desposeídos.» — Salmos 82:3 (NTV)

«Cada uno debe decidir en su corazón cuánto dar; y no den de mala gana ni bajo presión, «porque Dios ama a la persona que da con alegría»» — 2 Corintios 9:7 (NTV)

Dios nos da Su bendición cuando damos:

«Benditos son los generosos, porque alimentan a los pobres.» — Proverbios 22:9 (NTV)

[Dice Pablo] «Y he sido un ejemplo constante de cómo pueden ayudar con trabajo y esfuerzo a los que están en necesidad. Deben recordar las palabras del Señor Jesús: “Hay más bendición en dar que en recibir”» — Hechos 20:35 (NTV)

Dios nos promete devolvernos todo lo que le demos a los demás:

[Dice Jesús] «Den a otros, y Dios les dará a ustedes. Les dará en su bolsa una medida buena, apretada, sacudida y repleta. Con la misma medida con que ustedes den a otros, Dios les devolverá a ustedes.»» —Lucas 6:38 (DHH)

«Si ayudas al pobre, le prestas al Señor, ¡y Él te lo pagará!» — Proverbios 19:17 (NTV)

¿Está usted utilizando su dinero para ayudar a su prójimo? ¿Está usted utilizando su dinero para que la Palabra de Dios llegue a aquellos que la necesitan?

4.- Confíe en que Dios es su proveedor

Dios en Su proveeduría le da todo lo que necesita para que cubra sus necesidades.

«¡Qué precioso es tu amor inagotable, oh Dios! Todos los seres humanos encuentran refugio a la sombra de tus alas. Los alimentas con la abundancia de tu propia casa y les permites beber del río de tus delicias.» — Salmos 36:7-8 (NTV)

Dios en Su Palabra, nos dice que no nos preocupemos por nada, que más bien oremos por todo:

«No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que Él ha hecho.» — Filipenses 4:6 (NTV)

[Dice Jesús] «»Así que no se preocupen por todo eso diciendo: “¿Qué comeremos?, ¿qué beberemos?, ¿qué ropa nos pondremos?”. Esas cosas dominan el pensamiento de los incrédulos, pero su Padre celestial ya conoce todas sus necesidades. Busquen el reino de Dios por encima de todo lo demás y lleven una vida justa, y Él les dará todo lo que necesiten.» — Mateo 6:31-33 (NTV)

Ponga su confianza en el Señor y pídale en oración para que lo ayude a salir de la deuda.

«El Señor oye a los suyos cuando claman a Él por ayuda; los rescata de todas sus dificultades.» — Salmos 34:17 (NTV)

«La persona íntegra enfrenta muchas dificultades, pero el Señor llega al rescate en cada ocasión.» — Salmos 34:19 (NTV)

«Luego llámame cuando tengas problemas, y Yo te rescataré, y tú me darás la gloria.» — Salmos 50:15 (NTV)

Junte sus estados de cuenta y recibos de servicios, y pídale a Dios en oración que lo ayude.
Junte sus estados de cuenta y recibos de servicios, y pídale a Dios en oración que lo ayude.

Por tanto, puede juntar sus recibos con todas sus deudas, sus estados de cuenta de las tarjetas de crédito que no ha podido pagar por completo y que lo tienen preocupado; quizás está batallando para completar para pagar la mensualidad de la casa, o del carro, o la colegiatura de sus hijos; puede juntar todos esos recibos que le quitan el sueño (es opcional reunir los documentos físicamente, si no, tan solo hable del tema con el Señor), y decirle a Dios en oración que necesita Su ayuda, que usted sólo no puede salir de los problemas, pero que sabe que con Su ayuda y Su guía sí lo podrá conseguir, ya que está poniendo toda su fe en el Señor. Dígale a Dios que lo va a poner en primer lugar a Él, y si tiene algún pecado sin confesar, arrepiéntase y pídale perdón a Dios.

Lea la historia de la viuda en 2 Reyes 4:1-7, Dios hizo un milagro para ella, y la viuda pudo pagar sus deudas y mantener a sus hijos, de la misma forma, pídale a Dios que lo ayude para que lo saque del problema. Lea también las bendiciones por obediencia y las maldiciones por desobediencia en Deuteronomio 28.

«Cuando ella [la viuda] le contó al hombre de Dios lo que había sucedido, él le dijo: «Ahora vende el aceite de oliva y paga tus deudas; tú y tus hijos pueden vivir de lo que sobre».»—2 Reyes 4: 7 (NTV)

Si nosotros honramos a Dios, Él nos honrará a nosotros:

«Cuando me llamen, Yo les responderé; estaré con ellos en medio de las dificultades. Los rescataré y los honraré.» — Salmos 91:15 (NTV)

Y una vez que Dios conteste su oración y que lo ayude a salir del problema, dele gracias y gloria a Dios por todo lo que Él hace, y no lo mantenga en secreto, al contrario, dígaselo a los demás, comparta su historia para que alguien más también pueda recibir la bendición de Dios, y para que cada vez seamos más las personas que le damos gloria. ¡Alabado sea Dios por toda la eternidad!