Después, el Señor Dios dijo: «No es bueno que el hombre esté solo. Haré una ayuda ideal para él». Entonces el Señor Dios formó de la tierra todos los animales salvajes y todas las aves del cielo. Los puso frente al hombre para ver cómo los llamaría, y el hombre escogió un nombre para cada uno de ellos. Puso nombre a todos los animales domésticos, a todas las aves del cielo y a todos los animales salvajes; pero aún no había una ayuda ideal para él.
Como hemos visto el sexto día de la creación fue un día muy ocupado para Adán, primero tuvo que encontrar el jardín del Edén, se le dio su primer trabajo, de jardinero, horticultor, y guardián del paraíso. Después tuvo que ponerles el nombre a todos los animales, siendo el primer zoólogo. Y más tarde perdió una costilla de la que se formaría Eva. Vaya forma de disfrutar del paraíso terrenal, ¿no cree? Y usted se queja de que nosotros tenemos vidas llenas de ocupaciones.
“No es bueno que el hombre esté solo”
Este es el único momento en la creación donde Dios (Yahveh en hebreo) utiliza la frase «no es bueno». Yahveh estaba comentando sobre el estado incompleto de la creación antes del final del sexto día porque la mujer, la contraparte de Adán, todavía no se había creado. Yahveh nos ha creado con la necesidad de alguien, incluso más allá de la comunión con Él. El hombre no pudo cumplir su función de gobernar sobre la creación sin la compañía de la mujer, ni podía cumplir con el mandato de multiplicarse y llenar la tierra. En estas palabras tenemos la disposición divina del matrimonio, así como la declaración de que la mujer fue creada después que el hombre, y formada a partir de él como veremos en el siguiente estudio.
Aunque en la creación había seres superiores: los ángeles; e inferiores: los animales; seguía sin existir la contra-parte de Adán, él estaba solo. Pero había un propósito al tener al hombre sólo en el jardín. Fue para mostrarle que él tenía la necesidad de estar con alguien.
“Y el hombre no fue hecho para la mujer, sino que la mujer fue hecha para el hombre.” — 1 Corintios 11:9 (NTV)
Una de las características de Adán es ser social, no solo conversando con Dios, sino también con alguien que no sólo comparta sus sentimientos e inteligencia, sino que además tome parte en sus actividades.
“Los creó hombre y mujer, y los bendijo y los llamó «humanos».” — Génesis 5:2 (NTV)
Por lo tanto, el celibato, en general, no es algo bueno, ya sea en el lado del hombre o de la mujer. Los hombres pueden, en oposición a la declaración de Dios, llamar al celibato un estado de «excelencia» o un estado de «consagración», de hecho, hay religiones que incluso fomentan el celibato de los sacerdotes, esto va en contra de lo que nos dice la Palabra de Dios. Recordemos que los sacerdotes levíticos, los profetas, y demás servidores de Dios normalmente han estado casados y tenido hijos.
«Así que Moisés tomó a su esposa y a sus hijos, los montó en un burro, y regresó a la tierra de Egipto…» — Éxodo 4:20 (NTV)
«Aarón se casó con Eliseba, hija de Aminadab y hermana de Naasón. Ella dio a luz a sus hijos Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar.» — Éxodo 6:23 (NTV)
Por otro lado, el apóstol Pablo nos habla de una excepción, ya que él estaba soltero cuando recibió al Señor en su corazón y decidió permanecer así para dedicar su vida a la difusión del Evangelio, puede leer en 1 Corintios todo el capítulo 7 para mayor referencia.
[Dice Pablo]»Cada uno debería seguir viviendo en la situación que el Señor lo haya puesto, y permanecer tal como estaba cuando Dios lo llamó por primera vez. Esa es mi regla para todas las iglesias.» — 1 Corintios 7:17 (NTV)
“No todos pueden aceptar esta palabra —dijo Jesús—. Solo aquellos que reciben la ayuda de Dios. Algunos nacen como eunucos, a otros los hacen eunucos, y otros optan por no casarse por amor al reino del cielo. El que pueda, que lo acepte.” — Mateo 19:11-12 (NTV)
“Haré una ayuda ideal para él”
Esta es una frase muy significativa; con las palabras en hebreo עֵזֶר – `ezer, “ayuda”, pero en este caso concreto es “ayudante”; Eva es la fuente de ayuda para Adán. `Ezer es usado para designar la ayuda divina tanto material como espiritual.
“¡Mi ayuda viene del Señor, quien hizo el cielo y la tierra!” — Salmos 121:2 (NTV)
Inclusive Moisés llamó a su segundo hijo Eli-ezer, que significa «Dios es mi ayuda».
[Moisés] “A su segundo hijo lo llamó Eliezer, porque dijo: «El Dios de mis antepasados me ayudó y me rescató de la espada del faraón».” — Éxodo 18:4 (NTV)
La ayudante ideal viene del hebreo כְּ נֶגֶד – ke-neged, “como la que corresponde a”, es su homóloga, alguien que complementa o completa (como la otra mitad), adecuada para su naturaleza y sus necesidades; es semejante a él en forma, constitución y disposición, quien está cerca de él, para conversar familiarmente con él, y está siempre lista para socorrer y consolarlo. Además de ser agradable, lo complacerá y cuidará como parte de la vida cotidiana. Ella tendrá la misma naturaleza intelectual y moral que él. Sin olvidar la función que hombre y mujer tienen para la propagación de la raza humana. Hasta este punto la ayuda de la mujer era al mismo nivel que el hombre, estaba en armonía con su naturaleza, esto implica que la mujer debía tener una perfecta semejanza del hombre, en una relación ni inferior, ni superior, en todas las cosas como iguales. Pero veremos que la sumisión de la mujer no llegó sino hasta después de la Caída en Génesis 3:16.
“Luego [Dios] le dijo a la mujer: «Haré más agudo el dolor de tu embarazo, y con dolor darás a luz. Y desearás controlar a tu marido, pero él gobernará sobre ti».” — Génesis 3:16 (NTV)
“formó de la tierra todos los animales salvajes y todas las aves del cielo”
En el quinto y sexto día los animales fueron formados en parejas, macho y hembra, con el fin de continuar multiplicando su especie; mientras que el hombre fue hecho solo, y no tenía ninguna compañía de la misma naturaleza que él.
“Los puso frente al hombre para ver cómo los llamaría”
Dios trajo a Adán, ya sea por el ministerio de los ángeles, o por una especie de instinto o impulso, lo cual, los llevó a Adán por su propia voluntad. De la misma forma que los animales entraron en el arca de Noé antes del Diluvio.
“el hombre escogió un nombre para cada uno de ellos”
El hombre había recibido de Dios su lección en el ejercicio del habla y muestra el lenguaje totalmente formado, usando este don y la razón para nombrar a los animales. Este fue un testimonio notable de la inteligencia y la sabiduría del primer hombre, y el dominio que iba a tener sobre el reino animal.
Adán muestra los poderes del hombre de discriminación y clasificación. Este es el nacimiento de la ciencia, la zoología. El primer uso de la palabra es para la denominación de los animales basado en la impresión que éstos tuvieron en él; para ello, se requiere de un gran conocimiento de ellos, así los nombres serán convenientes, describirán su carácter, aspecto, o los ruidos que hagan, haciéndolos adecuados con el fin de distinguir a un animal del otro. Pero lo más importante, era que estos nombres tienen la aprobación divina.
En la Biblia, cuando alguien nombra algo, es porque esa persona tiene dominio sobre algo o alguien, y también es un acto de liderazgo o autoridad sobre lo que se había nombrado. En el caso de Adán, el hecho de que él le puso nombres a todos los animales, significa que él tiene el dominio sobre todos ellos. Los nombres de los animales fueron los mismos hasta que los lenguajes fueron confundidos en la torre de Babel, y cada nación le puso los nombres en su propio idioma.
Aquí vemos la perfección de su conocimiento; porque es bien sabido que los nombres fijados a los diferentes animales en la Escritura siempre expresan alguna característica prominente y característica esencial de las criaturas a la que se aplican. Si no hubiera poseído un conocimiento intuitivo de los rasgos distintivos de esos animales, nunca podría haberles dado estos nombres. Esta circunstancia es una fuerte prueba de la perfección original y la excelencia del hombre.
Era evidente, que ninguno de estos animales, ni siquiera la serpiente, poseían razón o ideas morales e intelectuales, facultades de abstracción, capacidades de comunión racional o culto. Estas son las características que diferencian al hombre de los animales.
“pero aún no había una ayuda ideal para él”
En el proceso en el que los animales fueron traídos a Adán para ponerles nombre, hizo que él se sensibilizara de que había machos y hembras de cada especie. Esta fue la razón principal al ponerle nombre a los animales, que revelara su soledad. El anhelo de una pareja ideal ya estaba profundamente asentado en su mente, y los animales organizados probablemente de dos en dos, no podía dejar de intensificar este sentimiento en su alma.
Esto preparó a Adán para que estuviera más agradecido y para que aceptara más fácilmente a la mujer que Dios formaría de él como una ayudante que sería comparable a sí mismo. La ayudante es su contraparte, la otra mitad de él. Un hombre está incompleto hasta que se casa. Esta es la intención de Dios para el hombre y la mujer. La intención de la mujer es responder al hombre.
En el siguiente estudio veremos la creación de la mujer y los últimos eventos que cierran el día seis, y que traen de vuelta la perfección en la creación de Yahveh.
“Entonces Dios miró todo lo que había hecho, ¡y vio que era muy bueno! Y pasó la tarde y llegó la mañana, así se cumplió el sexto día.” — Génesis 1:31 (NTV)
Continuar leyendo: Génesis 2:21-25 — Dios hizo a la mujer