En el artículo anterior vimos que, desde la antigüedad hasta los tiempos de Marco Polo, había peregrinos que sabían perfectamente en dónde se localizaban los restos del Arca de Noé, y que para ellos era una atracción turística que podían visitar sin necesidad de ser expertos alpinistas para escalar el monte Ararat. Sin embargo, con el paso del tiempo dejaron de darse estos testimonios, como si el Arca hubiera desaparecido. Hasta que en tiempos modernos, se inventaron muchas leyendas sobre avistamientos del Arca en un glaciar del monte Ararat, esto solo trajo confusión a todo el mundo. Ahora hablaremos del redescubrimiento del Arca de Noé, del verdadero lugar en donde se encuentra actualmente.
Tabla de Contenidos del Artículo
El Encubrimiento de la Verdad
Si ya fue redescubierta el Arca de Noé, entonces, ¿por qué no hemos escuchado algo al respecto en los noticieros? ¿Por qué los documentales acerca del Arca de Noé en el History Channel, Discovery Channel, National Geographic o en algún otro programa popular, muestran información contradictoria y atacan la narración bíblica del Diluvio? Porque el diablo controla a los medios de comunicación. La programación de estos canales en cuanto a temas bíblicos, están diseñados para causarle dudas al espectador, para confundirlo, y para hacerle creer que tanto el Arca de Noé como el Diluvio, son tan solo leyendas, mitos o fábulas que nunca sucedieron.
“Pero se levantaron falsos profetas entre el pueblo, así como habrá también falsos maestros entre ustedes, los cuales encubiertamente introducirán herejías destructoras, negando incluso al Señor que los compró, trayendo sobre sí una destrucción repentina.” — 2 Pedro 2:1 (NBLA)
El diablo obviamente no quiere que el mundo se entere de este hallazgo tan importante. Porque si la gente se diera cuenta que el Arca de Noé es real y ha sido preservada aún hasta nuestros días, como un testimonio de la Palabra de Dios, se descubrirían la mayoría de las mentiras de Satanás, como la teoría de la evolución (y sus supuestos millones de años), y la mayoría de los libros de ciencias, historia antigua y geología, se tendrían que reescribir.
“Miren que nadie los haga cautivos por medio de su filosofía y vanas sutilezas, según la tradición de los hombres, conforme a los principios elementales del mundo y no según Cristo.” — Colosenses 2:8 (NBLA)
Los moradores del mundo no van a aceptar, ni a permitir, que esta información sea de dominio público. Por el contrario, intentarán ocultarla, corromperla, desacreditarla e incluso ridiculizarla. Satanás quiere evitar que la gente se dé cuenta de que ha sido engañada por sus mentiras, que la Biblia es verdadera y que necesitan regresar al Creador. ¡No se deje engañar por las maquinaciones de Satanás! (2 Corintios 2:11)
“Amados, no crean a todo espíritu, sino prueben los espíritus para ver si son de Dios, porque muchos falsos profetas han salido al mundo.” — 1 Juan 4:1 (NBLA)
Quizás una de las razones por las que dejaron de escucharse las historias de peregrinaciones para ver el Arca de Noé, fue que el SEÑOR la ocultó de la vista del hombre, para impedir que los agentes del diablo la destruyeran.
“Él me esconderá en su Tabernáculo en el día del mal; me ocultará en lo reservado de su morada; sobre una roca me pondrá en alto.” — Salmos 27:5 (RVR-1995)
El Redescubrimiento del Arca de Noé
En mayo de 1948 hubo un extraño terremoto en Turquía, el cual puso al descubierto una estructura con forma de barco, que se encontraba sobre la ladera de un monte, a unos 32 kilómetros al sur del monte Ararat. Esto causó una gran sorpresa para todos los aldeanos de Nasar, dado que no había ninguna tradición de que el Arca de Noé pudiera localizarse en esa zona. Entre ellos, estaba el granjero Reshit Sarihan, quien llamó a este descubrimiento, “un milagro”, porque llegó a la conclusión de que era el Arca de Noé. Por cierto, el nombre de esa aldea es revelador, porque “Nasar” significa “ofrecer sacrificio” (Génesis 8:20). Este nombre se parece al monte “Nisir”, lugar donde reposó el Arca en la epopeya de Gilgamesh, como lo explicamos en el artículo anterior. Poco después de este terremoto, el nombre de la aldea de Nasar fue cambiado a su nombre actual, Üzengili.
Este hallazgo del Arca por parte de los aldeanos, fue reportado por el corresponsal Edwing Greenwald de la Associated Press de Estambul en Turquía. En su artículo del 13 de noviembre de 1948, dijo que el Arca de Noé había sido vista por un granjero kurdo llamado “Reshit” y por otros aldeanos. Sin embargo, dio información incorrecta con respecto a su ubicación, ya que reportó que el Arca fue encontrada en lo alto del monte Ararat, a una altura de unos 3,500 metros de altura, en el mes de septiembre (de 1948). Tanto la ubicación como la fecha estaban mal. Este reporte ocasionó que fueran expediciones rumbo al monte Ararat, quienes al no encontrar a Reshit, ni al Arca en ese lugar, regresaron decepcionados y desacreditaron la historia.
Debido al fracaso de las expediciones al buscar el Arca en un lugar equivocado, en el monte Ararat, el descubrimiento del granjero Reshit quedó en el olvido durante 11 años.
El Arca de Noé en Life Magazine
Fue hasta el 11 de septiembre de 1959, cuando el Arca fue fotografiada accidentalmente desde el aire por un capitán del ejército turco llamado Ilhan Durupinar, quien estaba trabajando para el Servicio Geodésico de la OTAN. Al estar revisando las fotografías aéreas, se encontró una curiosa formación geológica con forma de un barco localizada sobre una montaña a unos 32 Km al sur del monte Ararat. El cartógrafo responsable confirmó que esto no podía ser una formación natural. Además, el Dr. Arthur J. Brandenberger, un americano experto en fotogrametría quien es famoso mundialmente, afirmó: «No me cabe la menor duda de que este objeto es un barco. En toda mi carrera nunca he visto un objeto como éste en una foto estereoscópica. Incluso la longitud aproximada del objeto coincide con el Arca de Noé».
Esto despertó el interés de geólogos y estudiosos de la Biblia, y un año después, una expedición americana de la Fundación de Investigaciones Arqueológicas (ARF) partió hacia el lugar. A 2,000 m de altura sobre el nivel del mar, en medio de grietas y escombros por los deslizamientos de la tierra, los científicos encontraron esta formación geológica con forma de barco, conocida actualmente como la formación Durupinar, y que, como veremos, es el lugar de descanso actual del Arca de Noé.
Luego de tan solo dos días de exploración en el sitio, los investigadores que buscaban madera, sólo encontraron arcilla y roca. Inclusive utilizaron dinamita para hacer un agujero y ver si encontraban madera enterrada bajo la superficie, pero sólo encontraron lo que parecía ser más tierra. Por lo que, la expedición llegó al precipitado veredicto de que se trataba de una “formación geológica natural”. Sin considerar que una madera con unos 4,500 años de antigüedad, a esa altitud, ya se hubiera podrido tiempo atrás si no se hubiera fosilizado.
Esta aparente desilusión, rápidamente fue aprovechada por el enemigo. De modo que, la popular revista americana Life Magazine (en la edición del 5 de septiembre de 1960, págs. 112 y 114), aprovechó para confundir y hacer dudar a la gente, al publicar los supuestos resultados negativos de la apresurada investigación de 2 días en el sitio del Arca. Llamaron a esta formación en forma de barco, un “misterio”, y reportaron que, según la investigación, “no había señales de que el objeto fuera hecho por el hombre”. Sin embargo, también reportaron la opinión de un científico del grupo, quien dijo que “nada en la naturaleza podría crear figura simétrica semejante”.
“En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, que hayas escondido esto de los sabios y de los entendidos, y lo hayas revelado a los niños.” — Mateo 11:25 (JBS)
El SEÑOR Muestra Donde Está el Arca
Esta estrategia del enemigo volvió a funcionar, porque durante los siguientes 17 años, este maravilloso descubrimiento continuó siendo ignorado, y pasó desapercibido por el mundo. De esta forma, los cazadores del Arca volvieron de nueva cuenta hacia el monte Ararat para perpetuar entre los cristianos la confusión con respecto a su ubicación.
Sin embargo, el ETERNO ya tenía un plan, Él iba a utilizar este falso reporte para mostrar al mundo la locación del Arca de Noé. A través de un creyente cristiano, llamado Ron Wyatt (1933 – 1999), quien vio ese artículo de la revista Life Magazine que hablaba sobre la posible localización del Arca de Noé, y se interesó mucho en este descubrimiento. Podemos apreciar que por años el Espíritu Santo estuvo trabajando en el corazón de Ron para realizar esta labor.
“El misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos”. — Colosenses 1:26 (RVR-1960)
Pero no fue sino hasta 1977, que Ron pudo viajar a Turquía para corroborarlo. Él compró boletos de avión y sus 2 hijos adolescentes lo acompañaron para buscar el sitio mencionado por la revista. Al llegar a aquella región, contrataron a un taxista para buscar el Arca. Sin embargo, el primer problema al que se enfrentaron, fue el no saber hacia dónde debían dirigirse. Ron no sabía dónde se encontraba el Arca, porque a pesar de que contactó a los miembros de la expedición mencionada en la revista, ninguno le supo decir cómo llegar al sitio de la formación que exploraron. Dado que a ellos los habían llevado a caballo los militares turcos.
“Confía en el SEÑOR con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento.” — Proverbios 3:5 (NBLA)
Para solucionar el problema Ron hizo oración, pidiéndole a Dios Su ayuda para localizar el Arca de Noé, para que el taxi que los llevaba se detuviera en el lugar donde debían comenzar a buscar. Y eso fue justamente lo que pasó, de camino a su hotel, el taxi en el que iban Ron y sus hijos se detuvo por sí mismo, el vehículo simplemente se apagó por completo, así que ellos pensando que esto era la respuesta a su oración, apilaron rocas a un lado de la carretera mientras el chofer trataba de ver cuál era el problema con el taxi. Tan pronto terminaron de apilar las piedras, el taxi encendió sin problemas nuevamente y continuaron con su viaje, hasta que el auto se volvió a detener. Otra vez sucedió lo mismo, y Ron volvió a apilar piedras a un lado de la carretera. Continuaron de nueva cuenta. Cuando el taxi se detuvo por tercera vez, Ron empezó a sospechar que quizás el automóvil realmente tendría alguna falla mecánica, pero de todas formas, “por si las dudas”, apilaron piedras por tercera vez.
“Clama a Mí, y Yo te responderé y te revelaré cosas grandes e inaccesibles, que tú no conoces”. — Jeremías 33:3 (NBLA)
Ron dedicó los últimos 3 días de sus vacaciones para visitar las 3 áreas donde habían apilado las piedras, y en cada una encontraron pruebas de que efectivamente ahí estaba el Arca de Noé. Fue hasta el último día que Ron encontró la formación Durupinar, y no tuvo mucho tiempo para explorar el sitio. Sin embargo, Ron regresó a su hogar en los Estados Unidos, y continuó ahorrando dinero para financiarse el siguiente viaje a este mismo lugar. Los descubrimientos de Ron fueron realizados a través de 18 viajes a este lugar, durante 10 años. Ron financió todas sus expediciones, así que dependía del dinero que podía juntar para hacerlo.
[Jesús dice] “Pidan, y se les dará; busquen, y hallarán; llamen, y se les abrirá. Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.” — Mateo 7:7-8 (NBLA)
El lugar donde Ron encontró el Arca de Noé está localizado en la montaña Akyayla situada sobre el valle de Gürbulak, cerca de la frontera iraní, entre los pueblos de Telçeker (Sürbehan) y Üzengili (Nasar). Esta formación descansa sobre las capas de rocas sedimentarias meso-terciarias, corroborando que esta montaña se formó durante el Diluvio y no después como el monte Ararat.
El Milagro que Movió la Montaña
Después de ver la misma formación que descubrió el granjero Reshit Sarihan, Ron supo que necesitaría permisos del gobierno de Turquía para poder excavar, para probar al mundo que esos eran los restos del Arca. Entonces hizo oración para que mejor un terremoto revelara más del Arca. Su oración fue escuchada. Al año siguiente, en 1978, una serie de terremotos removieron tanta tierra alrededor del Arca de Noé, que la dejaron totalmente expuesta. Algo que le hubiera tomado al hombre décadas de excavación, ¡el SEÑOR lo hizo en segundos! ¿Acaso no nos dijo Jesucristo que si teníamos fe podíamos mover montañas?
[Jesús dice] “Porque de cierto les digo que si tienen fe como un grano de mostaza, dirían a este monte: “Pásate de aquí, allá”; y se pasará. Nada les será imposible.” — Mateo 17:20b (RVA 2015)
[Jesús dice] “De cierto, de cierto les digo que el que cree en Mí, él también hará las obras que Yo hago. Y mayores que estas hará, porque Yo voy al Padre. Y todo lo que pidan en Mi nombre, eso haré para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si me piden alguna cosa en Mi nombre, Yo la haré.” — Juan 14:12-14 (RVA 2015)
Aldeanos Ilesos después del Temblor
De acuerdo al testimonio de la gente de los alrededores, esta fue una experiencia extraordinaria, porque antes del terremoto, ¡el cielo se tornó plateado! Esto ocasionó que los habitantes de la región salieran a mirar al cielo, maravillados, y gracias a este fenómeno, los habitantes estaban fuera de sus casas, y por lo mismo, no hubo heridos por el terremoto.
“Muchas son, Señor, Dios mío, las maravillas que Tú has hecho, y muchos Tus designios para con nosotros; nadie hay que se compare contigo; si los anunciara, y hablara de ellos, no podrían ser enumerados.” — Salmos 40:5 (NBLA)
“Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas lo libra el SEÑOR. Él guarda todos sus huesos; ni uno de ellos es quebrantado.” — Salmos 34:19-20 (NBLA)
El Arca Quedó al Descubierto
Cuando Ron Wyatt se enteró de los terremotos en Turquía, se preparó para regresar en agosto de 1979. Cuando llegó, se sintió abrumado por lo que vio, gratamente maravillado por la respuesta a sus oraciones: los terremotos removieron la tierra alrededor del Arca. Pudo ver los restos de las costillas laterales del Arca expuestos, tomar algunas muestras, y medir su longitud, 157 m, que es la longitud de 300 codos, exactamente según la descripción de la Biblia con las medidas del Arca (Génesis 6:15). Ron confirmó que para las medidas debía considerar el codo egipcio (52.3 cm), a diferencia del codo hebreo. Porque el codo con el que Moisés hubiera estado familiarizado (luego de pasar sus primeros 40 años de vida en Egipto), habría sido el codo real egipcio, el estándar de medida más universal en el mundo antiguo.
“Y sabemos que Dios hace que todas las cosas ayuden para bien a los que lo aman; esto es, a los que son llamados conforme a su propósito.” — Romanos 8:28 (RVA-2015)
En la época de Moisés no existía el «codo común hebreo» de 45.7 cm, que es el tradicionalmente aceptado en la actualidad para calcular las dimensiones del Arca, que equivocadamente serían 137 m de largo. El codo hebreo fue una medida que se adoptó mucho tiempo después, luego del Cautiverio (ver tabla adjunta). Puede ver más información con respecto a estas mediciones en nuestro estudio Génesis 6:15-16 – Dios ordena la construcción del Arca (Parte 2). Lo anterior convenció a Ron de que estaba viendo los restos del Arca de Noé. Sin embargo, aún con esta medición como una prueba tan convincente, Ron sabía que necesitaba explorar este lugar más a fondo.
“Grandes son las obras del SEÑOR, buscadas por todos los que se deleitan en ellas. Esplendor y majestad es Su obra, y Su justicia permanece para siempre. Ha hecho Sus maravillas para ser recordadas; Clemente y compasivo es el SEÑOR. Ha dado alimento a los que le temen; Recordará Su pacto para siempre.” — Salmos 111:2-5 (NBLA)
El Deslizamiento del Arca hasta ese sitio
Ron se percató de que el Arca parecía estar atravesada por su costado por una gran saliente de piedra caliza, por lo que concluyó que el Arca debió haberse deslizado a esa posición desde lo alto de la montaña. Su teoría fue comprobada cuando en la cima de la montaña, Ron encontró un monumento de piedra antiguo, grabado con la imagen de un barco con 8 caras en su interior, varios pájaros y la montaña con forma de media luna. Mientras inspeccionaba la cima de la montaña en forma de media luna, Ron encontró en el suelo, una gran sección de lo que parecía ser madera fosilizada, que medía 36 por 12 metros. Ron pensó que esta madera era la parte inferior del Arca, marcando el lugar donde esta reposó originalmente durante el Diluvio. También encontró restos de que una avalancha de lodo había transportado el Arca unos 2 km cuesta abajo, hasta que fue detenida por la saliente de piedra caliza en su lugar actual, este deslizamiento de tierra ha de haber colapsado los 3 pisos en su interior, y el lodo de la avalancha debió haberla enterrado para su preservación hasta nuestros días, a través de la fosilización.
En 1984, Ron regresó, y con la ayuda de detectores de metales, encontró un patrón repetitivo cada 2.7 m, que demostraba que la formación era algo hecho por el hombre. Tomó algunas muestras de las rocas, las cuales, al analizarlas en un laboratorio, se encontró que contenían altos niveles de carbono (4.95%), algo normal para restos de madera descompuesta y fosilizada.
En una especie de remache metálico se encontró hierro. Por las dimensiones del Arca, tiene mucho sentido que se utilizara metal para unir las vigas de la embarcación. Además, otras muestras mostraron aleaciones muy sofisticadas resistentes al agua con aluminio al 6%, magnesio y titanio, en niveles de concentración que no se encuentran en la naturaleza. Al igual en un lastre que contenía manganeso a más del 84%, cuando en la naturaleza se encuentra entre el 35% y el 50%. Sabemos que el metal se trabajaba en tiempos antediluvianos como lo vimos en Génesis 4:19-24 – La descendencia de Caín (Parte 2).
En el siguiente artículo concluiremos con el favor de Dios hablando de los esfuerzos de Ron Wyatt para el redescubrimiento del Arca, veremos qué hicieron las autoridades de Turquía al enterarse de los hallazgos de Ron. También veremos cómo estos hallazgos han inspirado a otros creyentes, quienes han viajado a Turquía para corroborar la autenticidad de estos descubrimientos.
¡Que Dios los bendiga!
Fotografías Cortesía de: Kevin Fisher (ArkDiscovery.com), y DiscoveredNoahsArk.com
Continuar leyendo: Génesis 8:4 – ¿Dónde está el Arca de Noé? (Parte 3)
Ir al principio de: Génesis 8:1 – Un Nuevo Comienzo
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