Noe Arca Ararat animales saliendo

Génesis 8:2-4 – El Agua del Diluvio Moldea la Tierra


En el artículo anterior vimos las similitudes de la Creación, con los pasajes de Génesis 8 y 9, demostrando que, ambos eventos fueron planeados hasta el último detalle por el Creador, y que todo está bajo Su control. Ahora veremos cómo el SEÑOR va a utilizar el agua, para dar forma a los continentes, a la topografía de las montañas, a los valles y hasta a las profundidades de los océanos, cuando el agua es drenada sobre los sedimentos que fueron depositados por las aguas de la gran profundidad.



Ver. 2 — Y las fuentes del abismo y las ventanas de los cielos fueron cerradas, y la tormenta de los cielos fue detenida.

Las fuentes del gran abismo fueron abiertas

Este versículo nos demuestra cómo el SEÑOR, quien envió el Diluvio, es ahora quien también lo quita, describiendo Su mandato para revertir Génesis 7:11-12, cuando todas las fuentes del gran abismo estallaron, y las ventanas del cielo fueron abiertas. Ahora, las Escrituras nos revelan que las fuentes del “gran abismo” se redujeron a solo las fuentes del “abismo”, y no se menciona que “todas” las fuentes fueron cerradas, por lo que algunas pudieron quedar abiertas para recibir agua del Diluvio de regreso. Mi opinión es que, el agua procedente de las ventanas de los cielos, cayó a chorros durante los primeros 40 días. Los otros 110 días, el agua que caía del cielo, debió proceder de las aguas expulsadas por las fuentes del gran abismo, con tremenda fuerza, y lanzadas a grandes alturas; y también, probablemente de las primeras nubes que se formaron, por la gran condensación del agua del Diluvio que saturaba la atmósfera. Esto formaba terribles tormentas, que se detuvieron cuando el viento del SEÑOR fue enviado para calmar toda esta tempestad y empezar a secar la tierra.

“Pues cuando dicen esto, no se dan cuenta de que los cielos existían desde hace mucho tiempo, y también la tierra, surgida del agua y establecida entre las aguas por la palabra de Dios, por lo cual el mundo de entonces fue destruido, siendo inundado por el agua.” — 2 Pedro 3:5-6 (NBLA)

Los límites del agua de los océanos

En Job 38:8-11, el SEÑOR le dice a Job, que Él puso puertas para contener las aguas durante la Creación, y entendemos que permitió que fueran abiertas durante el Diluvio, y así brotaran las aguas del abismo. Después de este juicio, ahora está cerrando otra vez las puertas, y las está reforzando con barras, para mantener a los mares y océanos en sus límites, para que no inunden a los continentes, esto se mantiene vigente hasta nuestros días. Por lo que es mentira que el “calentamiento global” vaya a “derretir los polos” y que las áreas costeras vayan a inundarse. Le puedo asegurar que, si el SEÑOR no mueve los límites de los océanos, esto no puede ocurrir (Proverbios 8:29).

“¿Quién contuvo mediante compuertas el mar cuando, irrumpiendo, salió del vientre” — Job 38:8 (RVA 2015)

“¿A Mí no me temerán?, dice el SEÑOR. ¿No temblarán delante de Mí, que puse la arena como límite del mar, por decreto eterno que no lo podrá traspasar? Se levantarán sus olas, pero no prevalecerán; rugirán, pero no lo pasarán’.” — Jeremías 5:22 (RVA 2015)

Ver. 3 — Y las aguas retrocedían de sobre la tierra, yendo y volviendo. Y decrecieron las aguas al final de ciento cincuenta días.

En el mismo día que el Espíritu del SEÑOR cerró las fuentes del abismo, debió haber iniciado el movimiento de las hidroplacas, causando que colisionaran, y en cuestión de horas, formaran los continentes y las montañas, quedando en las posiciones que conocemos en la actualidad. Por cada kilómetro cúbico de tierra que se elevó sobre las aguas del Diluvio, se drenó un kilómetro cúbico de agua hacia las cuencas oceánicas. Esto hizo que las aguas retrocedieran, “yendo y volviendo” muy violentamente, debido a los movimientos masivos de los continentes y océanos. Por eso, el SEÑOR colocó al Arca fuera de este peligro, al hacer que descansara sobre una de las recientemente formadas montañas de Ararat (Génesis 8:4).

Hidroplacas dan forma al fondo marino

“Se levantaron los montes, se hundieron los valles, al lugar que Tú estableciste para ellos. Pusiste un límite que no pueden cruzar, para que no vuelvan a cubrir la tierra.” — Salmos 104:8-9 (NBLA)

Recuerde que, sobre las hidroplacas de granito, se depositaron millones de toneladas de sedimentos durante 5 meses, los cuales estaban distribuidos en diferentes capas de lodo. Cuando colisionaron estas capas de sedimentos, se torcieron, doblaron, plegaron y se retorcieron. Con el tiempo, se secaron y se convirtieron en las capas de rocas sedimentarias que encontramos en todo el mundo. Estas capas de roca tienen formas muy caprichosas, algunas están dobladas en ángulo recto. Esto desafía la teoría del uniformismo, en donde supuestamente tomó “millones de años” formar estas capas de rocas; porque estas rocas se romperían, antes de tener un doblez tan pronunciado.

Capas sedimentarias con formas caprichosas

En el Gran Cañón del Colorado podemos observar la acumulación de sedimentos que se depositaron sobre las hidroplacas, con unos 1.2 Km de profundidad promedio. Esto sepultó cualquier rastro de las civilizaciones antediluvianas, bajo toneladas de tierra. La separación entre los sedimentos y las hidroplacas de granito, está marcada por la “Gran Discordancia”, que es un término de geología, para referirse a un gran cambio en las condiciones, en que se produjo el depósito de las capas de roca. Esta “discordancia” es visible por todo el mundo.

Él multiplica las naciones, y Él las destruye; esparce a las naciones, y las vuelve a reunir.” — Job 12:23 (RVR-1960)

La Gran Discordancia en el Cañón del Colorado

Todos los fósiles a nivel mundial se encuentran por encima de esta capa, por eso también es llamada la “interfaz Cámbrico-Precámbrico”, porque de acuerdo a la teoría de la evolución, marca la explosión de la vida con rastros de seres vivientes durante el periodo Cámbrico, y por eso no se encuentran fósiles a mayores profundidades por debajo de la Gran Discordancia. Con estas teorías, niegan que los fósiles que hoy encontramos, en realidad pertenecen a los animales antediluvianos que vivían al mismo tiempo, y que fueron sepultados en diferentes capas de sedimento durante la inundación. Por cierto, los nombres de las capas geológicas, generalmente provienen del nombre del área en donde se encontraron. Por ejemplo, Cámbrico se deriva del área de Cambria, el nombre en latín de Gales.

“Y Yo, he aquí que Yo traigo un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir toda carne en que haya espíritu de vida debajo del cielo; todo lo que hay en la tierra morirá.” — Génesis 6:17 (RVA)

Entre las evidencias del Diluvio que las teorías geológicas evolutivas no pueden explicar, están:

arena del Parque nacional Grandes Dunas de Arena en Colorado

La existencia de enormes capas de arena por toda la tierra, transportadas por el agua del Diluvio, sobre continentes enteros. Recientemente se descubrió que la arena de Arizona y de Colorado, provienen de Pensilvania, Nueva York y de Canadá. La fotografía muestra montañas de arena del Parque nacional Grandes Dunas de Arena en Colorado, a kilómetros de la costa. La teoría de la evolución, no puede explicar cómo esta arena fue trasportada por más de 1,000 kilómetros.

Meseta o altiplanicie

Cuando las masivas cantidades de agua del Diluvio, pasaron a gran velocidad, crearon las extensas mesetas o altiplanicies, al desbastar la superficie de los sedimentos blandos, alisándolos, y dejando un terreno plano a su paso. Las teorías geológicas lo llaman planación (por la máquina cepilladora de madera, en inglés “planer”, la cual desbasta y hace uniforme el grosor de la madera), e intentan explicar el origen de las mesetas diciendo que fueron creadas por fuerzas tectónicas, por la erosión del terreno circundante, o admiten que emergieron de una meseta submarina. Buscan explicaciones con todo, menos que fueron creadas por las aguas del Diluvio, siendo que estas mesetas constituyen los paisajes más comunes de la tierra. Alrededor del 60% de África está formado por mesetas.

“¡Todo valle será rellenado, y todo monte y colina rebajados! ¡Lo torcido será convertido en llanura, y lo escabroso en amplio valle!” — Isaías 40:4 (RVA-2015)

Montañas Beartooth en Montana

Las aguas continuaron retrocediendo, provocando que grandes y masivas cantidades de agua, se desplazaran rápidamente, cortando los picos de diferentes cadenas montañosas, como los picos de granito de las montañas Beartooth en Montana. ¿Qué fenómeno tiene la suficiente fuerza como para devastar el granito sólido de las cimas de estas montañas? La teoría de la evolución tampoco tiene una respuesta para esto.

“Porque los montes serán quitados y las colinas temblarán, pero Mi misericordia no se apartará de ti, y el pacto de Mi paz no será quebrantado», dice el SEÑOR, que tiene compasión de ti.” — Isaías 54:10 (NBLA)

“Porque en Su mano están las profundidades de la tierra, y las alturas de los montes son Suyas. Suyo también el mar, pues Él lo hizo; y Sus manos formaron la tierra seca.” — Salmos 95:4-5 (RVR-1960)

Erosion del Gran Cañón del Colorado

Cuando las hidroplacas colisionaron y se elevaron sobre las aguas, el drenaje del agua arrastró parte de los sedimentos de lodo blandos que escurrieron por las mesetas y altiplanicies, erosionando su topografía, y formaron cañones profundos, tanto sobre la tierra, como en los océanos. Las aguas del Diluvio formaron más de 300 cañones por todo el mundo. Entre ellos, el Gran Cañón del Colorado, que no pudo ser formado por el río Colorado, porque la altura del río cuando llega al cañón, está muy por debajo de la parte superior del cañón, lo que hace imposible que pudiera erosionar a la mayoría de las capas superiores de esta bella formación.

“Los montes se derritieron como cera delante del SEÑOR, delante del Señor de toda la tierra.” — Salmos 97:5 (JBS)

Ver. 4 — Y el arca descansó en el séptimo mes, en el día diecisiete del mes, sobre las montañas de Ararat.

“Y el arca descansó”

El Arca reposó en las montañas de Ararat

Existe un juego de palabras en hebreo, con las palabras נוּחַ – núaj (“descanso”) y נֹחַ – Nóaj (“Noé”). El verbo núaj significa descansar, reposar, depositar, hacer descender, asentarse, permanecer, etc., y es la raíz de donde se deriva el nombre de Noé (נֹחַ – Nóaj), que significa “traer descanso, consuelo o alivio, confortar”, como lo vimos en nuestro estudio Génesis 5 – Introducción y el Mensaje Escondido. Es como si estuviéramos diciendo en hebreo que el Arca «Noé-ó» (descans-ó) sobre una montaña de Ararat. Además, es la segunda referencia al descanso después de Génesis 2:2-3, cuando el SEÑOR descansó en el Séptimo Día, después de haber terminado Su Creación. Ahora el Arca con los representantes de Su Creación, también descansa de las aguas del Diluvio.

“Dios es nuestro refugio y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos aunque la tierra sufra cambios, y aunque los montes se deslicen al fondo de los mares; aunque bramen y se agiten sus aguas, aunque tiemblen los montes con creciente enojo.” — Salmos 46:1b-3 (NBLA)

Jesús en el Sermón del Monte

Este pasaje apunta a nuestro Señor Jesucristo, porque nos enseña que los pasajeros cansados y cargados del Arca, pueden descansar en Él (Mateo 11:28), en la Roca (Mateo 7:24, 16:18; 1 Corintios 10:4, 3:11; Deuteronomio 32:4, 18). En el momento preciso, el Arca reposó sobre la Roca de su salvación (Salmos 18:2, 46), esta Fortaleza de Roca será su alto refugio (Isaías 33:16). Este simbolismo nos recuerda que la montaña de la casa del SEÑOR, será establecida como la cabeza de los montes (Miqueas 4:1). La lección es que: Jesús sea el descanso para su corazón, porque no va a encontrar descanso en las soluciones del mundo. Cristo es el único quien nos puede librar del juicio de Dios.

[Jesús dice] “Por tanto, cualquiera que oye estas palabras Mías y las pone en práctica, será semejante a un hombre sabio que edificó su casa sobre la roca; y cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y azotaron aquella casa; pero no se cayó, porque había sido fundada sobre la roca.” — Mateo 7:24-25 (NBLA)

“En el séptimo mes, en el día diecisiete del mes”

Jesucristo fue sepultado y resucitó al tercer día
Jesucristo fue sepultado y luego resucitó al tercer día.

Según el judío Nahmánides (conocido como Rambán), el calendario en los tiempos de Noé iniciaba el primero de Tishrí, por ser el aniversario del primer día de la Creación. Y no fue sino hasta el Éxodo de Egipto, cuando Dios ordenó a Moisés que el calendario empezara el primero de Avív, como un nuevo comienzo, por los milagros de la Pascua. Por lo que, el séptimo mes de acuerdo a esta tradición judía, corresponde al mes de Avív o Nisán. La mención de esta fecha en el pasaje del Diluvio toma un nuevo simbolismo, porque el 17 de Aviv es el aniversario, en anticipación, de la resurrección de nuestro Señor Jesucristo, y aquí nos habla del nuevo comienzo de la humanidad en Cristo. Puede ver más información en nuestro estudio Génesis 7:11 – El Diluvio Comienza (Parte 1).

“Y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras.” — 1 Corintios 15:4 (RVR-1960)

“Le dice Jesús: YO SOY la resurrección y la vida; el que cree en Mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en Mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?” — Juan 11:25-26 (JBS)

“Sobre las montañas de Ararat”

En el día 150 del Diluvio, el Rúaj (el Espíritu o viento) del SEÑOR, inició los eventos que provocarían el retroceso de las aguas, al cerrar las fuentes del abismo, y hacer que un viento secara toda la humedad ambiental, esto a su vez, debió haber dado inicio al desplazamiento de las hidroplacas. No podemos imaginar los cambios tan impresionantemente violentos que esto causó.

“Antes que nacieran los montes y formaras la tierra y el mundo, desde la eternidad hasta la eternidad, Tú eres Dios.” — Salmos 90:2 (RVA-2015)

Arca de Noé descansando en las montañas de Ararat

Para la formación de las montañas de Ararat, tuvieron que colisionar las hidroplacas euroasiática, la de Arabia y la Africana, y al momento preciso cuando las montañas de Ararat se estaban levantando, las aguas que transportaban al Arca descendían, permitiendo que el Arca descansara sobre la montaña, como si la hubiera depositado o atrapado en su pico. Evitando así que la turbulencia de las aguas, que iban y venían, dañaran al Arca y a sus tripulantes. Porque en otras partes, la colisión de las hidroplacas también estaban formando las montañas de los Himalayas, incluyendo al monte Everest; las cordilleras de los Andes, los Alpes, las Rocallosas. Y los continentes, estaban siendo moldeados por las aguas del Diluvio, con violenta fuerza y movimientos sísmicos, tomando su forma, muy similar a la que hoy conocemos. También el agua se estaba desplazando hacia las cuencas oceánicas, dando forma a los mares y océanos. Mientras que otra parte del agua se empezó a filtrar, para formar los mantos acuíferos subterráneos.

“Alzaré mis ojos a los montes. ¿De dónde vendrá mi socorro?” — Salmos 121:1 (RVR-1995)

Ararat es una región central en Armenia. El Arca descansó sobre los montes ubicados dentro de esta región. Las Escrituras no especifican exactamente sobre cuál montaña de Ararat descansó el Arca, y se han desarrollado múltiples teorías de su ubicación. Pero como veremos en estudios posteriores, con el favor de Dios, se cree que este pasaje se refiere a la región montañosa de lo que ahora es Armenia (al este de Turquía). En el Tárgum de Jonathan, se agregó que el séptimo mes corresponde al mes de Nissan, y que el Arca descansó en una montaña de Armenia, en la que se edificó una ciudad (Isaías 37:38; Jeremías 51:27).

El nombre “Ararat” significa “montaña de descenso”, “la maldición revertida”, “precipitación de una maldición”. La raíz en sánscrito Arjawarta, significa “tierra santa”, según Bohlen, Benfey y Gesenius. El nombre “Armenia” tiene los mismos significados que Ararat.

“Tu justicia como los montes de Dios, tus juicios abismo grande: Oh SEÑOR, al hombre y al animal conservas.” — Salmos 36:6 (JBS)

La montaña que tradicionalmente se señala como aquella sobre la que descansó el Arca, se llama Ara Dagh, la «montaña de los dedos». Su cumbre consta de dos picos, el más alto tiene 5.4 Km y el otro 4 Km de altura sobre el nivel del mar.

En nuestro siguiente estudio, continuaremos analizando el largo periodo de espera que tuvieron los tripulantes del Arca, para poder asegurarse que era seguro bajar de ella, mientras que la tierra surgía de entre las aguas y se secaba, para poder sostener la vida de plantas y animales.

¡Que Dios los bendiga!


Continuar leyendo: Génesis 8:4 – ¿Dónde está el Arca de Noé? (Parte 1)

Ir al principio de: Génesis 8:1 – Un Nuevo Comienzo