En el artículo anterior vimos que las palmeras en las Escrituras simbolizan a creyentes, por su rectitud, así como las palmeras son rectas. Ahora hablaremos de otro árbol bastante común en Tierra Santa, veremos a quiénes se refieren las Escrituras cuando mencionan a los olivos, de donde se obtiene el aceite.
El Olivo
El olivo es un árbol de hoja perenne, sus hojas ovaladas son de color verde plateado, y su fruto son las aceitunas, que se cosechan a principios del otoño. Por fuera, el olivo puede parecer bastante común, sin embargo, es un árbol muy resistente, que puede soportar climas extremos y sobrevivir en condiciones áridas y de sequía que destruirían a muchos otros árboles. Es difícil erradicar a un olivo antiguo, porque siempre retoña de la raíz. El árbol puede llegar a medir unos 24 metros de altura. El olivo crece muy lentamente, y puede alcanzar a vivir cientos de años. Si uno visita el Monte de los Olivos en Jerusalén, ahí encontrará varios olivos muy antiguos. El árbol alcanza su producción completa hasta que tiene 30 años, a esa edad es muy fructífero, al igual que las palmeras. Recordando que los árboles simbolizan personas, comparemos que, a los 30 años, los sacerdotes levíticos empezaban su servicio en el Tabernáculo (Números 4:3, 23, 30, 35, 39, 43), y es la misma edad a la que nuestro Señor Jesucristo comenzó Su ministerio (Lucas 3:23).
“Pero yo soy como olivo verde en la casa de Dios; en la misericordia de Dios confío eternamente y para siempre.” — Salmos 52:8 (NBLA)
“Fueron una vez los árboles a elegirse un rey y dijeron al olivo: “Reina sobre nosotros.” Pero el olivo respondió: “¿He de dejar mi aceite, con el cual se honra a Dios y a los hombres, para reinar sobre los árboles?”.” — Jueces 9:8-9 (RVR-1995)
El olivo es mencionado por primera vez en el pasaje del Diluvio, cuando la paloma regresa a Noé con una rama de olivo, como muestra de que nueva vida había brotado sobre la tierra, y simbolizaba la relación entre el Espíritu Santo (simbolizado por una paloma en Lucas 3:22; Mateo 3:16; Juan 1:32) y la salvación y paz de Cristo, quien es la Vida (Juan 14:6), quien sostiene a Su Creación (Colosenses 1:16-17; Hebreos 1:3). Ambos están involucrados en un nuevo comienzo para la humanidad en la reconciliación con Dios (Génesis 8:7-11).
“La paloma volvió a él a la hora de la tarde trayendo una hoja de olivo en el pico; y supo Noé que las aguas se habían retirado de sobre la tierra.” — Génesis 8:11 (RVR-1995)
En los tiempos bíblicos, los olivos eran una fuente esencial de alimento (Nehemías 9:25) y su madera fue utilizada para el Templo del SEÑOR (1 Reyes 6:23, 31–33). Pero su uso más importante es en la producción del aceite de oliva, ya que aproximadamente el 30% del fruto maduro es aceite. En Israel, este aceite era utilizado como: aceite de lámpara (Éxodo 27:20), aceite de unción (1 Samuel 10: 1; 2 Reyes 9:3; Santiago 5:14), aceite para el sacrificio (Levítico 2:4; Génesis 28:18), y medicina (Lucas 10:34; Isaías 1:6). Todavía hoy, el aceite de oliva es considerado como promotor de una buena salud.
“Porque el Señor tu Dios te trae a una tierra buena, a una tierra de corrientes de aguas, de fuentes y manantiales que fluyen por valles y colinas; una tierra de trigo y cebada, de viñas, higueras y granados; una tierra de aceite de oliva y miel.” — Deuteronomio 8:7-8 (NBLA)
“También en el santuario interior hizo dos querubines de madera de olivo, cada uno de 10 codos (4.5 metros) de alto.” — 1 Reyes 6:23 (NBLA)
El Aceite de Oliva
El aceite de oliva en las Escrituras simboliza al Espíritu Santo, es el “Aceite de la alegría [gozo]” (Salmos 45:7; Isaías 61:3; Hechos 13:52), quienes reciben al Espíritu de Dios, son ungidos espiritualmente con aceite (1 Juan 2:27; Salmos 92:10, 23:5). ¿Y por qué aceite? Porque el aceite en los tiempos bíblicos es lo que se utilizaba como combustible para encender y mantener encendidas las lámparas. Cuando una persona tiene este aceite espiritual, su lampara está encendida con la luz de Dios, porque recibió a Cristo, la Luz del mundo, en su corazón. Esta persona se convierte en un creyente que, a su vez, puede alumbrar el camino para otras personas, al llevarles la Palabra de Dios y evangelizarlas.
“Jesús les habló otra vez, diciendo: «Yo Soy la Luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la Luz de la vida».” — Juan 8:12 (NBLA)
[Jesús dice] “Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad situada sobre un monte no se puede ocultar; ni se enciende una lámpara y se pone debajo de una vasija, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en la casa. Así brille la luz de ustedes delante de los hombres, para que vean sus buenas acciones y glorifiquen a su Padre que está en los cielos.” — Mateo 5:14-16 (NBLA)
Cuando los discípulos recibieron al Espíritu Santo en Pentecostés, aparecieron como señal unas lenguas como de fuego sobre sus cabezas (Hechos 2:3), esto demostraba que habían sido encendidos espiritualmente, como lámparas, listos para alumbrar con la Palabra de Dios. Ese mismo día, el discurso de Pedro, produjo que 3,000 personas recibieran a Jesucristo en sus corazones. Encontramos otra referencia similar en la Parábola de las Diez Vírgenes (Mateo 25:1-13), las vírgenes con sabiduría tenían aceite en sus lámparas (Lucas 12:35). Con sus lámparas encendidas estaban listas para recibir al novio (Cristo, Mateo 9:14-15; Juan 3:28-30).
“Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido, para que anuncien las virtudes de aquel que los ha llamado de las tinieblas a Su luz admirable.” — 1 Pedro 2:9 (RVA-2015)
La única fuente de luz dentro del Tabernáculo, y en el Templo de Dios, provenía del candelero sagrado (de מְנוֹרָה – Menorá). Este consistía de 7 lámparas de aceite, un símbolo del Espíritu Santo, y de los “Los 7 Espíritus del SEÑOR” (Apocalipsis 4:5; Éxodo 25:31-33). Para su referencia, puede ver nuestra serie de artículos ¿Qué son los 7 Espíritus del SEÑOR?
“Manda a los hijos de Israel que te traigan aceite de olivas claro y puro para la iluminación, a fin de hacer arder continuamente las lámparas.” — Levítico 24:2 (RVA-2015)
El aceite de oliva, es la base a la que se agregaba una mezcla de especias para hacer el “aceite de la santa unción”, cuyo uso era exclusivo para la consagración del Tabernáculo y de los sacerdotes descendientes de Aarón, al ungirlos con este aceite especial (Éxodo 30:22-33). La unción con aceite separa de lo común, a lo que el SEÑOR designa como santo (separado para Él). Además de los sacerdotes, Dios ordenó ungir a los reyes de Israel. Los reyes como Saúl (1 Samuel 10:1) y David (1 Samuel 16:13), fueron ungidos con aceite por el profeta Samuel antes de empezar a reinar. Al ser ungidos recibían al Espíritu Santo, en específico recibirían a los Espíritus de Consejo y Sabiduría, para poder gobernar correctamente.
[Dice Sabiduría] “Míos son el consejo y la eficiente sabiduría; mía es la inteligencia [entendimiento], y mía la valentía [fortaleza]. Por mí reinan los reyes, y los magistrados administran justicia. Por mí gobiernan los gobernantes, y los nobles juzgan la tierra.” — Proverbios 8:14-16 (RVA 2015)
“Entonces Samuel tomó el cuerno de aceite y lo ungió en medio de sus hermanos. Y el Espíritu del Señor vino poderosamente sobre David desde aquel día en adelante. Luego Samuel se levantó y se fue a Ramá.” — 1 Samuel 16:13 (NBLA)
En Salmos 92:10-11, se nos explica uno de los aspectos que ocurren cuando el creyente es ungido con el aceite del Espíritu Santo. Primero, recibe poder (como el de un toro salvaje), y entre las bendiciones, recibe ojos para ver y oídos para escuchar. En varias ocasiones, Jesús dijo: “El que tenga oídos para oír, que oiga” (Mateo 11:15, 13:9, 13:43; Marcos 4:9, 4:23; Lucas 8:8, 14:35). Y en el libro del Apocalipsis, el SEÑOR nos dice que quien tenga oídos para oír, que escuche lo que está diciendo Su Espíritu (Apocalipsis 2:7, 2:11, 2:17, 2:29, 3:6,3:13, 3:22, 13:9). Ahora, el creyente tiene la capacidad de ver el reino de Dios (Juan 3:3; Lucas 9:27, 21:31) y escuchar el mensaje espiritual en las Escrituras, lo puede entender. Además, comprende que está rodeado de enemigos espirituales, quienes constantemente lo están tentando y atacando con sus flechas encendidas (Efesios 6:16) y con sus trampas (Salmos 38:12, 106:36, 124:7; 1 Timoteo 3:6-7), para que caiga en el pecado. Antes no tenía el poder espiritual para percatarse que vivía bajo esta clase de ataques enemigos.
“Pero Tú has exaltado mi poder como el del búfalo [toro salvaje]; he sido ungido con aceite fresco. Mis ojos satisfechos han mirado a los que me acechaban, y oyen mis oídos de los malhechores que se levantan contra mí.” — Salmos 92:10-11 (NBLA)
[Jesús dice] “Pero cuando venga sobre ustedes el Espíritu Santo recibirán poder, y serán Mis testigos en Jerusalén, en Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.»” — Hechos 1:8 (RVC)
Nuestro Señor Jesucristo les explica a Sus discípulos, en Mateo 13:10-17, que Él habla en parábolas para que, solamente aquellos a quienes se les ha concedido conocer los misterios del reino de los cielos, puedan entender Su mensaje. El tener “ojos para ver”, y “oídos para escuchar”, es un privilegio que está relacionado con un corazón (o mente) capaz de entender el mensaje espiritual de la Palabra de Dios. Y el beneficio adicional de entender estos misterios, es que convierten y sanan el corazón del creyente.
“Porque contigo está el manantial de la vida; en Tu luz veremos la luz.” — Salmos 36:9 (RVR-1960)
El Árbol de Olivo Apunta a Jesucristo y a Su Espíritu
El ungir a alguien significa que, aceite de oliva es derramado sobre su cabeza (Salmo 23:5), como una señal para el pueblo de que esa persona fue elegida por Dios para una tarea en específico. La palabra “ungido” en griego es Χριστός – Cristós, y en hebreo es מָשִׁיחַ – Mashíaj, que fueron transliteradas al español como Cristo y Mesías respectivamente.
“El SEÑOR quebrantará a Sus adversarios; contra ellos tronará desde los cielos. El SEÑOR juzgará los confines de la tierra. Él dará fortaleza a Su rey y enaltecerá el poder de Su ungido”.” — 1 Samuel 2:10 (RVA-2015)
“El SEÑOR es la fuerza de Su pueblo, la fortaleza de salvación para Su ungido. Salva a Tu pueblo y bendice a tu heredad; pastoréalos y enaltécelos para siempre.” — Salmos 28:8-9 (RVA-2015)
El título de Ungido, Cristo o Mesías de nuestro Señor Jesucristo, se refiere a que Dios Padre eligió, separó y consagró a Su Hijo, para la tarea en específico de salvar a la humanidad de sus pecados. Jesús es el Ungido (Lucas 4:18), ya que fue ungido con los 7 Espíritus del SEÑOR que reposan sobre Él (Isaías 11:1-2), para desempeñar su posición como Creador, Salvador, Profeta, Sacerdote y Rey. Jesucristo a su a vez, unge a los miembros de Su iglesia con el Espíritu Santo, con el aceite de la alegría. Por ello, el árbol de olivo está relacionado espiritualmente con nuestro Señor Jesucristo, y con Su Espíritu, porque ambos son una fuente de aceite que fluye para alimentar a la iglesia de Cristo, como lo podemos ver en Zacarías 4.
“El ángel que hablaba conmigo volvió y me despertó, como a un hombre que es despertado de su sueño. Y me preguntó: —¿Qué ves? Yo respondí: —He aquí, veo un candelabro hecho todo de oro, con un depósito encima, y en la parte superior del candelabro están sus siete lámparas con sus siete conductos para las mechas. Sobre él hay dos olivos, uno a la derecha del depósito y otro a su izquierda.” — Zacarías 4:1-3 (RVA 2015)
“Entonces le pregunté: «¿Qué son estos dos olivos a la derecha y a la izquierda del candelabro?». Hablé por segunda vez, y le pregunté: «¿Qué son las dos ramas de olivo que están junto a los dos tubos de oro, que vierten de sí el aceite dorado?». Y me respondió: «¿No sabes qué son estos?». Y yo le contesté: «No, señor mío». Entonces él dijo: «Estos son los dos ungidos que están de pie junto al Señor de toda la tierra».” — Zacarías 4:11-14 (NBLA)
Los dos olivos son las dos Personas que sabemos que están junto a Dios Padre en Su trono: son Su Hijo Jesucristo, quien está sentado a Su derecha, ungido como su Mesías (Salmos 110:1; Lucas 22:69; Marcos 14:62; Hebreos 1:3, 8:1, 10:12, 12:2; 1 Pedro 3:22; Romanos 8:34; Hechos 7:55; Salmos 118:16), y el Espíritu Santo, quien se encuentra delante del trono (Apocalipsis 1:4, 4:5, 5:6, 22:1-2), como los 7 Espíritus del SEÑOR, y proveedor del aceite para todos los miembros de la iglesia. Y juntos son Uno mismo (Deuteronomio 6:4; Juan 10:30).
“Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia y paz a vosotros de parte del que es y que era y que ha de venir, de los Siete Espíritus que están delante de Su trono, y de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de los muertos y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos ama, nos ha lavado de nuestros pecados con Su sangre.” — Apocalipsis 1:4-5 (RVR-1995)
Jesús en el Monte de los Olivos
Otras referencias de Jesucristo y los árboles de olivo, las encontramos en el pasaje de la noche de Su arresto, Cristo se encontraba en el Monte de los Olivos, en un jardín llamado “Getsemaní” (Mateo 26:36; Marcos 14:32), que significa “prensa de aceite”, de גַּת – gat, prensa, y שֶׁמֶן – shémen, aceite (de oliva). El árbol de olivo es azotado y sacudido para cosechar las aceitunas, las cuales son aplastadas para producir el aceite de oliva (Isaías 17:6, 24:13). Siendo esta una imagen de Cristo, quien fue azotado, afligido y aplastado en la cruz, como fue profetizado en Isaías 53, para que Su Espíritu Santo fuera derramado sobre la iglesia, después de Su Ascensión al Cielo.
“Cuando varees tu olivo, no vuelvas a golpearlo detrás de ti; será para el forastero, para el huérfano y para la viuda.” — Deuteronomio 24:20 (RVA-2015)
Jesucristo es el olivo de Dios y el aceite de oliva es un símbolo de la unción del Espíritu Santo sobre los creyentes. Cuando Jesús subió al Cielo, se nos prometió que Él regresará al mismo lugar de donde partió, para establecer Su reino, estos eventos tienen su cumplimiento en ¡El monte de los Olivos! (Hechos 1:11; Zacarías 14: 3-4).
“Entonces saldrá el Señor y peleará contra aquellas naciones, como cuando Él peleó el día de la batalla. Sus pies se posarán aquel día en el monte de los Olivos, que está frente a Jerusalén, al oriente; y el monte de los Olivos se hendirá por el medio, de oriente a occidente, formando un enorme valle, y una mitad del monte se apartará hacia el norte y la otra mitad hacia el sur.” — Zacarías 14:3-4 (NBLA)
El Aceite de Cristo, Su Espíritu, ha sido vertido sobre muchísima gente a través de la historia, somos todos los creyentes, quienes hemos sido sanados.
[Jesús dice] “El Espíritu del SEÑOR está sobre Mí porque me ha ungido para evangelizar a los pobres. Me ha enviado para sanar a los de corazón quebrantado; para proclamar liberación a los cautivos y recuperación de la vista a los ciegos; para poner en libertad a los quebrantados.” — Lucas 4:18 (LSP)
En el siguiente artículo, continuaremos hablando más de la simbología de los árboles de olivo, veremos quiénes son aquí en la tierra, veremos al árbol de olivo cultivado y al silvestre.
¡Que Dios los bendiga!
Continuar leyendo: Descifrando Palabras Clave: Olivos – Los Hijos del Aceite (Parte 2)
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