descifrando arboles

Olivos – Los Hijos del Aceite (Parte 2)


En el artículo anterior vimos las características de los olivos y la importancia del aceite de oliva que se extrae de ellos. También identificamos que los dos Árboles de Olivo descritos en Zacarías 4:11-14 hacen referencia a Jesucristo y al Espíritu Santo. Vimos la simbología del Monte de los Olivos, y que Getsemaní, significa “Prensa de Aceite”. Ahora hablaremos de la relación simbólica entre los olivos, los cuernos y el aceite. Veremos quiénes son los “hijos del aceite”, qué significa el Carmel. Hablaremos de los olivos en la Tierra Prometida. Y también veremos a qué se refería Job al decir que “la piedra le derramaba ríos de aceite”.



La Relación del Olivo y una Tierra Fértil

Cultivo de olivos, aceitunas

Ya vimos que el olivo y su aceite están representados en los cielos. Ahora explicaremos qué representan en la tierra. Las Escrituras utilizan dos formas para referirse a los árboles de olivo en hebreo: Primero, זַיִת – záit, que significa árbol de olivo (Josué 24:13; Salmos 52:8; 1 Crónicas 27:28; Nehemías 8:15; Zacarías 14:4); también utilizan la expresión “árbol de aceite”, עֵץ – ets es árbol y שֶׁמֶן – shémen es aceite de oliva (1 Reyes 6:23, 31-33; Isaías 41:19). Esta segunda forma, es la clave para entender la relación entre lo fructífero del árbol de olivo, y los beneficios que obtenemos del aceite de su fruto.

En aquel día se afirmarán sus pies sobre el Monte de los Olivos [záit], que está en frente de Jerusalén, al oriente. El Monte de los Olivos [záit] se partirá por la mitad, de este a oeste, formando un valle muy grande; la mitad del monte se apartará hacia el norte, y la otra mitad hacia el sur.” — Zacarías 14:4 (RVR-1995)

Matterhorn, Suiza

Por esta razón, una alusión de shémen, aceite (de oliva), que también encontramos en las Escrituras, es que se refiere a una “tierra fructífera”. En Isaías 5:1, encontramos la expresión en hebreo para una “fértil colina”, בְּקֶרֶן בֶּן־שָֽׁמֶן – kéren ben shémen, esto significa literalmente: en un “cuerno del hijo de aceite”. Esta extraña metáfora utilizada por el profeta, es parte de su amplio vocabulario y del elegante hebreo utilizado por Isaías, para revelarnos la fuente de la fertilidad de esta alta colina o montaña escarpada en forma de un pico o “cuerno”, lo que le permite recibir suficiente luz del sol. Por ello, no es de extrañarse, que el nombre en alemán “Horn” (cuerno) forme parte del nombre de montañas, como Matterhorn en los Alpes.

“Cantaré ahora a mi amado, el canto de mi amado acerca de Su viña. Mi bien amado tenía una viña en una fértil colina [ben kéren shémen].” — Isaías 5:1 (NBLA)

olivos en tierra fértil

Isaías bellamente conjunta el cuerno con el aceite, siendo ambas palabras representaciones del Espíritu Santo (Salmos 92:10). El cuerno simboliza fuerza y poder (Salmos 89:17, 24), como el poder de Dios (Salmos 18:2; Lucas 1:69). En Apocalipsis 5:6, los Siete Espíritus del SEÑOR, los cuales reposan sobre Cristo, son representados también como Siete Cuernos. Para ungir a los sacerdotes y a los reyes de Israel, como a David, se utilizaban cuernos (que previamente habían sido ahuecados y pulidos) para contener el aceite de unción (1 Samuel 16:1, 13; 1 Kings 1:39).

“Empero tú ensalzarás mi cuerno como el de unicornio [toro salvaje o ¿triceratops?]: Seré ungido con aceite fresco.” — Salmos 92:10 (RVA)

“Miré, y vi entre [en medio] el trono (con los cuatro seres vivientes) y los ancianos, a un Cordero, de pie, como inmolado, que tenía siete cuernos y siete ojos, que son los siete Espíritus de Dios enviados por toda la tierra.” — Apocalipsis 5:6 (NBLA)

“Entonces Samuel tomó el cuerno de aceite y lo ungió en medio de sus hermanos. Y el Espíritu del Señor vino poderosamente sobre David desde aquel día en adelante. Luego Samuel se levantó y se fue a Ramá.” — 1 Samuel 16:3 (NBLA)

cuerno contenedor de aceite, cuerno de carnero, aceite de oliva

En Habacuc 3:4, vemos que en la mano de Dios está escondido Su poder, saliendo de los dedos de Su mano, que simbólicamente es descrito como cuernos (קַרְנַיִם – karnáim, dual de kéren) esto es una referencia más a Su Espíritu Santo.

“Y su resplandor fue como la luz; cuernos le salían de su mano; y allí estaba escondida su fortaleza.” — Habacuc 3:4 (JBS)

Cristo nos habla de estos cuernos, saliendo de los dedos del SEÑOR, cuando se refiere al poder del Espíritu Santo. Podemos apreciar esto, al comparar los pasajes paralelos de Mateo y de Lucas:

[Jesús dice] “Pero si Yo por el dedo de Dios echo fuera los demonios, entonces el reino de Dios ha llegado a ustedes.” — Lucas 11:20 (NBLA)

[Jesús dice] “Pero si Yo expulso los demonios por el Espíritu de Dios, entonces el reino de Dios ha llegado a ustedes.” — Mateo 12:28 (NBLA)

10 Mandamientos escritos por el dedo de Dios

Podemos apreciar que el Espíritu Santo es el Mismo Dedo de Dios quien escribió las Tablas con los 10 Mandamientos entregadas a Moisés (Éxodo 31:18), es el Mismo quien luego escribe Sus leyes en nuestros corazones (Jeremías 31:33; 2 Corintios 3:3; Ezequiel 36:26-27; Hebreos 8:10, 10:16). ¿No le parece maravilloso que el poder de Dios vive en su corazón?

“Es evidente que ustedes son carta de Cristo, expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en las tablas de corazones humanos.” — 2 Corintios 3:3 (RVA-2015)

Después de entender el significado simbólico de los cuernos, y el aceite en la expresión de Isaías, ahora podemos deducir que el “hijo del aceite” representa al creyente, a quienes recibieron el aceite del Espíritu Santo, volvieron a nacer por obra del Espíritu (Juan 3:5-6), y que también representan a los árboles de olivo como los “hijos del aceite”. En el libro de Cantares, se habla del Jardín que Dios ha plantado, y que visita para ver si da frutos (Lucas 13:6-9; Cantares 7:12). Este Jardín solo puede estar en la montaña del SEÑOR, en donde los creyentes son plantados para que produzcan diferentes frutos, son plantados en la Casa del SEÑOR (Salmo 92:12-15).

Carmel

El profeta Isaías además de hablar de la colina fértil (los hijos del aceite), entendemos que también utiliza otra palabra para describir lo mismo, al hablar del “campo fructífero” utilizando la palabra כַּרְמֶל — carmel, que crecerá como un bosque que se ubica en la Tierra Prometida. Recuerde que, como vimos en Descifrando Palabras Clave: Árboles, los árboles en las Escrituras simbolizan personas, y los bosques representan grupos grandes de personas.

Campo fructífero, Carmel

El “campo fructífero” (Carmel) o la “colina fértil” es donde están sembrados los verdaderos creyentes. Recuerde dónde cayó la semilla fructífera en la Parábola del Sembrador, cayó en tierra fértil (Mateo 13:1-23). Espiritualmente, al hablar de la tierra, estamos hablando del corazón de la persona, si tiene dureza de corazón, o ceguera espiritual, entonces la persona permanece incrédula, como lo vimos en Los Siete Espíritus del SEÑOR: Entendimiento (Parte 2).

“¿Acaso no queda ya muy poco tiempo para que el Líbano se convierta en campo fértil [Carmel], y el campo fértil sea considerado bosque?” — Isaías 29:17 (NBLA)

«Hasta que se derrame sobre nosotros el Espíritu desde lo alto, el desierto se convierta en campo fértil [Carmel] y el campo fértil [Carmel] sea considerado como bosque. En el desierto morará el derecho, y la justicia habitará en el campo fértil. La obra de la justicia [rectitud] será paz, y el servicio de la justicia, tranquilidad y confianza para siempre. Entonces habitará mi pueblo en albergue de paz, en mansiones seguras y en lugares de reposo» — Isaías 32:15-18 (NBLA)

La Tierra Prometida: Es una Tierra de Aceite de Oliva

Los 7 frutos de la Tierra Prometida, Israel

El olivo está relacionado con la Tierra Prometida física y espiritualmente. En esta tierra fértil se producen una variedad de frutos, descritos en Deuteronomio 8:8 como alimento. De los siete frutos de la Tierra Prometida, Moisés les da a los israelitas, el significado simbólico de la miel (de dátiles) y del aceite de oliva en Deuteronomio 32:13, antes de que entraran a la Tierra Prometida:

“Tierra de trigo y cebada, y de vides, e higueras, y granados; tierra de olivas, de aceite, y de miel.” — Deuteronomio 8:8 (RVA)

“Lo hizo subir sobre las alturas de la tierra, y comió los frutos del campo, e hizo que chupara miel de la peña, y aceite del pedernal fuerte” — Deuteronomio 32:13 (JBS)

La peña y el pedernal son claras referencias a nuestro Señor Jesucristo, quien es la Roca (Deuteronomio 32:4; Salmos 28:1, 31:2-3). De esta forma, el SEÑOR se está asegurando que Su pueblo se alimente espiritualmente de miel y aceite, los cuales, simbólicamente, representan un entendimiento más avanzado de la Palabra de Dios (miel), al ser interpretada al creyente por el Espíritu Santo (aceite). Puede ver más información respecto a la miel, como un alimento espiritual, en nuestro artículo Descifrando Palabras Clave: Leche y Miel. Otro ejemplo donde se aplica este simbolismo es:

[Job dice] “Cuando lavaba yo mis caminos con manteca [mantequilla], y la piedra me derramaba ríos de aceite.” — Job 29:6 (RVA)

Parábola de las 10 Vírgenes

Job estaba recordando las bendiciones que recibía del SEÑOR, cuando caminaba sin pecar, al estar apegado a los conceptos más profundos de la Palabra de Dios (mantequilla), y el SEÑOR, la Roca, derramaba ríos del aceite de gozo del Espíritu Santo sobre él. Job era un gran estudioso de la Palabra, podemos darnos cuenta que era un evangelista, por los conceptos tan profundos que maneja al hablar, inclusive antes de que la Biblia fuera escrita. Podemos ver que, Job como creyente, era un árbol de olivo, un hijo del aceite, quien compartía su aceite, los dones del Espíritu Santo, con los demás. Ya que él tenía al Olivo y Aceite del Cielo viviendo en su corazón. Job era como las vírgenes sabias de la Parábola de las Diez Vírgenes (Mateo 25:1-13), quienes tenían sus lámparas llenas con aceite. ¿Considera que usted o su familia son un árbol de olivo en el Jardín del SEÑOR?

“Tu mujer será como una vid que lleva fruto a los lados de tu casa; tus hijos serán como brotes de olivo alrededor de tu mesa.” — Salmos 128:3 (RVA-2015)

Cuando un creyente vuelve a nacer, es como si llegara a la Tierra Prometida de forma espiritual. Moisés explica en Deuteronomio 6:11, que el SEÑOR ya había preparado la Tierra Prometida con todo lo que los israelitas necesitaban, solo tenían que sortear entre ellos las casas que iban a habitar, las cuales ya estaban equipadas con cisternas, plantíos, y no tenían que esperar años para cosechar los frutos de sus olivos (Josué 24:13). Así también los creyentes tienen disponible el aceite del Espíritu Santo de inmediato.

“Y casas llenas de todo bien, que tú no llenaste, y cisternas cavadas, que tú no cavaste; viñas y olivares que tú no plantaste; luego que comas y te sacies.” — Deuteronomio 6:11 (JBS)

Por otro lado, las Escrituras nos advierten que, cuando los israelitas profanaron la Tierra Prometida, al transgredir las leyes del SEÑOR, quebrantar Su pacto, adorar a otros dioses, y que no regresaron a Él arrepentidos (Isaías 24:5-6), esto provocó que fueran expulsados de la Tierra Prometida, y fueran dispersados hacia las naciones hasta nuestros días (Deuteronomio 4:27; Levítico 26:33; Ezequiel 20:23). De la misma forma, puede ocurrir con un cristiano que se aleja del camino del SEÑOR, al dejar de ser la “sal de la tierra”, volviéndose insípido e inútil (Mateo 5:13), como el sirviente perezoso de la Parábola de los Talentos (Mateo 25:14-30).

“Y la tierra fue profanada por sus moradores, porque traspasaron las leyes, falsearon el derecho, quebrantaron el pacto eterno. Por esta causa la maldición consumió la tierra y sus moradores fueron asolados; por esta causa fueron consumidos los habitantes de la tierra y disminuyó la población.” — Isaías 24:5-6 (RVR-1995)

El Olivo e Israel

Olivo con la Casa de Israel y de Judá

Así como a Job, el SEÑOR les da la oportunidad a diferentes personas, de ser Sus embajadores aquí en la tierra, para que con Su aceite sean una luz para el mundo. Esta oportunidad se la dio al pueblo de Israel, uno de los descendientes de Abraham. Por esta razón, el pueblo de Israel es simbolizado por un árbol de olivo frondoso, hermoso en fruto y forma (Jeremías 11:16; Oseas 14:6; Romanos 11:17). Puede ver más información en la sección “El Árbol de Olivo”. Este árbol fue plantado por el SEÑOR y Él está constantemente cuidándolo para que produzca mucho fruto. El fruto de este árbol es el aceite, o los dones del Espíritu Santo. Este árbol de olivo, la Casa de Israel, fue llamada a ser un pueblo santo (Deuteronomio 14:2; Éxodo 19:6; Levítico 11:44), a ser un reino de sacerdotes (1 Pedro 2:9-10; Apocalipsis 1:6), y una luz para las naciones, un ejemplo a seguir (Deuteronomio 4:6), que demostraba cómo vivir bajo las leyes de Dios (Isaías 42:6, 49:6; Hechos 13:47; Mateo 5:14-16).

“Guárdenlos, pues, y pónganlos por obra, porque esto es su sabiduría y su inteligencia [entendimiento] ante los ojos de los pueblos, los cuales al oír de todas estas leyes dirán: ‘¡Ciertamente esta gran nación es un pueblo sabio y entendido!” — Deuteronomio 4:6 (RVA 2015)

A Israel se le confiaron las enseñanzas del SEÑOR, Su Palabra, la cual es una lámpara que guía los pies de quien la sigue (Salmos 119:105). Todos los creyentes que nos mencionan las Escrituras, como Abraham, Isaac, Jacob, Moisés y sus descendientes, han formado parte de este árbol santo a lo largo de la historia, han sido ramas fuertes que han dado mucho fruto (Efesios 3:21).

“Pero el olivo respondió: “¿He de dejar mi aceite, con el cual se honra a Dios y a los hombres, para reinar sobre los árboles?”” — Jueces 9:9 (RVR-1995)

Inclusive el Todopoderoso utilizó el Olivo de Dios, la nación de Israel, para que el Ungido/Mesías/Cristo se encarnara, como parte del plan de salvación del SEÑOR. El Olivo apunta a Jesucristo, porque Él es el Árbol de Olivo, e Israel forma parte de sus ramas. Él es la Raíz de David y también su descendiente (Apocalipsis 22:16). Cristo es el Retoño o Vástago del Tronco de Isaí (el papá del rey David, (Isaías 11:1, 10; Romanos 15:12), para mayor información puede ver la sección “El Mesías nacerá de la línea real de David”.

“Y acontecerá en aquel tiempo, que la Raíz de Jessé, la cual estará puesta por bandera como ejemplo a los gentiles, será buscada de los gentiles; y su Reino de paz será glorioso.” — Isaías 11:10 (JBS)

En el siguiente artículo continuaremos hablando acerca de los olivos, veremos el olivo cultivado y el olivo silvestre, mencionados por Pablo en Romanos 11:17-24, y también hablaremos de quiénes son los dos testigos del Apocalipsis.

NOTAS ADICIONALES

Cosecha de aceitunas

Quisiera agregar un breve paréntesis, con respecto al origen de la palabra aceite en español, considerando que, tanto el hebreo como el árabe, son idiomas semíticos. Según el teólogo alemán y lexicógrafo (lingüista que hace diccionarios), Gesenius (1786-1842), en su obra Gesenius´Hebrew- Chaldee Lexicon, en árabe, olivo se dice زيتون – zeitún, mientras que, aceite se dice زيت – zéiton. No es de extrañarse que, del árabe se derivara “azeyte” en español antiguo, y hoy tengamos “aceite”, y aceituna, el fruto del olivo (zeitún).

¡Que Dios los bendiga!


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