Noe Arca Ararat animales saliendo

Génesis 8:4 – ¿Dónde está el Arca de Noé? (Parte 1)


En nuestro artículo anterior, vimos que el Arca descansó en una de las montañas de Ararat. Después de que ha pasado tanto tiempo, ¿Acaso alguien la ha encontrado? Si es así, ¿Dónde se encuentra? En tiempos modernos se han reportado avistamientos del Arca en el monte Ararat en Turquía. ¿Pero realmente está sobre la punta de un volcán? ¿Acaso esta maravilla de ingeniería divina, que fue capaz de sobrevivir las inimaginables fuerzas del Diluvio, también ha podido sobrevivir durante todo este tiempo? Le adelanto que sí, este monumento de la gracia de Dios, hasta el día de hoy sigue siendo un testimonio y una advertencia para todo el mundo, de que Dios juzga el pecado.



Arca de Noé en Monte Nisir

Me entusiasma mucho compartir estos hallazgos arqueológicos con ustedes, porque como cristianos, nos dan armas para poder combatir los ataques del enemigo. Quizás para usted no haga diferencia saber en dónde se encuentre el Arca, porque usted tiene fe y cree lo que Dios nos dijo en Su Palabra, si es así, lo felicito.

“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.” — Hebreos 11:1 (RVR-1960)

Sin embargo, considere la importancia de este monumento para quienes son incrédulos y que aún están perdidos, quizás compartir con ellos estos hallazgos, los hagan recapacitar, quizás con estas evidencias puedan encontrar el camino de regreso a Dios. Recuerde que es de suma importancia como cristianos, saber estas cosas, porque el Diluvio es uno de los dos hechos históricos que el enemigo más ataca, el otro es la Creación (2 Pedro 3:3-7). El diablo busca encubrir la verdad, y utiliza a sus marionetas para ocultar esta valiosa información.

“Por lo cual el mundo de entonces pereció anegado en agua. Pero los cielos y la tierra que existen ahora están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos.” — 2 Pedro 3:6-7 (RVR-1995)

Medios Netflix

Hoy en día, los medios se han encargado de confundirnos con respecto al paradero del Arca de Noé. Por un lado, promueven la idea de que, como “no se ha encontrado”, entonces probablemente “nunca existió”. Por otro lado, muestran avistamientos del Arca en diferentes montañas, pero las pruebas que presentan son falsas o inventadas. Esto no solo provoca dudas del relato bíblico entre los incrédulos, sino que lamentablemente, también entre personas que se llaman cristianas, quienes proclaman no saber dónde está el Arca de Noé, o peor aún, que han mentido sobre su ubicación.

“Esto es, entre los incrédulos, a quienes el dios de este mundo les cegó el entendimiento, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios.” — 2 Corintios 4:4 (RVR-1995)

El Arca ha Sido Vista desde la Antigüedad

A lo largo de la historia, por más de 4,500 años, se han reportado avistamientos que atestiguan la supervivencia del Arca de Noé. Desde las tablillas de Ebla (Tel Mardik) en Siria que datan aproximadamente del año 2500 a.C., escritas en un idioma protohebreo, hasta nuestros días.

“Y el arca descansó en el séptimo mes, en el día diecisiete del mes, sobre las montañas de Ararat.” — Génesis 8:4 (LSP)

Gilgamesh - El Diluvio y el Arca

Una pista extrabíblica sobre la ubicación donde descansó el Arca, la encontramos en la Epopeya de Gilgamesh, escrita alrededor del año 650 a. C., identificando al «Monte Nisir» como el lugar donde se encuentra el Arca.

Testimonio de Peregrinos

Alrededor del año 275 a. C., el historiador, astrónomo y sacerdote, Beroso el Caldeo, describe que sus contemporáneos conocían el lugar donde se encontraban los restos del Arca de Noé. En su obra “Historia de Babilonia” escribió: «Se dice que todavía hay alguna parte de este barco [el Arca de Noé] en Armenia, en la montaña de los Cordyaeans; y que algunas personas se traen pedazos de madera tratada, que usan principalmente como amuletos para evitar calamidades».

Otro testimonio de la existencia del Arca proviene del historiador y filósofo sirio, Nicolás de Damasco, quien alrededor del año 4 a. C., escribió en su obra la Historia Universal: “Hay una gran montaña en Armenia, sobre Minyas, llamada Baris, sobre la cual, se informa que muchos que huyeron en el momento del Diluvio fueron salvados; y que el Arca se encuentra sobre la parte superior; y sus restos de la madera son muy grandes y están muy bien conservados”.

Flavio Josefo
Flavio Josefo

Alrededor del 90 d. C., el famoso historiador judío, Flavio Josefo, explica que los armenios llaman al lugar donde se encuentra el Arca de Noé, el “Lugar del Descenso”, como un monumento preservado para la posteridad, dando testimonio de que la humanidad fue preservada por Noé y su familia dentro del Arca, que descansó en la cima de esa montaña, y que al pie de la montaña se construyó la primera ciudad después del Diluvio. Josefo declaró: «Los habitantes muestran sus restos [del Arca de Noé] hasta el día de hoy» (Antigüedades Judías. Libro 1, cap. 3, sec. 5-6).

Restos del Arca en la defensa de Nuestra Fe

A principios del siglo II d. C., en el Tárgum de Onquelos, se tradujo las “montañas de Ararat” como “montañas de Kardu”, y en el Tárgum de Jonathan se les llamó “montes de Qadrón en Armenia”, para referirse a las mismas montañas de Kardu en Armenia.

“Y reposó el arca en el mes séptimo, que es el mes de Nisán, a los diecisiete días del mes, sobre los montes de Qadrón; el nombre de una montaña es Qardania, y el nombre de la otra montaña es Irmenia; y allí fue edificada la ciudad de Armenia en la tierra del oriente.” — Génesis 8:4 (Tárgum de Jonathan)

En el año 180 d. C., Teófilo de Antioquía (quien fue el primero en utilizar la palabra “Trinidad”) dijo: «Y del Arca, sus restos se pueden ver hasta el día de hoy en las montañas árabes».

El historiador y apologista, Sexto Julio Africano (c. 160-240) declaró que: «sabemos que la montaña en donde está el Arca está en Partis». Partis es parte del Imperio Parto, en Armenia, donde se encuentra la montaña Judi. Jabel Judi es la montaña donde de acuerdo al Corán, el Arca de Noé descansó.

Epifanio de Salamina (c. 315-403) escribió: «Incluso hoy los restos del Arca de Noé todavía se muestran en Cardyaei» (Panarion, Libro I, Sección I, Parte 18, Sección 3:3). Cardyaei se traduce como el «país de los kurdos». Kurdistán está en la misma área general de la montaña Judi.

Juan Crisostomo
Juan Crisóstomo

En el siglo IV, el patriarca de Constantinopla, Juan Crisóstomo (347-407 d.C.) dijo: “¿No lo atestiguan las montañas de Armenia, donde reposa el Arca? ¿Y no se conservan allí los restos del Arca hasta el día de hoy como prueba de nuestra fe?

En el año 620 d. C., el emperador romano Heraclio visitó los restos del Arca después de conquistar a Persia.

Eutiquio de Alejandría (877-940) afirmó que “el Arca descansaba sobre las montañas de Ararat, es decir, la montaña Judi…”

En el siglo XIV, Marco Polo escribió que “se informó que el Arca estaba en una montaña muy alta en el centro de Armenia”.

Todos estos nombres están hablando de la misma montaña. En Gilgamesh es llamado «Monte Nisir». En hebreo se le llama Ararat, los caldeos le llaman Kurdu, Cardyaei, Cordyaeans, y se están refiriendo a Armenia, palabra compuesta por Aram (Siria) y Minni, o también Ararat y Minni. La tradición islámica de la montaña Judi, se refiere a la misma montaña en Armenia. Todos estos testigos nos hablan de gente que visitó esta montaña para ver el Arca de Noé.

Corrompiendo la Verdad

Monte Ararat

Después de la Reforma Protestante, Satanás, el padre de la mentira, como no podía esconder el verdadero lugar donde está el Arca de Noé con tantos testimonios. Cambió su estrategia y empezó a corromper la información sobre el lugar donde se encuentra el Arca de Noé. Y lo sigue haciendo a través de la nueva y más moderna tradición europea (aceptada hoy por la mayoría de los cristianos occidentales) situando al Arca de Noé en otro lugar, y qué mejor candidato que el «Monte Ararat» al este de Turquía (llamado Monte Masis por los armenios y Agri Dagh por los turcos). Esta teoría es fácil de apoyar, dado que el monte Ararat es la montaña más alta de la región, así que, los supuestos “expertos”, han determinado que “ese es el único lugar” donde se puede encontrar el Arca de Noé.

“Ustedes son de su padre el diablo, y quieren satisfacer los deseos de su padre. Él era homicida desde el principio y no se basaba en la verdad porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de lo suyo propio habla porque es mentiroso y padre de mentira.” — Juan 8:44 (RVA-2015)

Ararat volcan capas del Diluvio

Ahora, se difunde la falsa historia de que el Arca ha sido vista en la montaña de Ararat, cuando la nieve de su pico se derrite. Esta montaña realmente es un volcán, que de acuerdo a geólogos como Andrew Snelling, se formó por varias erupciones sobre los sedimentos del Diluvio, por lo que no existía cuando el Arca reposó en las montañas de Ararat. Y aunque este volcán no puede ser el lugar correcto, ahora se enfoca la atención a que es difícil obtener permisos para explorar la montaña, con la excusa de que las autoridades están protegiendo los restos del Arca.

“Para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones.” — 2 Corintios 2:11 (RVR-1960)

Al final, estas estrategias de engaño convierten al monte de Ararat en un misterio que facilita la narrativa de que el Arca de Noé nunca existió. Porque quienes la buscan ahí, están buscando en el lugar equivocado. Esto aunado a las diferentes leyendas, como que se elaboran cruces de madera de sus restos, cuando esto no es posible, ya que la madera ya está petrificada. Considero importante que veamos algunos ejemplos de estos engaños, porque tal vez usted ya haya escuchado de algunos de ellos:

Historias del Monte Ararat

En 1633, un erudito alemán llamado Adam Olerius escribió: “Los armenios y los persas opinan que todavía quedan en dicha montaña restos del Arca, pero que el tiempo los ha endurecido tanto que parecen absolutamente petrificados. En Persia fue mostrada una cruz de madera negra y dura, que los habitantes afirmaban que estaba hecha de la madera del Arca.

En 1829, el Dr. Friedrich Parrot, que había ascendido a Ararat, escribió: “Todos los armenios están firmemente persuadidos de que el Arca de Noé permanece hasta el día de hoy en la cima del Monte Ararat y que, para preservarla, ningún ser humano se le permite acercarse al Arca”.

Reed Portada Broma Arca de Noe

En 1883, después de una tragedia en donde 150 personas murieron por avalanchas en el Monte Ararat, George McCullagh Reed, aprovechó ese evento catastrófico para publicar una broma de “April’s fools”, (en el 1 de abril se publican noticias falsas como una broma, aquí en México se le llama el “Día de los Inocentes” y es el 28 de Diciembre), y escribió a partir de esta tragedia la broma de que, después del terremoto en el Monte Ararat, el Arca de Noé quedó al descubierto, y científicos turcos, soldados y un diplomático británico, el Capitán Gascoyne (quien nunca existió), investigaron una enorme masa oscura que sobresalía del glaciar. Dijeron que estaba en buen estado de conservación y construida con gran resistencia, y que P. T. Barnum (dueño de circos) quería comprarla y traerla a los Estados Unidos.

“El testigo falso no quedará sin castigo, y el que dice mentiras perecerá.” — Proverbios 19:9 (RVR-1995)

Lo más triste es que, esta broma fue reportada como una verdadera nota periodística, y fue publicada por diferentes periódicos en todo el mundo. Al percatarse de lo ocurrido con su broma, el mismo Reed escribió otra columna disculpándose por el engaño. A pesar de esta retractación, la historia aún ha seguido circulando hasta nuestros días. Por ejemplo, los autores cristianos Tim LaHaye y John D. Morris, citan esta falsa narrativa y la llaman en su libro El Arca en Ararat: «el relato más completo y preciso del descubrimiento del Arca de Noé».

Le estoy presentando una pequeña selección de historias, como esta terrible broma de Reed, porque han engañado a pastores y a autores cristianos reconocidos, quienes presentan esta información ante sus congregaciones, y sin querer, perpetúan los engaños y la confusión. Con lo anterior, no estoy diciendo que todos mientan con respecto a lo que vieron, sino que, simplemente a pesar de sus buenas intenciones, no se trata del Arca verdadera. Es importante que verifique toda la información que recibe. Recuerde que la verdad lo liberará e incrementará su fe (Juan 8:31-32; Gálatas 5:1; 1 Pedro 2:16).

“Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama Diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero. Fue arrojado a la tierra y sus ángeles fueron arrojados con él.” — Apocalipsis 12:9 (RVR-1995)

Avistamientos Modernos

George Hagopian

El armenio-estadounidense Georgie Hagopian dijo haber visto el Arca de Noé cuando tenía 10 años en compañía de su tío, en el monte Ararat. Cada vez que narra su historia tiene inconsistencias, como cuando menciona que su primer avistamiento ocurrió en diferentes fechas, en 1902, 1906 ó 1908. Él dijo: “El Arca medía 300 m de largo, 180-210 m de ancho y 11 m de alto, y descansaba sobre una enorme roca (las medidas no coinciden con las de la Biblia, que son aproximadamente de 155.4 m de largo, 25.9 m de ancho, y 15.54 m de alto). Un lado estaba al borde de un acantilado y era imposible escalar la montaña desde ese costado. El Arca era muy larga y rectangular. Su tío apiló unas rocas y lo ayudó para subir al techo del Arca, que era casi plano, a excepción de una hilera de ventanas, 50 o más, cubiertas por un techo colgante. Primero pensó que la madera se había petrificado, pero después vio que era madera suave de color verde oscuro con musgo por todo el techo, y no estaba unida con clavos metálicos”. ¿Usted le cree? Pues estos son detalles de la entrevista que John W. Montgomery incluyó en su libro The Quest for Noah’s Ark (pág. 113).

“El que practica el engaño no morará en Mi casa; el que habla mentiras no permanecerá en Mi presencia.” — Salmos 101:7 (NBLA)

En 1916, un piloto ruso que volaba sobre Ararat en la Primera Guerra Mundial, creyó haber visto el Arca con forma de un submarino inclinado hacia un lado y parcialmente sumergido en un lago. Este descubrimiento llevó al zar ruso, a enviar una expedición de 150 hombres para investigar el lugar. Cuando llegaron todos se quedaron sin palabras, los soldados se quitaron sus cascos en reverencia, algunos hicieron oración, a los arqueólogos les temblaban las manos para fotografiar el Arca. Al explorar el Arca, encontraron compartimentos de diferentes tamaños, jaulas, cercas y barras de hierro oxidadas. La madera estaba perfectamente preservada, cubierta con un barniz café oscuro. Resultados del análisis revelaron que la madera era de cedro y alerce que no se pudren. También encontraron un altar. Enviaron un mensajero con los resultados documentados y la evidencia científica, pero antes de que pudieran informar al zar, comenzó la Revolución Rusa de 1917. El informe desapareció, rumores dicen que fue entregado a Trotsky, y los soldados e investigadores se dispersaron o desaparecieron. ¿No le parece increíble que no haya quedado ninguna evidencia de 150 testigos? Este misterio solo contribuye a la confusión.

En julio de 1943, Ed Davis, un sargento del ejército estadounidense, dijo ver el monte de Ararat desde la base de su unidad en Hamadan en Irán, a 640 km de distancia. Allí desarrolló una relación cercana con algunos miembros de la tribu iraní de los Lur (en su historia original, era una tribu de kurdos, quienes sí están cerca del monte Ararat) que dijeron que conocían la ubicación del Arca de Noé. Cuando Davis pidió ver el Arca, primero lo llevaron a su aldea, donde vio elementos del Arca: Lámparas de aceite, contenedores de barro, herramientas antiguas, una puerta de jaula hecha de ramas tejidas duras como la piedra; un martillo de metal, frijoles secos, bastones de pastor, recipientes de cerámica que aún contenían miel. Esta tribu musulmana consideraba un deber religioso impedir que personas ajenas vieran el Arca, llegando incluso a matarlos si fuera necesario. Sin embargo, por su estrecha relación con Davis hicieron una excepción. Como veremos en la siguiente historia, Davis estaba hablando de una montaña en Irán, muy lejos de las montañas de Ararat.

“No propagarás falso rumor. No te concertarás con el impío para ser testigo falso.” — Éxodo 23:1 (NBLA)

Cristianos Han Sido Engañados

Robert Cornuke

En 1998, el investigador cristiano, Bob Cornuke, después de años de búsqueda del Arca de Noé, se convenció de que no podía estar en el Monte Ararat. Y con base al testimonio de Ed Davis, concluyó que el Arca debía estar en Sinar, hoy Irán. En 2006, Cornuke llevó a un equipo de 14 empresarios, abogados y líderes ministeriales estadounidenses a visitar un sitio que supuestamente era el lugar de descanso del Arca de Noé, y lo que descubrieron fue: un objeto formado por vigas de madera petrificadas y ennegrecidas, con las dimensiones del Arca a 4,000 m sobre el nivel del mar. Cornuke, en su sitio web, afirmó que este objeto era el mismo que Ed Davis había visto, y lo llamó «un candidato del Arca de Noé». La madera en las fotografías que mostró no parecía petrificada. En Génesis 11:2, Sinar es claramente a donde emigraron los descendientes de Noé, no donde descansó el Arca. En 2012, Cornuke escribió en el prólogo del libro The Unsolved Mystery of Noah’s Ark (El Misterio sin Resolver del Arca de Noé) de Mary Irwin: “En todos mis 25 años de búsqueda del Arca nunca he visto este viejo barco”.

“Dejen de mentirse los unos a los otros, puesto que han desechado al viejo hombre con sus malos hábitos, y se han vestido del nuevo hombre, el cual se va renovando hacia un verdadero conocimiento, conforme a la imagen de Aquel que lo creó.” — Colosenses 3:9-10 (NBLA)

Tal vez, Cornuke fue engañado por la gente local de Irán de la misma manera que los cristianos de la siguiente historia:

Expedicion Hong Kong

En el 2009, un grupo de evangelistas del Noah´s Ark Ministries International (NAMI), promotores del parque temático con el tema del Arca de Noé en Hong Kong, hicieron una expedición conjunta turco-china en la que afirmaron haber encontrado una cueva inusual con paredes de madera fosilizada en el monte Ararat, a 4,000 m de altura sobre el nivel del mar, muy por encima de la línea de la vegetación. Esta expedición grabó en video sus hallazgos para que todo el mundo los viera. Promovieron que esa fue la primera vez en la historia que se recuperó una supuesta muestra del material del Arca de Noé para su análisis en laboratorio. El Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Hong Kong determinó que la muestra, era en realidad madera petrificada.

Después salió al descubierto que las estructuras que visitó esta expedición habían sido construida recientemente por órdenes de Baba Parasut (Ahmet Ertuğrul), con el pretexto de filmar una película. De esta forma, Baba Parasut engañó a los chinos guiándolos a este set de película, haciéndoles pensar que se trataba del Arca de Noé.

“No robarán ni mentirán ni se engañarán el uno al otro.” — Levítico 19:11 (RVA-2015)

En nuestro siguiente artículo, hablaremos del redescubrimiento del Arca de Noé, describiremos brevemente la interesante historia de cómo fue encontrada en 1977, por el creyente cristiano Ron Wyatt (1933-1999), confirmaremos que no está en el monte de Ararat como la tradición nos lo quiere hacer creer. Es maravilloso que el SEÑOR haya conservado los restos del Arca de Noé hasta nuestros días, como un testimonio de que la tierra ya fue juzgada por el pecado del hombre.

¡Que Dios los bendiga!


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