En varios países de habla hispana se celebran dos días consecutivos: El Día de Todos los Santos el día 1 de noviembre, seguido del Día de Todos los Fieles Difuntos (2 de noviembre). En estos días tradicionalmente las personas visitan los panteones y llevan flores a las tumbas de seres queridos que ya fallecieron. En muchos calendarios actuales aún vemos que se conmemora a un santo cada día del año. Hubo un momento en la iglesia católica en donde ya no hubo suficientes días en el año para cada mártir, de modo que la iglesia buscó un día para conmemorar a todos los santos. En este artículo veremos la cronología de cómo se han ido adaptando estas celebraciones que han dado lugar a tradiciones y qué nos dicen las Sagradas Escrituras al respecto.
El Día de los Mártires como precursor al Día de Todos los Santos
Debido a las persecuciones de los cristianos, en Roma, las congregaciones empezaron a reunirse en las catacumbas, en donde podían estar cerca de sus seres queridos o de las reliquias de los santos que habían muerto como mártires por su fe. Y con el paso del tiempo el culto a estos mártires y santos creció.
En el año 609 d.C. el papa Bonifacio IV en su intento de eliminar el paganismo, le pidió al emperador bizantino (en Constantinopla) Phocas que ordenara que el antiguo templo en Roma llamado el Panteón fuera limpiado de las cosas paganas existentes y utilizado como iglesia. El Panteón había sido originalmente dedicado a dioses paganos romanos. El 13 de mayo de ese 609 d.C. Bonifacio IV consagró el Panteón en Roma a santa María y a los mártires, comenzando con ello una celebración anual del Día de Todos los Mártires. Esta fecha coincidía con el festival pagano romano de Lemuralia, quizás en un intento de Bonifacio IV para cristianizar a los paganos. Durante Lemuralia los jefes de familia romanos caminaban descalzos por la noche alrededor de sus casas mientras que arrojaban frijoles sobre sus hombros, en su afán de «ahuyentar» a los fantasmas, pensando que esos espíritus eran sus familiares muertos. Como parte del rito iban diciendo: «¡fantasmas de mis padres y mis ancestros váyanse!». Para mayor información puede leer ¿Existen los fantasmas?
En las Escrituras podemos ver que Ezequías, rey de Judá limpió el Templo del Señor después de que había sido desecrado:
«En el primer mes del primer año de su reinado, Ezequías reabrió las puertas del templo del Señor y las reparó. Convocó a los sacerdotes y a los levitas a encontrarse con él en el atrio al oriente del templo. Les dijo: «¡Levitas, escúchenme! Purifíquense ustedes y purifiquen el templo del Señor, Dios de sus antepasados. Quiten del santuario todos los objetos contaminados.»— 2 Crónicas 29:3-5 (NTV)
Lamentablemente Bonifacio IV a diferencia de Ezequías, permitió “objetos contaminados o impuros” en forma de reliquias de santos en el santuario, de forma que limpió el Panteón de ídolos romanos, pero a su vez introdujo reliquias, que eran restos humanos tales como huesos de mártires a los que se les atribuían poderes milagrosos y que tradicionalmente eran venerados por las personas desde el segundo siglo d.C., a partir de que la gente se vio forzada a reunirse en las catacumbas para evitar las persecuciones. Las personas en lugar de atribuir los milagros a Dios y darle gloria a Él, se habían vuelto supersticiosas, y pensaban que obtendrían milagros o curaciones al estar cerca de esos objetos. Esto iba directamente en contra del mandato de Dios:
«No rindan culto a otros dioses, ni se inclinen ante ellos, ni los sirvan, ni les ofrezcan sacrificios. En cambio, adoren solo al Señor… Inclínense solo ante Él y ofrezcan sacrificios únicamente a Él. En todo momento, asegúrense de obedecer los decretos, las ordenanzas, las instrucciones y los mandatos que Él escribió para ustedes. — 2 Reyes 17:35-37 (NTV)
“El Señor dio las siguientes instrucciones a Moisés: «Ordena al pueblo de Israel que saque del campamento a toda persona que tenga una enfermedad de la piel o un flujo, o a quien haya quedado ceremonialmente impuro por tocar un cadáver. Esta orden debe aplicarse de la misma manera a hombres y a mujeres. Sácalos para que no contaminen el campamento donde yo habito en medio de ellos».” — Números 5:1-3 (NTV)
De Samhain al Día de Todos los Santos
Conforme se fue extendiendo la iglesia católica romana en Europa, ésta buscó atraer a más personas paganas a la iglesia. Para lograrlo utilizaron el sincretismo, haciendo compatibles las tradiciones paganas con las del catolicismo. El problema del sincretismo es que la mezcla de las tradiciones del hombre que van contra de la Palabra de Dios se hacen prevalentes y el resultado es que nos alejamos de Dios totalmente, así que los esfuerzos del catolicismo por «cristianizar a los paganos» fue contraproducente al terminar siguiendo ritos y tradiciones que solamente nos están dañando como lo vemos con los samaritanos cuando hicieron sincretismo en la tierra de Israel por el año 700 a.C.:
«Los nuevos residentes adoraban al Señor, pero también elegían de entre ellos a cualquiera y lo nombraban sacerdote para que ofreciera sacrificios en los lugares de culto. Aunque adoraban al Señor, seguían tras sus propios dioses según las costumbres religiosas de las naciones de donde provenían.» — 2 Reyes 17:32-33 (NTV)
Continuando con los eventos del “Día de todos los Santos”, vemos que en la Inglaterra medieval la tradición pagana de las tribus celtas fue agregada en forma de otro sincretismo hecho por la iglesia católica. Los celtas festejaban el Año Nuevo Celta, el día 1 de noviembre con una celebración llamada Samhain, a quien ellos veneraban como el dios de la muerte. De forma que el papa Gregorio III (731-741 d.C.) movió la celebración católica del Día de Todos los Mártires celebrada el 13 de mayo, para que coincidiera con la fecha pagana de Samhain al 1 de noviembre; además extendió el Día de los Mártires para que también incluyera a todos los Santos, y lo renombró como Día de Todos los Santos («All Hallows Day» en inglés). Con esto, Gregorio dio solución a dos problemas, ya que para este momento había tantos mártires y santos que no había suficientes días en el año para conmemorarlos a todos, y al ponerlos a todos en un solo día de “Todos los Santos”, se resolvía el problema. Y para los celtas también porque celebrarían su festival el mismo día. Además, se instituyó una vigilia a este día durante la noche del 31 de octubre. A esta vigilia se le llamó «Hallows Eve», de donde después surgió otra tradición: lo que hoy conocemos como Halloween. La idea de comenzar vigilias la noche anterior a la celebración, tiene sus orígenes en la práctica judía de comenzar el día a la puesta del sol y no a la medianoche.
El Día de Todos los Santos y el Día de Todos los Fieles Difuntos
De forma que con el paso del tiempo el culto a los santos creció. Y la tradición católica del “Día de todos los Santos” fue afianzada después de que la doctrina del purgatorio fue introducida y se redefinió el significado de la celebración, de forma que este día fue dedicado solamente para todos los muertos que habiendo «superado el purgatorio» se habían santificado y llegado al cielo. Así que para el resto de los difuntos, se creó otro día para complementar estas celebraciones, ya que la doctrina católica mantiene que las oraciones de los fieles en la tierra ayudan a limpiar a las almas para que vayan al cielo, y antiguamente se destinaban ciertos días para la intercesión de diferentes personas difuntas. Por lo que en 1048, Odilo de la Abadía de Cluny (Francia) instituyó el día 2 de noviembre como el “Día de Todos los Fieles Difuntos” el cual conmemoraba a todas las almas de aquellos que se cree que están sufriendo en el «purgatorio». Y esta conmemoración se volvió prácticamente universal antes de fines del siglo 13. El purgatorio no se menciona en ninguna parte de la Biblia, es un invento de la iglesia católica que va en contra del trabajo hecho por Jesús en la cruz para nuestra salvación total, al morir vamos al cielo o al infierno, Jesús no le dijo al criminal en la cruz que el iría al purgatorio por sus pecados, sino al paraíso. Para mayor información al respecto puede leer ¿Qué sucede después de la muerte? y Verdades Bíblicas para los Católicos Romanos.
“Jesús respondió: —Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso.” — Lucas 23:43 (NTV)
Lo que nos enseñan las Escrituras es que una vez que las personas ya fallecieron lamentablemente no hay nada más que podamos hacer por ellos. Esas personas ya sea que murieron en Cristo y Jesús pagó por sus pecados; o bien murieron en incredulidad, murieron en sus pecados y están pagando por ellos en el infierno. La doctrina católica del purgatorio es una forma en la que históricamente se han vendido indulgencias e incluso misas para rezar por los difuntos. Y el 2 de noviembre es otro pretexto para recordarles a la gente que “necesitan invertir su dinero” en la iglesia católica para que obtengan un beneficio después de la muerte. Pregúntese por qué debería usted pagarle a alguien para que rece por usted, es ilógico.
[Dice Jesús] «Por eso dije que morirán en sus pecados; porque, a menos que crean que Yo Soy quien afirmo ser, morirán en sus pecados». — Juan 8:24 (NTV)
Del Día de Todos los Santos a la tradición del “Día de los Muertos” en México
En México, antes de la Conquista Española, en el antiguo imperio Azteca existía un culto a la muerte. Los aztecas llevaban a cabo rituales a la diosa Mictecacihuatl también llamada la «Dama de los muertos» y a su esposo Mictlantecuhtli, la celebración pagana duraba un mes e incluía sacrificios humanos y canibalismo alrededor del templo. En hallazgos arqueológicos en la ciudad de México se han encontrado dos estatuas tamaño humano de Mictlantecuhtli al norte del Templo Mayor de Tenochtitlán.
Después de la Conquista los españoles convirtieron a los nativos al catolicismo y, como era la costumbre católica, hicieron sincretismo (mezclaron religiones), movieron la celebración del culto a la muerte para que coincidiera con el «Día de Todos los Santos» y con el «Día de los Fieles Difuntos», y redujeron la duración de la celebración. Sin embargo, después de la Conquista, a pesar de que el culto a la muerte disminuyó, nunca fue completamente erradicado, según John Thompson de la Universidad de Arizona Southwest Center se han encontrado referencias que datan del siglo 18 en México. En un texto de la Inquisición Española, los nativos ataban una figura de esqueleto y la llamaban «santa muerte» y amenazaban a la figura con latiguearla si no hacía los milagros o les concedía sus deseos.
«Así que, si bien los nuevos residentes adoraban al Señor, también rendían culto a sus ídolos; y hasta el día de hoy, sus descendientes hacen lo mismo.» — 2 Reyes 17:41 (NTV)
La iglesia católica buscaba asimilar a las religiones locales, y terminaba por generar sincretismo entre la población, de forma que las personas se convertían al catolicismo manteniendo de forma privada sus creencias paganas. Esta mezcla de creencias católicas con antiguas creencias pre-colombinas paganas ha dado paso a lo que hoy se conoce como el “Día de los Muertos” en México. Y esta tradición se apartó totalmente de la idea original de recordar a los santos, o a las “almas en el purgatorio”, dando paso a un festejo totalmente secular y mundano alejado incluso del catolicismo. Como nos explica Santiago, el hermano de Jesús, cuando vivimos fuera de la revelación de Dios estamos a la deriva de la siguiente mentira del mundo y de las tradiciones humanas.
“…asegúrense de que su fe sea solamente en Dios, y no duden, porque una persona que duda tiene la lealtad dividida y es tan inestable como una ola del mar que el viento arrastra y empuja de un lado a otro.” — Santiago 1:5-6 (NTV)
En México las costumbres varían de región a región, en áreas rurales las familias adornan las tumbas con flores y con velas, también llevan los alimentos favoritos que le gustaban al difunto. Muchas familias construyen «altares» u «ofrendas» de muertos en sus casas utilizando fotos de familiares difuntos, velas, flores y alimentos. También hay pan de muerto y dulces con la forma de símbolos de muerte como calaveras y esqueletos. Estas calaveras de azúcar son parte de una tradición de arte de azúcar traída por los misioneros italianos en el siglo 17.
Observe que las Escrituras en ningún momento mencionan que se haga homenaje alguno para los muertos. Esto proviene de la antigua idolatría y del culto a la muerte.
«Después nuestros antepasados se unieron para rendir culto a Baal en Peor; ¡hasta comieron sacrificios ofrecidos a los muertos! Con todo eso provocaron el enojo del Señor, entonces se desató una plaga en medio de ellos.» — Salmos 106:28-29 (NTV)
El construir «altares» u «ofrendas» para los muertos es algo claramente prohibido en las Escrituras. La construcción de altares no es algo trivial. Los altares u ofrendas deben ser dedicados únicamente a Dios.
«Luego Noé construyó un altar al Señor y allí sacrificó como ofrendas quemadas los animales y las aves que habían sido aprobados para ese propósito.» — Génesis 8:20 (NTV)
Lo que nos explica el apóstol Pablo es que cualquier otra clase de altar, ofrenda, o sacrificio que no es dedicada a Dios, es ofrecida a demonios. El sincretismo va a evolucionar en tradiciones opuestas a la Palabra de Dios, pero eso es lo que busca hacer Satanás con esta confusión y engaño, haciendo que las tradiciones se vean muy religiosas o muy divertidas.
[Dice el apóstol Pablo] “¿Qué es lo que trato de decir? ¿Que la comida ofrecida a ídolos tiene alguna importancia o que los ídolos son dioses verdaderos? No, de ninguna manera. Lo que digo es que esos sacrificios se ofrecen a los demonios, no a Dios… Ustedes no pueden beber de la copa del Señor y también de la copa de los demonios. No pueden comer de la Mesa del Señor y también de la mesa de los demonios.” — 1 Corintios 10:19-21 (NTV)
Las imágenes de esqueletos se han convertido lamentablemente en parte del folklore de nuestros días. Las representaciones de la muerte y de los rituales de día de los muertos que eran realizados de forma clandestina desde los tiempos de la Inquisición, se han hecho cada vez más públicos, y en las últimas décadas se han convertido en celebraciones de un culto a lo oculto con imágenes y representaciones de muerte en los comercios y adoptados como «parte de la cultura mexicana», llamándolo “nuestras raíces”. Cuando nuestras raíces van más atrás de los Aztecas y sus dioses, lo que está pasando ya ocurrió con el pueblo de Israel que cayó en la idolatría, lo que causa el enojo del Señor, quien solamente está buscando protegernos de tomar malos caminos:
«Habían seguido las prácticas de las naciones paganas que el Señor había expulsado de la tierra de su paso, así como las prácticas que los reyes de Israel habían introducido. Los israelitas también habían hecho muchas cosas en secreto, que no eran agradables al Señor su Dios. Se construyeron santuarios paganos en todas las ciudades, desde el puesto de avanzada más pequeño hasta la ciudad amurallada más grande. Levantaron columnas sagradas y postes dedicados a la diosa Asera en la cima de cada colina alta y debajo de todo árbol frondoso. Ofrecieron sacrificios en todas las cumbres de las colinas, tal como lo hacían las naciones que el Señor había expulsado de la tierra de su paso. Así que el pueblo de Israel había hecho muchas cosas perversas, con lo que provocó el enojo del Señor. Efectivamente, rindieron culto a ídolos a pesar de las advertencias específicas que el Señor les hizo repetidamente.» — 2 Reyes 17:8-12 (NTV)
“¿Soy Yo al que ellos perjudican? —pregunta el Señor—. Más que nada se perjudican a sí mismos, para su propia vergüenza.” — Jeremías 7:19 (NTV)
“El día de los muertos” y su relación con Posada, Diego Rivera, y James Bond
Como toda tradición humana, “el día de los muertos” evolucionó con adiciones hechas a principios del siglo 20, muy parecido a lo que sucedió con la imagen de Santa Claus. ¿Sabía usted que la figura actual que conocemos como Santa Claus surgió de un anuncio publicitario para la Coca-Cola? Pues esta última etapa que se ha agregado a la celebración del día de los muertos, viene de una serie de sincretismos que incluyen una caricatura de José Guadalupe Posada. Este dibujo le dio la personalidad a lo que hoy conocemos como el día de los muertos a nivel mundial.
José Guadalupe Posada (1852-1913) mexicano, originario de Aguascalientes, era un impresor y caricaturista político y un día acompañó un poema de humor negro del género llamado «calaveras» en México con un dibujo de un personaje que llamó «Calavera Garbancera». Ahí Posada hacía alusión a los ricos de México quienes adoptaban la sofisticación y elegancia europea, pero en forma de burla les insinuaba que realmente estaban muertos durante la celebración del primero de noviembre.
Más tarde en 1947, el famoso muralista Diego Rivera, inspirado por dicho personaje de Posada incluyó su versión de ese personaje y lo puso de cuerpo completo en la parte central de su mural «Sueño de una tarde dominical en la Alameda central» y llamó a este personaje «La Catrina». La Catrina, esposa del Catrín, representaba a los ricos, vestidos elegantemente, y hoy en día «La Catrina» es el símbolo más utilizado en México para representar al Día de los Muertos, las personas pintan sus caras, se ponen flores en la cabeza y se visten como «La Catrina», participan en concursos de disfraces y participan de estas celebraciones con entusiasmo porque piensan que son «sus raíces».
Después en 2015, la película Spectre de James Bond mostró al inicio de la película una escena de un supuesto desfile de Día de los Muertos en la Ciudad de México, algo que nunca se había celebrado en la ciudad, junto con una persecución al estilo de James Bond. De forma que la idea del desfile, de ser una idea de Hollywood, fue adoptada para convertirla en algo real por el gobierno de la ciudad como una forma de atraer turismo. Así que en el 2016 hicieron el primer desfile con la idea de realizar este evento cada año, en la avenida más importante de la ciudad: Paseo de la Reforma. Este año más de 700 participantes y bailarines se prepararon durante meses para participar en este desfile. Este es el segundo año en que se realiza en la Ciudad de México y atrajo 300,000 personas, (100,000 personas más que el desfile del 2016) y las autoridades anunciaron que el desfile incluiría un homenaje a los muertos del reciente terremoto de septiembre 2017.
[Dice el Señor] «Ellos despertaron Mis celos al rendir culto a cosas que no son Dios; provocaron Mi enojo con sus ídolos inútiles. Ahora Yo despertaré sus celos con gente que ni siquiera es pueblo, provocaré su enojo por medio de gentiles insensatos. Pues Mi enojo arde como el fuego y quema hasta las profundidades de la tumba. Devora la tierra y todos sus cultivos y enciende hasta los cimientos de las montañas. Amontonaré calamidades sobre ellos y los derribaré con Mis flechas.» — Deuteronomio 32:21-23 (NTV)
Ahora vemos que esta celebración del Día de los Muertos también ha sido exportada fuera de México. En 2016, en el cementerio de Los Ángeles llamado “Hollywood Forever” se celebró el día de muertos con «altares» de muertos dedicados a los cantantes David Bowie y Prince, éste último con flores moradas y con una guitarra. Este año en Ottawa, Canadá, se celebró el día de los muertos con mariachis, danzas folklóricas mexicanas, comida mexicana, un concurso de disfraces de “la Catrina”, pintarse la cara, talleres de flores de papel, pintar calaveras de papel maché, y pan de muerto. También este año en Nueva York, se realizó un desfile de Halloween que incluyó el tema del día de los muertos mexicano con marionetas al estilo de las mostradas en la película Spectre de James Bond.
«El Señor dice: «Estaba listo para responder, pero nadie me pedía ayuda; estaba listo para dejarme encontrar, pero nadie me buscaba. “¡Aquí estoy, aquí estoy!”, dije a una nación que no invocaba Mi nombre. Todo el día abrí Mis brazos a un pueblo rebelde. Pero ellos siguen sus malos caminos y sus planes torcidos. Todo el día me insultan en Mi propia cara al rendir culto a ídolos en sus huertos sagrados y al quemar incienso en altares paganos. De noche andan entre las tumbas para rendir culto a los muertos.» — Isaías 65:1-4a (NTV)
En el siguiente artículo veremos las serias consecuencias de las tradiciones del día de los muertos, y cómo se ha convertido para ciertas personas en un culto a la muerte. También veremos lo que nos dicen las Sagradas Escrituras al respecto.
¡Que Dios los bendiga!
Continuar leyendo: Los orígenes del “Día de los Muertos” (Parte 2)