Después de hablar del Calzado del Evangelio de la Paz, ahora veremos: ¿qué es el Escudo de la Fe?, y su función dentro de la Armadura de Dios. Explicaremos, ¿qué es la fe? y su importancia para un cristiano. Describiremos cómo es que el Escudo de la Fe nos protege contra los diferentes tipos de ataques utilizados por el diablo. Veremos ¿qué son los dardos de fuego en Efesios 6:16? Lo que nosotros hemos traducido como “flechas incendiarias”, por lo peligrosas que son para quienes no cuentan con la protección de la Armadura de Dios.
Tabla de Contenidos del Artículo
Esta es la cuarta pieza mencionada por Pablo que compone la Armadura de Dios. El Escudo de la Fe es una de nuestras principales líneas de defensa. Lo usamos para defendernos cada vez que Satanás busque atacar nuestra fe en Dios, cuando intente derribarnos de la firme posición que tenemos en Cristo. Entonces necesitamos levantar nuestro escudo y defendernos.
[Pablo dice] “Además de todo esto, habiendo levantado el escudo de la fe, con el que podrán apagar todas las flechas incendiarias del maligno.” — Efesios 6:16 (LSP)
Nuestra fe siempre va a ser atacada, porque sin fe, no podemos agradar a Dios (Hebreos 11:6).
“Pero sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que Él existe y que recompensa a los que lo buscan.” — Hebreos 11:6 (RV-1995)
¿Qué es la Fe?
La fe es pensar, actuar y tomar decisiones, basados en la certeza (la verdad) de la Palabra de Dios. Es creer en lo que Dios dice. La palabra “fe” en hebreo es ֵאמוּן– emún, que significa “confiar” y “fidelidad”; nos da la idea de que algo es cierto, seguro, firme y verdadero. Por lo que hay una relación muy estrecha entre la fe y la fidelidad.
“Y Jesús respondió: «Tengan fe en Dios. En verdad les digo que cualquiera que diga a este monte: “Quítate y arrójate al mar”, y no dude en su corazón, sino crea que lo que dice va a suceder, le será concedido. Por eso les digo que todas las cosas por las que oren y pidan, crean que ya las han recibido, y les serán concedidas.” — Marcos 11:22-24 (NBLA)
Emún, es el concepto de la fe al confiar con certeza, y con toda seguridad. Esta palabra también está relacionada con ֱאֶמת– emét, que significa “verdad”. Ambas palabras tienen la misma raíz en común: ָאַמן– amán, que significa “confirmar”, “apoyar”, “establecer”, “tener certeza”; y por lo mismo, al decir ָאֵמן– amén, se afirma lo que acaba de ser dicho (1 Crónicas 16:36).
“Bendito sea el SEÑOR, Dios de Israel, desde la eternidad hasta la eternidad. Entonces todo el pueblo dijo: «Amén»; y alabó al SEÑOR.” — 1 Crónicas 16:36 (NBLA)
La fe es una de las características del SEÑOR, es parte de Su naturaleza, y por ello es llamado: “Dios fiel”, “Dios de Verdad”, “Dios de fidelidad” (Deuteronomio 32:4; Salmos 36:5, 40:10, 143:1; Lamentaciones 3:22-23). En inglés llamamos faithful (lleno de fe) a alguien fiel. También es el término con el que designamos que Sus obras son hechas con fidelidad (Salmos 33:4), y Sus mandamientos son verdad (Salmos 119:86). La fe nos permite ver claramente que Dios existe, tal y como lo describen las Escrituras.
“Él es la Roca, cuya obra es perfecta, Porque todos Sus caminos son rectitud: Dios de verdad [emuná], y ninguna iniquidad en Él: Es justo y recto.” — Deuteronomio 32:4 (RVA)
“Porque la Palabra del SEÑOR es recta, y toda su obra es hecha con fidelidad [emuná].” — Salmos 33:4 (NBLA)
Demostramos nuestra fe al: creer (Juan 2:22, 3:16; Romanos 10:9-10); obedecer (Hechos 5:29; Mateo 7:21); tener la certeza que los pasajes de las Escrituras ocurrieron tal como están descritos; mantenernos fieles a Cristo (Juan 8:12, 15:4-5; 3 Juan 1:3; Apocalipsis 2:7, 11, 17, 26, 3:5, 12, 21, 21:7); tener esperanza (Romanos 8:24-25, 15:4; Tito 2:13; 1 Pedro 1:21); confiar plenamente en el seguro cumplimiento de todas las profecías, y creer que las promesas de Dios se llevarán a cabo de forma precisa (Lucas 24:44; Mateo 26:56; Romanos 4:17 Proverbios 3:5). Nuestra fe debe estar puesta únicamente en Dios (Marcos 11:22). Comienza con Cristo, Él la inicia y la perfecciona (Hebreos 12:2a).
“Por esto, cuando fue resucitado de entre los muertos Sus discípulos se acordaron de que había dicho esto y creyeron la Escritura y las palabras que Jesús había dicho.” — Juan 2:22 (RVA 2015)
“«Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios lo levantó de los muertos, serás salvo.» Porque con el corazón se cree para alcanzar la justicia [rectitud], pero con la boca se confiesa para alcanzar la salvación.” — Romanos 10:9-10 (RVC)
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La Verdad Absoluta vs. El Relativismo
El concepto bíblico de fe, אֵמוּן – emún, nos habla de algo firme, seguro y que se cumple con toda certeza. Sin embargo, el concepto “moderno” de fe es muy diferente, porque se refiere a “algo posible” pero que “no podemos tener una certeza al 100% de que sea seguro”.
“Porque el corazón de este pueblo se ha vuelto insensible, y con dificultad oyen con sus oídos; y han cerrado sus ojos; de otro modo, verían con los ojos, oirían con los oídos, y entenderían con el corazón, y se convertirían, y Yo los sanaría”.” — Mateo 13:15 (NBLA)
Sabemos que la verdad absoluta existe, así como dos más dos son cuatro, esto no es algo relativo, sabemos que el resultado de esa suma no es ocho ni tres. Las leyes de física, química y matemáticas, están regidas por verdades absolutas. Por otro lado, también existen verdades relativas que son únicas para cada persona. Por ejemplo, si el color favorito de alguien es el amarillo, y para alguien más es el azul, la verdad relativa es diferente para estas dos personas.
“Y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.” — Juan 8:32 (RVA-2015)
“¡De ninguna manera! Antes bien, sea Dios veraz aunque todo hombre sea mentiroso, como está escrito: Para que seas justificado en tus palabras y venzas cuando seas juzgado.” — Romanos 3:4 (RVA-2015)
Satanás sabe que existen verdades absolutas y relativas, pero hábilmente oculta las verdades absolutas de Dios, y engaña a las personas, haciéndolas creer que, las verdades relativas se pueden aplicar a toda afirmación, sensación, creencia o ley. Esta es la base de la filosofía postmodernista del relativismo. Esta filosofía engañosa domina la cultura actual, en donde la fe y la verdad son “relativas” para cada persona: al generalizar que toda verdad debe ser relativa, cada quien puede creer lo que quiera, porque: “no creen que exista una verdad absoluta”. ¡Esta premisa es absurda! Es un ataque directo a las enseñanzas absolutas y contundentes de la Biblia. Así podemos corroborar que, esta oposición promovida por el mundo tiene un origen satánico.
“Porque el siervo del Señor no debe ser amigo de contiendas, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido. Debe corregir con mansedumbre a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él.” — 2 Timoteo 2:24-26 (RVR 1995)
La salvación es una verdad absoluta, no hay nada relativo al respecto: uno solo puede morir en Cristo, o en sus pecados. Satanás es quien engaña al mundo entero con las supuestas “verdades relativas”, con ello, causa confusión que conduce a la muerte. El SEÑOR hizo un gran sacrificio: Jesucristo pagó con Su vida, para salvarnos de nuestros pecados. Si usted acepta por fe que, no hay nada que usted pueda hacer por sí mismo para alcanzar la salvación, y acepta a Jesucristo como su Salvador, por ser el único Camino para la Salvación, y que esto es absolutamente la Verdad, entonces recibirá la vida eterna, por la gracia del SEÑOR, quien es la Verdad.
“Jesús le dice: Yo Soy el Camino, y la Verdad, y la Vida: nadie viene al Padre, sino por Mí.” — Juan 14:6 (RVA)
¿Qué son las Flechas Incendiarias del Maligno?
Satanás siempre va a atacar con todo el arsenal disponible que tenga. En Efesios 6:16, Pablo nos exhorta a que “levantemos el Escudo de la Fe” para “apagar todas las flechas incendiarias del maligno”, y utiliza la palabra βέλος – bélos, que significa “flecha”, “jabalina” o “lanza”, “misil” y “dardo”. Se deriva del verbo lanzar, βάλλω – bálo, por lo que estamos hablando de un arma que es arrojada para causar daño a distancia. Esto nos demuestra lo poderosa que es la Armadura de Dios, porque nos protege incluso contra este tipo de ataques ocultos, que no son frontales.
“Además de todo esto, habiendo levantado el escudo de la fe, con el que podrán apagar todas las flechas incendiarias del maligno.”— Efesios 6:16 (LSP)
Podemos percatarnos del ataque de las flechas incendiarias al ver sus resultados, porque provocan: incredulidad, quejas, crítica, chismes, insatisfacción, infidelidad, sentirse despreciado y no amado, depresión, ambición, egoísmo, arrogancia, la búsqueda de fama, honor, elogios, el querer siempre tener la razón, etc. Siempre que detecte alguna de estas situaciones en su vida, levante su Escudo de la Fe, y combata al enemigo para extinguir el fuego, antes de que crezca fuera de control y lo afecte a usted y a las personas a su alrededor. Recuerde que la fe es la victoria que vence al mundo (1 Juan 5:4).
“Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo. Y esta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe.” — 1 Juan 5:4 (NBLA)
Las armas favoritas de Satanás son la mentira y el engaño, son su arco y flechas (Jeremías 9:3, 8). El enemigo utiliza una variedad de flechas para engañar, como veremos en nuestro siguiente artículo.
“Tensan su lengua como su arco; la mentira y no la verdad prevalece en la tierra; porque de mal en mal proceden, y a Mí no me conocen», declara el SEÑOR.” — Jeremías 9:3 (NBLA)
“Flecha asesina es la lengua de ellos; hablan engaño. Con su boca habla de paz a su prójimo, pero dentro de sí pone emboscada.” — Jeremías 9:8 (RVA-2015)
En nuestro siguiente artículo, concluiremos el estudio del Escudo de la Fe. Veremos los diferentes tipos de flechas incendiarias que utiliza el reino del diablo para atacar la fe de las personas. Conociendo el tipo de ataque al que puede enfrentarse, podrá reconocerlo y neutralizarlo, apagando así, los dardos de fuego satánicos.
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¡Que Dios los bendiga!
Continuar leyendo: El Escudo de la Fe Apaga las Flechas Incendiarias (Parte 7)
Ir a: ¿Qué es y cómo Adquirir la Armadura de Dios?
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