En este artículo hablaremos del Casco de la Salvación como parte de la Armadura de Dios que nos menciona Pablo (Efesios 6:17). Así como un casco protege la cabeza de una persona, esta pieza es la defensa espiritual más poderosa que tenemos para defendernos de los ataques a nuestra mente. También hablaremos de cómo el enemigo es capaz de plantar malos pensamientos en las personas que no cuentan con esta pieza de la Armadura, veremos ejemplos para que compruebe que el enemigo ataca con este mecanismo desde la infancia de las personas.
«Y tomen el casco de la salvación» — Efesios 6:17a (LSP)
Los Ataques a Nuestra Mente
La cabeza es una de las partes más vulnerables del cuerpo. Si la cabeza está gravemente herida, entonces, el resto del cuerpo deja de funcionar correctamente, y según la gravedad de la lesión, esto puede ser mortal. De forma similar, el diablo constantemente lanza ataques para controlar la mente de las personas, y si lo consigue, eso puede llegar a ser fatal.
El objetivo de Satanás para las personas incrédulas, es que continúen en su estado de ignorancia espiritual, y de falsa seguridad en sí mismas, en sus riquezas materiales (Lucas 12:15-21), o en el mundo. Y mantenerlas lo suficientemente distraídas mientras aún están con vida, para evitar que escuchen el evangelio de salvación y se arrepientan (Job 36:11-12).
“Si escuchan y le sirven, acabarán sus días en prosperidad y sus años en delicias. Pero si no escuchan, perecerán a espada, y morirán sin conocimiento.” — Job 36:11-12 (NBLA)
[Dice el SEÑOR] “Mi pueblo es destruido por falta de conocimiento.” — Oseas 4:6a (NBLA)
Mientras que, para los creyentes, la estrategia de Satanás es más drástica, porque busca destrozar su confianza en las Escrituras, y en las promesas de Dios; hacerlos dudar de la certeza de su salvación, y que abandonen su posición en Cristo (Hebreos 10:23).
“Mantengamos firme la profesión de nuestra fe sin fluctuar; que fiel es El que prometió” — Hebreos 10:23 (RVA)
Antes de su conversión, usted vivía sin la protección del Casco de la Salvación. Su mente era vulnerable, y obedecía a los deseos de su carne, era una persona del mundo, y andaba por los caminos sutiles del diablo, porque fácilmente caía en sus trampas y engaños (Efesios 5:8). No tenía discernimiento espiritual, y lo que ahora se da cuenta que son mentiras, antes lo atemorizaba. Andaba por el camino ancho, junto con la mayoría de la gente.
“Entren por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y son muchos los que entran por ella. Pero ¡qué estrecha es la puerta y qué angosto el camino que lleva a la vida! Y son pocos los que la hallan.” — Mateo 7:13-14 (RVA-2015)
Era lo que Santiago llama: “Una persona de lealtad dividida”, al estar confundido, pensando que sabía la verdad del SEÑOR, pero sin acercarse a Él para conocerlo mejor. Se mantenía con una actitud pasiva, siguiendo falsas creencias e ídolos que heredó y adoptó de sus ancestros (Jeremías 16:19). Esto solo lo mantenía lejos de Dios, y prisionero bajo la ley del pecado y la muerte, teniendo una actitud que no se interesaba en la santidad. Era inestable en lo que hacía, y permitía pensamientos de maldad (Colosenses 1:21).
“El hombre de lealtad dividida es inestable en todos sus caminos.” — Santiago 1:8 (LSP)
“A ustedes también, aunque en otro tiempo estaban apartados y eran enemigos por tener la mente ocupada en las malas obras, ahora los ha reconciliado” — Colosenses 1:21 (RVA 2015)
Satanás Planta Malos Pensamientos
Para entender mejor cómo es que Satanás planta malos pensamientos en las personas que no cuentan con el Casco de la Salvación, me gustaría describirle un episodio de la antigua caricatura de La Pantera Rosa (1969), llamado en inglés “Pink Panzer” (si puede véalo en este link: “Guerra en Rosa” ).
Este episodio comienza mostrando a la Pantera Rosa tranquila en su jardín descansando, leyendo un libro, y disfrutando de una bebida. Cuando de repente, se le viene a la mente un pensamiento (que procedía de una voz externa), recordándole que su vecino le había pedido prestada su podadora y que no se la había devuelto. Este pensamiento desencadena toda una serie de conflictos y desacuerdos con el vecino, que se intensifican, hasta llegar a estar literalmente en guerra con él. Y al final del episodio, se descubre que era el diablo quien les estaba poniendo estos pensamientos, tanto en la mente de la Pantera Rosa, como en la de su vecino, provocando que pelearan entre sí.
Me temo que esto es lo que sucede en realidad, en la vida de las personas. El diablo las tienta poniendo malos consejos, ideas o sugerencias en sus mentes, de forma que piensen que son sus propios pensamientos.
Estos ataques empiezan desde la niñez, y continúan el resto de sus vidas (Génesis 8:21b; Marcos 9:21). Por eso, los niños en su inocencia, tienen una muy alta probabilidad de resultar afectados, al hacer caso a las malas recomendaciones de Satanás, pensando que son sus propias ideas o deseos, y terminan en situaciones de peligro, como: jugar con fuego, ácido, sustancias peligrosas u objetos punzocortantes; ingerir veneno; alejarse de sus padres hasta perderse; trepar árboles; saltar del techo de su casa; saltar a piscinas profundas sin saber nadar, etc.
“Nunca más volveré a maldecir la tierra por causa de los seres humanos, aun cuando todo lo que ellos piensen o imaginen se incline al mal desde su niñez.” — Génesis 8:21b (NTV)
“Jesús preguntó al padre: «¿Cuánto tiempo hace que le sucede esto?». «Desde su niñez», respondió.” — Marcos 9:21 (NBLA)
¿Acaso se les ocurren todas estas barbaridades a los niños por sí solos? Considero que no, y que la mayoría de estos casos, van más allá de la curiosidad infantil. Más bien, se trata de ataques espirituales del enemigo, quien implanta malos pensamientos en las mentes inocentes de los niños, para tentarlos para que se hagan daño a sí mismos.
Por esta razón, sabemos que debemos tener bien vigilados a los niños pequeños en todo momento, y entrenarlos correctamente en la Palabra de Dios (Proverbios 22:6). Seguramente se ha enterado de muchos casos de niños que se pusieron en peligro mortal, y de las horribles consecuencias que este tipo de tragedias tuvieron en las familias. Recuerde que el enemigo viene a robar, matar y destruir (Juan 10:10).
“Instruye al niño en el camino que debe andar, y aun cuando sea viejo no se apartará de él.” — Proverbios 22:6 (NBLA)
Plantar malas ideas en la cabeza de las personas, es un mecanismo tan sutil y efectivo, que quizás usted mismo no se había dado cuenta, de que ha estado bajo este tipo de ataque durante toda su vida. El Casco de la Salvación es la única defensa que tenemos contra este asalto. La situación empeora cuando el individuo crece lejos de la protección de Dios, y no opone ninguna resistencia mental a estos malos pensamientos (2 Corintios 10:5). Porque la naturaleza carnal cae fácilmente en las trampas demoniacas (Santiago 1:14-15), dándole rienda suelta a la imaginación, para tramar maldades (Génesis 6:5; Salmos 36:4; Proverbios 6:14, 18, 24:8).
«(Porque las armas de nuestra milicia no son carnales sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas). Destruimos los argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios; llevamos cautivo todo pensamiento a la obediencia de Cristo» — 2 Corintios 10:4-5 (RVA 2015)
“Iniquidad piensa sobre su cama; está en camino no bueno, no aborrece el mal.” — Salmos 36:4 (JBS)
“Perversidades hay en su corazón; en todo tiempo anda pensando el mal, provocando discordia.” — Proverbios 6:14 (RVA 2015)
Por lo que no es de sorprendernos que estas sugerencias diabólicas, puedan llevar a las personas a cometer adulterio, divorcios, robos, estafas, asesinatos, suicidio, y todo tipo de pecados. Porque un pecador es esclavo del pecado (Juan 8:34).
“Sino que cada uno es tentado cuando es llevado y seducido por su propia pasión. Después, cuando la pasión ha concebido, da a luz el pecado; y cuando el pecado es consumado, engendra la muerte.” — Santiago 1:14-15 (NBLA)
“Seis cosas hay que el SEÑOR odia, y siete son abominación para Él: ojos soberbios, lengua mentirosa, manos que derraman sangre inocente, un corazón que trama planes perversos, pies que corren rápidamente hacia el mal, un testigo falso que dice mentiras, y el que siembra discordia entre hermanos.” — Proverbios 6:16-19 (NBLA)
La persona necesita estar consciente de que puede recibir estos pensamientos directamente de los demonios, sin ningún estímulo externo físico, o también pueden provenir de la naturaleza carnal. Si de repente, viene a su mente un mal pensamiento, o una tentación que lo incentiva a pecar, en ese instante debe identificar el problema, y haciendo uso de su Casco de la Salvación, frenar ese tren de pensamiento y desecharlo.
Adicionalmente, el diablo utiliza al mundo para tentar a la gente a hacer el mal (1 Juan 2:16), al influenciarlos con: películas, programas de televisión, música, conversaciones con otras personas (Job 2:9; Mateo 16:22-23), etc. El Casco de la Salvación nos defiende, nos ayuda para identificar y neutralizar los ataques enemigos externos, evitando así caer en tentación; de esta forma, pasará la prueba y continuará caminando por la senda del SEÑOR.
“Porque todo lo que hay en el mundo —los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la soberbia de la vida— no proviene del Padre sino del mundo.” — 1 Juan 2:16 (RVA 2015)
El Casco de la Salvación participa en la transformación y renovación de nuestra mente, para que hagamos la voluntad de Dios (Romanos 12:2). Como creyentes, lo más importante que debemos preservar “por sobre toda cosa” es nuestro corazón (mente), por eso, se nos indica que necesitamos cuidarlo y vigilarlo constantemente (Proverbios 4:23).
“Y no se adapten a este mundo, sino transfórmense mediante la renovación de su mente, para que verifiquen cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno y aceptable y perfecto.” — Romanos 12:2 (NBLA)
“Sobre toda cosa guardada guarda tu corazón; porque de él mana la vida.” — Proverbios 4:23 (RVA)
La mejor forma de mantener fuera los pensamientos y sugerencias de la carne, el mundo y Satanás (Mateo 16:23), es introduciendo y manteniendo dentro, los pensamientos de Cristo, Su Palabra y las enseñanzas del Espíritu Santo (Filipenses 4:7-9). Tener la mente de Cristo, es algo que debemos buscar activamente, requiere de una labor diaria por parte nuestra, fomentando que la Palabra de Dios viva en nosotros, en nuestros pensamientos y acciones (Colosenses 3:16; Juan 15:7), y una de las formas de conseguirlo, es leyendo las Escrituras a diario (Hechos 17:11).
“Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará sus corazones y sus mentes en Cristo Jesús. En cuanto a lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre, si hay virtud alguna, si hay algo que merece alabanza, en esto piensen. Lo que aprendieron, recibieron, oyeron y vieron en mí, esto hagan; y el Dios de paz estará con ustedes.” — Filipenses 4:7-9 (RVA-2015)
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En el siguiente artículo, continuaremos con otro extracto de la siguiente pieza de la Armadura: La Espada del Espíritu, veremos que es un arma espiritual muy versátil, porque es tanto ofensiva como defensiva. Junto con la Oración en el Espíritu forma parte de la artillería pesada del creyente.
¡Que Dios los bendiga!
