Monte Sinaí

¿En dónde está el Verdadero Monte Sinaí?


En nuestro artículo anterior vimos cómo los israelitas cruzaron el Mar Rojo en el Golfo de Áqaba. Ahora hablaremos del trayecto que siguieron en Arabia hasta llegar al Monte Sinaí. Mencionaremos unas columnas que encontró Ron Wyatt en ambos lados donde fue el cruce del Mar Rojo. También hablaremos del testimonio del Dr. David Kim, un creyente coreano, quien luego de enterarse de los descubrimientos del Monte Sinaí de Ron Wyatt, fue a corroborar por sí mismo su ubicación.



Las columnas conmemorativas en el sitio del Cruce

Columna en Mar Rojo

Otro dato curioso que Ron Wyatt menciona acerca del cruce del Mar Rojo, son unas grandes columnas de piedra estilo fenicio que se encontraron a cada lado del Cruce. La primera la encontró del lado egipcio, en 1978, tirada en el extremo sur de la playa y parcialmente sumergida en el agua. Ron les informó a las autoridades al respecto, y en su siguiente visita, la columna ya estaba erguida en cemento a un lado de la carretera.

La segunda columna o pilar la descubrió en 1984, en la playa del lado de Arabia Saudita, cuando las autoridades árabes lo llevaron hasta ese sitio en helicóptero para corroborar su historia, ya que fue encarcelado y acusado de ser un espía israelí cuando estaba buscando el verdadero Monte Sinaí. La columna del lado árabe era idéntica a la primera que habían encontrado en Egipto, pero tenía inscripciones en hebreo arcaico con las palabras: Mizraim (Egipto); Salomón; Edom; muerte; faraón; Moisés; y YAHWÉH.

De ahí Ron dedujo que el rey Salomón podría haber erigido esas columnas en honor de YAHWÉH y las habría dedicado debido al milagro del Cruce del mar. Posiblemente, esa columna le salvó la vida a Ron y a sus hijos porque: ¡probó que les había dicho la verdad sobre su visita! Lamentablemente, las autoridades árabes quitaron la evidencia de esta columna, y no se sabe a dónde se la llevaron.

En Camino al Monte Sinaí

Moisés aguas amargas de Marah

Después de que los israelitas cruzaron el Mar Rojo y adquirieron las armas del ejército egipcio, continuaron su trayecto durante 3 días por el desierto de Shur en la región de Etam, hasta que llegaron a Mara (Éxodo 15:22-23; Números 33:8). Aquí ocurrió otro milagro ante los ojos de todos los israelitas, quienes estaban quedándose sin comida, y ya no tenían agua: El SEÑOR sanó las aguas amargas de ese lugar y las convirtió en agua dulce que podían beber.

Los israelitas fueron puestos a prueba y no la pasaron, porque murmuraron en contra de Dios (Éxodo 15:25). Entonces el ETERNO empezó a enseñar a Su pueblo a comportarse, para que dejen de ser esclavos del mundo e hicieran lo que es agradable ante Sus ojos. Esto es lo mismo que los creyentes debemos hacer para crecer espiritualmente ante los ojos del SEÑOR:

“Y Dios les dijo: «Si escuchas atentamente la voz del Señor tu Dios, y haces lo que es recto ante Sus ojos, y escuchas Sus mandamientos, y guardas todos Sus estatutos, no te enviaré ninguna de las enfermedades que envié sobre los egipcios. Porque Yo, el SEÑOR, soy tu sanador».” — Éxodo 15:26 (NBLA)

recolección del maná

Para el día 15 del segundo mes, exactamente un mes desde que habían salido, la comida que tenían se les acabó (Éxodo 16:1-3). Fue entonces cuando el SEÑOR les envió el maná para alimentar a los millones de personas que salieron de Egipto (Éxodo 16:4-5). Creemos que no solamente les enseñó a guardar el Shabát dándoles el maná por seis días, sino que además no viajaban durante el sábado. Tal vez, ciertos lugares donde acamparon lo hicieron por ser Shabát, para enseñarlos, al establecer este patrón en sus vidas. Esto lo hicieron ellos y sus hijos durante los 40 años que comieron maná en el desierto.

Así comieron los hijos de Israel maná durante cuarenta años, hasta que llegaron a tierra habitada; maná comieron hasta que llegaron a los límites de la tierra de Canaán.” — Éxodo 16:35 (RVR-1995)

Miren que el SEÑOR les ha dado el sábado, y por eso en el sexto día les da pan para dos días. Permanezca cada uno en su lugar; nadie salga de allí en el séptimo día.” — Éxodo 16:29 (RVA 2015)

Israel pelea con los amalecitas

Israel continuó su camino hacia el Monte Sinaí y acamparon en Refidim (Éxodo 17:1-3). Aquí murmuraron otra vez por la falta de agua, y fueron testigos del agua que salió de la roca que golpeó Moisés en Horeb. Este milagro fue acompañado por el ataque de Amalec, que el SEÑOR permitió por la falta de fe del pueblo, luego de murmurar en contra del Todopoderoso. Fue la primera vez que utilizaron las armas que obtuvieron de los egipcios.

“Después vino Amalec y peleó contra Israel en Refidim.” — Éxodo 17:8 (RVR-1995)

El flujo masivo de agua de la roca de Horeb formó ríos y fue suficiente para las necesidades de los 2 ó 3 millones de israelitas que la usaron como su fuente principal de agua durante más de 11 meses que acamparon al pie del Monte Sinaí (Éxodo 19:1-2; Números 10:11-12). Esta fue el agua que utilizaron los israelitas para purificarse y para que lavaran su ropa, en preparación para que Dios descendiera sobre el monte Sinaí. Nosotros creemos que el origen de esta agua es espiritual y que no provenía de un manantial subterráneo, algo similar a lo que vimos en: Génesis 7:11-12– El Diluvio, Una Tormenta Mundial (Parte 3).

“Partió las peñas en el desierto y les dio a beber del gran abismo. Sacó corrientes de la peña e hizo descender aguas como ríos.” — Salmos 78:15-16 (RVA-2015)

“Todos comieron el mismo alimento espiritual, y todos bebieron la misma bebida espiritual, porque bebían de una roca espiritual que los seguía. La roca era Cristo.” — 1 Corintios 10:3-4 (NBLA)

Dado que los israelitas estaban en las tierras de Madián, en Arabia, el suegro de Moisés fue a visitarlos.

“Y oyó Jetro, sacerdote de Madián, suegro de Moisés, todas las cosas que Dios había hecho con Moisés, y con Israel su pueblo, y cómo el SEÑOR había sacado a Israel de Egipto.” — Éxodo 18:1 (JBS)

En el día primero del tercer mes, es decir, aproximadamente 45 días desde que salieron de Egipto, llegaron al desierto del Sinaí y acamparon frente al monte Sinaí, y estuvieron durante esa semana siguiendo las instrucciones del ETERNO (Éxodo 19:1-2).

“Al tercer mes de haber salido los hijos de Israel de la tierra de Egipto, ese mismo día, llegaron al desierto de Sinaí. Habían salido de Refidim, y al llegar al desierto de Sinaí acamparon en el desierto. Israel acampó allí frente al monte.” — Éxodo 19:1-2 (RVR-1995)

Monte Sinaí

Después de que los israelitas acamparon, Moisés subió al Monte Sinaí para recibir instrucciones del SEÑOR (Éxodo 19:3). En este primer encuentro, lo que Moisés recibió fue la invitación para que cualquier persona que esté dispuesta a entrar en el pacto de Dios, pueda formar parte de la iglesia de Jesucristo (Éxodo 19:5-6). Esto lo sabemos porque el apóstol Pedro cita este pasaje confirmando que los cristianos somos el pueblo de Dios, su nación santa de sacerdotes, Su tesoro especial, la Casa de Israel.

“Ahora pues, si en verdad escuchan Mi voz y guardan Mi pacto, serán Mi especial tesoro entre todos los pueblos, porque Mía es toda la tierra. Ustedes serán para Mí un reino de sacerdotes y una nación santa. Estas son las palabras que dirás a los israelitas.” — Éxodo 19:5-6 (NBLA)

Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido para posesión de Dios, a fin de que anuncien las virtudes de Aquel que los llamó de las tinieblas a Su luz admirable.” — 1 Pedro 2:9 (NBLA)

Moisés, los 10 Mandamientos

Después de que Moisés recibió la confirmación de que el pueblo de Israel había aceptado el pacto del SEÑOR, subió al Monte Sinaí por segunda vez, para confirmar la aceptación del pacto de Dios por parte de los israelitas (Éxodo 19:8-9). Entonces el SEÑOR le dijo que se consagraran por 3 días antes de Su venida para que les entregara Su ley, los 10 Mandamientos. Esto sucedió al cumplirse los 3 días, al final de las 7 semanas, el domingo por la mañana o 50 días desde que salieron de Egipto en el Festival de Panes sin Levadura.

“Que estén preparados para el tercer día, porque al tercer día el SEÑOR descenderá a la vista de todo el pueblo sobre el monte Sinaí.” — Éxodo 19:11 (NBLA)

Contarán cincuenta días hasta la mañana siguiente al séptimo sábado. Entonces presentarán una ofrenda vegetal nueva al SEÑOR.” — Levítico 23:16 (RVA-2015)

El ETERNO descendió con truenos y relámpagos y una densa nube para proteger a los israelitas de Su poderosa presencia sobre el monte Sinaí, con un sonido tan fuerte de trompeta, que hizo temblar a todo el pueblo que estaba en el campamento (Éxodo 19:16). Ese día sería el Festival de Pentecostés o Shavuót. Así que, en la primera celebración de Shavuót, la Casa de Israel recibió la ley del SEÑOR.

“Todo el pueblo percibía los truenos y relámpagos, el sonido de la trompeta y el monte que humeaba. Cuando el pueblo vio aquello, temblaron, y se mantuvieron a distancia.” — Éxodo 20:18 (NBLA)

¿Dónde está el Monte Sinaí?

Como ya vimos en la ruta hacia el Mar Rojo durante el Éxodo, la tradicional ubicación del monte Sinaí fue elegida por Helena, madre del emperador Constantino en el año 325 d. C., después de un sueño que tuvo sobre el monte Musa (Moisés). A partir de esto, no solo el desierto de Egipto fue llamado «Sinaí», sino que toda la península se convirtió en la «península del Sinaí». Eusebio en su diccionario de lugares llamado Onomasticon, menciona que nadie en la época de Helena estuvo de acuerdo con ella.

Moises

Pero con el tiempo, Satanás, el padre de la mentira, logró engañar al mundo entero. Primero se construyó el monasterio de Santa Catalina. Y esta región montañosa fue la locación para la película de Los Diez Mandamientos (1956), identificando a esta montaña como el Monte Sinaí. Pero no hay espacio para que millones de personas acampen a su alrededor.

El verdadero Monte Sinaí se localiza en Madián, actualmente al noroeste de Arabia Saudita, llamada así por Medán, uno de los hijos de Abraham con Ceturá (Génesis 25:2; 1 Crónicas 1:32). Pablo, en su carta a los gálatas, identificó a Arabia como el lugar en donde se encuentra el Monte Sinaí (Gálatas 4:25), inclusive nos menciona que él había viajado a esa región, no me extrañaría que haya ido a visitar el Monte Sinaí (Gálatas 1:17).

[Dice Pablo] “Ahora bien, Agar es el monte Sinaí en Arabia, y corresponde a la Jerusalén actual, porque ella está en esclavitud con sus hijos.”— Gálatas 4:25 (NBLA)

[Dice Pablo] “Ni subí a Jerusalén a los que fueron apóstoles antes que yo sino que partí para Arabia y volví de nuevo a Damasco.” — Gálatas 1:17 (RVA 2015)

En Gálatas 4:25, Pablo estaba hablando del hijo de Agar, es decir, Ismael, quien vivía en Shur, Arabia, “al este de sus hermanos” (Génesis 25:5-6, 18; Éxodo 15:22), y cuya descendencia para la época de José (hijo de Jacob) ya se habían casado y mezclado tanto con miembros de la tribu de los madianitas, que sus nombres ya se habían vuelto intercambiables (Génesis 37:25-28).

Los edomitas, madianitas, ismaelitas y amalecitas vivían al este de Israel en lo que hoy es Jordania y Arabia. En la época de los Jueces, los madianitas y los amalecitas tenían el control sobre Israel (Jueces 6:3,33; 7:12). La Biblia nos dice que los israelitas fueron atacados en Refidim por los amalecitas que vivían en esa área.

“Cuando pasaban los mercaderes madianitas, sacaron ellos a José de la cisterna, lo trajeron arriba y lo vendieron a los ismaelitas por veinte piezas de plata. Y estos se llevaron a José a Egipto.” — Génesis 37:28 (RVR-1995)

¿Cómo podemos identificar cuál de entre todos los montes de Madián es el Monte Sinaí? El historiador Flavio Josefo nos dice que lo podemos identificar por ser el monte más alto de ese país:

“Ahora Moisés reunió a la multitud y les dijo que iba de ellos al monte Sinaí para conversar con Dios… subió al monte Sinaí, que es el más alto de todos los montes que hay en aquel país y no sólo es muy difícil de subir por los hombres, por su gran altura, sino también por la severidad de sus precipicios… y además de esto, era terrible e inaccesible, a causa del rumor que circulaba, de que Dios habitaba allí”. (Antigüedades Judías, Flavio Josefo, Libro 3, Capítulo 5, Sección 1)

El Monte Sinaí

El Monte Sinaí, es llamado en árabe Yábal al-Loz (transliterado Jabal Lawz en inglés), que significa “Montaña de Almendra”. Esta montaña tiene una altura de 2,580 m sobre el nivel del mar, es la más alta en el norte de Arabia. El monte Sinaí está al sur de Jerusalén a tan solo 350 Km en línea recta.

El Testimonio del Dr. David Kim

Dr. David Kim
Dr. David Kim muestra gravado de menorá

Cuando el Dr. David Kim —un creyente coreano que vivió durante muchos años en Arabia Saudita y que fue médico de la realeza de ese reino— se enteró de los hallazgos de Ron Wyatt acerca del Cruce del Mar Rojo y que dijo que el Monte Sinaí se encontraba en Arabia Saudita, esto lo animó para ir a verificar esta información por sí mismo, y viajó 12 veces en el periodo del 2001 al 2006. Dados sus contactos con la realeza, él pudo conseguir permisos que le permitían transitar por el área donde se localiza la montaña, porque su acceso es restringido dado que hay una base militar cercana.

El Dr. Kim, a pesar de los peligros, pudo encontrar el Monte Sinaí. En su primer viaje, él no sabía cuál de entre todos los montes en el área era el lugar correcto, hasta que vio una nube oscura sobre uno de los montes, que es algo muy inusual fuera de la época de lluvia en Arabia, porque casi no llueve.

Además, le llamó la atención que a pesar del viento, esa nube no se movía así que se dirigió hacia ese monte. Cuando llegó al lugar, la nube descendió, envolviendo al monte por completo. Dentro de la nube empezó a relampaguear y a tronar. Los truenos eran tan fuertes que hacían vibrar el piso, como si hubiera un terremoto. Kim sintió mucho miedo por lo que ocurría y empezó a orar, se arrepintió de sus pecados, y la nube de pronto se desvaneció.

Monte Sinaí

Una de las características de este monte, es que las rocas de la parte superior están de color negro, mientras que las piedras en las faldas del monte no lo están. Cuando Kim escaló el monte, partió una de las piedras ennegrecidas y notó que por dentro tenían el mismo color que las piedras de la parte de abajo. Se ha dicho que esta coloración es natural, debido a bacterias, pero otra de las razones puede ser porque el SEÑOR bajó a este Monte en fuego:

Todo el monte Sinaí humeaba, porque el SEÑOR había descendido sobre él en fuego. El humo subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremecía con violencia.” — Éxodo 19:18 (NBLA)

El Dr. Kim pudo recolectar diferentes muestras como: figuras hechas de piedra, herramientas, cerámica y además, encontró estructuras de piedra como corrales, piedras grabadas con figuras de toros y hasta una menorá, también encontró escritura hebrea antigua, los cuales suponen que ahí estuvieron los israelitas. Puede encontrar el testimonio completo del Dr. David Kim en YouTube (en inglés) donde relata sus aventuras y experiencias.

En este estudio hemos visto cómo el SEÑOR había mantenido oculto el lugar del Monte Sinaí, incluyendo que no apareciera ni siquiera el mar de Áqaba en los mapas, e incluyendo la confusión que trajo Helena ubicando este Monte en Egipto. Y además durante mucho tiempo esa área árabe había permanecido con una restricción de acceso por haber una base militar cercana. Aún supongo que haya ciertas restricciones. Sin embargo, me he enterado de pastores que están planeando viajes grupales a esta región. Ahora vemos que el SEÑOR está permitiendo que este conocimiento se haga público.

Puede encontrar los videos de Kevin Fisher de Arkdiscovery.com en YouTube en donde habla del sitio del Cruce y otro en donde habla acerca del Monte Sinaí en Arabia. Links:

El Monte Sinaí ha sido encontrado

El Cruce del Mar Rojo

Esperamos que este estudio le haya ayudado a entender mejor las Escrituras, aclare la confusión con respecto al lugar del Cruce, tenga una mejor noción sobre la ubicación del verdadero monte Sinaí, y aprecie mejor lo asombroso de los eventos del Éxodo de Egipto, que solo el Todopoderoso pudo haber llevado a cabo. Con todos los eventos que están ocurriendo en el mundo, y la gran maldad a la que estamos llegando, creemos que el SEÑOR está revelándonos toda esta información para que sean del conocimiento público todas estas evidencias que corroboran la veracidad de la Biblia.

Para Dios, estos eventos son tan importantes, que nos ordena que los recordemos cada año durante la Pascua, y además los incluye dentro de Su Primer Mandamiento, para que lo podamos identificar a Él como el único y verdadero SEÑOR.

Yo soy el SEÑOR tu Dios que te saqué de la tierra de Egipto, de la casa de esclavitud: No tendrás otros dioses delante de Mí.” — Éxodo 20:2-3 (RVA-2015)

¡Que Dios los Bendiga!

Ir al inicio: Las 10 Plagas de Egipto (Parte 1)