Las Plagas de Egipto

Las 10 Plagas de Egipto: La Muerte del Primogénito (Parte 4)


En el artículo anterior vimos la Octava y la Novena Plagas. Ahora hablaremos de la Décima Plaga: la muerte del primogénito en toda la tierra de Egipto. Descubrirá la profecía de esta última plaga, la más severa, y la que finalmente convenció al faraón egipcio para dejar salir a los israelitas. Comenzando así el Éxodo hacia la Tierra Prometida marcado por la celebración de la primera Pascua. El SEÑOR con Su brazo fuerte, liberó a Su pueblo de la esclavitud en Egipto.

Décima plaga: La muerte de los primogénitos varones egipcios (Éxodo 11:1-10)

La profecía del Hijo Primogénito Colectivo

Moises recibe profecía

Antes de que comenzaran las 10 Plagas, Dios le anunció a Moisés la profecía de lo que sucedería si el faraón no dejaba ir a Su pueblo en Éxodo 4:21-23. El pueblo de Israel es llamado de manera colectiva: “Mi primogénito”.

“Y el SEÑOR dijo a Moisés: —Cuando estés de regreso en Egipto, haz en presencia del faraón todas las señales que he puesto en tu mano. Sin embargo, Yo endureceré su corazón, y él no dejará ir al pueblo. Entonces dirás al faraón: “Así ha dicho el SEÑOR: ‘Israel es Mi hijo, Mi primogénito. Yo te digo que dejes ir a Mi hijo para que me sirva. Si rehúsas dejarlo ir, he aquí que Yo mataré a tu hijo, a tu primogénito.” — Éxodo 4:21-23 (RVA 2015)

El faraón egipcio estaría familiarizado con estos términos, ya que oficialmente era llamado el “hijo de Ra”. Los faraones durante este periodo se llamaban a sí mismos “hijo del sol”, y decían tener el favor y protección de su padre divino. Cuando Dios le informa al faraón que Israel no tan solo es Su sirviente, sino Su hijo, debe saber que Israel goza de Su protección divina.

Faraón de Egipto

Si el faraón no dejaba ir al hijo primogénito del SEÑOR, a Su pueblo, entonces el SEÑOR iba a sentenciar a muerte al hijo primogénito del faraón. Observe que esto no tan solo incluyó a su hijo biológico y heredero al trono, sino también a todos los primogénitos egipcios de su pueblo, a sus súbditos, quienes también eran “suyos”. El primogénito del faraón, deducimos que también estaba expresado de manera colectiva. Encontramos el cumplimiento de esta Décima Plaga en Éxodo 12:29.

«A la medianoche, el Señor hirió de muerte a todos los primogénitos en la tierra de Egipto, lo mismo al primogénito del faraón que ocupaba el trono que al primogénito del que estaba cautivo en la cárcel, y a todas las primeras crías de los animales.» — Éxodo 12:29 (RVC)

Esta plaga fue la más severa de todas, era precisamente lo que debieron haber evitado los egipcios a toda costa. Las plagas anteriores habían servido como serias advertencias. De ellas deberían haber aprendido muchas lecciones, como: Dios es Único, fuera de Él no hay ningún otro dios (Isaías 43:10, 44:6, 8, 45:5, 21-22; Juan 17:3). Hay un alto precio por desobedecer a Dios (Deuteronomio 28:15-68; Levítico 26:14-46). Nadie puede burlarse de Dios (Gálatas 6:7). Siempre se cumple la Palabra de Dios (Números 23:19; Josué 21:45; 1 Reyes 8:56; Jeremías 1:12; Isaías 55:11; Mateo 5:18).

“No se dejen engañar, de Dios nadie se burla; pues todo lo que el hombre siembre, eso también segará.” —  Gálatas 6:7 (NBLA)

“Bendito sea el SEÑOR, que ha dado reposo a Su pueblo Israel, conforme a todo lo que prometió. Ninguna palabra ha fallado de toda Su buena promesa que hizo por medio de Su siervo Moisés.” — 1 Reyes 8:56 (NBLA)

El Edicto del Faraón para Matar al Primogénito de Israel

matanza de niños israelitas

Como recordará, en Éxodo 1, antes de que muriera el hijo del Faraón de Egipto durante la Décima Plaga, vemos que un Faraón egipcio previamente ya había mandado matar a los hijos primogénitos de los israelitas:

«Además, el rey de Egipto habló con Sifra y Fúa, que eran las parteras de las hebreas, y les dijo: «Cuando ustedes ayuden a las hebreas en sus partos, fíjense en el sexo. Si es niño, mátenlo; si es niña, déjenla vivir. Pero las parteras temieron a Dios, y no hicieron lo que el rey de Egipto les mandó, sino que les salvaron la vida a los niños.»— Éxodo 1:15-17 (RVC)

Cuando este Faraón vio que los recién nacidos israelitas seguían multiplicándose, entonces dio la siguiente orden:

“Entonces el faraón mandó a decir a todo su pueblo: “Echen al Nilo a todo niño que nazca, pero a toda niña consérvenle la vida”.” — Éxodo 1:22 (RVA 2015)

Esa fue la razón por la que la madre de Moisés se vio forzada a poner a su hijo en una cesta en el río Nilo, para evitar que lo mataran (Éxodo 2:1-3). En aquel entonces tanto el Faraón egipcio como su pueblo (al hacerle caso) fueron culpables de la muerte de los hijos del pueblo de Israel. Ahora con la justicia de Dios, les correspondía una sentencia de muerte a los hijos de los egipcios. Recordemos lo que nos dice la Palabra de Dios con respecto a esta ley:

“Si un hombre le quita la vida a algún ser humano, ciertamente ha de morir. Y el que quite la vida a un animal lo restituirá, vida por vida. Si un hombre hiere a su prójimo, según hizo, así se le hará: fractura por fractura, ojo por ojo, diente por diente; según la lesión que haya hecho a otro, así se le hará.” — Levítico 24:17-20 (NBLA)

[Dice el SEÑOR] “Mía es la venganza, Yo pagaré; a su debido tiempo su pie resbalará. Porque está cercano el día de su calamidad, y lo que les está preparado se apresura’.” — Deuteronomio 32:35 (RVA 2015)

Los Pecados de los Padres

Idolatría de Egipto
Horus guiando al faraon ante Osiris

Otro aspecto a considerar es que estamos hablando de generaciones diferentes, separadas por un intervalo de 80 años, entre quienes cometieron el pecado de ahogar a los niños hebreos en el río Nilo, cuando Moisés era un bebé; y los que presenciaron el Éxodo de Moisés y los israelitas. Se preguntará entonces: ¿Por qué fueron castigados los egipcios de esta nueva generación por los pecados que cometieron sus ancestros? El Segundo Mandamiento nos da la respuesta:

“No te harás ningún ídolo, ni semejanza alguna de lo que está arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No los adorarás ni los servirás. Porque Yo, el SEÑOR tu Dios, soy Dios celoso, que castigo la iniquidad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y muestro misericordia a millares, a los que me aman y guardan Mis mandamientos.” — Deuteronomio 20:4-6 (NBLA)

Este Segundo Mandamiento advierte que la idolatría de los padres afecta también a sus descendientes. La nueva generación le seguía rindiendo culto a los falsos dioses egipcios, no se arrepintieron de los pecados de sus padres, sino que los adoptaron para sí mismos, y pagaron las terribles consecuencias. Puede ver más detalles en nuestro estudio El Segundo Mandamiento: Cómo Adorar A Dios (Parte 1).

“Oh SEÑOR, fuerza mía y fortaleza mía, mi refugio en el tiempo de la aflicción: A Ti vendrán las naciones desde los extremos de la tierra y dirán: “Ciertamente nuestros padres heredaron mentira, vanidad en la que no hay provecho.” — Jeremías 16:19 (RVA 2015)

Juicio contra todos los dioses de Egipto

Por otro lado, esta plaga también fue dirigida contra «todos los dioses de Egipto» y mostró la incapacidad total de los dioses egipcios para proteger a sus súbditos ante una tragedia sin precedentes.

Dioses egipcios

“Porque esa noche pasaré por la tierra de Egipto, y heriré a todo primogénito en la tierra de Egipto, tanto de hombre como de animal. Ejecutaré juicios contra todos los dioses de Egipto. Yo, el SEÑOR.” — Éxodo 12:12 (NBLA)

muerte de primogénito

La noche en la que ocurrió la Décima Plaga fue el 14 del mes Aviv del calendario judío (hoy Aviv es llamado Nisán, y en el día 14 se celebra la Pascua), y correspondió con la noche de luna llena durante el mes de celebraciones egipcias del dios Amón, la cabeza de todos los dioses, esta fecha era considerada como el punto más alto del poder de Amón. Pero ni siquiera esto pudo evitar la muerte del primogénito del Faraón.

“Observarás el mes de Aviv y celebrarás la Pascua al SEÑOR tu Dios, porque en el mes de Aviv el SEÑOR tu Dios te sacó de Egipto de noche.” — Deuteronomio 16:1 (NBLA)

Primogénito del Faraón

La plaga no sólo fue un ataque contra los dioses egipcios sino también contra el Faraón. Su supuesta inmortalidad se vio menguada a través de su incapacidad para proteger incluso a su propio hijo, quien los egipcios pensaban que también era un dios; además se demostró la incapacidad del Faraón para proporcionar unidad y protección sobre la tierra de Egipto. El propio Faraón quedó sin heredero del trono (lo cual es devastador para un rey), especialmente para el representante del dios Ra en la tierra.

“Mientras los egipcios sepultaban a todos sus primogénitos, a quienes el SEÑOR había herido entre ellos. El SEÑOR también había ejecutado juicios contra sus dioses.” — Números 33:4 (NBLA)

Pascua

Así podemos ver claramente la soberanía de Dios en Su superioridad sobre todos los llamados dioses de Egipto. Este despliegue de Su gran poder resultó en la liberación de los israelitas y la adopción del mismo como Su pueblo. Y para asegurarse de que este evento no fuera olvidado, Dios ordenó a los israelitas que lo celebren anualmente, en lo que ahora conocemos como la Pascua del SEÑOR. Para mayor información con respecto a las 7 Festividades del SEÑOR puede ver nuestros estudios correspondientes iniciando con: Las Festividades del SEÑOR (YHWH); ¿Cuál es la relación entre Jesucristo y la Pascua Judía? (Parte 1).

«Estas son las fiestas señaladas por el SEÑOR, santas convocaciones que ustedes proclamarán en las fechas señaladas para ellas: En el mes primero, el día catorce del mes, al anochecer, es la Pascua del SEÑOR.” — Levítico 23:4-5 (NBLA)

“Esta es noche de guardar en honor del SEÑOR, por haberlos sacado de la tierra de Egipto. Todos los hijos de Israel, a través de sus generaciones, deben guardar esta noche en honor del SEÑOR.» — Éxodo 12:42 (RVA 2015)

En esta noche los israelitas sacrificarían al cordero Pascual y untarían su sangre en los marcos de las puertas de sus casas antes de la media noche para que la plaga no los afectara.

La sangre les servirá de señal en las casas donde estén. Yo veré la sangre y en cuanto a ustedes pasaré de largo y cuando castigue la tierra de Egipto, no habrá en ustedes ninguna plaga para destruirlos. Habrán de conmemorar este día. Lo habrán de celebrar como fiesta al SEÑOR a través de sus generaciones. Lo celebrarán como estatuto perpetuo.” — Éxodo 12:13-14 (RVA 2015)

Dios de esta forma nos está dando a conocer, a través de la simbología, Su plan de salvación, el cual apunta a Jesucristo, el Cordero de Dios (Juan 1:29). Aquel que haya sido limpiado por la sangre del Cordero, tiene vida eterna, pero quien no crea, morirá en sus pecados.

“Porque Cristo, nuestro Cordero pascual, ha sido sacrificado.» — 1 Corintios 5:7b (RVA 2015)

[Jesús dice] “Por eso les dije que morirán en sus pecados; porque si no creen que Yo Soy, morirán en sus pecados».” — Juan 8:24 (NBLA)

En el siguiente artículo exploraremos los primeros eventos el Éxodo de Egipto cuando el faraón en su terquedad decidió perseguir a los israelitas. Veremos que, en su persecución tras el pueblo del SEÑOR, el ejercito egipcio murió ahogado en el fondo del mar. Y encontraremos cómo fue que su armamento terminó en manos de los israelitas. Hablaremos del lugar donde cruzaron los israelitas el Mar Rojo y las investigaciones de Ron Wyatt al respecto que corroboran toda la narración bíblica.

¡Que Dios los Bendiga!


Continuar leyendo: El Éxodo: El Cruce del Mar Rojo
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