En el artículo anterior vimos la última de las 10 Plagas, y cómo el SEÑOR liberó a Su pueblo de la esclavitud en Egipto con Su brazo fuerte. Ahora hablaremos de los preparativos para el Éxodo o Salida de Egipto. Veremos por qué, tanto el sitio del Cruce tradicional del Mar Rojo que se nos ha enseñado, como la ubicación del Monte Sinaí en la Península del Sinaí, no concuerdan con la narración de la Biblia. Mostraremos los pasajes bíblicos que nos llevan a pensar que el sitio por donde los israelitas cruzaron el Mar Rojo, ocurrió en un lugar distinto: en el Golfo de Áqaba, el cual forma parte del Mar Rojo.
Nos apoyaremos en los descubrimientos de Ron Wyatt al respecto. Además, comprobaremos cómo fue que Moisés pudo organizar a millones de personas durante este peligroso trayecto a través del desierto. También veremos cómo el faraón, en su necedad, fue tras los israelitas, y las desastrosas consecuencias que esto tuvo para su ejército.
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¿Cuándo fue sacrificado el cordero?
Cuando llegó el día de la Décima Plaga, la Muerte del Primogénito, que tuvo lugar el 14 de Aviv, solamente aquellas casas en donde obedecieron al SEÑOR, evitaron las consecuencias del ángel destructor. Tomando en cuenta que, un día bíblico empieza desde el atardecer del día previo, entonces, los israelitas sacrificaron al cordero al anochecer del día 13 de Aviv, el cual marca el inicio del 14 de Aviv. Pusieron la sangre del cordero en los marcos de sus puertas, prepararon la cena de Pascua, y la comieron dentro de sus casas (Éxodo 12:1-28).
“Y lo guardarán hasta el día catorce del mismo mes. Entonces toda la asamblea de la congregación de Israel lo matará al anochecer. Ellos tomarán parte de la sangre y la pondrán en los dos postes y en el dintel de las casas donde lo coman.” — Éxodo 12:6-7 (NBLA)
A la media noche, el ángel destructor hirió de muerte a todo primogénito en las casas donde no viera la sangre en los marcos de la puerta. La sangre era la señal para “pasar de largo”, que es el significado de la palabra en hebreo, פָּסַח – pasáj (Éxodo 12:13, 23). Este evento instituyó la Pascua del ETERNO, פֶּסַח – Pesáj, para todo miembro de la Casa de Israel (Éxodo 12:14, 24).
“Pues el SEÑOR pasará para herir a los egipcios. Cuando vea la sangre en el dintel y en los dos postes de la puerta, el SEÑOR pasará de largo [pasáj] aquella puerta, y no permitirá que el ángel destructor entre en sus casas para herirlos.” — Éxodo 12:23 (NBLA)
“Y este día será memorable para ustedes y lo celebrarán como fiesta al SEÑOR. Lo celebrarán por todas sus generaciones como ordenanza perpetua.” — Éxodo 12:14 (NBLA)
Durante la madrugada del 14 de Aviv, después de la muerte de su primogénito, el faraón mandó a traer a Moisés y a Aarón y les ordenó que todo Israel se fuera a adorar al SEÑOR, con todo su ganado para que hicieran los sacrificios, e irónicamente, les pidió una bendición para él mismo (Éxodo 12:29-32).
“Entonces hizo llamar a Moisés y a Aarón de noche, y les dijo: —¡Levántense y salgan de en medio de mi pueblo, ustedes y los hijos de Israel! Vayan y sirvan al SEÑOR, como han dicho. Tomen también sus ovejas y sus vacas, como han dicho, y váyanse. Y bendíganme a mí también.” — Éxodo 12:31-32 (RVA-2015)
Preparativos para Salir de Egipto
Entonces en ese mismo día, el 14 de Aviv, Moisés les explicó a los israelitas que se prepararan para salir de Egipto, recolectando todas sus pertenencias. También que prepararan rápidamente panes sin levadura, para tener alimento durante el viaje (Éxodo 12:33-36). Y que además, les pidieran a los egipcios objetos de oro, de plata y ropa. Finalmente, exhumó los huesos de José para llevárselos con ellos a la Tierra Prometida (Éxodo 13:19).
“Los israelitas hicieron según las instrucciones de Moisés, pues pidieron a los egipcios objetos de plata, objetos de oro y ropa.” — Éxodo 12:35 (NBLA)
Acompañando a los israelitas fue toda la gente quienes después de haber sido testigos de las 10 Plagas, se dieron cuenta del poder del ETERNO, y también deseaban adorarlo (Éxodo 12:38). La Biblia los llama una “gran multitud de toda clase de gente”.
“También subió con ellos una gran multitud de toda clase de gentes, ovejas y muchísimo ganado.” — Éxodo 12:38 (RVR-1995)
El Éxodo de Egipto
Después de completar todos estos preparativos, al día siguiente, el 15 de Aviv, los israelitas salieron de Egipto, partiendo de Goshen, llamada también el área de Ramsés, rumbo a Sucot. Partieron unos 600,000 hombres con sus familias. Se estima que viajaban entre 2 a 3 millones de personas.
“El mes primero salieron de Ramsés el día quince del mes primero; el día después de la Pascua, los israelitas marcharon con mano poderosa a la vista de todos los egipcios.” — Números 33:3 (NBLA)
El historiador Flavio Josefo, en su obra Antigüedades Judías, menciona que Moisés fue educado “con gran cuidado”, y que Moisés era el general de los egipcios, quien lidereó batallas contra Etiopía y describe diferentes estrategias militares que llevó a cabo (Libro II, capítulos 9 sección 7 y 10 sección 2). Moisés fue educado como un general egipcio, por ser heredero al trono como hijo de la hermana del faraón (Hechos 7:22).
“Moisés fue instruido en toda la sabiduría de los egipcios; y era poderoso en sus palabras y obras.” — Hechos 7:22 (RVR-1995)
Esto explica cómo Moisés fue capaz de organizar a millones de personas, los organizó de forma militar, en orden de batalla, y marcharon con mano poderosa al salir de la tierra de Egipto (Éxodo 13:18).
“Dios, pues, hizo que el pueblo diera un rodeo por el camino del desierto, hacia el Mar Rojo. En orden de batalla subieron los israelitas de la tierra de Egipto.” — Éxodo 13:18 (NBLA)
Durante el Éxodo o “Salida” de Egipto, Dios hizo que los israelitas dieran un rodeo, y que tomaran el camino del desierto, para protegerlos de los ataques de los filisteos, ya que eran esclavos que no poseían armas para defenderse. Además, esto serviría para que el SEÑOR fuera glorificado ante el mundo entero, cuando el faraón persiguiera a los israelitas hasta el Mar Rojo (Éxodo 14:4).
“Pero Yo endureceré el corazón de Faraón, y él los perseguirá. Y seré glorificado por medio de Faraón y de todo su ejército, y sabrán los egipcios que Yo soy el SEÑOR». Y así lo hicieron.” — Éxodo 14:4 (NBLA)
La Ruta hacia el Mar Rojo durante el Éxodo
El SEÑOR estuvo en control todo el tiempo, al guiar a Su pueblo con la columna de nube de día y el pilar de fuego por la noche (Nehemías 9:12; Números 14:14; Salmos 78:14). Este milagro, permitió que viajaran por el camino del desierto con un clima controlado, al ir protegidos del sol y del calor durante el día, y del frío y la oscuridad durante la noche. Esto les permitió viajar de día y de noche de forma sobrenatural. Además, se apresuraban porque sabían que el faraón los estaba persiguiendo (Éxodo 13:21).
“Y el SEÑOR iba delante de ellos de día en una columna de nube, para guiarlos por el camino; y de noche en una columna de fuego para alumbrarles; a fin de que anduvieran de día y de noche.” — Éxodo 13:21 (JBS)
Lo que tradicionalmente se nos ha enseñado, es que el Cruce del Mar Rojo, pudo haber sido a través de algún lago o del Golfo del Suez, para llegar al Monte Sinaí, o Monte “Musa” (“Moisés” en árabe) en la península del Sinaí. Sin embargo, podemos descartar fácilmente esta teoría, porque toda esta península del Sinaí formaba parte del territorio egipcio. Tal como lo sigue siendo hasta el día de hoy.
En la península del Sinaí, Egipto tenía minas y fortalezas militares en posiciones estratégicas, para defender las ciudades egipcias, manteniendo lejos a sus enemigos. El SEÑOR no iba a llevar a Su pueblo de un lado de Egipto al otro, sino que iba a sacarlos de Egipto. La razón por la que tradicionalmente se identifica al Monte Sinaí, o Monte Musa, ubicado dentro de la península del Sinaí, en Egipto, es porque Helena, la madre de Constantino el Grande, lo proclamó así. Sin tener ninguna prueba que este fuera el verdadero lugar.
“Porque Agar es el monte Sinaí en Arabia, y corresponde a la Jerusalén actual, pues esta, junto con sus hijos, está en esclavitud.” — Gálatas 4:25 (RVR-1960)
Como veremos, el Cruce más bien tuvo lugar en el Golfo de Áqaba, el cual, incluso actualmente separa Egipto de Arabia Saudita. Porque se dirigían a la región de Madían, la cual se encuentra en lo que hoy es Arabia Saudita. Tanto el Golfo del Suez como el de Áqaba, pertenecen al enorme Mar Rojo, que está ubicado entre África del noreste y Arabia. Estos golfos son “sus brazos”, los cuales están separados por la península del Sinaí, que también es llamada el “desierto del Mar Rojo” en Éxodo 13:18.
Cabe mencionar que, en los mapas antiguos no se mostraba el Golfo de Áqaba. Lo cual facilitó la difusión de la falsa tradición del Cruce del Mar Rojo en el lugar incorrecto.
¿Dónde están Sucot, Etam y Pi Hahirot?
Otra prueba más para descartar la ruta tradicional del Éxodo, para cruzar el Mar Rojo, son los tres lugares donde acamparon los israelitas antes de cruzar el Mar Rojo. Ya que todos están más allá del golfo del Suez, eliminándolo así, como candidato para el Cruce del Mar Rojo.
“Partieron de Sucot y acamparon en Etam, que está en el extremo del desierto. Partieron de Etam y se volvieron hacia Pi-hajirot, que está delante de Baal-zefón, y acamparon frente a Migdol.” — Números 33:6-7 (RVA-2015)
Cuando Ron Wyatt se puso a estudiar los diferentes pasajes bíblicos respecto al Éxodo, encontró que Sucot debió haber sido una fortificación militar egipcia al oeste de la península del Sinaí, llamada “Taru”. Era un lugar amplio, al sureste de Ramsés, que los protegería de los filisteos, les permitiría organizarse antes de cruzar el desierto por la “ruta del sur”, y les permitiría alimentar a su ganado.
Etam, el siguiente punto mencionado (Números 33:5-7), no era una ciudad, sino era el área que rodeaba el Golfo de Áqaba, incluyendo el este de la península del Sinaí y la costa oeste de Arabia. Sabemos esto, porque una vez que los israelitas cruzaron el Mar Rojo, todavía estaban en la zona de Etam (Números 33:8).
“Partieron de Pi-hajirot y pasaron por en medio del mar al desierto. Fueron tres días de camino por el desierto de Etam y acamparon en Mara.” — Números 33:8 (RVA-2015)
Cuando llegaron al área de Etam, el SEÑOR los llevó al sur por los cañones de Wadi Watir, para llevarlos a Pi Hahirot, para que acamparan ahí en la costa del Mar Rojo. ¿Cómo sabemos eso?
Por los estudios de Ron Wyatt, quien al sobrevolar el golfo de Áqaba, encontró la playa de Nuweiba, en la península del Sinaí en Egipto. Esta playa es la que mejor se apega a la narración bíblica, porque es lo suficientemente grande para albergar a unos 2 ó 3 millones de personas, junto con su ganado. Además, si el ejercito egipcio los perseguía por el Wadi Watir, un cañón de 29 Km de largo, esto haría pensar al faraón que los tenía atrapados. Esto también explica por qué la Columna de Fuego no les permitió a los egipcios continuar, al dejarlos atrapados en el cañón mientras los israelitas cruzaban el Mar Rojo. El historiador Flavio Josefo agrega:
“También tomaron los pasajes por donde ellos pensaban que los hebreos se podían escapar, encerrándolos entre precipicios inaccesibles y el mar; porque había [de cada lado] [una cordillera de] montañas que terminaban en el mar, las cuales eran intransitables debido a su escarpadura, y obstruían su huida; por tanto ahí acorralaron a los hebreos con su ejército, donde [las crestas de] las montañas se cerraban con el mar; cuyo ejército colocaron en las puntas de las montañas, para que así pudieran privarlos de cualquier paso a la llanura.” — Antigüedades Judías, Libro 2, Capítulo 15, sección 3
“Di a los israelitas que den la vuelta y acampen delante de Pi Hahirot, entre Migdol y el mar. Ustedes acamparán frente a Baal Zefón, en el lado opuesto, junto al mar. Porque Faraón dirá de los israelitas: “Andan vagando sin rumbo por la tierra. El desierto los ha encerrado”.” — Éxodo 14:2-3 (NBLA)
En nuestro siguiente estudio analizaremos el tiempo que les tomó a los israelitas llegar al Mar Rojo. Hablaremos con más detalle sobre Nuweiba, el sitio donde se piensa que tuvo lugar el milagroso cruce del Mar Rojo. Veremos los hallazgos de Ron Wyatt cuando buceó en el área del Mar Rojo, y lo que encontró casi 3,400 años después de este evento. Y veremos Escrituras para determinar si el faraón egipcio murió o no en el Mar Rojo.
¡Que Dios los Bendiga!
