En el artículo anterior vimos que el tradicional cruce del Mar Rojo y ubicación del Monte Sinaí no pueden ser los verdaderos, porque no coinciden con el relato bíblico. Ahora hablaremos acerca del tiempo que les tomó a los israelitas cruzar la península del Sinaí para llegar al lugar donde cruzaron el Mar Rojo en el Golfo de Áqaba. Veremos la impresionante profundidad de estas aguas y las características del suelo marino al momento que cruzaron. Hablaremos de cómo fue que adquirieron el armamento que utilizarían para conquistar la Tierra Prometida. Veremos si el faraón fue también en persecución junto con su ejército y si se murió o no. También mostraremos evidencias tangibles que demuestran que este es el lugar por donde los israelitas cruzaron el Mar Rojo.
Tabla de Contenidos del Artículo
¿Cuánto se tardaron en llegar al Mar Rojo?
Hay varios aspectos a considerar:
- En la actualidad, una persona promedio puede caminar entre 20 y 30 kilómetros en un día, si camina durante unas 7 horas;
- El pueblo de Israel estaba formado por esclavos acostumbrados a la actividad física, cuya motivación sería estar lo más lejos posible de los egipcios, especialmente si los andaban persiguiendo;
- El SEÑOR muy probablemente dotó a Su pueblo con fuerzas sobrenaturales para que caminaran de día y noche durante este trayecto. Quizás de manera similar que cuando el profeta Elías caminó durante 40 días y noches hasta llegar también al Monte Sinaí (Horeb).
“El SEÑOR iba delante de ellos, de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarles, a fin de que pudieran caminar tanto de día como de noche.” — Éxodo 13:21 (RVA-2015)
“Se levantó, comió y bebió. Luego, con las fuerzas de aquella comida, caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta Horeb, el monte de Dios.” — 1 Reyes 19:8 (RVA-2015)
La distancia entre Ramsés y Pi Hahirot es de entre 350 y 400 Km. Si consideramos conservadoramente, que caminaron 20 Km por día, necesitarían 20 días para llegar al Mar Rojo. En lugar de 14 días, si caminaran 30 Km/día, que probablemente fue el tiempo que el ejército egipcio hizo para alcanzarlos.
Al respecto, las Escrituras solo mencionan dos fechas: nos dicen que los israelitas salieron el 15 de Aviv (Números 33:3); y que para el día 15 del segundo mes ya habían llegado al desierto de Sin (Éxodo 16:1), después de haber cruzado el Mar Rojo. Si consideramos que pasaron 30 días entre estos dos eventos; entonces, el cruce del Mar Rojo ocurrió el día 24 después de que salieron de Egipto.
“De Ramesés salieron el mes primero, el día quince del mes primero. El segundo día de la Pascua salieron los hijos de Israel con mano poderosa, a la vista de todos los egipcios”. — Números 33:3 (RVR-1995)
“Partió luego de Elim toda la congregación de los hijos de Israel, y llegó al desierto de Sin, que está entre Elim y Sinaí, a los quince días del segundo mes después de su salida de la tierra de Egipto”. — Éxodo 16:1 (RVR-1995)
Podemos deducir estas fechas, porque sabemos que después de que cruzaron el Mar Rojo: caminaron 3 días por el desierto de Etam para llegar a Mara (Números 33:8); suponemos un día más para que llegaran al oasis de Elim, en donde había palmeras y pozos de agua (Éxodo 15:27; Números 33:9); otro día para que acamparan por el Mar Rojo (Números 33:10); y un día para que llegaran al desierto de Sin (Números 33:11). Esto nos da 6 días, que necesitamos restarles a los 30 días. Así que, los israelitas acamparon al menos 4 días en Pi Hahirot.
“Toda la congregación de los hijos de Israel partió de Elim y llegó al desierto de Sin, que está entre Elim y Sinaí, el día quince del mes segundo después de salir de la tierra de Egipto.” — Éxodo 16:1 (RVA-2015)
El Ejercito Egipcio Persigue a Israel
Otro evento que demuestra que esta travesía es posible —para quienes todavía piensan que este lugar del Cruce del Mar Rojo, no es posible por estar muy lejos del punto de partida (la región de Ramesés también llamada Gosén en Génesis 47:11, 27)—, es el que explica Ron Wyatt:
“Pues bien, en 1967, Moshé Dayan hizo marchar a sus tropas desde Nuweiba (el lugar del Cruce) hasta la ciudad de Suez (cerca de la antigua Taru/Succoth) en 6 días. Y acamparon por la noche. A los israelitas se les dijo que utilizaran sólo pan sin levadura durante 7 días, lo que indica que viajarían a gran velocidad, sin tiempo para acampar durante 7 días (Éxodo 13:6-8). Los Israelitas no se detuvieron y acamparon cada noche, como lo hicieron las tropas de Moshé Dayan, ellos viajaron tanto de día como de noche (Éxodo 13:21). Con la asistencia Divina del Señor, esta oleada masiva de gente viajó ordenadamente tanto de día como de noche, con gran velocidad (Éxodo 19:4).” — Ron Wyatt, Newsletter # 2, Enero 1993, La Ruta De Los Viajes Del Éxodo (Parte 1)
Por otro lado, a los egipcios debió haberles tomado, por lo menos 6 días, confirmar que los israelitas “habían huido”, porque no regresaron de su viaje de 3 días para adorar al SEÑOR. Así que el faraón preparó a todo su ejército para traerlos de vuelta, o para matar a los israelitas que se negaran a regresar.
“Cuando le anunciaron al rey de Egipto que el pueblo había huido, Faraón y sus siervos cambiaron de actitud hacia el pueblo, y dijeron: «¿Qué es esto que hemos hecho, que hemos permitido que Israel se fuera y dejaran de servirnos?». Faraón preparó su carro y tomó consigo a su gente. Tomó 600 carros escogidos, y todos los demás carros de Egipto, con oficiales sobre todos ellos.” — Éxodo 14:5-7 (NBLA)
Flavio Josefo, menciona que, en ese momento, todo el ejército egipcio estaba formado por 600 carruajes, 50,000 jinetes y 200,000 hombres a pie, todos armados. Además, el faraón tomó consigo a todos los sacerdotes de todos los dioses de Egipto, para enfrentar al Dios de Israel. Incluso se piensa que, también haya convocado a todos sus consejeros y ministros de estado, para que lo acompañaran en la persecución de Moisés.
“Los egipcios los persiguieron con todos los caballos y carros de Faraón, su caballería y su ejército, y los alcanzaron acampados junto al mar, junto a Pi Hahirot, frente a Baal Zefón.” — Éxodo 14:9 (NBLA)
El Cruce del Mar Rojo (Golfo de Áqaba)
Cuando los israelitas vieron venir al ejército egipcio, estaban aterrados. No sabían que ese era el plan del Todopoderoso para que Su gloria se conociera entre todas las naciones, hasta nuestros días. Y presenciaron como el ángel de Dios que los iba guiando, se colocó entre los israelitas y el ejército egipcio. Entonces Moisés les dijo:
“Pero Moisés dijo al pueblo: «No teman; estén firmes y vean la salvación que el SEÑOR hará hoy por ustedes. Porque los egipcios a quienes han visto hoy, no los volverán a ver jamás. El SEÑOR peleará por ustedes mientras ustedes se quedan callados».” — Éxodo 14:13-14 (NBLA)
La fe de la multitud estaba siendo puesta a prueba. Moisés tenía gran fe, y sabía que Dios podría abrir las montañas y convertir el mar en tierra seca. Cuando el SEÑOR le dijo que levantara su vara para dividir las aguas, y había enormes paredes de agua a cada lado, Moisés fue el primero en entrar y le dijo al pueblo que lo siguieran (Antigüedades Judías, Libro 2, Capítulo 15, 1-2).
“Moisés extendió su brazo sobre el mar, y toda la noche el SEÑOR envió sobre el mar un recio viento del este que lo hizo retroceder, convirtiéndolo en tierra seca. Las aguas del mar se dividieron y los israelitas lo cruzaron sobre tierra seca. El mar era para ellos una muralla de agua a la derecha y otra a la izquierda.” — Éxodo 14:21-22 (NVI)
Al sentirse perseguidos, los israelitas debieron cruzar el Mar Rojo en 6 horas o menos. Una vez que el pueblo del SEÑOR estuvo a salvo, el pilar de fuego permitió a los egipcios pasar para perseguirlos a través del Mar Rojo.
Este asombroso milagro partió las aguas del Mar Rojo ante sus propios ojos. Pienso que ha de haber sido cerca del anochecer para que los israelitas no tuvieran miedo de cruzar los aproximadamente 17 Km que mide a lo ancho el Mar Rojo frente a la playa de Nuweiba. Ya que, cuando estuvieran pasando por la parte más profunda, de acuerdo a la cartografía batimétrica (la batimetría es el estudio de las profundidades marinas) de Hall y Ben-Avraham, se estima que las paredes de agua tendrían una altura de unos 875m de altura en la parte más profunda. Serían más altas que el Burj Khalifa, el edificio más alto que existe en la actualidad (de 828m). A pesar de que no podemos saber cómo era exactamente el fondo del mar hace 3,400 años, podemos apreciar, inclusive en la actualidad, que la inclinación del fondo marino por el que caminaron, tuviera una pendiente de unos 5-6 grados, es una inclinación tan pequeña, que cumple hasta con las normas para el uso de sillas de ruedas.
“¿No eres Tú el que secó el mar, las aguas del gran abismo; el que transformó en camino las profundidades del mar para que pasaran los redimidos?” — Isaías 51:10 (RVR-1960)
Los Egipcios Intentan Cruzar el Mar Rojo
El ejército egipcio debió haber iniciado el cruce del Mar Rojo para alcanzar a los israelitas durante la madrugada, y después de unas horas debieron estar en lo más profundo del fondo del mar, porque al amanecer, cuando todo el ejército egipcio estaba cruzando, los muros de agua de unos 800 m de altura cayeron sobre los egipcios con una fuerza inimaginable. Las Escrituras nos dicen que todos los egipcios murieron (Éxodo 14:27-28).
“Y Moisés extendió su mano sobre el mar, y al amanecer, el mar regresó a su estado normal, y los egipcios al huir se encontraban con él. Así derribó el Señor a los egipcios en medio del mar. Las aguas volvieron y cubrieron los carros y la caballería, a todo el ejército de Faraón que había entrado tras ellos en el mar. No quedó ni uno de ellos.” — Éxodo 14:27-28 (NBLA)
“Por la fe pasaron el Mar Rojo como por tierra seca, y cuando los egipcios intentaron hacer lo mismo, se ahogaron.” — Hebreos 11:29 (NBLA)
El historiador Flavio Josefo agrega algunos detalles con respecto a lo que les sucedió a los egipcios cuando estaban en medio del Mar Rojo:
“Por tanto, tan pronto como todo el ejército egipcio estuvo dentro de él, el mar fluyó hacia su propio lugar, y descendió con un torrente levantado por tormentas de viento, y rodeó a los egipcios. También cayeron del cielo lluvias torrenciales, truenos terroríficos y relámpagos con llamaradas de fuego. También se lanzaron sobre ellos rayos. Tampoco hubo nada —de lo que Dios solía enviar sobre los hombres, como indicación de Su ira—, que no sucediera en ese momento, pues una noche oscura y tenebrosa los oprimió. Y así perecieron todos estos hombres, de modo que no quedó uno solo que fuera mensajero de esta calamidad para el resto de los egipcios.” — Antigüedades Judías, Libro 2, Capítulo 16, 3
“Dios, te vieron las aguas; las aguas te vieron y temieron; los abismos también se estremecieron. Las nubes echaron inundaciones de aguas: tronaron los cielos y se precipitaron tus rayos. La voz de Tu trueno estaba en el torbellino; Tus relámpagos alumbraron el mundo; se estremeció y tembló la tierra. En el mar fue Tu camino y Tus sendas en las muchas aguas; Tus pisadas no fueron halladas. Condujiste a Tu pueblo como a ovejas por mano de Moisés y de Aarón”. — Salmos 77:16-20 (RVR-1995)
El faraón egipcio también murió en las aguas del Mar Rojo
En la película de Los Diez Mandamientos, con Charlton Heston (1956), se muestra que el faraón egipcio envió a su ejército y que él se quedó a salvo en la orilla del Mar Rojo. Sin embargo, en las Escrituras podemos comprobar que el faraón egipcio sí fue en la persecución de los israelitas, junto con su ejército, sacerdotes y consejeros. Y que todos murieron en las aguas del Mar Rojo, incluyendo al faraón (Éxodo 14:28, 15:4; Salmos 136:15).
“Ciertamente el faraón entró en el mar, cabalgando con sus carros de guerra y su gente de a caballo, pero el SEÑOR hizo que las aguas del mar se volvieran contra ellos, y los hijos de Israel cruzaron el mar en seco.” — Éxodo 15:19 (RVC)
“Pero a Faraón y a su ejército destruyó en el Mar Rojo, porque para siempre es Su misericordia”. — Salmos 136:15 (NBLA)
El Armamento Egipcio
Cuando amaneció, los cuerpos de los egipcios, junto con sus armas, fueron llevados por la marea a la playa.
“Así libró el SEÑOR aquel día a Israel de mano de los egipcios. Israel vio a los egipcios muertos a la orilla del mar. Cuando Israel vio la gran hazaña que el SEÑOR había realizado contra los egipcios, el pueblo temió al SEÑOR, y creyó en Él y en Su siervo Moisés.” — Éxodo 14:30-31 (RVA 2015)
Flavio Josefo explica que así fue como los israelitas consiguieron su armamento. Simplemente tomaron las armas y las armaduras que necesitaban, ya que la playa estaba llena de ellas.
“Al día siguiente Moisés reunió las armas de los egipcios, que fueron llevadas al campamento de los hebreos por la corriente del mar, y la fuerza de los vientos que se resistían a ella; y conjeturó que esto también sucedió por la Providencia Divina, para que así no estuvieran desprovistos de armas. Así pues, cuando hubo ordenado a los hebreos que se armaran con ellas, los condujo al monte Sinaí para ofrecer sacrificios a Dios y hacer oblaciones por la salvación de la multitud, como se le había ordenado de antemano.” — Antigüedades Judías, Libro 2, Capítulo 15, 6
Las Evidencias del Cruce del Mar Rojo en Nuweiba
En 1978 Ron Wyatt viajó a la playa de Nuweiba (en la península del Sinaí en Egipto) junto con sus dos hijos adolescentes. Los tres bucearon en el lado sur de la playa —en el Golfo de Áqaba, que es uno de los “brazos” del Mar Rojo—, y en su primera inmersión encontraron ruedas de los carruajes egipcios, las cuales habían sido preservadas por el coral. Encontraron un eje con fragmentos de las ruedas aún presentes. Estas ruedas de los carruajes fueron difíciles de reconocer, porque estaban cubiertas por el coral y porque además se habían desmoronado los fragmentos que no estaban cubiertos.
10 años más tarde, en febrero de 1988, en otra expedición que hicieron a esa misma área, encontraron una rueda cubierta de oro con 4 líneas radiales. El coral no se adhiere al oro, por tanto solo había coral en una pequeña área del centro de la rueda.
Dentro de sus hallazgos encontraron varias ruedas, algunas aún con sus ejes y otras sueltas, también encontraron carruajes sin las ruedas, esto va de acuerdo con la narrativa bíblica:
“Y aconteció a la vela de la mañana, que el SEÑOR miró al campamento de los egipcios en la columna de fuego y nube, y alborotó el campamento de los egipcios. Y les quitó las ruedas de sus carros, y los trastornó gravemente. Entonces los egipcios dijeron: Huyamos de delante de Israel, porque el SEÑOR pelea por ellos contra los egipcios.” — Éxodo 14:24-25 (JBS)
Es evidente que el SEÑOR guio a Ron Wyatt para que pudiera localizar tanto el sitio del Cruce donde fueron partidas las aguas del Mar Rojo, como las ruedas y los ejes de los carruajes egipcios, que comprueban una vez más, la narrativa y la veracidad de las Escrituras, demostrando incluso con pruebas tangibles, que todo ha sucedido tal cual lo describió Moisés.
En nuestro siguiente artículo hablaremos de una evidencia adicional que encontró Ron Wyatt que no se menciona en la Biblia: unos antiguos pilares conmemorativos a cada lado del Mar Rojo, donde ocurrió el Cruce. También revisaremos la ubicación del Monte Sinaí en Arabia, veremos los hallazgos de Ron Wyatt al respecto.
¡Que Dios los Bendiga!
