Diez Mandamientos

El Segundo Mandamiento: El Sincretismo (Parte 3)


En el artículo anterior vimos que aparte de los ídolos físicos que se han adorado desde la antigüedad, las personas también idolatran a dioses imaginarios y hasta a sus adicciones. Ahora hablaremos de la institucionalización de la idolatría, a través del sincretismo que ha permitido transmitir el engaño de forma masiva dentro de una cultura o un país y de generación en generación.



Lucifer

En la batalla espiritual en la que vivimos, Satanás busca que más personas lo adoren a él en lugar de a Dios, y por miles de años ha creado diferentes formas de engaño, a través de religiones y movimientos filosóficos que trabajan en forma paralela, asegurando que las personas sean engañadas de una forma u otra para que caigan en la idolatría. Esta batalla espiritual está detrás de los enfrentamientos físicos entre las diferentes religiones a lo largo de la historia, y ha causado que millones de personas hayan perdido sus vidas.

“Ellos los expulsarán de las sinagogas, y también se acerca la hora en la que cualquiera que los mate, piense que ofrece un servicio a Dios”. — Juan 16:2 (LSP)

Por ello, la idolatría quizás es el peor de los pecados, porque abre la puerta a una maldad sin límites. Satanás, es un imitador y un profesional de la mentira y del engaño, y por ello, utiliza el sincretismo, que es mezclar la verdad de Dios con mentiras. Con esta estrategia difunde la idolatría, para que la sus mentiras suenen convincentes, y para que así sea aceptado por la gente en todo el mundo. Para mayor información puede visitar nuestro artículo Las Mentiras que Arruinaron al Mundo.

[Jesús dice] “Ustedes son de su padre, el diablo, y los deseos de su padre quieren hacer. Él ha sido un asesino desde el principio, y no se ha mantenido en la verdad porque no hay verdad en él. Cuando habla su mentira, habla de su propia naturaleza, porque es mentiroso y el padre de ésta”. — Juan 8:44 (LSP)

“Y fue arrojado el gran dragón, la serpiente antigua que se llama diablo y Satanás, el cual engaña a todo el mundo. Fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados junto con él”. — Apocalipsis 12:9 (RVA 2015)

El Sincretismo es otra forma de idolatría

sincretismo

El sincretismo es la combinación y fusión de diferentes creencias, teorías, filosofías, opiniones y tradiciones, que busca unificar diferentes sistemas de creencias con el propósito de que las personas adopten algo que se parece a lo que ya creen, pero con algunas modificaciones. El catolicismo surgió del sincretismo, al integrar las enseñanzas de la Biblia con la religión politeísta del imperio romano. Para lograr esta integración, los dioses se renombraron como santos y vírgenes para tener más seguidores dentro del imperio.

Al expandirse a otras naciones, utilizaron el sincretismo, y así mezclaron las creencias de los bárbaros, de los celtas, y hasta la brujería de los druidas, y todo esto formó parte del catolicismo. El gran problema de hacer esto es que al mezclar 2 o más sistemas de creencias surge una nueva religión falsa, y con ello una nueva forma de idolatría, con la que es imposible adorar al ETERNO. El SEÑOR nos advierte con Su Segundo Mandamiento que no nos salgamos de lo que Él ha prescrito.

No añadan a las palabras que yo les mando, ni quiten de ellas, de modo que guarden los mandamientos del SEÑOR su Dios, que yo les mando”. — Deuteronomio 4:2 (RVA-2015)

El Sincretismo de la Iglesia Católica Romana

Por eso, cuando alguien no solamente le rinde alabanza a Dios, sino que además agrega culto a los ángeles, a santos, a la Virgen María, etc., se está inventando una nueva religión. Y esto es precisamente lo que ha ocurrido con la iglesia católica romana, la cual se ha ido alejando cada vez más de las enseñanzas de la Biblia.

El catolicismo está basado en la religión del antiguo imperio romano. Por eso, tiene su sede hasta el día de hoy en el Vaticano, en el corazón de la ciudad de Roma. Ya que el imperio romano comprendía un vasto territorio, y en él había una mezcla de diferentes naciones, culturas, y religiones politeístas. No es de sorprendernos que la religión romana fuera, sincretista, ya que, los romanos además de tener a sus dioses, iban adoptado a los dioses y tradiciones religiosas de las naciones que conquistaban, como los más de 3,000 dioses de los griegos.

El emperador Constantino I (272 – 337 d.C.), utilizó el cristianismo para unificar al imperio, este proceso tomó 67 años (de 313-380 d.C.), hasta que el emperador Teodosio I (347-395 d.C.) hizo del cristianismo la religión oficial del imperio romano. Pero éste no se trataba del cristianismo genuino practicado por los apóstoles, como lo indican las Escrituras, sino que era una mezcla sincretista de la religión romana con un poco de las enseñanzas de la Biblia, para que los ciudadanos romanos adoptaran esta nueva religión.

Esta nueva creencia fue la base del catolicismo, que viene del griego καθολικός – catolicós, que significa “universal”, y cuyo objetivo es que sea la única religión profesada en todo el mundo. El catolicismo dejó de obedecer las leyes de Dios para imponer leyes humanas y tradiciones paganas. Solo cristianizaron el nombre de sus dioses, sus rituales y fiestas paganas dándoles nombres bíblicos. Jesús advirtió en contra de esto:

[Jesús dice] “Y en vano me rinden culto, enseñando como doctrina los mandamientos de hombres. Porque dejando los mandamientos de Dios, se aferran a la tradición de los hombres. Les decía también: —¡Bien desechan el mandamiento de Dios para establecer su tradición!”. — Marcos 7:7-9 (RVA 2015)

“Y hablará palabras contra el Altísimo, y a los santos del Altísimo quebrantará, y pensará en cambiar los tiempos y la ley; y serán entregados en su mano hasta tiempo, y tiempos, y medio tiempo”. —Daniel 7:25 (RVR 1960)

Las creencias de un católico devoto de hoy en día, no son las mismas creencias de los apóstoles de Jesucristo, porque no está siguiendo las leyes del SEÑOR ni ha recibido el regalo de salvación prometido en el Evangelio, sino que ha sido engañado al poner su fe en una forma de paganismo disfrazado de cristianismo, que ha sido institucionalizado y dispersado a nivel mundial. Sin embargo, las Escrituras ya nos habían advertido:

[Dice el apóstol Pablo] “Teniendo apariencia de piedad, pero habiendo negado su poder. A los tales evita. Porque entre ellos están los que se meten en las casas y se llevan cautivas a mujercillas cargadas de pecados, llevadas por diversas pasiones, que siempre están aprendiendo, pero nunca pueden llegar al pleno conocimiento de la verdad. Y así como Janes y Jambres se opusieron a Moisés, de la misma manera estos también se oponen a la verdad. Son hombres de mente depravada, reprobados en lo que respecta a la fe”. — 2 Timoteo 3:5-8 (NBLA)

[Jesús dice] “Cuídense de los falsos profetas, que vienen a ustedes con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces”. — Mateo 7:15 (NBLA)

Los Imitadores Religiosos

serpiente

Janes y Jambres eran los hechiceros del faraón de Egipto, quienes a través de su magia imitaban los milagros que realizaba Moisés bajo las instrucciones de Dios (Éxodo 7:10-12). Con la imitación no se está adorando a Dios en Espíritu y en verdad, solo se están engañando a sí mismas las personas.

Debemos de tener mucho cuidado cuando adoremos al SEÑOR, lo tenemos que hacer de acuerdo a las Escrituras, y en Sus términos, según lo que Él mismo ha prescrito en Su Palabra, sin hacer sincretismo. No se deje engañar por quienes dicen creer en Dios, pero sus acciones demuestran que no tienen temor del SEÑOR. No es suficiente decir que es cristiano y que adora a Jesús, porque si está haciendo sincretismo en realidad está adorando a un ídolo de la imaginación.

Dios debe ser el Único

El SEÑOR no quiere ser el primero de una lista, y mucho menos que se le ponga junto a alguien más. Pero esto es precisamente lo que promueve el sincretismo, al provocar que se transgreda tanto el Primero como el Segundo Mandamiento. Dios exige ser el único a quien rindamos culto y demos gloria. Él quiere que pongamos toda nuestra fe y nuestra confianza sólo en Él. El sincretismo no debería existir, ya que no hay ningún otro Dios aparte de Él (Deuteronomio 4:39, 32:39; Isaías 44:6, 45:5, 46:9; Joel 2:27). Recordemos que Dios es un Dios celoso (Éxodo 20:5, 34:14; Deuteronomio 4:24, 6:15).

“Ustedes son Mis testigos, dice el SEÑOR; Mi siervo que Yo escogí, para que me conozcan y me crean, a fin de que entiendan que Yo Soy. Antes de Mí no fue formado ningún dios ni lo será después de Mí”. — Isaías 43:10 (RVA 2015)

“Por Mí, por Mí, lo haré. ¿De otra manera cómo sería profanado? Y Mi honra no la daré a otro”. — Isaías 48:11 (JBS)

El Sincretismo es uno de los Falsos Valores del Mundo

Catolicismo y santa muerte

Hasta ahora habíamos visto la idolatría a nivel personal, en donde cada persona busca llenar el vacío espiritual en su corazón con todo aquello que concuerda con su carnalidad. El diablo sabe esto y con el sincretismo ha llevado a la idolatría al siguiente nivel: influenciar a toda la sociedad para que les asigne un valor equivocado a los ídolos y se rechace lo que provenga del verdadero Dios o que sea útil para acercarse a Él.

La Biblia llama a este sistema de falsos valores “el mundo”, el cual está bajo el control del “príncipe de este mundo” (Juan 12:31, 14:30). A través del mundo, el diablo promueve los falsos valores de su reino espiritual de una forma física, y representan lo opuesto a los valores del SEÑOR y de Su reino. Su objetivo es alejar a las personas de su salvación, a través de engaños, poniendo a su disposición todo lo que la carne desee, para que la tentación sea tan grande, que las personas disfruten al estar pecando constantemente (1 Juan 5:19).

El apóstol Juan nos advierte que, si uno sigue los deseos de la carne y su orgullo, terminará idolatrando al mundo en lugar de a Dios.

“Porque todo lo que hay en el mundo, es decir, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo”. — 1 Juan 2:16 (RVC)

[Jesús dice] “El que ama su alma, la perderá; y el que odia a su alma en este mundo, la conservará para la vida eterna”. — Juan 12:25 (LSP)

El Sincretismo de los Samaritanos

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Un claro ejemplo de sincretismo lo encontramos en 2 Reyes 17:27-41 cuando el rey de Asiria trajo gente del oriente para que habitara en Israel después de que había exiliado a los israelitas del Reino del Norte alrededor del año 720 a. C. La descendencia de los israelitas que no fueron llevados al cautiverio, y la gente de oriente, fueron llamados samaritanos. La nueva religión resultante de los samaritanos fue el resultado del sincretismo entre las costumbres religiosas de oriente y las enseñanzas de los caminos del SEÑOR, así que mezcló el culto a los ídolos y la adoración a Dios.

“Y vino uno de los sacerdotes que habían llevado al destierro desde Samaria, y habitó en Betel, y les enseñó cómo habían de temer al SEÑOR”. — 2 Reyes 17:28 (NBLA)

“Pero esta gente también rendía culto al SEÑOR, así que del bajo pueblo designaron sacerdotes para que ministraran en los altares de los montes, y éstos ofrecían los sacrificios de esa gente en esos santuarios. Rendían culto al SEÑOR, pero también honraban a sus dioses, como acostumbraban hacerlo las naciones de donde habían sido tomados.” — 2 Reyes 17:32-33 (RVC)

La forma en la que los samaritanos adoraban al SEÑOR era una aberración para Él. Era el resultado del sincretismo, por lo que no era una adoración en Espíritu y verdad, sino que era una idolatría originada en su naturaleza carnal y basada en una mentira, es decir, una prostitución espiritual.

“Yo, el SEÑOR; este es Mi Nombre. No daré Mi gloria a otros ni Mi alabanza a los ídolos”. — Isaías 42:8 (RVA 2015)

“Por lo tanto, no harás alianza con los habitantes de esa tierra, porque ustedes podrían prostituirse al ir en pos de sus dioses, y entonces ofrecerán sacrificios a sus dioses, y los invitarán a comer de sus sacrificios, o casarán a sus hijas con tus hijos, y al prostituirse sus hijas por seguir a sus dioses, harán que también tus hijos se prostituyan al seguir a los dioses de ellas.” — Éxodo 34:15-16 (RVC)

El Sincretismo se Hereda

enseñando idolatría

El sincretismo facilita el trabajo de Satanás, porque por medio de la presión social del mundo, puede conseguir más adoradores para sus falsas religiones a gran escala. El sincretismo permite que las siguientes generaciones hereden diferentes formas de idolatría, ya que desde que son niños adoptan en automático las creencias de sus padres y de la cultura en la que viven. Toda falsa creencia y tradición adquirida de esta forma, va a ser hasta defendida por las personas, quienes orgullosamente las consideran parte de «sus raíces».

Las falsas religiones y filosofías heredadas son una atadura espiritual muy fuerte, que ocasiona que sigan viviendo engañados generación tras generación, sin cuestionar el porqué de sus tradiciones o ritos religiosos. Por eso, las Escrituras nos advierten que la idolatría va a afectar con maldiciones generacionales hasta la tercera y cuarta generación (Éxodo 20:4-6). Con el favor de Dios, trataremos este tema más adelante dentro del Segundo Mandamiento.

“Ciertamente nuestros padres heredaron mentira, vanidad en la que no hay provecho”. — Jeremías 16:19 (RVA 2015)

[Dice el Señor] «Escucho sus conversaciones y no oigo una sola palabra de verdad. ¿Hay alguien que esté apenado por haber hecho lo malo? ¿Alguien que diga: “¡Qué cosa tan terrible he hecho!”? ¡No! ¡Todos corren por el camino del pecado tan veloces como galopa un caballo a la batalla!» — Jeremías 8:6 (NTV)

Fue lo que pasó con los samaritanos y con los católicos, quienes corrompieron las enseñanzas de la Biblia y hasta el día de hoy tienen una religión que resultó de la combinación de religiones y tradiciones de sus antepasados.

“Hasta el día de hoy, esta gente hace lo que siempre hizo: ni temen al SEÑOR, ni cumplen Sus estatutos ni Sus ordenanzas, ni hacen lo que la ley y los Mandamientos del SEÑOR mandan hacer a los hijos de Jacob, cuyo nombre fue cambiado por el de Israel.” — 2 Reyes 17:34 (RVC)

Esos pueblos temieron al SEÑOR y, al mismo tiempo, sirvieron a sus ídolos. También sus hijos y sus nietos siguieron las prácticas de sus antepasados, y así lo hacen hasta el día de hoy.” — 2 Reyes 17:41 (RVC)

El apóstol Pablo nos explica qué hay detrás del comportamiento de idólatras como los samaritanos:

“Ustedes no pueden beber la copa del SEÑOR y la copa de los demonios; no pueden participar de la mesa del SEÑOR y de la mesa de los demonios. ¿O provocaremos a celos al SEÑOR? ¿Somos, acaso, más fuertes que Él?” — 1 Corintios 10:21-22 (NBLA)

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