En el artículo anterior vimos que el día de descanso fue dado a la humanidad desde la Creación del universo para que regresemos y convivamos con Dios cada semana. Ahora veremos como el Shabát nos ayuda a incrementar nuestra fe, veremos que se trata de una señal que Dios creó para identificar a los creyentes y cómo fue que el sábado fue separado para la congregación de la gente del Señor.
[Dice el Señor] «Diles a los israelitas: “Asegúrense de guardar Mi día de descanso, porque el día de descanso es una señal del pacto entre ustedes y Yo de generación en generación. Se ha establecido para que sepan que Yo Soy el Señor, quien los hace santos.» — Éxodo 31:13 (NTV)
El descanso de la esclavitud en Egipto y la reivindicación del Shabát
Veamos en perspectiva la situación del pueblo de Israel durante su esclavitud en Egipto: Los egipcios mantenían cautivos a los israelitas, probablemente trabajándolos unas 18 horas al día, para que les construyeran enormes monumentos a costa de sangre, sudor y muchas lágrimas. Y cualquier momento de inactividad era castigado con un azote brutal.
«Aconteció después de muchos años que el rey de Egipto murió. Los hijos de Israel gemían a causa de la esclavitud y clamaron a Dios, y el clamor de ellos a causa de su esclavitud subió a Dios. — Éxodo 2:23 (RVA-2015)
Vemos que la esclavitud en Egipto simboliza la esclavitud al pecado, y el faraón simboliza a Satanás. El pueblo de Israel cayó en pecado y por ello subsecuentemente en esclavitud.
«Jesús les respondió: “En verdad les digo que todo el que comete pecado es esclavo del pecado» — Juan 8:34 (NBLH)
Pero después de vivir bajo la esclavitud durante cuatro siglos (Hechos 7:6), el Señor liberó a Su pueblo del cautiverio, y le habló a Moisés acerca de este tema desde la zarza ardiente:
«Y le dijo el SEÑOR: —Ciertamente he visto la aflicción de Mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus opresores, pues he conocido sus sufrimientos. Yo he descendido para librarlos de la mano de los egipcios y para sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y amplia, una tierra que fluye leche y miel, al lugar de los cananeos, heteos, amorreos, ferezeos, heveos y jebuseos. Y ahora, he aquí que el clamor de los hijos de Israel ha llegado hasta Mí; también he visto la opresión con que los oprimen los egipcios. Pero ahora, ve, pues Yo te envío al faraón para que saques de Egipto a Mi pueblo, a los hijos de Israel.» — Éxodo 3:7-10 (RVA-2015)
Y cuando el Señor liberó a Su pueblo de la esclavitud en Egipto, además les recordó acerca del sábado, para también abolir la esclavitud del trabajo interminable, para permitirles hacer una pausa cada semana, dándoles un nuevo ritmo de vida, un ritmo alegre de trabajo, adoración y descanso no solo para ellos, sino para todas las personas en la tierra, a través del ejemplo que vemos en las Escrituras. Usted podrá pensar que esto del trabajo interminable es algo del pasado, sin embargo considere lo siguiente: Hace algunos años viajé por negocios a China, y estando allá escuché el comentario de alguien que trabajaba para una de las fábricas, y me dijo que tan solo tenían 2 días de descanso durante el mes, aparentemente eso era lo normal allá. Me quedé tristemente sorprendido ante tal ritmo de trabajo, pero las personas lamentablemente viven así porque se trata de un país que promueve el ateísmo del comunismo y que están lejos de Dios.
[Dice el Señor] «Pero este pueblo tiene un corazón terco y rebelde; Se han desviado y se han ido. No dicen en su corazón: “Temamos ahora al Señor nuestro Dios, que da la lluvia a su tiempo, tanto la lluvia de otoño como la de primavera, y que reserva para nosotros las semanas establecidas de la cosecha.” ‘Sus iniquidades han alejado estas cosas, Y sus pecados los han privado del bien. [de cosas buenas]«. — Jeremías 5:23-25 (NBLH)
Eso de trabajar 28 días del mes con 2 de descanso es un extremo, pero también trabajar menos de 6 días por semana es el otro, y conduce a la pereza. En este Cuarto Mandamiento, la voluntad de Dios nos revela que es importante que el hombre trabaje 6 días (y no solo 5 días a la semana). El que no tiene deseos de trabajar está en violación de la observancia de la mitad del Mandamiento, por lo que esta persona no es apta para la adoración del Señor.
«La pereza hace caer en profundo sueño, y el alma ociosa sufrirá hambre.» — Proverbios 19:15 (NBLH)
«La codicia del perezoso lo lleva a la muerte, porque sus manos se niegan a trabajar; todo el día se lo pasa codiciando, pero el justo da con generosidad…» — Proverbios 21:25-26 (NVI)
Hablando de trabajar 6 días por semana, observe además que en las Escrituras no encontramos ninguna enseñanza acerca del «retiro» o jubilación por vejez, estas son ideas humanas, de modo que se espera que usted continúe en sus labores mientras Dios le de vida. Vemos el ejemplo de muchos hombres en la Biblia, como Moisés, quien permaneció activo durante toda su vida.
«Aunque Moisés tenía 120 años cuando murió, no se habían apagado sus ojos, ni había perdido su vigor.» — Deuteronomio 34:7 (NBLH)
También sabemos que el apóstol Pablo se mantenía activo predicando el Evangelio y además hacía carpas, como tiendas de campaña.
«Pablo se quedó a vivir y a trabajar con ellos, porque eran fabricantes de carpas al igual que él.» — Hechos 18:3 (NTV)
Y por el contrario, las Escrituras nos muestran que quienes dejan de trabajar pueden caer en el pecado, como en el caso del rey David, observe lo que sucedió cuando decidió quedarse en Jerusalén en lugar de ir al frente de batalla para liderar la guerra.
«Aconteció que en la primavera, en el tiempo cuando los reyes salen a la batalla, David envió a Joab y con él a sus siervos y a todo Israel, y destruyeron a los Amonitas y sitiaron a Rabá. Pero David permaneció en Jerusalén.» — 2 Samuel 11:1 (NBLA)
Cuando David se quedó en Jerusalén en lugar de andar trabajando como líder militar del pueblo, es cuando pecó con Betsabé. Observe además que las Escrituras nos indican a qué horas se levantó David de la cama.
«Y sucedió que al atardecer David se levantó de su cama y se paseaba por la azotea del palacio, cuando vio desde la azotea a una mujer que se estaba bañando. Y la mujer era muy bella. David mandó preguntar por la mujer, y alguien le dijo: —¿No es esta Betsabé hija de Eliam, mujer de Urías el heteo? David envió mensajeros y la tomó. Cuando ella vino a él, él se acostó con ella, que estaba purificándose de su impureza. Entonces ella regresó a su casa.» — 2 Samuel 11:2-4 (RVA-2015)
El trabajo y el descanso en el Shabát se complementan dentro del plan e ideal divinos. Cuanto más diligentes y fieles seamos en el desempeño de los deberes de los seis días, más valoraremos el descanso en el séptimo día. Cuando las personas no trabajan, el orden social se ve afectado y causa muchos de los problemas que vemos hoy en el mundo. No sé si habrá escuchado el dicho: “La ociosidad es la madre de todos los vicios”.
El Shabát, uno de los mandamientos más atacados por el enemigo
El Cuarto Mandamiento es uno de los más atacados por Satanás, tal vez por ello le parezca un reto cumplirlo, y constituya una prueba de fe para usted. El enemigo quiere mantener a la humanidad alejada de Dios y de Sus bendiciones. Hemos llegado al punto de iniquidad, en el cual quienes se dicen cristianos observan el domingo en lugar del sábado como día de descanso, a raíz de engaños del enemigo, veremos más adelante en esta serie de artículos cómo sucedió ese cambio del sábado al domingo.
[Dice el Señor] «Si se humilla Mi pueblo sobre el cual es invocado Mi Nombre, si oran y buscan Mi rostro y se vuelven de sus malos caminos, entonces Yo oiré desde los cielos, perdonaré sus pecados y sanaré su tierra.» — 2 Crónicas 7:14 (RVA-2015)
A través de la historia de la iglesia, podemos ver los engaños de Satanás claramente, que buscó toda clase de excusas, engaños, justificaciones teológicas, legalismos y hasta persecuciones, para que no se cumpliera con el Cuarto Mandamiento. Las estrategias del diablo han sido exitosas hasta nuestros días en donde inclusive los creyentes-vueltos a nacer no creen que deban de cumplir con este mandamiento de Dios por diferentes causas que veremos más adelante. El Señor quiere que nos preguntemos: ¿Nos atrevemos a aceptar que estamos limitados y que Él nos cuidará y se encargará de nosotros? En tiempos de Moisés el pueblo recibía doble porción de maná el viernes (Éxodo 16:5), para que no tuvieran que salir a recolectarlo durante el Shabát, a pesar de ello, había quienes trataban de ir a recoger maná el sábado, pero no había (Éxodo 16:25-27). Y quienes eran faltos de fe al tratar de almacenar maná adicional durante la semana, se les echaba a perder (Éxodo 16:19-20).
«Y dijo Moisés: —Cómanlo hoy [el maná], porque es el sábado del SEÑOR. Hoy no lo hallarán en el campo. Seis días lo recogerán; pero el séptimo día es sábado, en el cual no será hallado. Aconteció que algunos del pueblo salieron para recoger en el séptimo día, y no hallaron nada.» — Éxodo 16:25-27 (RVA-2015)
Es por eso que guardar el sábado requiere de fe: por ejemplo, si usted ahorita en su ocupación actual trabaja el sábado, y si ahora usted decidiera descansar en este día, cumpliendo el Mandamiento, esto involucraría mucha fe de su parte. Esto quizás implicaría hablar con su jefe para hacerle ver que ya no tiene disponibilidad de trabajar en sábado, o bien implicaría conseguir otro trabajo en donde no le sea requerido trabajar en día sábado. Esto es especialmente difícil para quienes trabajan en tiendas que abren de lunes a domingo. Y si todos hiciéramos lo mismo, habría un punto en el que las tiendas ya no abrirían el sábado porque los clientes estarían reposando en sus casas.
«Entonces el Señor dijo a Moisés: “¿Hasta cuándo se negarán ustedes a guardar Mis mandamientos y Mis leyes? Miren que el Señor les ha dado el día de reposo. Por eso el sexto día les da pan para dos días. Quédese cada uno en su lugar, y que nadie salga de su lugar el séptimo día.”— Éxodo 16:28-29 (NBLH)
O quizás usted descansa este día, pero es el día en que a usted le gusta ver o asistir a eventos deportivos, o bien es el día en el cual acude al supermercado para comprar alimentos. El dejar de hacer las cosas que usted quiere hacer, sus placeres, con el objetivo de cumplir el Mandamiento y acercarse al Señor, requieren de fe. Implica planear y organizar su vida para poder guardar el sábado.
[Dice el Señor] «Si por causa del día de reposo [Shabát] apartas tu pie para no hacer lo que te plazca en Mi día santo, y llamas al día de reposo delicia, al día santo del Señor, honorable, y lo honras, no siguiendo tus caminos, ni buscando tu placer, ni hablando de tus propios asuntos, entonces te deleitarás en el Señor, y Yo te haré cabalgar sobre las alturas de la tierra, y te alimentaré con la heredad de tu padre Jacob; porque la boca del Señor ha hablado.” — Isaías 58:13-14 (NBLH)
«Pon todo lo que hagas en manos del Señor, y tus planes tendrán éxito.» — Proverbios 16:3 (NTV)
La violación del sábado es una de las principales causas de los desastres que azotaron al pueblo de Israel. Ellos no confiaron en que Dios les proveería de todo lo que necesitarían, y ellos mismos se excluyeron de Su provisión y de Su protección. En realidad, todo es una cuestión de liberación, de atreverse a confiar en Dios.
«Confía en el Señor con todo tu corazón; no dependas de tu propio entendimiento. Busca Su voluntad en todo lo que hagas, y Él te mostrará cuál camino tomar.» — Proverbios 3:5-6 (NTV)
Una de las tragedias de los israelitas fue cuando se los llevaron presos a Babilonia, las Escrituras nos indican que estuvieron 70 años en cautiverio, correspondientes a los Shabáts que no le dieron a la tierra.
«A los sobrevivientes de la espada, los llevó cautivos a Babilonia, y fueron hechos esclavos del rey y de sus hijos hasta el establecimiento del reino de Persia, para que se cumpliera la palabra del SEÑOR por boca de Jeremías, hasta que la tierra hubiera disfrutado de su reposo. Todo el tiempo de su desolación reposó, hasta que se cumplieron los setenta años.» — 2 Crónicas 36:20-21 (RVA-2015)
«Entonces la tierra disfrutará de su reposo durante todos los días de su desolación, mientras ustedes estén en la tierra de sus enemigos. ¡Entonces la tierra descansará y disfrutará de su reposo! Todo el tiempo que esté asolada disfrutará del reposo que no disfrutó mientras ustedes disfrutaban de su reposo cuando habitaban en ella.» — Levítico 26:34-35 (RVA-2015)
Recordemos que no solamente las personas gozamos del Shabát, sino también los animales (Éxodo 20:8-11; Éxodo 23:12) y también la tierra. El pueblo de Israel tenía el mandato del Señor de darle su descanso a la tierra cada 7 años (Levítico 25:1-9), su año sabático.
“Seis años sembrarás tu tierra y recogerás su producto; pero el séptimo año la dejarás descansar, sin cultivar, para que coman los pobres de tu pueblo, y de lo que ellos dejen, coman los animales del campo. Lo mismo harás con tu viña y con tu olivar.» — Éxodo 23:10-11 (NBLH)
[Dice el Señor] «Cumplan, pues, Mis estatutos; guarden Mis decretos y cúmplanlos, y habitarán en la tierra seguros. La tierra dará su fruto, y comerán hasta saciarse y habitarán en ella con seguridad. “Si preguntan: ‘¿Qué comeremos el séptimo año, puesto que ni hemos de sembrar ni hemos de cosechar nuestros productos?’, entonces Yo decretaré para ustedes Mi bendición el sexto año, y habrá fruto para tres años. Sembrarán en el octavo año, pero todavía comerán de la cosecha añeja. Hasta que llegue la cosecha del noveno año, seguirán comiendo de la cosecha añeja.» — Levítico 25:18-22 (RVA-2015)
¿Se fijó que el Señor nos dice que al cumplir con Sus mandatos y darle su año sabático a la tierra, que las personas habitarán seguros en ella? vea de nuevo Levítico 25:18, por tanto, si hay violencia e inseguridad en donde usted vive, se debe en gran medida a la falta de cumplimiento de los mandatos del Señor, incluyendo este Cuarto Mandamiento.
Lo invito a que empiece por su casa, aproveche esta oportunidad que tienen usted y su familia de recibir este regalo que el Señor nos da, ya que los creyentes que observan el Shabát, se convierten ellos mismos en una señal para las demás personas porque su relación semanal con Dios los ha hecho diferentes, es decir, han sido santificados para el Señor.
[Dice el Señor] “Habla, pues, tú a los Israelitas y diles: ‘De cierto guardarán Mis días de reposo, porque esto es una señal entre Yo y ustedes por todas sus generaciones, a fin de que sepan que Yo Soy el Señor que los santifico.» — Éxodo 31:13 (NBLH)
El Señor luego vuelve a mencionar, a través del profeta Ezequiel, que todos los sábados son un recordatorio de que Dios nos santifica, como parte de Su redención (Ezequiel 20:12). Creo que si cada iglesia enseñara y practicara la importancia del sábado de la manera que Dios lo diseñó, no tendríamos tantos problemas en el mundo (reflejo de lo que les pasó a los israelitas), ni tantas filosofías seculares absurdas como la teoría de la evolución.
“Cuán bienaventurado es el hombre que hace esto, y el hijo del hombre que a ello se aferra; que guarda el día de reposo sin profanarlo, y guarda su mano de hacer mal alguno.” — Isaías 56:2 (NBLH)
Ni las falsas filosofías ni las doctrinas de demonios (1 Timoteo 4:1) nos afectarían en la iglesia como hoy en día, porque cada sábado recordaríamos que Dios es el Creador de todas las cosas, que nada ha evolucionado y que Él es el único Dios (Isaías 43-45). Cuanto más fielmente guardemos este mandamiento, mejor preparados estaremos para obedecer los otros nueve.
“Los Israelitas guardarán, pues, el día de reposo, celebrándolo por todas sus generaciones como pacto perpetuo. Es una señal entre Yo y los Israelitas para siempre. Pues en seis días el Señor hizo los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó de trabajar y reposó.” — Éxodo 31:16-17 (NBLH)
“Y les di también Mis días de reposo, para que fuesen por señal entre Mí y ellos, para que supiesen que Yo Soy Jehová que los santifico.” — Ezequiel 20:12 (RVR1960)
El Shabát es una señal, en el sentido que refleja la relación que tenemos con Dios. El sábado es como un «anillo del recuerdo», es como el anillo de compromiso que el Señor le da a Su novia.
«Regocijémonos y alegrémonos, y démosle a Él la gloria, porque las bodas del Cordero han llegado y Su esposa se ha preparado.” — Apocalipsis 19:7 (NBLH)
«Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios, preparada como una novia ataviada para su esposo.» — Apocalipsis 21:2 (NBLH)
Dios está utilizando cada sábado como un símbolo de Su promesa de que recibiremos un hogar en el que estaremos con Él en el futuro, durante el reinado de Jesucristo aquí en la tierra, durante el Milenio, cuando la promesa del Shabát será cumplida de acuerdo a lo que nos dice el apóstol Pedro (2 Pedro 3:8). Por esta razón, la importancia de cada Shabát es que nos permite practicar el cómo será vivir en el reino del Señor mientras aún estamos en este mundo. De hecho, el sábado y todos los días Festivales del Señor descritos en la Biblia son regalos que Dios, el novio, da a Su novia.
“Mas, oh amados, no ignoréis esta una cosa: que un día delante del Señor es como mil años y mil años como un día.” — 2 Pedro 3:8 (RVA)
Para concluir este estudio, quisiera traer a su atención Génesis 2:3
«Dios bendijo el séptimo día y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que El había creado y hecho.» — Génesis 2:3 (NBLH)
Si comparamos el séptimo día con los 6 días previos en Génesis 1, encontrará que al final de cada uno de los seis días el Espíritu Santo menciona: «Y fue la tarde y fue la mañana: el sexto día.» (Génesis 1:31). Sin embargo, para el día sábado, no encontramos esta frase habitual de los 6 días anteriores en las Escrituras por una razón divina: el Espíritu Santo sugiere sutilmente, pero de forma muy significativa, que la observancia del Shabát es eterna, que nunca terminará. ¡Se trata de un mandamiento perpetuo!
¡Que Dios los bendiga!
Continuar leyendo: El Cuarto Mandamiento: El Día del Descanso Shabát (Parte 3)
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