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El Segundo Mandamiento: Cómo adorar a Dios (Parte 2)

En el artículo anterior empezamos a hablar acerca de la idolatría con ídolos físicos y vimos que el cristianismo no está basado en hacer imágenes o esculturas de Dios, por más bellas que éstas puedan parecer, con el objetivo de poder adorarle o rezarle. La Biblia nos dice que adoremos a Dios en Espíritu y en verdad, que busquemos crecer espiritualmente pareciéndonos a Jesús, es decir que aspiremos a hablar, hacer y pensar como Él en cada momento de nuestras vidas. ¡Y para ello no necesitamos ídolos! Ahora veremos algunos de los ídolos que tenemos hoy en día, como la avaricia y la adicción; y veremos que el formar teologías propias (ídolos imaginarios) nos puede meter en muy serios problemas.

Los ídolos modernos: Nuestras adicciones

paparazziEn la actualidad, en la era de la tecnología, la «evolución», y el humanismo, quizás muchas personas no veneren ídolos físicos como los que vimos en la primera parte de este artículo, ni tampoco los llamen dioses. Sin embargo, la humanidad no ha cambiado, solo substituyó el concepto de los ídolos religiosos que veneraban como dioses, y los reemplazó con “valores e ideales sociales y culturales” derivados de la vida secular moderna, éstos son los nuevos ídolos que siguen ocupando el lugar de Dios en sus vidas, para ellos, estos nuevos conceptos son lo principal en sus vidas. Estos ídolos los podemos identificar al ver aquello en lo que la gente dedica su tiempo, su talento, o su dinero. Existe una gran variedad de nuevos ídolos que gobiernan nuestras vidas que proceden principalmente de: las religiones hechas por el hombre, las corrientes filosóficas, el dinero, el poder, la fama, el trabajo, el estatus social, las posesiones, el placer, entretenimiento, los hobbies; e incluso pueden ser otras personas como algún miembro de la familia (a quien se llega a consentir exageradamente, Mateo 10:37), o nos volvemos fans de artistas de cine o de televisión, músicos, cantantes o deportistas. Así que, en lugar de amar y adorar a nuestro Creador, y aspirar a ser como Jesús, la humanidad prefiere adorar ídolos, despreciando todas las advertencias que nos dan las Escrituras de que dicho adorador se volverá como lo que idolatra.

“Y los que hacen ídolos son iguales a ellos, como también todos los que confían en ellos.” — Salmos 115:8, 135:18 (NTV)

“Rechazaron Sus decretos y el pacto que Él había hecho con sus antepasados, y despreciaron todas Sus advertencias. Rindieron culto a ídolos inútiles, por lo cual ellos mismos se volvieron inútiles. Siguieron el ejemplo de las naciones vecinas, desobedeciendo el mandato del Señor de no imitarlas.” — 2 Reyes 17:15 (NTV)

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«La vida no se mide por cuánto tienen» – Jesús (Lucas 12:15)

Todo aquello que proporciona una seguridad física corre el peligro de convertirse en uno de los mayores ídolos para las personas. Esto los lleva a escoger una carrera o un trabajo, no porque de esa forma servirán mejor al Señor, o a su comunidad, sino porque les da una estabilidad económica, una mayor cuenta bancaria, o bien, va de acuerdo a sus valores sociales. Lo mismo ocurre cuando escogen una casa o una relación sentimental, o personal. Sin darse cuenta, las personas en ocasiones se prestan a hacer cosas que van contra la voluntad del Señor con tal de obtener «seguridad». Toda la seguridad que debemos buscar está en tener una buena relación con el Señor, quien nos provee de todo lo que necesitamos.

[Jesús] «Luego les contó una historia: «Un hombre rico tenía un campo fértil que producía buenas cosechas. Se dijo a sí mismo: “¿Qué debo hacer? No tengo lugar para almacenar todas mis cosechas”. Entonces pensó: “Ya sé. Tiraré abajo mis graneros y construiré unos más grandes. Así tendré lugar suficiente para almacenar todo mi trigo y mis otros bienes. Luego me pondré cómodo y me diré a mí mismo: ‘Amigo mío, tienes almacenado para muchos años. ¡Relájate! ¡Come y bebe y diviértete!’”. Pero Dios le dijo: “¡Necio! Vas a morir esta misma noche. ¿Y quién se quedará con todo aquello por lo que has trabajado?”. Así es, el que almacena riquezas terrenales pero no es rico en su relación con Dios es un necio». — Lucas 12:16-21 (NTV)

Jesús sabiendo lo obstinados que somos en la búsqueda de una falsa seguridad en nuestras vidas, nos advierte acerca del efecto que tienen estos ídolos en las personas, comparando la avaricia por el dinero con el conflicto de lealtad entre 2 amos. Él nos dice que es imposible mantener la lealtad a ambos.

Nadie puede servir a dos amos. Pues odiará a uno y amará al otro; será leal a uno y despreciará al otro. No se puede servir a Dios y al dinero.” — Mateo 6:24 (NTV)

Hoy el amor al dinero es un ídolo que controla la vida de las personas en nuestra sociedad porque el mundo le ha asignado un valor muy alto, al punto que en nuestra cultura las personas se miden por sus logros personales, o por cuánto dinero tienen en su cuenta bancaria, su avaricia se convierte en una adicción que la aleja de Dios. Le recomendamos que vea las repercusiones que tiene esta clase de idolatría en el artículo La Ilusión de la Riqueza Terrenal.

Pues el amor al dinero es la raíz de toda clase de mal; y algunas personas, en su intenso deseo por el dinero, se han desviado de la fe verdadera y se han causado muchas heridas dolorosas.” — 1 Timoteo 6:10 (NTV)

Fan BarcelonaOtra forma de adicción es cuando las personas tratan de parecerse a quien idolatran (Salmos 115:8,135:18), y tratan de vestirse como los artistas de cine o personas famosas que idolatran, se comportan como ellas, y todo lo que hacen es hablar sobre la última noticia sobre su vida, su última película, o las estadísticas obtenidas en el último encuentro deportivo. ¡Imagine si toda esta devoción la enfocaran a Dios! Hace algún tiempo supe de un hombre que tenía una obsesión con un equipo deportivo de fútbol soccer, toda su casa la tenía decorada con los colores y tema de ese equipo (incluyendo la piscina de su patio), estaba lleno de mercancía del equipo, pareciera que para él lo más importante en la vida era su equipo favorito de fútbol y lo que sucedía con ellos en sus partidos. Quizás conozca a personas así. El Señor dice que hablamos de las cosas que tenemos en el corazón.

[Dice Jesús] “Pues lo que está en el corazón determina lo que uno dice.” — Mateo 12:34b (NTV)

AlcoholicoCada vez que las personas deciden refugiarse en un ídolo en lugar de poner su fe en Dios para que les satisfaga sus necesidades, las personas tiene que pagar un precio por sus actos, y dicho precio es muy evidente cuando las personas se hacen adictas al alcohol o a las drogas como la marihuana, opioides, anfetaminas, etc. El alcohólico puede negar tener una adicción, o bien puede decir que no idolatra eso, sin embargo, las acciones de los adictos demuestran la realidad, que dicha sustancia tóxica controla sus vidas y se convierte en lo más importante para ellos, transgrediendo así tanto el Primer Mandamiento como el Segundo. La idolatría de su adicción los lleva a cometer otros pecados (robos, asesinatos, etc.) y siempre lleva a las personas más lejos de donde querían ir. Por eso, el Señor Dios es un Dios celoso quien, desde un principio, no quiere que nos dañemos a nosotros mismos, como vemos en el pasaje de Caín quien fue controlado por la envidia, enojo, y orgullo después de que su sacrificio no fue aceptado por no haber cumplido con la normatividad del Señor.

[Dice el Señor] «Serás aceptado si haces lo correcto, pero si te niegas a hacer lo correcto, entonces, ¡ten cuidado! El pecado está a la puerta, al acecho y ansioso por controlarte; pero tú debes dominarlo y ser su amo»» — Génesis 4;7 (NTV)

Aunque las adicciones al alcohol y a las drogas son las más famosas por lo destructivas que son, hay otras adicciones, facilitadas por la tecnología, que también llegan a controlar a las personas, tales como: los videojuegos, los teléfonos celulares, las redes sociales, y los juegos de azar y apuestas (desde comprar boletos de lotería hasta apostar activamente en casinos), para mayor referencia con respecto a este último punto puede ver el artículo ¿Existe la suerte? El problema de estos ídolos es que las personas una vez que son adictas, no les es tan fácil escapar de esta influencia, ni regresar a la normalidad, son una trampa y los esclaviza.

Así que hagan morir las cosas pecaminosas y terrenales que acechan dentro de ustedes. No tengan nada que ver con la inmoralidad sexual, la impureza, las bajas pasiones y los malos deseos. No sean avaros, pues la persona avara es idólatra porque adora las cosas de este mundo.” — Colosenses 3:5 (NTV)

«Pueden estar seguros de que ninguna persona inmoral, impura o avara heredará el reino de Cristo y de Dios. Pues el avaro es un idólatra, que adora las cosas de este mundo.» — Efesios 5:5 (NTV)

Uno de los principales problemas que las personas con adicciones pueden enfrentar es que Satanás utiliza esta idolatría para que lleguen a un estado de trance por la intoxicación, en el que pierden el control sobre sí mismos, y cuando bajan las barreras naturales de protección que hay en la mente consciente de las personas, éstas quedan expuestas a que los demonios puedan habitar el cuerpo del adicto. Por esta razón, la agenda demoniaca promueve el alcoholismo como una droga socialmente aceptable, y en años recientes, incluso la drogadicción, en las películas y en programas de televisión, haciéndolo ver como algo «normal», «cómico», «inteligente», o «deseable». Para mayor información puede ver el artículo La Marihuana/Cannabis — Las Adicciones Que Nos Alejan De Dios (Parte 3).

Los ídolos imaginarios

ImaginarUna de las peores formas de idolatría que existen, y que es muy común, es cuando el ídolo que creamos es producto de nuestra propia imaginación, y claro, está alejado de la verdad. La cultura postmodernista en la que vivimos se caracteriza por que cada persona tiene “su propia verdad”, ya que la verdad absoluta de Dios, según esta filosofía “no existe”. Los dioses que estas personas se crean son producto de su imaginación y están hechos a su propia imagen, son dioses con los que cada persona se siente cómoda, porque el dios tiene estándares morales o valores que van de acuerdo con la persona que se lo imaginó. Por ejemplo estas personas a menudo dicen “mi dios no es como tú lo describes, mi dios es puro amor y perdonará a todos para que nadie sea castigado», también dicen «yo no podría creer en un Dios que mande gente al infierno” (Salmos 50:16-21); o bien empiezan a criticar atributos del Señor que Él mismo utiliza para describirse a Sí mismo, como el ser celoso, o bien critican Sus acciones, como el que corrija a las personas, o que envíe castigos como el Diluvio, o Su prohibición contra la homosexualidad (Levítico 18:22), etc. Nunca debemos permitir que algo cautive nuestra lealtad o imaginación de tal manera que llegue a reemplazar o a debilitar nuestra devoción a Dios.

[Dice el Señor] “» ¡Qué aflicción espera a los que discuten con su Creador! ¿Acaso discute la olla de barro con su hacedor? ¿Reprocha el barro al que le da forma diciéndole: “¡Detente, lo estás haciendo mal!”? ¿Exclama la olla: “¡Qué torpe eres!”?” — Isaías 45:9 (NTV)

“Esto dice el Señor, el Santo de Israel, tu Creador: ¿Pones en tela de juicio lo que hago por Mis hijos? ¿Acaso me das órdenes acerca de la obra de Mis manos? Yo Soy el que hizo la tierra y creó a la gente para que viviera en ella. Con Mis manos extendí los cielos; todas las estrellas están a Mis órdenes.” — Isaías 45:11-12 (NTV)

[Dice el Señor] “¿Quién es este que pone en duda Mi sabiduría con palabras tan ignorantes?” — Job 38:2 (NTV)

Corazon de piedraLas Escrituras nos dicen que el corazón del hombre es malvado (Jeremías 17:9, Mateo 15:19, Proverbios 26:25). El corazón es el centro del intelecto y del espíritu de una persona, así que el idólatra se crea o imagina “ídolos del corazón” que carecen de rectitud y juicio. Dicho dios va a permitir cualquier cosa que le guste al idólatra como mentir, robar, cometer pecados sexuales, etc. ¿Cree que estoy exagerando acerca del tipo de dioses que el hombre puede imaginar? ¿Qué tal un dios adicto a la prostitución? Pues tenemos que en la antigua cultura cananea los devotos de Astarte o Asera, la diosa de la fertilidad, le rendían culto teniendo relaciones sexuales con prostitutos (hombres o mujeres) en el templo. Los romanos adoraban a Afrodita de la misma forma con la prostitución «sagrada». Las Escrituras nos hablan acerca de esto.

«Además derribó los lugares de prostitución idolátrica que estaban en la casa de Jehová, en los cuales tejían las mujeres tiendas para Asera.» — 2 Reyes 23:7 (RVR1960)

[Dice el apóstol Pablo] “¿No se dan cuenta de que los que hacen lo malo no heredarán el reino de Dios? No se engañen a sí mismos. Los que se entregan al pecado sexual o rinden culto a ídolos o cometen adulterio o son prostitutos o practican la homosexualidad o son ladrones o avaros o borrachos o insultan o estafan a la gente: ninguno de esos heredará el reino de Dios.” — 1 Corintios 6:9-10 (NTV)

Otras personas dicen que ellos son ateos porque no quieren que ningún dios controle sus vidas, ni que los limiten, así ellos pueden ser libres y hacer lo que ellos quieran, lo cual por cierto es una de las doctrinas principales en el satanismo. Pero en su vida sin propósito, estas personas también terminan siguiendo a estos ídolos falsos que los acaban esclavizando. En lugar de que la persona busque al Señor en Sus términos, de la forma que Él ha determinado, Él es inmensamente más grande que cualquier dios imaginario que el hombre pueda hacer. El profeta Ezequiel nos dice que estos ídolos imaginarios toman residencia en el corazón de las personas.

“Hijo de hombre, estos líderes han levantado ídolos en su corazón. Se han entregado a cosas que los harán caer en pecado. ¿Por qué habría de escuchar sus peticiones?” Diles: “Esto dice el Señor Soberano: ‘Los israelitas han levantado ídolos en su corazón y han caído en pecado y después corren a consultar a un profeta. Así que Yo, el Señor, les daré la clase de respuesta que merece su gran idolatría, a fin de conquistar la mente y el corazón de Mi pueblo que me ha abandonado para rendir culto a sus ídolos detestables’”. Por lo tanto, diles a los israelitas: “Esto dice el Señor Soberano: ‘Arrepiéntanse y abandonen sus ídolos, y dejen de cometer ya sus pecados detestables.”— Ezequiel 14:2-6 (NTV)

“Van camino a la destrucción. Su dios es su propio apetito, se jactan de cosas vergonzosas y solo piensan en esta vida terrenal.” — Filipenses 3:19 (NTV)

EcumenismoUn factor que empeora los ídolos que la gente imagina en su corazón es la influencia que Satanás tiene sobre ellos. El enemigo busca en su batalla espiritual engañar a los hombres, para inventar nuevas religiones y filosofías que vayan en contra de la Palabra de Dios. Y como vemos hoy en el mundo, esto ha sido muy exitoso, desarrollando las religiones con más seguidores como el islam (1.8 billones), el catolicismo (1.2 billones), y el hinduismo (1.15 billones), que engloban más de la mitad de la población mundial; y las filosofías como el humanismo (ateísmo y secularismo, 1.1 billones), el comunismo (1.1 billones), y el New Age (21 millones) (nota: 1 billón son mil millones). Estas religiones son atractivas porque involucran un «buen comportamiento», «buenas obras», ritos y tradiciones complicadas que hacen sentir a las personas como que son más santos, puros y religiosos, ya que por ejemplo hacen peregrinajes, asisten a templos, hacen oraciones, hacen sacrificios, ayunos, ayudan a los pobres, etc.; mientras que las filosofías están basadas en la «razón», el estudio, las evidencias, la sabiduría, y el intelecto de grandes pensadores que va más allá de las tradiciones religiosas del pasado. Así que Satanás les da una variedad de opciones a las personas para que puedan escoger cómo llenar el vacío espiritual en sus corazones con religiones falsas, y lo complementa con filosofías humanistas de todo tipo para apaciguar su intelecto y raciocinio. De esta forma rechazarán el mensaje de salvación de Dios por ser tan sencillo.

Satanás, quien es el dios de este mundo, ha cegado la mente de los que no creen. Son incapaces de ver la gloriosa luz de la Buena Noticia. No entienden este mensaje acerca de la gloria de Cristo, quien es la imagen exacta de Dios.” — 2 Corintios 4:4 (NTV)

[Dice el apóstol Pablo] “Y mi mensaje y mi predicación fueron muy sencillos. En lugar de usar discursos ingeniosos y persuasivos, confié solamente en el poder del Espíritu Santo. Lo hice así para que ustedes no confiaran en la sabiduría humana sino en el poder de Dios.” — 1 Corintios 2:4-5 (NTV)

Las consecuencias por la idolatría

Francis idolatriaHistóricamente hemos visto que los humanos somos capaces de adorar cualquier cosa para llenar el vacío que tenemos en nuestros corazones, y las personas están constantemente buscando seguridad, significado o identidad, pero cuando le dedican demasiado tiempo y energía a estas cosas, éstas pueden convertirse muy fácilmente en ídolos que terminan gobernando y controlando sus pensamientos, acciones y motivaciones. Como resultado, la gente deja de tener tiempo para el Señor, quien es el único que puede llenar el vacío que tienen, y en su idolatría dejan al Señor como la última prioridad o de plano se olvidan de Él por completo. Parecieran sólo acordarse de Él cuando hay algún problema grave en sus vidas, reduciéndolo a una especie de genio de la lámpara quien los saque de problemas o les cumpla sus caprichos, y ¿después se preguntan por qué sus oraciones no son escuchadas?

[Dice el Señor] «Por lo tanto, esto dice el Señor: traeré calamidad sobre ellos y no habrá escapatoria posible. Aunque supliquen misericordia no escucharé sus ruegos. Entonces los habitantes de Judá y Jerusalén clamarán a sus ídolos y quemarán incienso ante ellos. ¡Pero los ídolos no los salvarán cuando caiga el desastre! Miren ahora, gente de Judá: ustedes tienen tantos dioses como ciudades. Tienen tantos altares vergonzosos —altares para quemar incienso a su dios Baal— como calles hay en Jerusalén. Jeremías, no ores más por este pueblo. No llores ni pidas por ellos porque Yo no los escucharé cuando clamen a Mí en su angustia.» — Jeremías 11:11-14 (NTV)

De forma que siempre que decidimos romper el Segundo Mandamiento hay un precio que pagar en nuestras vidas

[Dice el Señor] “¿No tengo Yo esto guardado conmigo, sellado en Mis tesoros? “Mía es la venganza y la retribución; a su tiempo el pie de ellos resbalará, porque el día de su calamidad está cerca, ya se apresura lo que les está preparado.”— Deuteronomio 32:34-35 (LBLA)

[Dice el Señor] «Cuando afile Mi espada reluciente y eche mano de ella en el juicio, tomaré venganza de Mis enemigos y a los que me odian les daré su merecido.» — Deuteronomio 32:41 (RVC)

La idolatría es algo tan peligroso en nuestras vidas que el Señor quiere que estemos lo más alejado de esta clase de pecado, y por ello trata de alertarnos en la Biblia de múltiples formas, que todos los ídolos e idólatras serán destruidos. He aquí un resumen de algunos pasajes que nos explican lo grave de la idolatría:

Las Escrituras mencionan que quienes rinden culto a ídolos: desobedecen al Señor (Levítico 19:4, 26:1, ) ; están contaminados/se contaminan a sí mismos (Génesis 35:2; Ezequiel 14:11; Ezequiel 20:7, 18; Ezequiel 23:7, 30; Isaías 41:24); contaminan la tierra (Ezequiel 36:18); se corrompen a sí mismos (Deuteronomio 4:16, 25; Deuteronomio 9:12); hacen lo que el Señor odia (Deuteronomio 16:22); profanan el santo nombre de Dios (Ezequiel 20:39); cometen un gran pecado (1 Reyes 12:30); cometen adulterio espiritual (Ezequiel 16:17, 23:37; Jeremías 3:8); tienen el corazón dividido (Oseas 10:2); cargarán con sus pecados (Ezequiel 23:49); despiertan los celos del Señor (Deuteronomio 32:21; Ezequiel 8:3, 5; Salmos 78:58); provocan el enojo del Señor (1 Reyes 14:9; 16:13;16:26; 2 Reyes 17:7-12; Jeremías 8:19; Salmos 78:58; Salmos 106:36-40;); provocan la ira del Señor (2 Crónicas 24:18); causan la furia del Señor (Ezequiel 8:18); hacen sufrir al Señor y cometen maldad (Ezequiel 6:9); serán avergonzados (Salmos 97:7; Isaías 42:17, 44:9, 44:11; Oseas 4:17-19); han puesto el tropiezo de su maldad frente a sus rostros (Ezequiel 14:3-4); sus acciones son repugnantes/abominables (Ezequiel 8:6-17, 14:6, 18:12) ; los ídolos de sus casas son una abominación y están malditos (Deuteronomio 7:25-26); tendrán miedo (Isaías 44:11); son estúpidos y necios (Jeremías 10:8); no tienen conocimiento y le rezan a un dios que no los puede salvar (Isaías 45:20); son necios y están engañados (Habacuc 2:18); son tercos/obstinados (Isaías 48:4 -5 NTV); sus ídolos les dan consejos inútiles (Zacarías 10:2) ; lo que sacrifican a sus ídolos en realidad lo sacrifican a demonios y no a Dios (1 Corintios 10:19-20); son como sus ídolos (Salmos 115:8,135:18) ; son avaros (Efesios 5:5, Colosenses 3:5); serán destruidos (Éxodo 22:20; Deuteronomio 8:19); quedarán fuera de la Nueva Jerusalén (Apocalipsis 22:15);  no heredarán el reino de Dios ( 1 Corintios 6:9; Gálatas 5:19-21); tendrán su destino en el lago de fuego que arde con azufre y que es la segunda muerte (Apocalipsis 21:8).

fabricante idolosAdicionalmente, hay advertencias para los que fabrican ídolos físicos e imaginarios: desobedecen al Señor (Levítico 19:4, 26:1,); no valen nada (Isaías 44:9 RVC) ; se corrompen a sí mismos (Deuteronomio 4:25); se contaminan a sí mismos (Ezequiel 22:4); fabrican falsedad (Jeremías 10:14; Jeremías 51:17); los ídolos que fabrican son detestables al Señor (Deuteronomio 27:15); son como los ídolos que fabrican (Salmos 115:8; 135:18); serán avergonzados y andarán confundidos (Isaías 45:16); sus ojos [espirituales] están cerrados y no tienen entendimiento (Isaías 44:18-19); están malditos (Deuteronomio 27:15).

Los idólatras no se dan cuenta que todos sus esfuerzos, sufrimientos y preocupaciones por el futuro son en vano. El Creador ama tanto a Su Creación que sólo nos pide que lo pongamos a Él primero, cuidemos nuestra relación con Él, y nos deshagamos de todos nuestros ídolos. Solamente en Él debemos de confiar, con una fe absoluta para que todas nuestras necesidades sean cubiertas.

«Yo fui joven, y ya he envejecido, pero nunca vi desamparado a un justo, ni vi a sus hijos andar mendigando pan.» — Salmos 37:25 (RVC)

«Ustedes, sus fieles, teman al Señor, pues a quienes le temen nunca les falta nada.» — Salmos 34:9 (RVC)

Para su mayor referencia puede ver el artículo ¿Qué es el temor al Señor? (Parte 2) y de ahí ir a la sección «Los beneficios de temer al Señor». Ahí listamos muchas de las bendiciones que Dios nos da.

[Dice Jesús] «Les dejo un regalo: paz en la mente y en el corazón. Y la paz que Yo doy es un regalo que el mundo no puede dar. Así que no se angustien ni tengan miedo.» — Juan 14:27 (NTV)

Dios tiene un plan para cada uno de Sus hijos, y es un plan para su bien, y aunque no conozcamos el plan, va a ser mejor que cualquier plan que nosotros pudiéramos imaginar para nuestro futuro. Y ni siquiera todos los ídolos en conjunto pueden equipararse a lo que el Señor nos tiene preparado si confiamos sólo en Él. ¡Esta promesa es asombrosa, no lo cree!

“Pues Yo sé los planes que tengo para ustedes —dice el Señor—. Son planes para lo bueno y no para lo malo, para darles un futuro y una esperanza. En esos días, cuando oren, los escucharé.” — Jeremías 29:11-12 (NTV)

“Entonces el Rey dirá a los que estén a Su derecha: “Vengan, ustedes, que son benditos de Mi Padre, hereden el reino preparado para ustedes desde la creación del mundo.» — Mateo 25:34 (NTV)

Para concluir este artículo, me gustaría mencionar el castigo que le notificó el profeta Samuel a Saúl, el primer rey de Israel. Cuando Saúl se rebeló ante Dios y en su terquedad se imaginó un dios que se amoldaba a sus deseos, aunado a esto, los soldados israelitas desearon quedarse con las riquezas que obtuvieron al vencer a los amalecitas, desobedeciendo las claras instrucciones del Señor.

“Pero Samuel respondió: —¿Qué es lo que más le agrada al Señor: tus ofrendas quemadas y sacrificios, o que obedezcas a Su voz? ¡Escucha! La obediencia es mejor que el sacrificio, y la sumisión es mejor que ofrecer la grasa de carneros. La rebelión es tan pecaminosa como la hechicería, y la terquedad, tan mala como rendir culto a ídolos. Así que, por cuanto has rechazado el mandato del Señor, Él te ha rechazado como rey.” — 1 Samuel 15:22-23 (NTV)

En el siguiente artículo continuaremos viendo más consecuencias a causa de la idolatría.

¡Que Dios los bendiga!


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