Adan y Eva Expulsados

Génesis 3:15 — El Pacto Adámico: Dios maldice a la serpiente (Parte 2)

Ver. 15 — Y pondré hostilidad entre tú y la mujer, y entre tu descendencia y la descendencia de ella. Su descendiente te golpeará la cabeza, y tú le golpearás el talón».

Continuando con el Pacto Adámico, aquí veremos el segundo componente de la maldición para la serpiente, su parte espiritual. Describe el conflicto permitido por Dios, los participantes en la batalla, y la destrucción final de Satanás por la descendencia de la mujer. Este versículo es llamado “protoevangelio”, porque contiene la primera buena noticia: la promesa de un Salvador; siendo ésta la razón por la cual Jesucristo vino al mundo, y nos da la buena noticia de la justicia divina, que resolverá los problemas de la humanidad que desencadenó la serpiente, la cual tiene una esperanza de vida limitada con un final violento.

“Y pondré hostilidad entre tú y la mujer”

El lenguaje de este pasaje indica un conflicto de vida o muerte que padecen los combatientes. Aunque aquí se habla de la serpiente y la mujer como individuos, este versículo nos muestra que la batalla se extenderá a toda la humanidad que va a lidiar entre el bien y el mal desde el inicio de la historia. Aquí vemos el origen del conflicto, y la violencia que la humanidad ha experimentado desde sus orígenes hasta nuestros días, no solo físicamente, sino principalmente desde el punto de vista espiritual.

Hoy en día, somos bienaventurados porque el misterio del conflicto humano con el poder espiritual del mal, que estaba oculto en el Antiguo Testamento, fue desenmascarado en el Nuevo Testamento. En él, Jesús nos revela que Satanás es quien estaba detrás de la serpiente (Romanos 16:20; Apocalipsis 20:2); y que Él es el Salvador a través de la descendencia de Eva (Gálatas 4:4); y Él es, quien nos da vida eterna (1 Corintios 15:22).

“Muy pronto el Dios de paz aplastará a Satanás bajo los pies de ustedes. Que la gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con ustedes.” — Romanos 16:20 (RVC)

 “Así como todos mueren porque todos pertenecemos a Adán, todos los que pertenecen a Cristo recibirán vida nueva.” — 1 Corintios 15:22 (NTV)

Las Escrituras nos enseñan que es de suma importancia que conozcamos acerca de este conflicto espiritual, ya que cada persona va a enfrentar tentaciones y debe ganar la batalla para seguir en el bando correcto. Este versículo en Génesis nos muestra que se van a formar bandos, y el apóstol Juan nos muestra cómo identificarlos.

“Por lo tanto, podemos identificar quiénes son hijos de Dios y quiénes son hijos del diablo. Todo el que no se conduce con rectitud y no ama a los creyentes no pertenece a Dios.” — 1 Juan 3:10 (NTV)

“entre tu descendencia”

Es Jesús quien nos explica quienes pertenecen a la descendencia de Satanás. Entre los que se encuentran sus agentes (los demonios) y todos los hombres incrédulos, carnales y malvados; quienes están en apostasía espiritual, al abandonar a Dios, y seguir el camino del diablo con los valores del mundo.

jesus-templo[Jesús dice a los fariseos] “Pues ustedes son hijos de su padre, el diablo, y les encanta hacer las cosas malvadas que él hace. Él ha sido asesino desde el principio y siempre ha odiado la verdad, porque en él no hay verdad. Cuando miente, actúa de acuerdo con su naturaleza porque es mentiroso y el padre de la mentira.” — Juan 8:44 (NTV)

El apóstol Juan nos muestra que la descendencia del diablo empezó con uno de los hijos de Eva.

cain-y-abelNo debemos ser como Caín, quien pertenecía al maligno y mató a su hermano. ¿Y por qué lo mató? Porque Caín hacía lo malo y su hermano lo recto. Así que, amados hermanos, no se sorprendan si el mundo los odia.” — 1 Juan 3:12-13 (NTV)

Como el diablo es el padre de las mentiras, engañará al mundo entero a través de su “semilla”: el falso Mesías, el anticristo, será el hombre del pecado, con una naturaleza sobrenatural y satánica que vendrá al final de los tiempos, en lo que se conoce como el periodo de las tribulaciones. En Apocalipsis 13, se habla del anticristo (la primera bestia) y el falso profeta (la segunda bestia), que junto con Satanás forman la triada satánica descrita en Apocalipsis 12.

“Con los milagros que se le permitió hacer en nombre de la primera bestia, engañó a todos los que pertenecen a este mundo. Les ordenó que hicieran una gran estatua de la primera bestia, la que estaba herida de muerte y después volvió a la vida. Luego se le permitió dar vida a esa estatua para que pudiera hablar. Entonces la estatua de la bestia ordenó que todo el que se negara a adorarla debía morir.” — Apocalipsis 13:14-15 (NTV)

“la descendencia de ella”

belenLa palabra “descendencia” viene de la palabra hebrea זֶרַע – zera, que significa semilla, que se puede referir a un individuo o a un grupo. Esta ambigüedad permite expresar un sólo niño (utilizado en Génesis 4:25 para referirse a Set) o como la descendencia de Abraham en Génesis 12:7. En la traducción griega Septuaginta, que fue concluida 100 años antes del nacimiento de Jesús, la palabra “zera” se tradujo a la palabra griega σπέρμα – “spérma”. Esto demuestra que los rabinos judíos que hicieron la traducción interpretaron la “semilla” como un individuo masculino mucho antes de que viniera Jesús.

“Pero cuando se cumplió el tiempo señalado, Dios envió a Su Hijo, que nació de una mujer y sujeto a la ley.” — Gálatas 4:4 (RVC)

“Muy bien, el Señor mismo les dará la señal. ¡Miren! ¡La virgen concebirá un niño! Dará a luz un hijo y lo llamarán Emanuel (que significa “Dios está con nosotros”).” — Isaías 7:14 (NTV)

En las Escrituras la semilla siempre proviene del padre, “sperma”. Sin embargo, Dios nos promete en el Pacto Adámico, que nuestro Salvador, la semilla de la mujer, vencerá a Satanás. Jesucristo con Su nacimiento milagroso de la virgen María, sin la semilla (el “spérma”) de un hombre, dio cumplimiento a la promesa del pacto Adámico.

anunciacion-maria“¿Pero cómo podrá suceder esto? —le preguntó María al ángel—. Soy virgen. El ángel le contestó: —El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con Su sombra. Por lo tanto, el bebé que nacerá será santo y será llamado Hijo de Dios.” — Lucas 1:34-35 (NTV)

“¡Para Dios no hay nada imposible!” — Lucas 1:37 (RVC)

El apóstol Pablo va más allá, identifica a la semilla como Jesucristo, el descendiente de Abraham (Gálatas 3:16). Pero además, como la pluralidad de los descendientes de Abraham que somos los creyentes que formamos la iglesia de Cristo (Romanos 4:16-17).

“Dios ha dado las promesas a Abraham y a su hijo. Y noten que la Escritura no dice «a sus hijos», como si significara muchos descendientes. Más bien, dice «a su hijo», y eso sin duda se refiere a Cristo.” — Gálatas 3:16 (NTV)

“Así que la promesa se recibe por medio de la fe. Es un regalo inmerecido. Y, vivamos o no de acuerdo con la ley de Moisés, todos estamos seguros de recibir esta promesa si tenemos una fe como la de Abraham, quien es el padre de todos los que creen. A eso se refieren las Escrituras cuando citan lo que Dios le dijo: «Te hice padre de muchas naciones». Eso sucedió porque Abraham creyó en el Dios que da vida a los muertos y crea cosas nuevas de la nada.” — Romanos 4:16-17 (NTV)

“Su descendiente te golpeará la cabeza”

cabeza-aplastadaAquí Dios muestra Su plan de redención que nos da a la humanidad la esperanza de paz y bienaventuranza, ya que el diablo, el pecado, y la muerte van a desaparecer. Pero ¿cómo? ¿puede acaso el hombre eliminarlos? Por supuesto que no, él es un pecador.

«Cuando Adán pecó, el pecado entró en el mundo. El pecado de Adán introdujo la muerte, de modo que la muerte se extendió a todos, porque todos pecaron.» — Romanos 5:12 (NTV)

 ¿Puede la humanidad combatir al diablo? Claro que no, ya que se ha vuelto esclava de la serpiente. ¿Puede la raza humana eludir la muerte? Para nada, ya que el hombre introdujo a la muerte al comer del fruto prohibido. ¿Entonces cómo? Sólo Dios con Su gracia nos puede salvar, y sólo nos pide una cosa a cambio: que tengamos fe en Jesucristo para recibir Su salvación.

“Pues Dios hizo que Cristo, quien nunca pecó, fuera la ofrenda por nuestro pecado, para que nosotros pudiéramos estar en una relación correcta con Dios por medio de Cristo.” — 2 Corintios 5:21 (NTV)

La palabra golpear en este versículo viene del hebreo שׁוּף – shüf que significa aplastar o “hacer pedazos”, así que el impacto de la maldición muestra a la descendencia de la mujer destruyendo el poder del diablo, o aplastando la cabeza de la serpiente con su pie, con consecuencias mortales para el adversario; quien sólo alcanza a morder el talón con su ataque. Mostrando el gran poder de Dios.

“Sin embargo, cuando alguien sigue pecando, demuestra que pertenece al diablo, el cual peca desde el principio; pero el Hijo de Dios vino para destruir las obras del diablo.” — 1 Juan 3:8 (NTV)

“tú le golpearás el talón”

jesucristo-cruzSatanás sólo podía herir o lastimar el talón de Cristo, esto hace referencia al sufrimiento y muerte de nuestro Salvador que ocurrió hace casi 2,000 años durante Su crucifixión en el Calvario. Pero fue aquí donde Jesús aplastó la cabeza de Satanás con un golpe fatal con Su resurrección, que representa la victoria en la cruz sobre el pecado, la muerte, y el diablo.

Jesucristo va a redimirnos al cargar con nuestros pecados Él mismo.

El pecado:

“Pero Él fue traspasado por nuestras rebeliones y aplastado por nuestros pecados. Fue golpeado para que nosotros estuviéramos en paz; fue azotado para que pudiéramos ser sanados.” — Isaías 53:5 (NTV)

“Él mismo cargó nuestros pecados sobre Su cuerpo en la cruz, para que nosotros podamos estar muertos al pecado y vivir para lo que es recto. Por Sus heridas, ustedes son sanados.” — 1 Pedro 2:24 (NTV)

La muerte:

“Oh muerte, ¿dónde está tu victoria? Oh muerte, ¿dónde está tu aguijón? Pues el pecado es el aguijón que termina en muerte, y la ley le da al pecado su poder. ¡Pero gracias a Dios! Él nos da la victoria sobre el pecado y la muerte por medio de nuestro Señor Jesucristo.” — 1 Corintios 15:55-57 (NTV)

El diablo:

“Debido a que los hijos de Dios son seres humanos —hechos de carne y sangre— el Hijo también se hizo de carne y sangre. Pues solo como ser humano podía morir y solo mediante la muerte podía quebrantar el poder del diablo, quien tenía el poder sobre la muerte. Únicamente de esa manera el Hijo podía libertar a todos los que vivían esclavizados por temor a la muerte.” — Hebreos 2:14-15 (NTV)

“De esa manera, desarmó a los gobernantes y a las autoridades espirituales. Los avergonzó públicamente con Su victoria sobre ellos en la cruz.” — Colosenses 2:15 (NTV)

Protoevangelio

Tradicionalmente este versículo ha sido llamado “protoevangelio” (literalmente, “primer evangelio”) porque es el prototipo del evangelio cristiano que Jesús predicó al darnos la buena noticia de nuestra salvación. Nos habla del conflicto entre Satanás y la mujer, y nos da la buena noticia de quien será el vencedor. Y para nosotros, la victoria ya ocurrió cuando Jesucristo resucitó.

jesus-resurrected“y quedó demostrado que era el Hijo de Dios cuando fue resucitado de los muertos mediante el poder del Espíritu Santo. Él es Jesucristo nuestro Señor.” — Romanos 1:4 (NTV)

En este protoevangelio, en el que Dios es quien busca al hombre, sufre para alcanzar al pecador y brinda Su amor divino para salvar a la humanidad, introduciendo el tema de toda la Biblia. Y como nos explica el apóstol Pablo, el hombre vive en un continuo conflicto para alcanzar a Dios, siempre buscando esconderse y alejarse de Él (como lo vimos con Adán atrás de unos árboles).

“Como está escrito: ¡No hay ni uno solo que sea justo! No hay quien entienda; no hay quien busque a Dios.” — Romanos 3:10-11 (RVC)

«Dios observó toda la corrupción que había en el mundo, porque todos en la tierra eran corruptos.» — Génesis 6:12 (NTV)

«El temor del Señor es la base de la verdadera sabiduría; todos los que obedecen Sus mandamientos crecerán en sabiduría. ¡Alábenlo para siempre!» — Salmos 111:10 (NTV)

Dios lo hace por Su voluntad propia, no porque lo merezcamos.

[Dice el Señor] “Por lo tanto, da este mensaje a los israelitas de parte del Señor Soberano: “Los llevaré de regreso a su tierra, pero no porque lo merezcan sino para proteger Mi Santo Nombre, que deshonraron mientras estaban esparcidos entre las naciones.” — Ezequiel 36:22 (NTV)

Lago-de-FuegoComo vimos, la serpiente ya fue derrotada en la primera venida de Jesucristo, pero aún falta su destrucción final en su juicio que vendrá y su lanzamiento al lago de fuego, lo cual nos da a todos los creyentes una razón de esperanza, en que Nuestro Señor lo aplastará muy pronto, y esto se describe en Apocalipsis 20.

“El juicio vendrá, porque quien gobierna este mundo ya ha sido juzgado.” — Juan 16:11 (NTV)

“Sujetó con fuerza al dragón —la serpiente antigua, quien es el diablo, Satanás— y lo encadenó por mil años… Cuando se cumplan los mil años, Satanás será liberado de su prisión. Saldrá para engañar a las naciones… Las reunirá a todas para la batalla… pero cayó fuego del cielo sobre el ejército que atacaba y lo consumió… Después el diablo, que los había engañado, fue lanzado al lago de fuego que arde con azufre, donde ya estaban la bestia y el falso profeta. Allí serán atormentados día y noche por siempre jamás.” — Apocalipsis 20:2, 7-10 (NTV)

La bendición más grande de la promesa del Salvador en la semilla de la mujer, es que:

“así también Cristo fue ofrecido una sola vez y para siempre, a fin de quitar los pecados de muchas personas. Cristo vendrá otra vez, no para ocuparse de nuestros pecados, sino para traer salvación a todos los que esperan con anhelo Su venida.” — Hebreos 9:28 (NTV)

Para terminar, veamos de lo que se trata la salvación: Dios cambia milagrosamente la naturaleza de los que Él redime, de Sus elegidos, vuelven a nacer de nuevo, y dejan de ser personas «del mundo». Esta fue la promesa central de la Nueva Alianza.

[Dice el Señor] “Esparciré agua limpia sobre ustedes, y ustedes quedarán limpios de todas sus impurezas, pues los limpiaré de todos sus ídolos. Les daré un corazón nuevo, y pondré en ustedes un Espíritu nuevo; les quitaré el corazón de piedra que ahora tienen, y les daré un corazón sensible. Pondré en ustedes Mi Espíritu, y haré que cumplan Mis estatutos, y que obedezcan y pongan en práctica Mis preceptos.” — Ezequiel 36:25-27 (RVC)

[Dice Pablo] «No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta.» — Romanos 12:2 (NTV)


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