V. 2 — Claro que podemos comer del fruto de los árboles del huerto —contestó la mujer—.
Como vimos en Génesis 3:1 el ataque de la serpiente empieza en la primera interacción con la mujer, el enemigo no tenía tiempo que perder. Ahora veremos y analizaremos la contra-ofensiva del equipo de Dios con el miembro de su equipo, la mujer. Lamentablemente vemos una serie de errores en su respuesta, 5 en total; sin contar que, en el primer lugar, la mujer no debió siquiera platicar con la serpiente y responder su cinismo con un parafraseo de la prohibición de Dios.
Como recordaran la mujer fue creada hasta el final y ella no escuchó el mandamiento de Dios directamente, sino que a través de Adán. Posiblemente, esta es la razón por la que la serpiente decidió acercarse a ella en lugar de al hombre, el diablo sabía lo que estaba haciendo al aprovechar su debilidad.
“De la misma manera, los esposos deben saber vivir con su esposa y respetarla como es debido. Ella es más débil que ustedes, pero al igual que a ustedes, Dios le ha dado la vida como un regalo. Respétenla para que nada impida que Dios escuche sus oraciones.” – 1 Pedro 3:7 (PDT)
La Biblia no nos especifica si Adán transmitió correctamente el mandamiento o si lo parafraseo, si le agregó o le quitó partes esenciales, pero en la respuesta de la mujer hay diferencias críticas que las llevaron a resultados catastróficos como veremos en el resto de las Escrituras. Pero por ahora continuemos con la mujer.
La mujer trató de aclarar las cosas, se apresuró a corregir el error en que ella pensaba que la serpiente había caído, y para defender la generosidad del Señor agrava la situación al tergiversar el mandato de Dios, con una serie de errores, sin intención maliciosa, a diferencia de la serpiente. El éxito de la serpiente es que atrajo la atención de la mujer hacia otra posible interpretación del mandato de Dios al aparentar que escuchó todo diferente. Recordemos lo que Dios dijo:
“Luego el SEÑOR Dios le ordenó al hombre: «Puedes comer libremente de cualquier árbol en el jardín.” — Génesis 2:16 (PDT)
En la respuesta de la mujer, el primer error es que ella omite dos elementos importantes en el mandamiento de Dios “libremente” y “cualquier árbol” que muestran el contexto de la libertad divina que tenían. Lo que sugiere que ella ya estaba empezando a perder de vista la gran bondad de Dios. Ella reduce la importancia de lo que Dios les dio y no aprecia la grandeza del regalo divino al poder comer libremente —y gratis— de miles o millones de árboles en el paraíso.
“Disfruta de la presencia del Señor, y Él te dará lo que de corazón le pidas.” — Salmos 37:4 (RVC)
Su inocencia e inexperiencia no la predisponían para saber del peligro, que representaba la serpiente, cuyo real motivo en su conversación era la destrucción de la pareja. La estrategia de Satanás fue la de mostrar a Dios como estricto, injusto, insensible, y demasiado prohibitivo, como si quisiera limitar la libertad humana y privar a Adán y Eva para que disfruten y tengan placer. Estaba dando a entender a la mujer que Dios era cruel e indiferente. La serpiente estaba buscando el bienestar de la mujer como si fuera un ángel de luz; buscando su libertad, mientras que Dios la estaba restringiendo. Por lo tanto, proyecta sospechas sobre la bondad de Dios.
V. 3 — Es solo del fruto del árbol que está en medio del huerto del que no se nos permite comer. Dios dijo: “No deben comerlo, ni siquiera tocarlo; si lo hacen, morirán”
“árbol que está en medio del huerto”
El segundo error es que la mujer identifica al árbol por su localización en lugar de por su significado; en Génesis 2:9 vemos que hay dos árboles en el medio del jardín, el árbol de la vida y el árbol del conocimiento del bien y mal. La mujer centra su atención en el árbol incorrecto y minimizó el énfasis de Dios sobre la disponibilidad de comer de los frutos de cualquier otro árbol, influenciada por la serpiente.
“El Señor Dios hizo que crecieran del suelo toda clase de árboles: árboles hermosos y que daban frutos deliciosos. En medio del huerto puso el árbol de la vida y el árbol del conocimiento del bien y del mal.” — Génesis 2:9 (NTV)
Un punto a considerar es que el tema del árbol de la vida es común en todos los antiguos relatos de la creación de las culturas del Medio Oriente, sin embargo, el árbol del conocimiento del bien y el mal es exclusivo de la Biblia.
“Dios dijo”
El tercer error que comete la mujer es referirse a Dios con el nombre en hebreo de Elohim en lugar de YAHVEH o JEHOVÁ, que es el nombre que Dios utiliza para mostrar Su lado personal en la relación entre Creador y creación, con el que se presentó ante Adán, con el que tiene comunión en el jardín, con el que les dio el mandamiento de no comer el fruto prohibido. Al utilizar el nombre de Elohim, lo que está haciendo el enemigo es poner la idea de un Dios todopoderoso que está lejano, con quien no estás relacionado, que es impersonal, creando esa separación en la mujer. Por lo tanto, el omitir el nombre de YAHVEH, y repetir el nombre que utilizó la serpiente en su pregunta la pone en desventaja y muestra otro síntoma de su rebelión incipiente.
Satanás sabe que hoy en día, si puede mantenerlo pensando que Dios es sólo “Elohim, el todopoderoso”, usted puede tener una religión, ir a la iglesia, hablar de Dios, pero esto lo mantendrá separado de Él, que es el objetivo del enemigo. Pero cuando usted hable de la relación íntima que tiene con YAHVEH, todo cambia y el diablo es vencido. Lamentablemente el enemigo tiene a mucha gente en el engaño en sus múltiples religiones.
“ni siquiera tocarlo”
El cuarto error es cuando la mujer agrega la frase “ni siquiera tocarlo” lo cual, hace la prohibición más estricta. No se sabe quién añadió esta frase, Adán pudo haberla agregado para instruir a la mujer para su protección. Pero llevaron el mandamiento de Dios a otro nivel, esto se llama legalismo, el cual convierte las directivas de Dios en “no hagas esto” o “no hagas lo otro” haciendo parecer que Dios trabaja por mediciones y leyes que fueron inventadas por la interpretación del hombre, pero no tienen la sabiduría de Dios. Un ejemplo de esto son los fariseos en los tiempos de Jesús quienes son los mayores exponentes del legalismo judío. Hoy en día el libro judío, el Talmud; o el católico, el Catecismo, están tan llenos de legalismos que ya no tienen a la Biblia como la fuente de los Mandamientos de Dios, sino que están llenos de enseñanzas inventadas por hombres, no tienen revelación divina.
Esto es lo que Dios dijo:
“pero no debes comer del árbol del conocimiento del bien y del mal, porque el día que comas de él ciertamente morirás.” — Génesis 2:17 (RVC)
Con el legalismo podríamos tener las siguientes adiciones: no tocar el árbol, no voltear a ver hacia donde está el árbol, no acercarse a 1 Kilómetro a la redonda, etc. Esto es un ejemplo de lo que Jesús se refería cuando criticaba a los fariseos, quienes agregaban «exigencias religiosas insoportables», cuestiones que no venían en las Sagradas Escrituras y que ellos agregaban.
«Entonces Jesús les dijo a las multitudes y a sus discípulos: «Los maestros de la ley religiosa y los fariseos son los intérpretes oficiales de la ley de Moisés. Por lo tanto, practiquen y obedezcan todo lo que les digan, pero no sigan su ejemplo. Pues ellos no hacen lo que enseñan. Aplastan a la gente bajo el peso de exigencias religiosas insoportables y jamás mueven un dedo para aligerar la carga.» — Mateo 23:1-4 (NTV)
“si lo hacen, morirán”
El quinto error consiste en que la mujer no capta el énfasis de una muerte segura, “ciertamente morirás”. Es evidente que su fe comienza a vacilar, y se inclina a dudar de que Dios realmente cumplirá Su amenaza al suavizar la certeza de la muerte. No está claro lo que ella entendía acerca de la muerte ya que ninguno de los animales había muerto. Sin embargo, esto pudo haber sido de alguna manera comunicado al hombre y la mujer. La Biblia nos habla de tres tipos de muerte:
- 1) La muerte espiritual: Ocurre como resultado del pecado y la separación de Dios. El cuerpo sigue vivo y realizando sus funciones, pero la persona está espiritualmente muerta.
“El fruto de estos malos deseos, una vez concebidos, es el pecado; y el fruto del pecado, una vez cometido, es la muerte.” — Santiago 1:15 (RVC)
“Pues la paga que deja el pecado es la muerte, pero el regalo que Dios da es la vida eterna por medio de Cristo Jesús nuestro Señor.” — Romanos 6:23 (NTV)
“Son sus pecados los que los han separado de Dios. A causa de esos pecados, Él se alejó y ya no los escuchará.” — Isaías 59:2 (NTV)
- 2) La muerte física: La cual resulta de la separación, tanto del alma como del espíritu, del cuerpo físico. El cuerpo fallece, es la muerte con la que estamos familiarizados cuando falta un familiar o un amigo.
“Adán vivió novecientos treinta años y después murió.” — Génesis 5:5 (NTV)
- 3) La muerte eterna: Es también conocida como la segunda muerte, cuando el incrédulo (quien murió en sus pecados) es arrojado al lago de fuego.
“Luego la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Ésta es la muerte segunda.” — Apocalipsis 20:14 (RVC)
“El que tenga oídos, que oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias: El que salga vencedor, no sufrirá el daño de la segunda muerte.” — Apocalipsis 2:11 (RVC)
[Dice Jesús]»Por eso dije que morirán en sus pecados; porque, a menos que crean que Yo soy quien afirmo ser, morirán en sus pecados».» — Juan 8:24 (NTV)
Eva cayó en las manos de Satanás y empezó a creer en la serpiente en lugar de creer en Dios. Su caída era inminente desde el instante que ella dudó de Dios. Y lo demostró con las acciones guiadas por su corazón, en el que la maldad había entrado decidiendo el curso a tomar. Ella no defendió a Dios y Su bondad. No afirmó Su perfección majestuosa y sagrada. Ella ignoró que Dios era el Padre que sólo buscaba el bienestar y porvenir de Su hija. La mujer no se ofendió del insulto a Dios.
Jesús nos enseña que la forma de resistir tentaciones y los ataques del diablo es a través de contestar al enemigo con la Palabra de Dios, las Escrituras. Por eso es tan importante conocerlas y aprender de ellas todos los días. Cuando Jesús fue tentado en el desierto por Satanás, 3 veces Jesús le dijo: “Las Escrituras dicen:” en Mateo 4.
“Jesús le dijo: —¡No! Las Escrituras dicen: “La gente no vive solo de pan, sino de cada palabra que sale de la boca de Dios”.” – Mateo 4:4 (NTV)
La lección que debemos de aprender de este pasaje es que no debemos dejarnos engañar por las estrategias del enemigo, cuando seamos tentados (puestos a prueba) como la mujer, nosotros tenemos que tener una mejor respuesta como los representantes de Dios que somos, para Su gloria. Así como la mujer conocía a Dios, nosotros también lo conocemos, sabemos que el carácter de Dios es bueno y sólo bueno. Hemos experimentado Sus bendiciones abundantes y Su generosidad ilimitada; estamos rodeados de Su creación y de la buena voluntad de Dios. Tenemos Mandamientos claros de qué hacer y de qué no hacer por parte de Dios y del Espíritu Santo quien nos guía. Así que no hay excusa para utilizar todo este arsenal de conocimiento a nuestro favor cuando seamos atacados por el enemigo. Nuestra respuesta no puede estar a medias, debe ser contundente. Así que para enfrentar la batalla espiritual, utilice la armadura que nos da Dios todos los días desde que amanece.
“Pónganse toda la armadura de Dios para poder mantenerse firmes contra todas las estrategias del diablo.” — Efesios 6:11 (NTV)
“Manténganse firmes, ceñidos con el cinturón de la verdad, protegidos por la coraza de justicia, y calzados con la disposición de proclamar el evangelio de la paz. Además de todo esto, tomen el escudo de la fe, con el cual pueden apagar todas las flechas encendidas del maligno. Tomen el casco de la salvación y la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios.” — Efesios 6:14-17 (NVI)