V. 4 — ¡No morirán! —Respondió la serpiente a la mujer—.
En este punto la serpiente sabía que la batalla era suya y ahora se lanza para la victoria total. Aquí vemos la palabra de la serpiente en contra de la Palabra de Dios. El objetivo de la serpiente, una vez que se dio cuenta de que la mujer empezó a dudar acerca de si el comer del fruto era un crimen, o si habría algún castigo por hacerlo; hizo que la serpiente se volviera más audaz en su ataque, y, mintió directamente al afirmar rotundamente, — ¡No morirán!
Satán, envalentonado por la apertura de la mujer hacia él, se volvió más audaz y dijo la primer mentira directa que se muestra en la Biblia. Él abiertamente contradice la Palabra de Dios, y sugiere que sabe más que Dios, al difamar Su bondad y Su veracidad. La serpiente implicó que Dios no era bueno ni misericordioso, que al contrario, Él era egoísta y que los estaba limitando para evitar que el hombre y la mujer pudieran alcanzar la misma posición que Dios (Elohim in hebreo). Aquí vemos reflejados los mismos deseos del diablo de alcanzar mayor poder, entonces procede a invertir los papeles, insinuando que Dios tiene sus atributos, y haciéndose pasar como alguien bueno que solo busca el bienestar de la pareja.
Por ello Satanás es llamado un mentiroso y asesino desde el principio (Juan 8:44). Porque al contradecir la penalidad que Dios estableció, la serpiente, de una forma irónica, elimina con astucia la causa de miedo y respeto hacia Él. Y explica libremente, según él, las ventajas que Adán y Eva obtendrán al desafiar el decreto divino. Imagine el poder y el efecto que tiene el decir mentiras y burlarse de la otra persona al mismo tiempo. La ilusa mujer quedó desarmada instantáneamente ante este ataque de la serpiente. Recuerde que esta era la primer mentira que ella escuchaba en su vida, su tendencia era en creer todo lo que le decían como si fuera verdad.
[Dice Jesús] “Pues ustedes son hijos de su padre, el diablo, y les encanta hacer las cosas malvadas que él hace. Él ha sido asesino desde el principio y siempre ha odiado la verdad, porque en él no hay verdad. Cuando miente, actúa de acuerdo con su naturaleza porque es mentiroso y el padre de la mentira.” — Juan 8:44 (NTV)
Con la mujer atraída al diálogo, la serpiente directamente disputa el mandamiento de Dios. Cualquier duda que ella tuviera es contestada por la serpiente. El diablo primero hace que la humanidad dude, luego que niegue la verdad de Dios, y por último los atrae para que cometan pecado. La serpiente tergiversa los motivos de Dios, de la misma forma que lo hace en el libro de Job. Pero, a diferencia de Adán y Eva, Job se mantuvo firme en su creencia en los mandamientos de Dios.
“Satanás le respondió al Señor: —Sí, pero Job tiene una buena razón para temer a Dios: siempre has puesto un muro de protección alrededor de él, de su casa y de sus propiedades. Has hecho prosperar todo lo que hace. ¡Mira lo rico que es! Así que extiende tu mano y quítale todo lo que tiene, ¡ten por seguro que te maldecirá en tu propia cara!” — Job 1:9-11 (NTV)
Esta mentira en realidad produjo de forma instantánea la muerte espiritual de Adán y de la mujer (separación de Dios). Esta es la exacta negación clara y enfática de lo que dijo Dios: «ciertamente morirás» (2:17).
Hoy en día las mentiras de Satanás son más elaboradas, pero están dirigidas con el mismo propósito: el negar que vamos a tener un juicio ante Dios para responder por nuestras decisiones y acciones que tomamos en esta vida. Dios, como juez, determinará si creímos las mentiras de la serpiente, o si seguimos la verdad y los mandamientos de Dios. Y el diablo va a ser nuestro orgulloso acusador de todas las veces que decidimos seguirlo a él.
«Dios es el único que juzga; Él decide quién se levantará y quién caerá.» — Salmos 75:7 (NTV)
«Dios nos juzgará por cada cosa que hagamos, incluso lo que hayamos hecho en secreto, sea bueno o sea malo.» — Eclesiastés 12:14 (NTV)
Jesús reafirma la doctrina del juicio en Mateo 7:13-27: Solamente hay un camino, el de Dios. Todos los otros son del diablo.
”Solo puedes entrar en el reino de Dios a través de la puerta angosta. La carretera al infierno es amplia y la puerta es ancha para los muchos que escogen ese camino.” — Mateo 7:13 (NTV)
Satanás tiene a sus agentes, tanto humanos como demonios, esparciendo sus mentiras.
“Ten cuidado de los falsos profetas que vienen disfrazados de ovejas inofensivas pero en realidad son lobos feroces. Puedes identificarlos por su fruto, es decir, por la manera en que se comportan. ¿Acaso puedes recoger uvas de los espinos o higos de los cardos?” — Mateo 7:15 (NTV)
«¡Estén alerta! Cuídense de su gran enemigo, el diablo, porque anda al acecho como un león rugiente, buscando a quién devorar.» — 1 Pedro 5:8 (NTV)
Qué triste será para las personas que decidan seguir a Satanás, quien se disfraza de ángel de luz.
“No todo el que me llama: “¡Señor, Señor!” entrará en el reino del cielo. Solo entrarán aquellos que verdaderamente hacen la voluntad de mi Padre que está en el cielo.” — Mateo 7:21 (NTV)
«Estos individuos son falsos apóstoles. Son obreros engañosos que se disfrazan de apóstoles de Cristo. ¡Pero no me sorprende para nada! Aun Satanás se disfraza de ángel de luz.» — 2 Corintios 11:13-14 (NTV)
Solamente la Palabra de Dios nos da las bases para construir sobre roca sólida:
“Todo el que escucha Mi enseñanza y la sigue es sabio, como la persona que construye su casa sobre una roca sólida.” — Mateo 7:24 (NTV)
«Pues es Jesús a quien se refieren las Escrituras cuando dicen: “La piedra que ustedes, los constructores, rechazaron ahora se ha convertido en la piedra principal [angular]” — Hechos 4:11 (NTV)
V. 5 — Dios sabe que, en cuanto coman del fruto, se les abrirán los ojos y serán como Dios, con el conocimiento del bien y del mal.
La sospecha ya había entrado en el corazón de la mujer. En este punto, Satanás sabía que había tenido éxito y la embistió para la victoria total. Ella ya estaba empezando a creer que «Dios era un mentiroso, que estaba restringiendo su libertad y alegría». Así que la serpiente sacó provecho de la incertidumbre de la mujer y desvió su atención hacia el supuesto premio de «ser como Dios», con tres declaraciones: 1) «Ustedes no van a morir»; 2) «sus ojos van a ser abiertos», una metáfora acerca de adquirir nuevo conocimiento a través de la asistencia divina; 3) alcanzarán lo que pertenece a Dios, “el conocimiento del bien y el mal”. Su tentación fue abstracta, enfocada a placeres intelectuales. La serpiente después de atacar la verdad de Dios en el versículo 4, luego se dirigió a atacar la bondad y la benevolencia de Dios hacia la humanidad.
“Dios sabe que”
Satanás usó el nombre de Dios con la mujer en vano porque la usó para engañarla. Sus mentiras siguen siendo las mismas hoy en día, él le dice: usted puede ser libre y hacer lo que quiera; Es su vida; No hay leyes divinas; ninguna autoridad absoluta; y sobre todo, no habrá ningún juicio — “No morirán”. Puede ver la exposición de estas mentiras en nuestra serie de artículos Las mentiras que arruinaron al mundo. Dios sabía lo que iba a pasar y por eso Jesús vino al mundo:
“Debido a que los hijos de Dios son seres humanos —hechos de carne y sangre— el Hijo también se hizo de carne y sangre. Pues solo como ser humano podía morir y solo mediante la muerte podía quebrantar el poder del diablo, quien tenía el poder sobre la muerte. Únicamente de esa manera el Hijo podía libertar a todos los que vivían esclavizados por temor a la muerte.” — Hebreos 2:14-15 (NTV)
“se les abrirán los ojos”
Este ataque va contra la pareja, la serpiente utiliza el plural al hablar. El diablo está hablando no de los ojos en el cuerpo como si estuvieran ciegos, sino de los ojos del entendimiento, al hacerles pensar que ellos tendrían mucho más poder y placer del que tienen ahora, su conocimiento intelectual sería expandido, podrían ver las cosas más claras, y comprenderían más de las cosas de lo que ahora son capaces. Esta predicción de Satanás fue engañosa, les hizo pensar una cosa, y en realidad el resultado fue algo muy distinto, ese nuevo conocimiento sólo logró que descubrieran su propia desnudez.
«En ese momento, se les abrieron los ojos, y de pronto sintieron vergüenza por su desnudez. Entonces cosieron hojas de higuera para cubrirse.» — Génesis 3:7 (NTV)
“Todo es puro para los de corazón puro. En cambio, para los corruptos e incrédulos nada es puro, porque tienen la mente y la conciencia corrompidas.” — Tito 1:15 (NTV)
Por otro lado, esta frase de «abrir los ojos» tiene diferentes significados en las Escrituras: 1) para devolver la vista a los ciegos (2 Reyes 6:17, 20; Salmo 146:8; Isaías 42:7)
“Acto seguido, Eliseo oró con estas palabras: «Señor, te ruego que abras los ojos de mi siervo, para que vea.» El Señor abrió los ojos del criado, y éste miró a su alrededor y vio que en torno a Eliseo el monte estaba lleno de gente de a caballo, y de carros de fuego.” — 2 Reyes 6:17 (RVC)
También se utiliza para denotar la impartición del poder de percibir (de forma física, mental o espiritual), objetos o realidades que de otra forma serían imperceptibles (Génesis 21:19; Isaías 35:5).
“Entonces Dios abrió los ojos de Agar, y ella vio un pozo lleno de agua. Enseguida llenó su recipiente con agua y dio de beber al niño.” — Génesis 21:19 (NTV)
“serán como Dios”
Literalmente, «como Elohim», como dioses, como los ángeles — visiblemente una promesa de la divinidad, o al menos de un orden superior. La codicia es la carnada utilizada por el diablo, y la mujer en su búsqueda de la perfección o para elevar su naturaleza, en su codicia, utilizó medios que violaban el mandamiento de Dios para conseguirlo. El resultado fue la caída y la degradación moral, no el crecimiento intelectual que ella buscaba con su ambición.
Satanás sabía por experiencia personal que Dios no tolera la insubordinación, ni rivales porque Él es Santo, no porque Él fuera egoísta.
“¡Yo soy el Señor; ese es mi nombre! No le daré mi gloria a nadie más, ni compartiré mi alabanza con ídolos tallados.” — Isaías 42:8 (NTV)
“con el conocimiento del bien y del mal”
Aquí también el engaño se da en el lenguaje utilizado por la serpiente, al implicar una plenitud y precisión de entendimiento, el conocimiento de todo lo que es deseable saber; sin embargo, lo que Adán y la mujer experimentaron fue el conocimiento de la corrupción personal; no como Dios, quien lo sabe en perfecta santidad.
La serpiente desplazó a Dios y Su verdad. Lo hizo etapa por etapa, hasta que la mujer lo aceptó como su fuente de la verdad. La forma en la que lo hizo fue sacudiendo la confianza que tenía la mujer en la revelación de Dios (verdad) y la llevó bajo el poder de la traicionera “razón”. Sabía que el raciocinio que hiciera la mujer era la clave para ganar la batalla, por lo que la conclusión a la que llegaría al remover el amor de Dios, agregar la codicia por el conocimiento del bien y el mal, y darle la ilusión de que podría ser como Dios, pondría todos los elementos positivos en su mente para desear comer del fruto. Ella lo meditó por ella misma, no necesitaba de la revelación de Dios, se ha de haber preguntado a si misma: ¿Por qué confiar en el testimonio de Dios? ¿Por qué me limita? ¿Será por qué no me quiere, o porque seré como una diosa? Pero como sabemos, su conclusión fue la equivocada, como suele suceder cuando dependemos de nosotros mismos.
Y desafortunadamente esto es lo mismo que experimentamos hoy cuando somos tentados por Satanás, racionalizamos las justificantes, y nuestras acciones nos llevan a pecar, no muy diferente a lo que Adán y la mujer hicieron. Así que pregúntese: ¿Qué es lo que va a hacer cuando se le presente el fruto de la tentación?
La próxima vez que sea tentado recuerde lo diferente que todo hubiera sido si la mujer hubiera respondido a la serpiente: “Yo tengo total confianza en la bondad y amor de Dios, así que es imposible que Él me límite de algo bueno. Si esta fruta fuera buena para mí, seguro la tendría; pero el hecho de que esté prohibida por Dios prueba que el resultado de comerla no me beneficiará, al contrario, el resultado es mucho peor, esta tentación me matará. Por lo tanto, ¡Aléjate de mí, Satanás!”.
Usted que ha nacido de nuevo, téngalo presente en cada tentación, para la gloria de Dios y nuestro crecimiento espiritual. Usted ya no es tan inocente como la mujer, utilice la armadura de Dios y su rectitud todos los días de su vida.
En este punto, sólo había dos alternativas para la mujer, ella tenía que decidir, creer en Dios o creer en Satanás. Esta es la misma elección que enfrenta la humanidad desde entonces. ¿Quién está diciendo la verdad? ¿Dios quiere restringir nuestra libertad? ¿Quiere limitar nuestra alegría y felicidad? ¿Acaso el diablo busca nuestro bienestar, independencia y auto-crecimiento?
La culminación en la estrategia del diablo es una mentira lo suficientemente grande como para reinterpretar la vida y redirigir nuestro afecto y ambición hacia el poder de un sistema falso en el que Dios es visto como el enemigo. La arrogancia es la que nos impulsa a mostrar lo que realmente somos.
“Porque así como por la desobediencia de un solo hombre [Adán] muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno solo [Jesucristo] muchos serán constituidos justos.” — Romanos 5:19 (RVC)
El diablo distorsiona la Palabra y el trabajo de Dios cambiando Su amor divino por envidia, Su gracia por sumisión forzada, y una clara acción de suicidio al comer del fruto prohibido. Como veremos en nuestro próximo estudio este patrón se repite en las tentaciones de Jesús en el desierto, y las que enfrentamos nosotros hoy en día. Es interesante que de las mentiras de Satanás acerca del amor, gracia y verdad de Dios, se creara la misión de nuestro Señor Jesucristo quien vino del Padre para mostrarnos quien es Él realmente.
“La ley fue dada por medio de Moisés, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.” — Juan 1:17 (RVC)
Lo que veremos en nuestro siguiente estudio es la evidencia de la maldad que ya había entrado en el corazón de la mujer. Las sospechas que tenía son confirmadas por el discurso de la serpiente, lo que desencadena la acción del pecado