Adan y Eva Expulsados

Génesis 3:18–19 — El Pacto Adámico: Dios juzga a Adán (Parte 2)

Ver. 18 — Te producirá espinos y cardos, aunque comerás de sus granos.

El juicio sobre el hombre continúa en esta última parte del Pacto Adámico. La muerte ahora viene al hombre, pero veremos las dos clases de muerte que Adán experimentó. Además, la maldición sobre la tierra se expande, ahora conoceremos qué son los espinos y cardos que se mencionan en la Biblia. También veremos cómo el plan de Dios está en marcha para redimirnos y salvarnos de esta maldición a través de nuestro Señor, Jesús, Su nombre en hebreo “Yeshua” significa “Salvación”.

“Te producirá espinos y cardos”

El pecado de Adán echó a perder el medio ambiente, y el hombre aún sufre a consecuencia de estos cambios. Los espinos y los cardos se convirtieron en los productos nativos de la tierra, esto contrasta con los beneficios que había durante el acto de la creación de Dios, que consistía de hermosos, generosos, deliciosos y nutritivos frutos en el jardín del Edén para el placer del hombre, y que ya no podría saborear (Gen 2:9).

Dejado el suelo por sí solo, éste produce maleza y otras plantas inútiles y dañinas que deben eliminarse porque dañan la tierra y ahogan la buena semilla, causándole fatiga y dolor al hombre para deshacerse de ellas. Y antes de que el hombre se pueda alimentar del campo, debe primero trabajar laboriosamente arando, plantando, regando, fertilizando y cultivando la tierra.

“Haré que se quede desierta. Nadie la podará ni la cultivará. Crecerán en ella cardos y espinos, y ordenaré a las nubes que no derramen lluvia sobre ella.” — Isaías 5:6 (RVC)

virus
La caída trajo a la humanidad virus y demás enfermedades.

Los espinos y cardos no solo son las espinas y hierbas que infestaron el suelo, sino que la maldición trajo otros enemigos para el hombre como los gérmenes y virus dañinos que producen enfermedades; las plagas de insectos que causan enfermedad y desastres en nuestras cosechas, y decadencia de todo tipo. La tierra ha sufrido destrucción con inundaciones, terremotos, sequías, avalanchas, entre otros desastres. Es por eso que toda la creación está esperando la consumación de la obra redentora de Dios.

“Pues sabemos que, hasta el día de hoy, toda la creación gime de angustia como si tuviera dolores de parto.” — Romanos 8:22 (NTV)

“Yo envié plaga, moho y granizo para destruir todo aquello por lo que hicieron tanto esfuerzo para producir. Aun así, rehusaban regresar a Mí, dice el Señor.” — Hageo 2:17 (NTV)

En la parábola del sembrador, Jesús nos habla de que no solo hay espinos y cardos físicos, sino también espirituales que son representados por nuestras preocupaciones mundanas y la ilusión de obtener riquezas terrenales.

“La semilla sembrada entre espinos es el que oye la palabra, pero las preocupaciones de este mundo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, por lo que ésta no llega a dar fruto.” — Mateo 13:22 (RVC)

“Los que aman el dinero nunca tendrán suficiente. ¡Qué absurdo es pensar que las riquezas traen verdadera felicidad!” — Eclesiastés 5:10 (NTV)

Jesus Corona Espinas
«Pero Cristo nos ha rescatado de la maldición dictada en la ley. Cuando fue colgado en la cruz, cargó sobre sí la maldición de nuestras fechorías. » — Gálatas 3:13a (NTV)

En el trabajo redentor en la cruz, Jesucristo, tomó la maldición de las espinas, que entraron con el pecado, y nos muestra que Él se encarga de hasta el más mínimo detalle cuando es coronado con espinas por nosotros.

“Y los soldados tejieron una corona de espinas, se la pusieron sobre la cabeza, y lo vistieron con un manto de púrpura.” — Juan 19:2 (RVC)

“aunque comerás de sus granos”

En la Biblia Reina-Valera Contemporánea (RVC) traducen esta frase como: “comerás hierbas del campo”. En esta frase, anticipa su expulsión del jardín del Edén, y previene a Adán que en el campo deberá de luchar con los elementos para asegurar su manutención. Sin embargo, esta sentencia también contiene la proveeduría de Dios, ya que el hombre podrá subsistir de los frutos de la tierra obtenidos dolorosamente, pese a espinos y cardos.

Este pasaje nos muestra el origen de los males físicos y morales que hay en el mundo, sostiene el carácter moral de Dios, muestra que el hombre, creado en rectitud, cayó al no poder resistir la tentación, convirtiéndose en el culpable que arrastró a toda su descendencia en el mismo abismo.

Ver. 19 — Con el sudor de tu frente obtendrás alimento para comer hasta que vuelvas a la tierra de la que fuiste formado. Pues fuiste hecho del polvo, y al polvo volverás».

“Con el sudor de tu frente obtendrás alimento para comer”

Tabajar la tierra 1
Con mucho trabajo podemos cosechar la tierra para alimentarnos.

En la Biblia Reina Valera Contemporánea (RVC) dice: “Comerás el pan con el sudor de tu frente”, ya que el pan representa que la persona posee los medios de sostener la vida, no solo el alimento. Por lo que el trabajo laborioso de Adán seguirá sin alivio hasta su muerte. Esto sirve de un recordatorio perpetuo de su pecado.

Hay que señalar aquí que el trabajo en sí no es una maldición; al contrario, es una bendición. Lo que representa el castigo es el dolor, la fatiga, la frustración, el sudor en la frente y el cansancio que son agregados como maldición al trabajo. No vinimos a este mundo para no hacer nada, eso sería muy aburrido e iría en contra de los mandatos de Dios.

“Pero Jesús respondió: «Mi Padre siempre trabaja, y Yo también».” — Juan 5:17 (NTV)

«No sean nunca perezosos, más bien trabajen con esmero y sirvan al Señor con entusiasmo.» — Romanos 12:11 (NTV)

Después vendría Lamec, quien llamaría a su hijo, Noé, porque tenía la esperanza de que la maldición acabara.

“Lamec le puso por nombre a su hijo Noé, porque dijo: «Que él nos traiga alivio de nuestro trabajo y de la penosa labor de cultivar esta tierra que el Señor ha maldecido».” — Génesis 5:29 (NTV)

Pero aunque Noé fue un héroe de la fe y la única persona intachable que vivía en la tierra, no fue el que acabó con el sudor de nuestras frentes. Quien acabará con la maldición del pecado, como vimos en la primera parte de este artículo, será el segundo Adán, Jesucristo, quien cuando vino sudó como con grandes gotas de sangre por la angustia que nuestros pecados le causaban mientras se preparaba para el trabajo en la cruz.

“Lleno de angustia, oraba con más intensidad. Y era Su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra.” — Lucas 22:44 (RVC)

“hasta que vuelvas a la tierra de la que fuiste formado”

¿Pero qué es la muerte? La muerte física es la separación del espíritu y alma del cuerpo de una persona.

“Entonces el polvo volverá a la tierra, de donde fue tomado, y el espíritu volverá a Dios, que lo dio.” — Eclesiastés 12:7 (RVC)

[Dice Jesús]»No teman a los que quieren matarles el cuerpo; no pueden tocar el alma. Teman solo a Dios, quien puede destruir tanto el alma como el cuerpo en el infierno.» — Mateo 10:28 (NTV)

Pero en este punto Adán y Eva habían solo experimentado la muerte espiritual, ya que al desobedecer sus almas se corrompieron y contaminaron con el pecado al comer del fruto prohibido, lo que ocasionó que fueran separadas de Dios, como se explicó en el artículo: Génesis 3:7-8 — el pecado queda al descubierto. La muerte es separación. Cuando Pablo escribió a los Efesios que estaban «muertos en delitos y pecados», no quiso decir que estaban físicamente muertos, sino que estaban muertos espiritualmente, separados de Dios. Hoy todos aquellos quienes viven en el pecado están espiritualmente muertos, al vivir separados de nuestro Señor, prefiriendo seguir las mentiras del diablo, lo que los lleva a todas las miserias de esta vida y de los dolores del infierno para siempre, después de su muerte física.

“Antes ustedes estaban muertos a causa de su desobediencia y sus muchos pecados. Vivían en pecado, igual que el resto de la gente, obedeciendo al diablo —el líder de los poderes del mundo invisible—, quien es el espíritu que actúa en el corazón de los que se niegan a obedecer a Dios.” — Efesios 2:1-2 (NTV)

[Jesús dice]»El Hijo del Hombre enviará a Sus ángeles, y ellos quitarán del reino todo lo que produzca pecado y a todos aquellos que hagan lo malo. Y los ángeles los arrojarán al horno ardiente, donde habrá llanto y rechinar de dientes.» — Mateo 13:41-42 (NTV)

Funeral
Con la caída del hombre empezó la decadencia y la muerte.

El hombre se hizo mortal; y aunque no murió en el momento en que comió el fruto prohibido (por la misericordia de Dios), su cuerpo fue cambiado inmediatamente: empezó a deteriorarse y fue sujeto a toda clase de sufrimiento hasta su muerte. Su muerte física ocurriría después, Adán murió a los 930 años. Esto dio cumplimiento a lo que Dios dijo: “porque el día que comas de él [fruto prohibido] ciertamente morirás”.

“Y todos los días que Adán vivió fueron novecientos treinta años. Entonces murió.” — Génesis 5:5 (RVC)

El apóstol Pablo nos da su interpretación de la muerte física que entro al mundo perfecto que Dios había creado por el pecado y explica como la naturaleza pecaminosa es trasmitida a toda la raza humana en el pasaje en Romanos 5:12-21.

“Cuando Adán pecó, el pecado entró en el mundo. El pecado de Adán introdujo la muerte, de modo que la muerte se extendió a todos, porque todos pecaron.” — Romanos 5:12 (NTV)

Observe que tomos somos pecadores no tan sólo porque heredamos la naturaleza pecaminosa de nuestros primeros padres sino por elección propia.

«El corazón humano es lo más engañoso que hay, y extremadamente perverso. ¿Quién realmente sabe qué tan malo es?» — Jeremías 17:9 (NTV)

Jesus Resurrected
Jesús es el Mesías, la luz del mundo.

Jesús (Yeshua en hebreo), la esperanza para la salvación del mundo, el Mesías, vendría después, a su debido tiempo, según el plan redentor de Dios.

Ahora bien, Adán es un símbolo, una representación de Cristo, quien aún tenía que venir; pero hay una gran diferencia entre el pecado de Adán y el regalo del favor inmerecido de Dios [Jesucristo].” — Romanos 5:14b-15a (NTV)

«Sin embargo, cuando se cumplió el tiempo establecido, Dios envió a Su Hijo, nacido de una mujer y sujeto a la ley. Dios lo envió para que comprara la libertad de los que éramos esclavos de la ley, a fin de poder adoptarnos como Sus propios hijos» — Gálatas 4:4-5 (NTV)

El paralelo de Adán, quien al pecar, murió espiritualmente al separarse de Dios, corresponde a cuando Jesucristo carga con todos nuestros pecados y es separado del Padre. Por eso es que Su alma está en agonía (Mat. 26:38), suda gotas como sangre, y reza para “que pase de Mí esta copa de sufrimiento”. Él no estaba preocupado por la cruz o lo que le iban a hacer a Su cuerpo, pero si en la separación del Padre, porque durante esas 6 horas cargó con todos los pecados de la humanidad.

“A eso de las tres de la tarde, Jesús clamó en voz fuerte: «Eli, Eli, ¿lema sabactani?», que significa «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?».” — Mateo 27:46 (NTV)

“Les dijo: «Mi alma está destrozada de tanta tristeza, hasta el punto de la muerte. Quédense aquí y velen conmigo».” — Mateo 26:38 (NTV)

“Tengo seca, muy seca, la garganta; la lengua se me pega al paladar; ¡me has lanzado al polvo de la muerte!” — Salmos 22:15 (RVC)

Y como Adán regresó a la tierra, Jesús también murió en la cruz y fue sepultado. Pero la gran diferencia entre Adán y Jesús, es que Él resucitó para revertir los efectos de la caída-

“Entonces, así como el pecado reinó sobre todos y los llevó a la muerte, ahora reina en cambio la gracia maravillosa de Dios, la cual nos pone en la relación correcta con Él y nos da como resultado la vida eterna por medio de Jesucristo nuestro Señor.” — Romanos 5:21 (NTV)

“Pues fuiste hecho del polvo, y al polvo volverás”

Elementos Cuerpo
«Y a pesar de todo, oh Señor, eres nuestro Padre; nosotros somos el barro y Tú, el alfarero. Todos somos formados por Tu mano.» — Isaías 64:8 (NTV)

Aquí hay un juego de palabras en hebreo en donde Adán אָדָם – “Adám” regresará a la «tierra» אֲדָמָה – “adamá”. La muerte es lo opuesto a la creación de Dios, ya que es el regresar al polvo de la tierra, es el proceso de deterioro y descomposición de un ser viviente que lleva a su cuerpo a retornar a los elementos de los que fue hecho.

“Si te escondes de ellos, se desconciertan; si les retiras su espíritu, mueren y vuelven al polvo.” — Salmos 104:29 (RVC)

En verdad que Dios nos ama para tomarse todas estas molestias para traernos hacia Él de nuevo. Y acabar con el pecado, la muerte, para que podamos estar con Él por toda la eternidad.

“Debido a que los hijos de Dios son seres humanos —hechos de carne y sangre— el Hijo también se hizo de carne y sangre. Pues solo como ser humano podía morir y solo mediante la muerte podía quebrantar el poder del diablo, quien tenía el poder sobre la muerte. Únicamente de esa manera el Hijo podía libertar a todos los que vivían esclavizados por temor a la muerte.” — Hebreos 2:14-15 (NTV)

Lo que hizo Jesucristo por nosotros me deja sin palabras. Ya que después de la tragedia por la cual, Adán y Eva nos heredaron la naturaleza del pecado, arruinando la bellísima creación de Dios. Él sabía antes de todo esto Su misión y por Su amor a todos nosotros la llevó a cabo. Por esto espero que usted confíe en Jesucristo como su Salvador. ¡Que Dios los bendiga!

“Ustedes saben que fueron rescatados de una vida sin sentido, la cual heredaron de sus padres; y que ese rescate no se pagó con cosas corruptibles, como el oro y la plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, sin mancha y sin contaminación, como la de un cordero, que ya había sido destinado desde antes de que Dios creara el mundo, pero que se manifestó en estos últimos tiempos por amor a ustedes.” — 1 Pedro 1:18-20 (RVC)


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