En este artículo quisiéramos traer a su atención ciertos símbolos, señales y objetos que son utilizados por las personas sin saber de sus orígenes ocultos, tal vez porque no le dan importancia, o bien porque su significado ha sido cambiado para su aceptación masiva. Satanás y sus seguidores utilizan diferentes símbolos, los cuales tienen consecuencias reales para quienes los utilizan, son objetos que pueden abrir portales espirituales que luego la persona no puede cerrar. Al utilizar estos símbolos o cosas, la persona se arriesga, incluso sin darse cuenta, a darle lugar al diablo, quien entonces legalmente tiene el permiso para atacar al pecador con problemas financieros, depresión, adicciones, enfermedades, y hasta la pérdida de seres queridos.
“ni den lugar al diablo.” — Efesios 4:27 (RVA 2015)
Nosotros como cristianos, necesitamos estar atentos a estos símbolos y objetos para no permitir que afecten a nuestros seres amados o entren en nuestros hogares, y debemos enseñar a nuestros hijos para que conozcan la verdad de este ataque sutil del adversario. Algunos de estos símbolos están tan arraigados en nuestra cultura, que incluso pensará que estamos exagerando en incluirlos aquí, sin embargo, eso es precisamente lo que busca el enemigo: que la gente vea normal estas cosas.
«Para que Satanás no se aproveche de nosotros, pues no ignoramos sus artimañas.» — 2 Corintios 2:11 (NVI)
[Dice el Señor]»Mi pueblo es destruido por falta de conocimiento. Por cuanto tú has rechazado el conocimiento, Yo también te rechazaré para que no seas Mi sacerdote. Como has olvidado la ley de tu Dios, Yo también me olvidaré de tus hijos.» — Oseas 4:6 (NBLA)
El Señor nos dice que no aprendamos las costumbres de las naciones:
«Oigan la palabra que ha hablado el SEÑOR acerca de ustedes, oh casa de Israel. Así ha dicho el SEÑOR: “No aprendan el camino de las naciones, ni tengan temor de las señales del cielo, aunque las naciones las teman.» — Jeremías 10:1-2 (RVA 2015)
El «camino de las naciones» son las costumbres y tradiciones de los pueblos vecinos que van en contra de Dios y, en su mayoría, tienen su origen en Babilonia de donde fueron esparcidas por todo el mundo después del evento de la torre de Babel. Para proteger a Su gente, el Señor claramente nos dice que no aprendamos sus costumbres, ya que son «vanas» o inútiles (Jeremías 10:3). Pero lamentablemente nuestros ancestros desobedecieron, y gracias a ello hemos heredado esas costumbres y tradiciones vanas a las que les vamos agregando de nuestra cosecha para pervertirlas aún más, y con la proximidad de la navidad empecemos con el más llamativo de sus símbolos: el pino de navidad.
El pino de navidad
Usted se preguntará ¿Cuál es la relación de un pino con el nacimiento de Jesús? Y la respuesta es ¡Ninguna! Es una tradición que viene de Babilonia para festejar el nacimiento del dios Tamuz. De acuerdo a la leyenda que relató Semiramis, la esposa de Nimrod, y la madre/esposa de Tamuz, cuando Tamuz tenía 40 años fue de cacería y un jabalí lo mató, al morir la sangre de Tamuz cayó sobre un tronco muerto e hizo que milagrosamente creciera un árbol completo durante la noche. Este árbol fue «consagrado» por esa sangre. El tronco muerto supuestamente representaba a su esposo muerto, Nimrod. Con esto el árbol de pino llegó a ser el símbolo de que Nimrod «había revivido en la persona de Tamuz». ¿Verdad que esto no tiene ninguna lógica? Pero así son las leyendas que fomenta Satanás. En las Escrituras nuestro Señor nos hace advertencias sobre no seguir las costumbres de estos pueblos, y nos ordena que destruyamos lo que en la Biblia se llaman los «árboles frondosos» (Deuteronomio 12:2; 1 Reyes 14:23; 2 Reyes 16:4, 17:10; Ezequiel 6:13):
“Destruirán completamente todos los lugares donde las naciones que desposeerán sirven a sus dioses: sobre los montes altos, sobre las colinas y debajo de todo árbol frondoso.” — Deuteronomio 12:2 (NBLA)
«Judá hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR; y con los pecados que cometieron, lo provocaron a celos más que todo lo que habían hecho sus padres. También se edificaron lugares altos, piedras rituales y árboles de Asera, en toda colina alta y debajo de todo árbol frondoso.» — 1 Reyes 14:22-23 (RVA 2015)
Las costumbres pronto se convirtieron en una religión y las Escrituras nos advierten de las “Aseras”, del hebreo es אֲשֵׁרָה – asherá, o árboles “sagrados” modificados, o hechos por manos humanas (1 Reyes 14:15; 14:23; 16:33), y según la traducción que tenga son llamados “imágenes de Asera”, “árboles rituales de Asera”, “troncos sagrados”, “postes dedicados a la diosa Asera”, e incluso “bosques” (RVA). Lo que hayan sido los asherá, la Biblia no nos lo describe para protegernos de su maldad. Sabemos que podían ser “talados” (Éxodo 34:13; Deuteronomio 7:5; 2 Reyes 18:4; 23:14), “erigidos” o levantados (2 Reyes 17:10; 2 Crónicas 33:19; Isaías 27:9), y “quemados” (Deuteronomio 12:3). Además sabemos que eran plantados o más bien “implantados” (Deuteronomio 16:21). Todo esto suena muy similar al moderno un pino de navidad.
“No te plantarás bosque de ningún árbol [asherá] cerca del altar de Jehová tu Dios, que tú te habrás hecho.” — Deuteronomio 16:21 (RVA)
Otra clave acerca del culto a los árboles rituales de Asera lo encontramos en 2 Reyes 23:7, en donde las mujeres tejían “mantos” (NTV, NVI), “pabellones” (NBLA, RVA), o “tiendas” (RVR 1960) para decorar estos árboles rituales, que es exactamente lo que sucede hoy en día, cuando toda la familia le invierte tiempo, esfuerzo y dinero para cubrir de adornos a los pinos de navidad. Para colmo estos tejidos los hacían cerca del Templo del Señor. Hoy en día usted puede encontrar pinos de navidad dentro de muchas iglesias cristianas.
“Y destruyó las habitaciones de los varones consagrados a la prostitución ritual, las cuales estaban en la casa del SEÑOR, donde las mujeres hacían tejidos para Asera.” — 2 Reyes 23:7 (RVA 2015)
Los árboles rituales estaban relacionados con el culto a Baal (Nimrod) y Aserá (Semiramis), los colocaban junto al altar de ese dios cananeo, o estaban en la cima de todos los montes y bajo árboles frondosos (1 Reyes 14:23; 2 Reyes 17:10). ¿Recuerda de qué culto eran los 850 profetas que el profeta Elías desafió? Tal vez hoy no tenemos profetas promoviendo este culto, pero sí centros comerciales que sacan dinero derivado de estas tradiciones babilónicas.
[Dice el profeta Elías] “Ahora pues, envía a reunir conmigo a todo Israel en el monte Carmelo, junto con 450 profetas de Baal y 400 profetas de la Asera que comen a la mesa de Jezabel».” — 1 Reyes 18:19 (NBLA)
El Señor siempre premia y bendice la obediencia de Sus mandamientos, como con Gedeón a quien lo hizo juez de Israel, le dio una gran familia, y lo llevó a la victoria con solo 300 soldados. Gedeón obedeció las instrucciones y destruyó el altar a Baal y un árbol ritual de Asera que tenía su padre.
“Aconteció aquella misma noche que el SEÑOR le dijo: —Toma un toro del hato que pertenece a tu padre y un segundo toro de siete años. Luego derriba el altar de Baal que tiene tu padre, y corta el árbol ritual de Asera que está junto a él. Edifica ordenadamente un altar al SEÑOR tu Dios en la cumbre de este peñasco. Luego toma el segundo toro y sacrifícalo en holocausto sobre la leña del árbol ritual de Asera que habrás cortado.” — Jueces 6:25-26 (RVA 2015)
“Ciertamente así han de proceder con ellos: Derribarán sus altares, romperán sus piedras rituales, cortarán sus árboles de Asera y quemarán sus imágenes en el fuego.” — Deuteronomio 7:5 (RVA 2015)
Por otro lado, cuando el pueblo desobedeció los mandatos del Señor y siguieron las tradiciones de otras naciones, fueron castigados (1 Reyes 15:13; 1 Reyes 16:33; 2 Reyes 17:16-18). El pino de navidad es un árbol ritual. Me pregunto: ¿cuántos castigos estaremos recibiendo hoy en día por poner los árboles navideños en nuestras casas? Y no nos damos cuenta de que la causa de nuestros problemas son la consecuencia directa de nuestra desobediencia, al perpetuar las tradiciones heredadas de nuestros ancestros.
“Los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos del SEÑOR. Olvidaron al SEÑOR su Dios y sirvieron a los Baales y a las Aseras. Así que el furor del SEÑOR se encendió contra Israel, y los abandonó en manos de Cusán-risataim, rey de Siria mesopotámica. Los hijos de Israel sirvieron a Cusán-risataim durante ocho años.” — Jueces 3-:7-8 (RVA 2015)
“Y el SEÑOR golpeará a Israel, como cuando la caña se agita en las aguas. Arrancará a Israel de esta buena tierra que dio a sus padres, y los esparcirá hacia el otro lado del Río, porque han hecho sus árboles rituales de Asera y han provocado a ira al SEÑOR.” — 1 Reyes 14:15 (RVA 2015)
Usted puede pensar que el pino de navidad no tiene nada de malo, después de todo, desde que usted tiene memoria su familia ya celebraba la navidad de esta forma. Sin embargo, el Señor tiene una opinión muy diferente con respecto al pino de navidad. Recuerde que un ídolo es cualquier cosa que amemos más, temamos más, disfrutemos más, alabemos más, recemos más, pasemos más tiempo con, o sirvamos más que a Dios. ¿Sabía usted que tan solo en Estados Unidos se venden entre 25 y 30 millones de árboles de navidad cada año? Según la “National Christmas Tree Association” ahorita hay cerca de 350 millones de pinos siendo cultivados para su venta como árboles de navidad. Puede tardar hasta 15 años para que un pino crezca a una altura típica (1.80 a 2 metros), lo mínimo de crecimiento son 4 años (para pinos chiquitos), y el tiempo promedio de crecimiento para los árboles de navidad son 7 años. Piense en los millones de árboles que son cortados cada año que terminan en la basura. Y el profeta Jeremías nos habla de esta tradición desde hace más de 2,600 años:
[Dice el Señor]»Porque las costumbres de los pueblos son vanidad [vanas]: Cortan un árbol del bosque, y las manos del escultor [trabajador] lo labran con la azuela [hacha]. Lo adornan con plata y oro; lo afirman [sujetan] con clavos y martillo para que no se tambalee.» — Jeremías 10:3-4 (RVA 2015)
Dentro del culto al árbol se utilizaban bolas brillantes (de aquí vienen las esferas actuales) simbolizando al sol (Nimrod). Y en la noche se utilizaban velas (hoy, las luces en el árbol) para atraer la bendición del dios invernal (Tamuz), y coronaban la decoración del árbol con la “estrella de Nimrod”.
“Arrancaré de en medio de ti tus árboles de Asera y destruiré tus ciudades.” — Miqueas 5:14 (RVA 2015)
Antes de continuar con el siguiente símbolo, quisiera que note que en las Escrituras vemos una relación entre el árbol ritual de Asera y los “astros del cielo” (NVI), “ejército del cielo” (RVA), “fuerzas del cielo” (NTV), se refiere al sol, a la luna y a las estrellas.
“Abandonaron todos los mandamientos del Señor su Dios, y se hicieron dos ídolos fundidos en forma de becerro y una imagen de la diosa Aserá [árbol ritual]. Se postraron ante todos los astros del cielo y adoraron a Baal” — 2 Reyes 17:16 (NVI)
“Volvió a edificar los lugares altos que su padre Ezequías había destruido. Erigió altares a Baal e hizo un árbol ritual de Asera, como había hecho Acab, rey de Israel. Se postró ante todo el ejército de los cielos y les rindió culto.” — 2 Reyes 21:3 (RVA 2015)
Encontramos más ejemplos de esta relación en 2 Reyes 23:4; 2 Crónicas 33:3. Estas tradiciones vienen desde Babilonia, quienes entre otras cosas, practicaban la astrología (estudiar la posición y movimiento de los astros para “predecir el futuro”), de la cual hoy en día, sobreviven las prácticas de los detestables horóscopos, una forma de adivinación satánica. De forma que no es difícil imaginar de dónde viene la tradición de ponerle una estrella a la punta de un árbol ritual o de navidad.
La estrella de Nimrod
¿Quién no recuerda toda la fanfarria utilizada para poner la estrella en el pino de navidad? Hoy esta estrella es mejor conocida como “un pentagrama” y tiene una historia larga y compleja como símbolo religioso, con orígenes en la antigua Babilonia. Las Escrituras nos dicen que Nimrod fue un cazador en contra (delante) del Señor, es decir que el cazaba/atacaba a toda persona que tuviera fe en Dios, volviéndose un ejemplo a seguir para todo culto satánico.
“Cus fue el padre de Nimrod, que llegó a ser poderoso en la tierra. Él fue un poderoso cazador delante del Señor. Por tanto se dice: «Como Nimrod, poderoso cazador delante del Señor».” — Génesis 10:8-9 (NBLA)
El pentagrama es una estrella de cinco puntas comúnmente asociada con la religión de Wicca basada en brujería, también utilizada en magia ritual, satanismo y la masonería. Representa los elementos tierra, aire, agua, fuego y espíritu. El pentagrama de la magia blanca apunta hacia arriba para simbolizar el triunfo del espíritu sobre la materia; y el pentagrama satánico moderno apunta hacia abajo para simbolizar la satisfacción terrenal, o el triunfo del individuo. El pentagrama es utilizado en brujería y rituales ocultos para conjurar espíritus malignos. En la actualidad podemos ver el pentagrama en todos lados disfrazado como una inocente estrella.
Sin embargo, ahora lamentablemente he visto a jóvenes portando playeras con este símbolo y con variaciones del mismo, por ejemplo, la marca Thrasher («trash» es basura en inglés) promueve este tipo de diseños diabólicos.
Luna Creciente
Y la estrella de Nimrod se acompaña normalmente con el símbolo de la luna creciente para representar a su esposa, Semiramis. La leyenda dice que Semiramis bajó de la luna en un «huevo gigante lunar» multicolor el cual cayó en el río Éufrates y fue a dar a las orillas entre cañas de mimbre.
“Por fin, cuando el magistrado había apaciguado la multitud, dijo: —Hombres de Éfeso, ¿qué hombre hay que no sepa que la ciudad de Éfeso es guardiana del templo de la majestuosa Artemisa y de su imagen caída del cielo?” — Hechos 19:35 (RVA 2015)
De este huevo salió Semiramis en su forma de diosa de la primavera y bendeciría a sus seguidores. De aquí provienen los símbolos de huevos multicolores y las canastas de pascua. Los antiguos sacerdotes de Babilonia se vestían de blanco y se ponían a buscar huevos y el primero en encontrar recibiría una bendición. De aquí proviene la actual tradición. A partir de esta leyenda la luna creciente se ha asociado con la reina del cielo, y a Semiramis se le ha conocido con diferentes nombres como Astarte, Artemisa, Ishtar y Diana. Babilonia exportó estas mentiras al resto del mundo. Las consecuencias de toda esta idolatría son mostradas en repetidas ocasiones en las Escrituras, y Dios nos da Su punto de vista al respecto:
[El Señor dice]“Los hijos recogen la leña, los padres encienden el fuego, y las mujeres amasan la masa, para hacer tortas a la reina del cielo y para hacer ofrendas a dioses ajenos, para provocarme a ira.” — Jeremías 7:18 (RVR1960)
La iglesia católica utilizó este fuerte símbolo y lo incluyó en las representaciones de la virgen María.
Regresando a los pinos de navidad, recientemente anduve en un centro comercial, y al ver las decoraciones de los escaparates en las tiendas noté que ahora los diseñadores gráficos están cambiando los pinos de navidad por formas más minimalistas, y ahora están transformándose en otro símbolo aún más macabro, porque ahora son más parecido a obeliscos. Ahora veamos cómo están conectados los pinos de navidad con los obeliscos, y observe cuántos obeliscos vemos actualmente, por ejemplo, en Washington, D.C., en el Vaticano, en Roma, en Egipto, veamos su origen:
Obeliscos
El culto a los obeliscos proviene de Babilonia en donde originalmente se asociaba con el culto al dios sol. Eran símbolos de Baal, o de Nimrod, porque el sol daba vida a las plantas y al hombre, y empezaron a pensar en él como dios, el gran proveedor de vida. Los obeliscos también eran reconocidos como símbolos sexuales y dado que a través de relaciones sexuales se producía vida, el falo también fue reconocido como símbolo de vida y por ende un símbolo del dios sol. Los ídolos son tan detestables para Dios que se utilizan 10 palabras diferentes hebreas para describir específicamente de qué tipo de ídolo se está hablando. Se piensa que hay 2 palabras en hebreo para referirse a los obeliscos, la primer palabra es: מַצֵּבָה – matsevá, que significa “imágenes altas”, es decir, un obelisco, y la podemos ver en 1 Reyes 14:23; 2 Reyes 18:4, 24:14; Jeremías 43:13; Miqueas 5:13. Otra palabra es חַמָּנִֽים – jamaním, que significa “pilares del sol”, es decir imágenes dedicadas al dios sol u obeliscos (Isaías 17:8, 27:9), traducidos en algunas Biblias como «pilares de incienso». Para que estos obeliscos pudieran presentar mejor su simbolismo eran erigidos verticalmente. Así que apuntaban hacia el sol y con su posición erecta simbolizando al falo. Por eso no nos extraña que Semiramis haya erigido un obelisco de 40m de altura en Babilonia, de acuerdo con el historiador Diodoro.
En la mitología egipcia hay una leyenda acerca del surgimiento de estos obeliscos, y podemos ver que tan solo hubo un cambio de nombres, pero vemos a los mismos protagonistas: Nimrod, Semiramis y Tamuz, pero ahora son llamados Osiris, Isis y Horus. Es una larga historia, la cuestión es que Set mató a Osiris (el esposo de Isis), Isis intentó revivirlo, en su intento tuvo a su hijo Horus. Isis escondió el cuerpo muerto de Osiris, pero Set lo encontró y lo cortó en 14 pedazos y los esparció por diferentes lugares en Egipto. Isis solo encontró 13 partes del cuerpo de Osiris, la única parte que no encontró fue el falo, el cual reemplazó con un obelisco, y así el obelisco se empezó a venerar como parte del culto al dios del sol y se ligó como un símbolo de fertilidad.
Cabe mencionar que el más grande de los obeliscos egipcios fue transportado de Heliópolis (Bet-semes) en Egipto (el centro de adoración del dios sol) a las colinas del Vaticano por orden del emperador Calígula, en los años 37-41 d.C. Y en 1586, por orden del papa Sixto V fue movido al centro de la plaza de San Pedro, bajo pena de muerte si el obelisco era soltado y roto. Así el papa demostró la importancia de este ídolo. Sin embargo, podemos ver en las Escrituras que Dios envió a Nabucodonosor, el rey de Babilonia, para que destruyera estos obeliscos en Egipto:
“También quebrará los obeliscos de Heliópolis [Bet-semes], que está en la tierra de Egipto, y prenderá fuego a los templos de los dioses de Egipto’”.” — Jeremías 43:13 (NBLA)
Hoy vemos la influencia de los obeliscos que se construían en los templos egipcios y que fue adoptado por los romanos por lo que vemos este símbolo en los templos cristianos y católicos que incluyen una torre para incluir esta tradición de tener al órgano de reproducción masculino como parte de la arquitectura. En las catedrales católicas que incluyen una cúpula, donde no solo la figura circular representa el órgano de reproducción femenino, sino que la cúpula representa un vientre embarazado. Observe cómo hay varias partes en el mundo en donde está la cúpula en un lugar cercano a un obelisco, podemos ver ejemplos de ello en Washington, D.C. en donde el Capitolio es la cúpula, y en el Vaticano en donde la cúpula de San Pedro está cercana al obelisco antes mencionado.
Corona de adviento
Está basada en la tradición de Babilonia que consistía en prender velas durante 40 días para pedir el retorno del dios sol (Tamuz) para que regresara con su luz y calor. Su forma circular hace referencia al órgano sexual femenino, y las velas al órgano masculino ya que es un culto de fertilidad de Babilonia y hace alusión a la unificación de ambos. Representa el «círculo de la vida» y el «ciclo de reencarnación». Las decoraciones son de color verde y rojo por la leyenda de la muerte de Tamuz, su sangre se derramó en las ramas de pino. Hoy se trata de enmascarar toda esta simbología con temas religiosos de Jesús, pero son mentiras. Y lamentablemente ahora resulta ser «políticamente incorrecto» incluso desearle «feliz navidad» a alguien, de forma que las personas optan por decir «felices fiestas», de modo que esa máscara de cristiandad que se había puesto sobre estas tradiciones idólatras ahora paulatinamente está siendo removida y nos quedamos solo con las tradiciones babilónicas que tanto enfurecen al Señor.
“Entonces me llevó a la entrada de la puerta de la casa del Señor que está al norte; y había allí mujeres sentadas llorando a Tamuz.” — Ezequiel 8:14 (NBLA)
Para concluir me gustaría recordarles la advertencia que nos da Dios acerca de no aprender ni seguir el camino de las naciones, porque solo son para el perjuicio de toda la familia, aunque parezcan cosas buenas, solo son un engaño de Satanás.
«Oigan la palabra que ha hablado el SEÑOR acerca de ustedes, oh casa de Israel. Así ha dicho el SEÑOR: “No aprendan el camino de las naciones, ni tengan temor de las señales del cielo, aunque las naciones las teman.» — Jeremías 10:1-2 (RVA 2015)
Como vieron, las tradiciones vienen desde los tiempos de Nimrod, Semiramis y Tamuz de Babilonia, y lamentablemente estas mentiras fueron exportadas a todo el mundo, y se han perpetuado hasta hoy. Por eso en las Escrituras Babilonia es llamada «madre de las abominaciones de la tierra».
«Sobre su frente había un nombre escrito, un misterio: «BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA».» — Apocalipsis 17:5 (NBLA)
En el siguiente artículo continuaremos hablando acerca de más símbolos peligrosos.
¡Que Dios los bendiga!