Armadura de Dios

El Ayuno y la Protección de Dios (Parte 14)


En el artículo anterior vimos lo importante que es la humildad y cómo el ayuno nos ayuda a alcanzarla. Recordemos que el ayuno debe ser practicado con un propósito bíblico y centrado en Dios. Ahora continuaremos viendo 4 propósitos más del ayuno. Hablaremos de su utilidad cuando no sabemos qué hacer, y cómo a través del ayuno, obtenemos la guía de Dios. También veremos que otro propósito muy común para el ayuno es para buscar la protección de Dios. También nos ayuda para expresar nuestra adoración al SEÑOR. El ayuno además es útil cuando queremos expresar dolor ante el SEÑOR. Pero antes de empezar, permítame advertirle sobre la falta de humildad.



El Peligro de la Abundancia de Alimento Físico para Nuestra Vida Espiritual

Abundante comida

Ahora quisiera poner a su consideración las ventajas del ayuno y de la humildad desde otro punto de vista: Mostrándole las consecuencias de hacer lo opuesto. La abundancia de alimento físico conduce a olvidarse de Dios, las Escrituras nos dan varias advertencias al respecto:

“Con casas llenas de todo bien que tú no llenaste, con cisternas cavadas que tú no cavaste, con viñas y olivares que tú no plantaste, y cuando hayas comido y te hayas saciado, entonces ten cuidado; no sea que te olvides del SEÑOR que te sacó de la tierra de Egipto, de la casa de esclavitud”. — Deuteronomio 6:11-12 (RVA 2015)

“Aparta de mí la vanidad y la mentira, y no me des pobreza ni riquezas. Dame sólo el pan necesario, no sea que, una vez satisfecho, te niegue y diga: «¿Y quién es el SEÑOR?». O que, por ser pobre, llegue yo a robar y ofenda el nombre de mi Dios”. — Proverbios 30:8-9 (RVC)

Veamos tres ejemplos que nos presentan las Escrituras, a modo de advertencia sobre este punto. El primero es el caso de Sodoma, en donde no tan solo había corrupción sexual, sino también glotonería y ociosidad.

“He aquí que esta fue la maldad de Sodoma tu hermana: soberbia, saciedad [abundancia] de pan, y abundancia de ociosidad tuvieron ella y sus hijas; y no fortaleció la mano del afligido y del menesteroso. Y se llenaron de soberbia, e hicieron abominación delante de mí, y cuando lo vi las quité.” — Ezequiel 16:49-50 (RVR 1960)

Nabal no ayuda a David

En el segundo caso, encontramos a Nabal, el esposo de Abigail, quien se negó a alimentar a David y a sus hombres, quienes se lo estaban pidiendo. Hombres de guerra hambrientos, le estaban pidiendo de comer, y el proveer para ellos estaba en las posibilidades de Nabal. Incluso si hubieran sido sus enemigos, debió haberlos alimentado, según la enseñanza de Proverbios 25:21-22.

“Si tu enemigo tiene hambre dale de comer pan; y si tiene sed dale de beber agua; pues así carbones encendidos tú amontonas sobre su cabeza, y el SEÑOR te recompensará”. — Proverbios 25:21-22.

Nabal no compartió su pan con el prójimo, pero él sí se dio gusto a sí mismo e hizo un gran banquete, como de un rey. Pero a los pocos días murió (1 Samuel 25:2-38). Cristo dice “dale a quien te pida” (Mateo 5:42), y “niégate a ti mismo” (Lucas 9:23). Esto es algo que Nabal no hizo, sino que hizo lo opuesto, con una actitud orgullosa, egoísta y de desenfreno.

“Entonces Nabal respondió a los siervos de David, diciendo: —¿Quién es David? ¿Quién es el hijo de Isaí? Hoy hay muchos esclavos que se escapan de sus amos. ¿He de tomar yo ahora mi pan, mi agua y la carne que he preparado para mis esquiladores, para darlos a unos hombres que ni sé de dónde son?”. — 1 Samuel 25:10-11 (RVA-2015)

[Jesús dice] “Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo niegues”. — Mateo 5:42 (RVA 2015)

Hijo pródigo

El tercer ejemplo es la Parábola del Hijo Pródigo (Lucas 15:11-32): cuando el hijo estaba saciado y viviendo una vida desenfrenada, se había olvidado completamente de su padre. Sin embargo, cuando tuvo hambre, se acordó de lo bien alimentados que estaban los sirvientes de su padre y regresó a él. El ayuno nos mueve hacia lo espiritual, al negarle comida física a nuestros cuerpos, nos acerca a desarrollar un apetito por cosas espirituales.

“El menor de ellos dijo a su padre: “Padre, dame la parte de la herencia que me corresponde”. Y él les repartió los bienes. No muchos días después, habiendo juntado todo, el hijo menor se fue a una región lejana y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente”. — Lucas 15:12-13 (RVA-2015)

Ahora continuemos con el tercer propósito que menciona el pastor Donald S. Whitney, en su libro Spiritual Disciplines for the Christian Life (Disciplinas Espirituales para la Vida Cristiana):

3. Para Buscar la Guía de Dios

“¡Dios nuestro!, ¿No los juzgarás Tú? Pues nosotros no tenemos fuerza con que enfrentar a la multitud tan grande que viene contra nosotros; no sabemos qué hacer, y a Ti volvemos nuestros ojos” — 2 Crónicas 20:12 (RVR 1995)

el ayuno y la oración de un hombre

Cuando nos enfrentamos a un grave problema, muchas veces no sabemos qué hacer, cómo manejarlo o qué decisión tomar ante las diversas situaciones que se nos presentan, en estos casos, lo mejor que podemos hacer es ayunar y orar. El ayuno es una maravillosa herramienta para encontrar la solución, porque tal vez el hombre no puede solucionarlo, pero Dios sí. Así que, buscamos que el SEÑOR nos guíe ante esa situación particular que estamos enfrentando. Como creyentes, buscamos hacer la voluntad del SEÑOR, y es la humildad la que nos hace más receptivos a la guía de Dios, a Su presencia y a Su poder transformador.

“Y si te desvías a la derecha o a la izquierda, oirás una voz detrás de ti, que te dirá: «Por aquí es el camino, vayan por aquí.” — Isaías 30:21 (DHH)

“Y si repartes tu pan al hambriento, y sacias al alma afligida, en las tinieblas brotará tu luz, y tu oscuridad será como el mediodía. Jehová te guiará continuamente, y en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos; y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca faltan”. — Isaías 58:10-11 (RVR 1960)

Veamos algunos ejemplos: en Jueces 20:12-48, Israel buscó la guía del SEÑOR para decidir si ir a la guerra o no. Y aunque el ETERNO les dijo que fueran a pelear, los primeros dos días perdieron las batallas. En el tercer día, además de consultarlo, también ayunaron, ofrecieron holocaustos y ofrendas de paz delante del SEÑOR. Entonces su situación cambió drásticamente. Y el SEÑOR respondió: Suban, porque mañana entregaré al enemigo en su mano.

“Entonces subieron todos los hijos de Israel y todo el pueblo, y fueron a Betel. Lloraron, permanecieron allí delante del SEÑOR, ayunaron aquel día hasta el atardecer y ofrecieron holocaustos y sacrificios de paz delante del SEÑOR”. — Jueces 20:26 (RVA-2015)

Cristianos orando alabando ayunando

En Hechos 13, se nos dice que en la iglesia de Antioquía había profetas y maestros que servían al SEÑOR, y mientras ayunaban, el Espíritu Santo les dijo que apartaran a Bernabé y a Pablo, para enviarlos al primer viaje misionero (Hechos 13:1-3). La iglesia primero ayunó para encontrar la voluntad de Dios. Después, ayunaron para preparar a esos dos hombres para llevar a cabo la voluntad de Dios. En Hechos 14, vemos cómo Bernabé y Pablo oraban y ayunaban, para seleccionar a los ancianos en cada iglesia que formaban, y los encomendaban para que llevaran a cabo sus respectivas funciones. Esto nos muestra lo importante que es el ayuno para expandir el reino de Dios aquí en la tierra.

“Mientras ministraban al Señor y ayunaban, el Espíritu Santo dijo: «Aparten a Bernabé y a Saulo para la obra a la que los he llamado». Entonces, después de ayunar, orar y haber impuesto las manos sobre ellos, los enviaron”. — Hechos 13:2-3 (NBLA)

“Y constituyeron ancianos en cada iglesia, y habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído”. — Hechos 14:23 (RVR-1960)

4. Para Buscar Protección

Enemigos de Israel muertos

Uno de los ayunos más comunes mencionados en la Biblia, era el ayuno para buscar protección de enemigos, o como ayuda en circunstancias de adversidad.

Como cuando el rey Josafat proclamó un ayuno para todo Judá, para que el SEÑOR los protegiera del ataque de múltiples naciones en 2 Crónicas 20. La combinación del ayuno y la oración del rey, se volvió un arma espiritual tan poderosa que a la mañana siguiente Josafat y su ejército iban cantando y alabando al SEÑOR, y para cuando llegaron al campo de batalla, vieron los cadáveres de sus enemigos que se habían destruido unos a otros. Ellos solo tuvieron que presentarse, no tuvieron que hacer nada, solo tener su fe puesta en Dios, porque la batalla es de Dios (2 Crónicas 20:15).

“Lleno de miedo, Josafat se dispuso a consultar al SEÑOR, y ordenó que todos en Judá ayunaran. En todas las ciudades de Judá la gente se reunió para pedir la ayuda del SEÑOR”. — 2 Crónicas 20:3-4 (RVC)

Desciendan mañana contra ellos; pues ellos subirán por la cuesta de Sis, y los hallarán en el extremo del valle, frente al desierto de Jeruel. No necesitan pelear en esta batalla; tomen sus puestos y estén quietos, y vean la salvación del SEÑOR con ustedes, oh Judá y Jerusalén”. No teman ni se acobarden; salgan mañana al encuentro de ellos porque el SEÑOR está con ustedes».” — 2 Crónicas 20:16-17 (NBLA)

Ester ordena ayuno

Para evitar que todos los judíos en el imperio persa fueran exterminados, la reina Ester ordenó un “ataque coordinado” de oración y ayuno durante 3 días. Su plan de ataque fue tan exitoso, que no solo salvó a los judíos del exterminio, sino que acabó con los enemigos del pueblo de Dios en todo el imperio persa. Esta gran victoria aún es celebrada entre los judíos hasta el día de hoy, con la festividad de Purím (Ester 4:16, 9:26-28).

[Dice la reina Ester] “Ve, reúne a todos los judíos que se hallan en Susa y ayunen por mí. No coman ni beban en tres días ni de noche ni de día. Yo también ayunaré con mis damas e iré así al rey, aunque no sea conforme a la ley; y si perezco, que perezca”. — Ester 4:16 (RVA 2015)

El sacerdote y escriba Esdras también organizó un “ataque coordinado” de oración y ayuno, para viajar sin problemas desde Babilonia hasta Jerusalén, cargados con toneladas de oro y plata. Esdras no quiso dar un mal testimonio o mostrar poca fe, y por ello, no le pidió al rey una escolta de soldados para el camino. El SEÑOR contestó esta oración y ayuno grupal, y los protegió durante meses a lo largo de todo el peligroso trayecto, y no les faltó nada (Esdras 8:21-23).

[Dice Esdras] “Entonces proclamé allí, junto al río Ahava, un ayuno para que nos humilláramos delante de nuestro Dios a fin de implorar de Él un viaje feliz para nosotros, para nuestros pequeños y para todas nuestras posesiones. Porque tuve vergüenza de pedir al rey tropas y hombres de a caballo para protegernos del enemigo en el camino, pues habíamos dicho al rey: «La mano de nuestro Dios es propicia para con todos los que lo buscan, pero Su poder y Su ira contra todos los que lo abandonan». Ayunamos, pues, y pedimos a nuestro Dios acerca de esto, y Él escuchó nuestra súplica”.—  Esdras 8:21-23 (NBLA)

Con estos ejemplos tan asombrosos en la Biblia, los cristianos deberíamos volvernos expertos en el uso de esta arma espiritual tan poderosa. El ayuno debería ser nuestra primera línea de defensa, porque los esfuerzos carnales como los que utilizan los incrédulos son inútiles.

“Cántico [de ascenso gradual] de los peregrinos. De Salomón. Si el SEÑOR no edifica la casa, en vano se esfuerzan los albañiles. Si el SEÑOR no cuida la ciudad, en vano hacen guardia los vigilantes. En vano madrugan ustedes y se acuestan muy tarde para comer un pan de fatigas, porque Dios lo da a sus amados mientras duermen”. — Salmos 127:1-2 (NVI)

Si fuéramos atacados o perseguidos por nuestra fe por familiares, amigos, compañeros de trabajo o por otras personas, no debemos responder con ira, acusaciones ni con acciones legales (1 Pedro 3:9; Romanos 12:17-21). Más bien, debemos apelar ante Dios con el ayuno, para obtener Su protección. Si en el Salmo 109, David se defiende así contra sus enemigos, ¿por qué nosotros no utilizamos estos recursos espirituales que tenemos a nuestro alcance?

“Mis rodillas están debilitadas a causa del ayuno, y mi carne desfallece por falta de gordura”. — Salmos 109:24 (RVR-1960)

En Salmos 35:13, el rey David, se muestra como uno de los hombres más piadosos de Israel y se humilla ante el SEÑOR para pedir por el bienestar de sus enemigos que lo perseguían.

“Pero yo, cuando ellos estaban enfermos, vestía de cilicio; humillé mi alma con ayuno, y mi oración se repetía en mi pecho”. — Salmos 35:13 (NBLA)

5. Para Expresar Amor y Adoración a Dios

Ana y Simeon adoran a Jesús

Hemos visto lo versátil y poderoso que es el ayuno para circunstancias extremas y grandes dificultades. Pero, otro propósito del ayuno es que puede ser utilizado como un acto de devoción y alabanza al ETERNO. Los ayunos con el tiempo fortalecen a su espíritu. Como lo vemos en Lucas 2:36-38, donde Ana, una profetisa de 84 años, no se apartaba del templo, para adorar por medio del ayuno y oración.

“Estaba también allí Ana, profetisa, hija de Phanuel, de la tribu de Aser; la cual había venido en grande edad, y había vivido con su marido siete años desde su virginidad; y era viuda de hasta ochenta y cuatro años, que no se apartaba del templo, sirviendo de noche y de día con ayunos y oraciones. Y ésta, sobreviniendo en la misma hora, juntamente confesaba al Señor, y hablaba de El a todos los que esperaban la redención en Jerusalén”. — Lucas 2:36-38 (RVA)

Con el ayuno, ponemos a Dios en el centro de nuestras vidas, y reconocemos que solo Él es nuestra fuente de fortaleza y provisión. El ayuno nos permite concentrarnos en el SEÑOR y en Su voluntad por encima de todo lo demás. Con esto reconocemos que no tenemos el control, que nuestros planes y deseos son secundarios a los de Dios.

El ayuno también nos ayuda a reconocer la naturaleza temporal de nuestras necesidades físicas. Pone a la comida y la bebida en perspectiva, porque aun y cuando son necesarias para sobrevivir, no son la fuente de vida; Dios sí lo es. El ayuno nos enseña a enfocarnos en lo eterno, en lugar de lo temporal, y cambiar de las cosas de este mundo visible, a las del Espíritu.

6. Para Expresar Dolor

muerte de Saul

La Biblia además conecta el ayuno con expresiones de duelo. En Jueces 20:26, los israelitas buscaron al SEÑOR con ayuno y súplicas en duelo por la muerte de 40,000 soldados en 2 días de batallas. El rey Saúl fue mal herido por los filisteos y finalmente murió, por ello los israelitas ayunaron 7 días (1 Samuel 31:13). Inclusive, David y sus hombres ayunaron cuando se enteraron de la muerte de Saúl, aún y cuando estaban entre los filisteos escondiéndose de él (2 Samuel 1:11-12).

El ayuno también puede ser un medio para expresar el dolor por los pecados de otros. Cuando el rey Saúl intentaba matar injustamente a David, su hijo Jonatán hizo ayuno por su dolor y tristeza por la vida de David (1 Samuel 20:34). Daniel también hacía ayunos lamentándose por la mala conducta de su pueblo (Daniel 9:3, 10:2-3). De la misma forma, usted puede utilizar el ayuno por los pecados de los miembros de su familia, de su iglesia o por los pecados de su país. Dado que el ayuno suele ser un medio para expresar a Dios la profundidad de nuestros sentimientos, es tan apropiado que las oraciones de dolor vayan acompañadas con el ayuno.

En nuestro siguiente artículo veremos los últimos 3 propósitos de nuestra lista el ayuno. Hablaremos de cómo nuestro ayuno puede servir para ayudar a los demás, desde cómo mejorar nuestras evangelizaciones, hasta la expulsión de demonios. Veremos cómo el ayuno ayudó para evitar la destrucción de los israelitas, en los tiempos del profeta Samuel. También hablaremos de cómo el ayuno evitó la destrucción de Nínive. El ayuno además pospuso un terrible juicio para uno de los reyes más malvados de Israel y para su descendencia. También veremos cómo el ayuno de Jesucristo nos puede ayudar en nuestras vidas.

¡Que Dios los bendiga!


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