En el artículo anterior vimos 4 propósitos del ayuno. Ahora veremos el séptimo propósito: cómo utilizar el ayuno para servir a los demás. Cuando familiares, amigos y miembros de nuestra congregación, requieran de nuestra ayuda, podemos hacer uso de esta arma espiritual que Dios ha puesto a nuestro alcance, para combatir por ellos en esta batalla espiritual contra la carne, el mundo y Satanás. El ayuno y la oración son nuestra mejor opción para liberarlos de sus prisiones y ayudarlos con sus problemas.
Tabla de Contenidos del Artículo
7. Para Servir las Necesidades de los Demás

En Isaías 58:1-12 se nos informa sobre el ayuno que le gusta al SEÑOR. Dios deja claro que el ayuno no solo se trata de rituales externos, sino de un corazón humilde y dispuesto a ser moldeado por el Todopoderoso. El ayuno que Dios ha escogido resulta en justicia, libertad, arrepentimiento y restauración; también en tener una actitud de compasión por los perdidos; todo lo cual es fruto de un corazón humillado ante Él. Aquí el ETERNO contrasta lo que Él espera que hagamos con el ayuno, y lo que debemos evitar.
“El ayuno que Yo escogí, ¿no es más bien desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, dejar ir libres a los quebrantados y romper todo yugo? ¿No es que compartas tu pan con el hambriento, que a los pobres errantes albergues en casa, que cuando veas al desnudo lo cubras y que no te escondas de tu hermano?”. — Isaías 58:6-7 (RVR-1995)
El Ayuno Inaceptable

El pueblo se quejó: “¿Por qué hemos ayunado, y Tú no lo ves?” (Isaías 58:3-4). Para Dios, su ayuno no fue aceptable, porque solo estaban buscando satisfacer sus propios placeres, en lugar de enfocarse en lo que es agradable ante los ojos de Dios. El profeta Isaías les responde que sus vidas de desobediencia y rebeldía contrastaban hipócritamente con su ayuno y oración. Esta era la causa por la cual no obtenían la respuesta que esperaban. Porque abandonaron la Torá (instrucción, enseñanza y dirección) del SEÑOR. ¿Acaso Dios puede tener compasión de ellos cuando ellos no tienen compasión de sus trabajadores?
“Dicen: “¿Por qué hemos ayunado, y Tú no lo ves? ¿Por qué nos hemos humillado, y Tú no haces caso?”. Pero en el día de su ayuno buscan su conveniencia y oprimen a todos sus trabajadores. Ayunan para discusiones y riñas, y para herir con un puño malvado. No ayunen como hoy, para que se oiga en lo alto su voz”. — Isaías 58:3-4 (NBLA)
El motivo por el que ayunaban era porque buscaban su conveniencia personal, también se aprovechaban de sus empleados, y vivían peleándose entre sí. Por estas razones, su ayuno era en vano. Isaías enfatiza que el propósito del ayuno es para que los creyentes incorporen su fe y su humildad, a su deseo de servir a Dios y satisfacer las necesidades de los demás.
“Pero el que duda, si come se condena, porque no lo hace por fe. Todo lo que no procede de fe, es pecado”. — Romanos 14:23 (NBLA)

Sin embargo, me temo que hoy, los cristianos carnales, al rechazar las enseñanzas de la Torá, al creer que las leyes del Antiguo Testamento son obsoletas, demuestran su falta de fe, al ser incrédulos sobre nuestra responsabilidad de obedecer TODA la palabra del ETERNO. Optan por seguir falsas doctrinas de hombres que buscan justificar su rebeldía. Cayendo en las mismas transgresiones que los judíos en los tiempos de Isaías.
Esto impide que sus ayunos les beneficien en la alabanza y servicio al SEÑOR. Dios no bendecirá el ayuno de un cristiano que rechaza Su Palabra, y que, en su egoísmo, no busca satisfacer las necesidades de los demás. El cristiano carnal no puede ayunar y esperar que sus necesidades y peticiones sean escuchadas en el Cielo.
“En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios, y guardamos sus mandamientos. Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos”. — 1 Juan 5:2-3 (RVR-1960)
“Profesan conocer a Dios pero con sus hechos lo niegan; son abominables, desobedientes y reprobados para toda buena obra”. — Tito 1:16 (RVA-2015)
El Ayuno Agradable para YAHWEH

El ayuno, cuando se realiza con el corazón correcto, nos lleva a una relación más cercana e íntima con el SEÑOR, nos ayuda a regresar al camino del ETERNO, a Su Torá, nos alinea para que nuestras peticiones sean justas y agradables ante Sus ojos (Isaías 58:2). Además, nos ayuda a ser humildes, para ayudar a desatar las ataduras y yugos físicos y espirituales de nuestro prójimo, para liberarlo de sus opresiones (Isaías 58:5-6). El ayuno es nuestro aliado para tener la disposición correcta para compartir nuestro pan, recibir al pobre en nuestra casa y a cubrir al desnudo (Isaías 58:7).
El ayuno es un privilegio y una oportunidad para buscar la gracia de Dios, para alcanzar un mayor crecimiento espiritual y obtener victorias que no había conseguido antes. Este recurso está disponible para que lo utilicemos tan a menudo como deseemos.
“Que me buscan cada día, y quieren saber Mis caminos, como gente que hubiese hecho justicia, y que no hubiese dejado la ley de su Dios; me piden justos juicios, y quieren acercarse a Dios”. — Isaías 58:2 (RVR-1960)

Recuerde que con estas palabras, el SEÑOR no está hablando solamente de alimento, o ropa físicos, Sus palabras son más amplias (Salmos 119:96), incluyen también el aspecto espiritual de todas estas cosas: alimento, pobreza y desnudez del espíritu de los demás. Se alimenta al hambriento y al sediento con la Palabra de Dios, y así combatimos su desnudez y su pobreza espiritual. El ayuno agradable ante Dios, es aquel motivado por nuestra preocupación para que las necesidades de los demás también sean cubiertas. Cuando las personas entienden el mensaje evangelizador, y por ello buscan el perdón del SEÑOR, y se preocupan por llevar una vida en obediencia a Dios, entonces sus ataduras espirituales son desatadas y quedan en libertad.
¿Es este el ayuno que Yo escogí: solo un día en que el hombre se aflija [humille] a sí mismo? ¿Acaso el doblegar la cabeza como junco y el acostarse sobre cilicio y ceniza es lo que llaman ayuno y día agradable para el SEÑOR? ¿No consiste, más bien, el ayuno que Yo escogí, en desatar las ligaduras de impiedad, en soltar las ataduras del yugo, en dejar libres a los quebrantados y en romper todo yugo? — Isaías 58:5-6 (RVA 2015)
“¿No es para que compartas tu pan con el hambriento, y recibas en casa a los pobres sin hogar; para que cuando veas al desnudo lo cubras, y no te escondas de tu semejante? Entonces tu luz despuntará como la aurora, y tu recuperación [sanidad] brotará con rapidez. Delante de ti irá tu justicia; y la gloria del SEÑOR será tu retaguardia”. — Isaías 58:7-8 (NBLA)

El SEÑOR nos promete que la obediencia y el ayuno harán que brillemos con la justicia y la gloria de Dios, que Él va a escuchar nuestras oraciones, dará vigor a nuestros huesos, seremos como huertos bien regados y manantiales donde nunca falta agua. Nuestras palabras con enseñanza bíblica serán refrescantes para las almas de quienes las escuchen (Juan 4:14, 7:38; Isaías 41:17-18).
“Fuente de vida es la boca del justo, pero la boca del malvado encubre violencia”. — Proverbios 10:11 (NVI)
“Hay gente cuyas palabras son puñaladas, pero la lengua de los sabios sana las heridas”. — Proverbios 12:18 (RVC)
El Ayuno y los Reparadores de Brechas

Lo anterior nos conduce a convertirnos en reparadores de brechas (Isaías 58:8-12). ¿Está usted dispuesto a reparar estos agujeros que tiene la muralla de protección?
“Busqué entre ellos un hombre que levantara una muralla y que se pusiera en la brecha delante de Mí, a favor de la tierra, para que Yo no la destruyera; pero no lo hallé”. — Ezequiel 22:30-31 (RVR-1995)
Como creyente nuestra respuesta debe ser afirmativa, y el ayuno es una poderosa herramienta para hacerlo. Rebecca Brown en su libro He Came to Set the Captives Free (Él vino a dar libertad a los cautivos, pág. 173), interpreta que “ponerse en la brecha” puede hacerse de varias maneras.
“El SEÑOR te guiará continuamente, saciará tu deseo en los lugares áridos y dará vigor a tus huesos. Serás como huerto regado y como manantial cuyas aguas nunca faltan. Los tuyos reedificarán las ruinas antiguas. Tú levantarás los cimientos de generaciones pasadas, y te llamarán reparador de brechas, restaurador de calles donde habitar”. — Isaías 58:11-12 (NBLA)
Antes de continuar, quisiera recomendarles los 4 libros de Rebecca Brown, ya fueron traducidos al español, son: El vino a dar libertad a los Cautivos, Preparémonos para la Guerra, Cómo llegar a ser una vasija para honra, y Maldiciones sin Quebrantar, son libros edificantes que le ayudarán a su discernimiento espiritual, son para cristianos maduros en la fe. Tengo que advertirles que el primer libro está algo fuerte.
Ahora volvamos con lo que sugiere Rebecca Brown para reparar la brecha: A menudo es necesario pedirle al SEÑOR que nos permita “ponernos en la brecha” por cierta persona en particular, para que tenga la oportunidad de escuchar el Evangelio libre de interferencias demoníacas (2 Corintios 4:3-4).
“Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está encubierto; en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios”. — 2 Corintios 4:3-4 (RVR-1960)
El Enemigo Teme al Ayuno

Satanás conoce el poder de la oración y del ayuno, y hará todo lo posible para mantener esta arma espiritual lejos de las manos de los creyentes. Impide que los beneficios del ayuno sean conocidos por los cristianos, así que utiliza engaños, fomenta la ignorancia, e inventa obstáculos porque les teme a los creyentes que ayunan.
“Para que no seamos engañados por Satanás, pues no ignoramos sus propósitos”. — 2 Corintios 2:11 (RVA-2015)
Para entender mejor eso de la interferencia demoniaca al evangelizar, considere los siguientes escenarios: ¿Alguna vez le ha sucedido que mientras está evangelizando a alguien, esa persona parece no entender lo que usted está diciendo? A mí me han dicho: “Perdón, pero no entiendo nada de lo que me está diciendo”. Aún y cuando le hablé con un lenguaje sencillo y fácil de entender. La persona puede estar muy atenta a las palabras, pero parece como si le estuviera hablando en chino. En ocasiones uno puede tratar de explicarles lo mismo de diferentes maneras, y la persona sigue sin entender, a pesar de tener buena disposición.
“Y habiendo hecho muchas señales milagrosas ante ellos, tampoco creían en Él… A causa de esto, tampoco eran capaces de creer, porque Isaías además dijo: —Él ha cegado sus ojos y endurecido su corazón; para que no vean con sus ojos ni entiendan con el corazón, y se regresen y Yo los sane”. — Juan 12:37, 39-40 (LSP)
En una ocasión traté en vano durante 7 horas de que una persona entendiera el Evangelio, me di cuenta que traía fuertes ataduras espirituales por su involucramiento en el catolicismo y en el budismo. También me ha pasado que en ocasiones, mientras evangelizo, a la persona parece darle mucho sueño y se les cierran los ojos, esto nos recuerda al hombre a quien le dio tanto sueño, que se cayó desde un tercer piso, mientras Pablo les compartía la Palabra (Hechos 20:7-12). Todo esto es interferencia demoniaca, para que las personas no reciban el mensaje de salvación. Es parte del robo de la semilla que busca hacer el enemigo (Mateo 13:4, 19; Lucas 8:5, 12; Marcos 4:4, 15).
“Cuando alguien oye la palabra del reino y no la entiende, viene el maligno y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es el que fue sembrado junto al camino”. — Mateo 13:19 (RVA-2015)
Ataques del Enemigo

Rebecca explica en su libro, que es muy común que los demonios interfieran en las mentes y pensamientos de las personas, y las llenen de confusión (Deuteronomio 28:28), al grado que impiden que las personas reciban, entiendan y retengan el Evangelio cuando nosotros se los compartimos. Por eso, ella recomienda que antes de compartir su mensaje evangelizador haga una oración en una voz audible para que los demonios la escuchen (dice que puede ser en voz baja). La persona incrédula no necesita escucharla, mientras suceda en la cercanía a la persona, ella dice que inclusive puede hacerlo en otro cuarto de la casa. Puede hacer una oración similar a esta:
“SEÑOR, por favor, déjame ponerme en la brecha y luchar por __[nombre de la persona]__ para que sus ojos sean abiertos y sea liberado de la esclavitud demoníaca para que pueda ver su necesidad de Jesús y reciba Tu Evangelio sin ninguna interferencia, Amén”.
El Ayuno es Nuestra Arma Espiritual
El SEÑOR espera que ayudemos a sobrellevar las cargas y las penas de nuestros hermanos cristianos (Gálatas 6:1-2; Filipenses 2:4; 1 Tesalonicenses 5:14; Romanos 15:1). ¿Está dispuesto a ponerse en la brecha para defender a su pastor? Cada vez que su pastor realmente enseña sobre nuestro Señor Jesucristo y expone a Satanás como debe, se enfrentará a mucha oposición. Los siervos de Satanás, haciéndose pasar por cristianos, lo atacarán cada vez que se levante a hablar.
“No hagan nada por contienda o por vanagloria. Al contrario, háganlo con humildad y considerando cada uno a los demás como superiores a sí mismo. No busque cada uno su propio interés, sino cada cual también el de los demás”. — Filipenses 2:3-4 (RVC)
En Mateo 17:14-21, nuestro Señor Jesucristo nos explica que hay algunos demonios que solo pueden ser expulsados mediante la oración y el ayuno. Esto ilustra el poder del ayuno para derribar fortalezas espirituales, romper cadenas de opresión espiritual y para liberar a los cautivos. El ayuno nos fortalece espiritualmente como se menciona en Isaías 58, para que canalicemos el poder de Dios, de forma que los demonios sean derrotados, inclusive en los casos de personas muy demonizadas.
“Entonces los discípulos, llegándose a Jesús en privado, dijeron: «¿Por qué nosotros no pudimos expulsarlo?». Y Él les dijo: «Por la poca fe de ustedes; porque en verdad les digo que si tienen fe como un grano de mostaza, dirán a este monte: “Pásate de aquí allá”, y se pasará; y nada les será imposible. Pero esta clase no sale sino con oración y ayuno»”. — Mateo 17:19-21 (NBLA)
Por último, si usted siente que está muy ocupado para ayudar a otras personas. Puede utilizar el tiempo que normalmente utiliza para comer, para servir a los demás el día que esté ayunando. Al ayunar hay un gran ahorro tanto de tiempo como de esfuerzo, porque cuando ayuna se ahorra el tiempo que tarda en cocinar, comer y lavar platos. Y si compra su comida preparada, se ahorra ese tiempo de ir a comprarla, o de hacer su pedido y esperar a que se la traigan a domicilio.
También evita que le dé sueño, como sucede si uno come en exceso. Por tanto, se mantiene más productivo. Además, puede utilizar el dinero que usted pensaba invertir en la comida para ayudar a los pobres o para algún ministerio. Los dejo con la promesa de YAHWEH para los creyentes que realicen el ayuno agradable a Sus ojos.
“Entonces invocarás, y el SEÑOR responderá; clamarás, y Él dirá: “Aquí estoy”. Si quitas de en medio de ti el yugo, el amenazar con el dedo y el hablar iniquidad, y si te ofreces a ayudar al hambriento, y sacias el deseo del afligido, entonces surgirá tu luz en las tinieblas, y tu oscuridad será como el mediodía”. — Isaías 58:9-10 (NBLA)
En nuestro siguiente artículo concluiremos este estudio del ayuno, veremos cómo el ayuno ayudó para evitar la destrucción de los israelitas, en los tiempos del profeta Samuel. También hablaremos de cómo el ayuno evitó la destrucción de Nínive. El ayuno además pospuso un terrible juicio para uno de los reyes más malvados de Israel y para su descendencia. También veremos cómo el ayuno de Jesucristo nos puede ayudar en nuestras vidas.
¡Que Dios los bendiga!
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