En el artículo anterior vimos que el padre de Noé, Lamec, pensó que su hijo iba a ser quien salvara a la humanidad de la maldición recibida en el Jardín del Edén, tal vez porque era la décima generación, o porque veía que los hombres solo hacían el mal y no prestaban atención a las profecías de su abuelo, Enoc. Ahora veremos acerca de la vida de Noé y sus hijos. Hablaremos de la gran fe que tuvo que tener Noé para construir el arca que salvaría a la humanidad y a los animales que Dios creó. Seguir leyendo Génesis 5:32 – Noé ¿Un Evangelista Antediluviano?