Entrada triunfal Jesus Jerusalen

¿Cómo puedo identificar a Jesucristo como el Mesías? (Parte 5)


En el artículo anterior vimos algunas profecías acerca del carácter del Mesías, que ya fueron cumplidas en Jesucristo durante Su Primera Venida, como sentir celo por la Casa del Señor, ser la Piedra Angular, ayudar a los pobres; y comenzamos a ver las profecías acerca de los sufrimientos del Mesías descritas en Isaías 52 y 53, ahora continuaremos viendo más de estas profecías, y con este estudio concluimos esta serie revelando tantas profecías que ya cumplió Jesús, solamente en Su Primer Venida, que no queda ninguna duda que Él es el Mesías, y que podemos estar 100% seguros que Él vendrá nuevamente, para completar el trabajo de salvación en Su Segunda Venida, tal y como fue profetizado.

Adan y Eva expulsados del ParaisoDesde la caída del hombre en Génesis 3, vemos el trabajo de salvación de Dios a través del pago del pecado por un sustituto, el Mesías. Encontramos señales proféticas al respecto, desde que Adán y Eva fueron vestidos por nuestro Señor Jesucristo con pieles después de que pecaron, y si lo piensa, seguramente nuestros primeros padres fueron testigos de la primera muerte en el universo, de un ser inocente, que tuvo que morir para que ellos pudieran ser cubiertos (Génesis 3:21); después tenemos la señal del sacrificio de Abel, cuyo sacrificio fue el mejor de sus corderos, como vimos en nuestro estudio de Génesis 4:3-5 – Las ofrendas de Caín y Abel (Parte 1). Más adelante tenemos el sacrificio que hizo Noé después del Diluvio (Génesis 8:20). Y como vimos en nuestro artículo La Controversia de la Profecía de las 70 Semanas de Daniel, vimos algunos otros ejemplos de señales proféticas, como la del sacrificio que iba a realizar Abraham, y la del Cordero de Pascua con Moisés, todos estos son simbolismos que apuntaban al sacrificio que luego haría Jesucristo, el Cordero de Dios para nuestra salvación o redención del pecado.

Y me mirarán a Mí, a quien han traspasado.

En JesusEsta profecía la encontramos en Zacarías 12:10, y habla acerca del evento que ocurrirá al final de los tiempos, después de las Tribulaciones, y que ha dejado perplejos a los estudiosos judíos, porque si el que está hablando es Dios, ¿Cómo es posible que alguien haya herido de muerte a Dios al traspasarlo con una espada o lanza? Entonces ¿cómo podría Dios salvar a los judíos en este estado? La respuesta a estas preguntas la encontramos a continuación:

[Dice el Señor] “Y derramaré sobre la casa de David y sobre los habitantes de Jerusalén, el Espíritu de gracia y de súplica, y me mirarán a Mí, a quien han traspasado. Y se lamentarán por Él, como quien se lamenta por un hijo único, y llorarán por Él, como se llora por un primogénito.» — Zacarías 12:10

Jesus CruzEstas profecías tuvieron cumplimiento en Jesucristo: Esta profecía fue cumplida cuando Cristo fue traspasado con clavos y con una lanza el día de Su crucifixión (Juan 19:18,34,37; 20:25-27). Jesús no solamente es divino, sino que se encarnó al hacerse hombre, y voluntariamente permitió ser crucificado para morir y resucitar para redimir del pecado no solo a los judíos, sino a toda la humanidad, siempre y cuando la persona ponga su fe en Él. De esta forma, Jesucristo puede dar cumplimiento a Su Palabra, al ser Dios y haber sido traspasado, porque continúa enviando a Su Espíritu a quienes ponen su fe en Él. Y además, Jesús dará cumplimiento total a esta profecía en el futuro, cuando Su Espíritu sea derramado (Joel 2:28-32; Ezequiel 39:29) y el endurecimiento del corazón que tiene parcialmente cegado a Israel, se acabe cuando suceda la plenitud de los gentiles (Romanos 11: 25-27; 2 Corintios 3:13-16).

“Cuando llegaron a Jesús, como vieron que ya estaba muerto, no le quebraron las piernas; pero uno de los soldados le traspasó el costado con una lanza, y al momento salió sangre y agua. Porque esto sucedió para que se cumpliera la Escritura… «Mirarán a Aquel que traspasaron».” — Juan 19:33-34, 36-37 (NBLA)

Alef Tav Alfa Omega 1En Zacarías 12:10, encontramos la palabra en hebreo אֵת – et, formada por la primera (álef) y la última letra (tav) del alfabeto hebreo, la cual, hace referencia a Jesús como “el Alfa y el Omega” (el principio y el fin), como ya lo vimos en nuestro artículo, Génesis 1: ¿Cómo puedo identificar a Jesucristo como el Creador? La ubicación de esta palabra en este versículo, es un poderoso argumento que “et” se refiere a una persona porque la traducción literal sería: “Ellos mirarán Alef-Tav que traspasaron”, dándonos otra prueba más de que Zacarías estaba hablando de Jesucristo, quien además es llamado “La Palabra” por el apóstol Juan en Juan 1:1, el Alef-Tav en el principio (Génesis 1:1), quien es Dios.

Recordemos que cuando vino el Mesías, Su pueblo, como nación, no lo reconoció, el Señor lo expresa como «no conociste el tiempo de tu visitación» (Lucas 19:44b), esta falta de reconocimiento le acarreó al pueblo problemas, como la destrucción de Jerusalén y del Templo en el año 70 d.C., todo sucedió exactamente como decían las profecías de Daniel 9, y según lo que predijo Jesús en Lucas 19:43-44.  Después sucedió la expulsión total de los judíos, durante la Rebelión de Bar Kojba, y Judea y Samaría se renombraron como Siria-Palestina en el año 135 d.C. por los romanos, lo que dio fin a la nación de Israel y dio inicio a la diáspora judía.

[Dice Jesús] » Porque vendrán sobre ti días en que tus enemigos te rodearán con baluarte y te pondrán sitio, y por todos lados te apretarán. Te derribarán a tierra, y a tus hijos dentro de ti. No dejarán en ti piedra sobre piedra por cuanto no conociste el tiempo de tu visitación.” — Lucas 19:43-44 (RVA-2015)

Dios espera que las personas observen Sus leyes y que estudien las Escrituras, y dice que Su pueblo es destruido por falta de conocimiento (Oseas 4:6), si las hubieran estudiado el pueblo en su momento, hubieran reconocido a Cristo, hubieran apreciado el «tiempo de su visitación». Por eso, lo invitamos a que estudie la Palabra de Dios, para que esté preparado para Su Segunda Venida, de lo contrario, esta vez, las personas que lo rechacen experimentarán la ira de Dios eternamente.

«Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?»

Cruz oscuridadEsta profecía la encontramos en Salmos 22:1. Y aunque esta es una oración del rey David, alguien podría argumentar que decir estas palabras podrían ser cumplidas fácilmente por cualquiera, sin embargo, ¿quién querría estar en esa situación de abandono de Dios para dar cumplimiento a la profecía?

«Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? ¿Por qué estás tan lejos de mi salvación y de las palabras de mi clamor?» — Salmos 22:1 (NBLA)

Crucifixion RevolucionariosEsta profecía tuvo cumplimiento en Jesucristo: Estas palabras las pronunció Cristo al estar en la cruz (Mateo 27:46). El Salmo 22 es famoso porque profetiza acerca de la crucifixión de Jesucristo. Cristo en Su crucifixión sintió el abandono y desesperación que resultaron de la ira de Dios sobre Él, al cargar con todos los pecados del mundo, por eso vemos 3 horas de oscuridad antes de Su muerte. Durante Su crucifixión vemos la forma inhumana en la que fue torturado físicamente, pero el estar separado de Dios Padre y del Espíritu Santo, al recibir la ira de Dios por nuestros pecados, fue el momento que Jesús le pidió al Padre si era posible evitar cuando oró en Getsemaní, pero no había otra forma para la salvación de la humanidad. Así que no hay otro camino para llegar al Padre, sino es por la sangre de Jesucristo, ninguna otra religión salvará a sus seguidores, ni todas las buenas obras que hagan las personas, solo el arrepentirse y poner toda la fe en que Jesús es nuestro Salvador, es el único camino para entrar en el reino de Dios. Y quien rechace este regalo de la gracia de Dios, está despreciando el gran sacrificio que hizo Jesucristo por nosotros.

«Y alrededor de la hora novena, Jesús exclamó a gran voz, diciendo: «Elí, Elí, ¿lema sabactani?». Esto es: «Dios Mío, Dios Mío, ¿por qué me has abandonado?».» — Mateo 27:46 (NBLA)

¿Por qué Jesús dijo dos veces “Dios Mio”? ¿Será que se esté refiriendo a los otros dos miembros de Dios, Dios Padre y el Espíritu Santo, que lo abandonaron en esos momentos?

[Dice el apóstol Pedro] «Él mismo llevó nuestros pecados en Su cuerpo sobre la cruz, a fin de que muramos al pecado y vivamos a la justicia, porque por Sus heridas fueron ustedes sanados.» — 1 Pedro 2:24 (NBLA)

Previamente a Sus sufrimientos y crucifixión, Jesús les había hablado a Sus discípulos acerca de estos eventos que le sucederían (Mateo 20:17-19) y dos versículos después, les habló de una copa que debía beber (Mateo 20:22), una difícil copa de la ira de Dios. En el Antiguo Testamento se presenta esta copa como un símbolo de la ira divina contra el pecado (Isaías 51:17, 22; Jeremías 25:15-17, 27-29).

«Así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos» — Hebreos 9:28a (RVR 1977)

¡Han traspasado Mis manos y Mis pies!

Esta profecía la encontramos en el Salmo 22:14, 16-17, en donde el rey David nos relata las torturas que experimentaría el Mesías, las cuales causarían que los huesos estuvieran fuera de sus coyunturas, y que fueran tan brutales, que posiblemente causaran que los huesos quedaran expuestos, al punto que se pudieran contar los huesos en Su cuerpo. ¿Quién estaría dispuesto a dar cumplimiento a esta profecía?

“Mi fuerza se escurrió como agua y tengo todos los huesos descoyuntados. Mi corazón se derrite como cera.” — Salmos 22:14 (NBV)

«Me han traspasado las manos y los pies. Puedo contar cada uno de mis huesos.» — Salmo 22:16b-17a (NBV)

Jesus SoldadosEsta profecía tuvo cumplimiento en Jesucristo: Esta profecía también habla acerca de la crucifixión de Cristo (Lucas 23:33), aquí el Mesías habla de Sus heridas en las manos y los pies, y a pesar de ellas, no tuvo huesos rotos, solo se salieron de sus coyunturas. No podemos imaginar la saña con la que fue torturado Jesucristo bajo la influencia demoniaca de Satanás, al punto que quedó tan desfigurado que no se sabía si era un hombre, de acuerdo con el profeta Isaías (Isaías 52:14).

“Cuando llegaron al lugar llamado «La Calavera», crucificaron allí a Jesús y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda.” — Lucas 23:33 (NBLA)

Se sabe que a quienes eran crucificados luego iban y les quebraban las piernas, para que murieran más rápido, por asfixia, sin embargo, cuando se acercaron a Jesús, no fue necesario hacer esto, ya que ya había entregado Su Espíritu, entonces en su lugar, le ensartaron una lanza en el costado para asegurarse de que no estuviera vivo.

«Los judíos entonces, como era el día de preparación para la Pascua, a fin de que los cuerpos no se quedaran en la cruz el día de reposo, porque ese día de reposo era muy solemne, pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y se los llevaran. Fueron, pues, los soldados y quebraron las piernas del primero, y también las del otro que había sido crucificado con Jesús. Cuando llegaron a Jesús, como vieron que ya estaba muerto, no le quebraron las piernas; pero uno de los soldados le traspasó el costado con una lanza, y al momento salió sangre y agua. Y el que lo ha visto ha dado testimonio, y su testimonio es verdadero; y él sabe que dice la verdad, para que ustedes también crean. Porque esto sucedió para que se cumpliera la Escritura: «No será quebrado hueso Suyo». Y también otra Escritura dice: «Mirarán a Aquel que traspasaron».» — Juan 19:31-37 (NBLA)

Aquí el apóstol Juan nos habla también del cumplimiento de la señal profética de la Pascua en Cristo, en la cual no se le quebraba ningún hueso al cordero de Pascua (Éxodo 12:46; Números 9:12), para mayor detalle puede ver nuestro artículo ¿Cuál es la relación entre Jesucristo y la Pascua Judía?; mientras que en Salmos 34:20 vemos que el SEÑOR guarda los huesos de los justos y que ni uno de ellos es quebrantado.

“Se ha de comer cada cordero en una misma casa. No sacarán nada de la carne fuera de la casa, ni quebrarán ninguno de sus huesos.” — Éxodo 12:46 (NBLA)

Él guarda todos sus huesos; ni uno de ellos es quebrantado.” — Salmos 34:20 (NBLA)

«Se reparten entre sí Mis vestidos, y sobre Mi ropa echan suertes.”

Esta profecía la encontramos en Salmos 22:18, y de nueva cuenta este versículo no parece aplicarle al rey David, más bien él se está refiriendo al Mesías.

«Se reparten entre sí Mis vestidos, y sobre Mi ropa echan suertes.» — Salmos 22:18 (NBLA)

Soldados echan suertes por ropaEstas profecías tuvieron cumplimiento en Jesucristo: Jesús dio cumplimiento a esta profecía (Mateo 27:35; Marcos 15:24; Lucas 23:34; Juan 19:23-24). Era una costumbre que la ropa de la persona sentenciada pasara a ser propiedad de sus ejecutores. Jesús utilizaba una túnica hilada de una sola pieza, de forma que era relativamente costosa, y por lo mismo, los soldados prefirieron rifarla entre ellos, en lugar de cortarla y dividirla entre cuatro. Las demás partes de la vestimenta probablemente se refería a Sus sandalias, manto para cubrir la cabeza y algún cinto.

«Entonces los soldados, cuando crucificaron a Jesús, tomaron Sus vestidos e hicieron cuatro partes, una parte para cada soldado. Y tomaron también la túnica; y la túnica era sin costura, tejida en una sola pieza. Por tanto, se dijeron unos a otros: «No la rompamos; sino echemos suertes sobre ella, para ver de quién será»; para que se cumpliera la Escritura: «Repartieron entre sí Mis vestidos, y sobre Mi ropa echaron suertes».» — Juan 19:23-24 (NBLA)

«Y por comida me dieron hiel, y para mi sed me dieron a beber vinagre.»

Esta profecía viene en Salmos 69:21. La hiel es algo amargo, mientras que el vinagre es producido por la fermentación ácida del vino, es agrio y astringente. El vinagre, al contacto con la lengua, produce en ésta una sensación mixta entre sequedad intensa y amargor.

“Además, me dieron hiel en lugar de alimento, y para mi sed me dieron de beber vinagre.” — Salmos 69:21 (RVA-2015)

Jesus Hiel Sed CruzEsta profecía tuvo cumplimiento en Jesucristo: Poco antes de morir, y para cumplir con esta profecía, Jesús dijo tener sed, y cuando le ofrecieron vinagre, lo tomó y entonces entregó Su Espíritu.

«Después de esto, sabiendo Jesús que todo ya se había consumado, para que se cumpliera la Escritura, dijo: «Tengo sed». Había allí una vasija llena de vinagre. Colocaron, pues, una esponja empapada del vinagre en una rama de hisopo, y se la acercaron a la boca. Entonces Jesús, cuando hubo tomado el vinagre, dijo: «¡Consumado es!». E inclinando la cabeza, entregó el espíritu.» — Juan 19:28-30 (NBLA)

Cuando iba a ser crucificado los soldados romanos le ofrecieron vinagre mezclado con hiel en Mateo 27:34, el cual probó, pero no quiso tomar. Mientras que en Marcos 15:23 le ofrecieron vino mezclado con mirra, pero no lo recibió. La mirra, מֹר – mor en hebreo, proviene de la raíz מָרַר – marar, que significa amargo, también significa fuerte, fortalecer. La mirra es amarga al gusto, pero dulce como aroma, muy útil como perfume.

“Le dieron a beber vino mezclado con hiel; pero después de probarlo, no lo quiso beber.” — Mateo 27:34 (NBLA)

“Trataron de dar a Jesús vino mezclado con mirra, pero Él no lo tomó.” — Marcos 15:23 (NBLA)

En la antigüedad los judíos tenían la costumbre de ofrecerle a quienes estaban a punto de morir una bebida con mirra (siguiendo lo que dice Proverbios 31:6), la cual actuaba como un narcótico y analgésico, para aliviar de cierta forma el dolor, pero Cristo no tomó esto.

“Denle bebida fuerte al que está pereciendo, y vino a los amargados de alma.” — Proverbios 31:6 (NBLA)

«En tus manos encomiendo Mi Espíritu»

Jesus Ultimas palabras EspirituEsta profecía la encontramos en Salmos 31:5a

«En tus manos encomiendo mi espíritu; tú me has redimido, oh SEÑOR, Dios de verdad.» — Salmos 31:5 (NBLA)

Esta profecía tuvo cumplimiento en Jesucristo: Estas fueron las últimas palabras de Jesús antes de entregar Su Espíritu (Lucas 23:46), y Jesús omitió el resto del versículo, ya que Él es el redentor, con el sacrificio que hizo en la cruz.

«Y Jesús, clamando a gran voz, dijo: «Padre, en Tus manos encomiendo Mi Espíritu». Habiendo dicho esto, expiró.» — Lucas 23:46 (NBLA)

Cristo durante Su Primera Venida cumplió más de 300 profecías, aquí tan solo le hemos presentado algunas de ellas, y como vimos en la primera parte de esta serie, las probabilidades compuestas, son tan remotas, para que un solo hombre haya cumplido con todas, que solamente Dios podría hacer algo así, son cosas que van más allá de nuestro entendimiento humano. Estadísticamente, no existe nadie más que cumpla con las profecías que Dios nos dio en Su Escrituras para poder reconocer a nuestro Salvador. Prueban que únicamente el verdadero Mesías de Israel las puede realizar, y vemos que estas profecías han sido cumplidas al pie de la letra por Jesucristo, Yeshúa HaMashíaj, el Hijo de Dios, demostrando que Él es exactamente quien dijo ser. Él es nuestro Salvador.

“Ustedes saben que no fueron redimidos de su vana manera de vivir heredada de sus padres con cosas perecederas como oro o plata, sino con sangre preciosa, como de un cordero sin tacha y sin mancha: la sangre de Cristo.” — 1 Pedro 1:18-19 (NBLA)

Esperamos que esta serie de estudios le haya sido de utilidad y que fortalezca su fe.

¡Que Dios los Bendiga!


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