Aproximadamente desde 1960, se ha desarrollado un nuevo campo de investigación: la tanatología. Esta área de estudio observa las experiencias de quienes están a punto de morir e investiga el comportamiento y las experiencias de quienes estuvieron “clínicamente muertos” y que “regresaron” tras labores médicas de resucitación. En esta serie de artículos le presentaremos diversos casos de personas que tuvieron “experiencias cercanas a la muerte”, y por qué pensamos que el diablo ha aprovechado esto para avanzar su agenda de engaño a la humanidad.
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“Así que, por cuanto los hijos participan de carne y sangre, también Jesús participó de lo mismo, para anular mediante la muerte el poder de aquel que tenía el poder de la muerte, es decir, el diablo, y librar a los que por el temor a la muerte, estaban sujetos a esclavitud durante toda la vida”. — Hebreos 2:14 (NBLA)
En 1975, el psiquiatra americano, Raymond Moody, introdujo el término “Experiencias Cercanas a la Muerte” (ECM) en su libro Life After Life (Vida después de la Vida). De acuerdo al NIH (National Institutes of Health), aproximadamente el 17% de las personas que estuvieron a punto de morir reportan haber tenido “experiencias cercanas a la muerte” (ECM). Por lo que, en la actualidad, tan solo en los Estados Unidos se han reportado más de 9 millones de personas que han experimentado este fenómeno, que es tan real, y millones lo han experimentado, que quizás usted mismo conozca a alguien que haya tenido este tipo de experiencias.
“¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh Hades, tu victoria?”. — 1 Corintios 15:55 (JBS)
La Resucitación ha Incrementado los Reportes de las Experiencias Cercanas a la Muerte
Cuando la circulación de la sangre o la respiración de una persona se detienen, cada segundo cuenta. Si el flujo sanguíneo no se restablece en cuestión de minutos, las sensibles células del cerebro mueren en unos 4 a 8 minutos causando un daño permanente, a esto le sigue una muerte gradual de los órganos vitales.
“Porque la vida de toda carne es su sangre; por eso he dicho a los hijos de Israel: ‘No comerán la sangre de ninguna carne, porque la vida de toda carne es su sangre. Todo el que la coma será excluido’”. — Levítico 17:14 (RVA-2015)
Los doctores utilizan los términos “clínicamente muerto”, o con “muerte reversible”, para referirse a pacientes que no respiran y que su corazón ya no late. Este problema lo solucionan con la “resucitación”, que es una técnica de primeros auxilios para ayudar a que una persona que está inconsciente, pueda respirar (con respiración de boca a boca), y simular los latidos del corazón con compresiones torácicas, para restablecer el ritmo cardiaco, en ocasiones con la ayuda de un desfibrilador (es un aparato que se coloca en el pecho para aplicar descargas eléctricas y así restablecer los latidos del corazón).
Aunque desde siglos atrás, se han reportado “experiencias cercanas a la muerte” (ECM), los avances en las técnicas de resucitación han incrementado el número de casos reportados sobre este fenómeno en las últimas décadas.
Las Experiencias Cercanas a la Muerte (ECM)
Los sobrevivientes reportan comúnmente: una sensación de estar fuera del cuerpo, ver una hermosa luz al final de un túnel, encontrarse con un «ser de luz» o con familiares y amigos que ya habían fallecido, ver un mundo maravilloso, cuya descripción va de acuerdo al Cielo de su propia religión particular. Algunos también reportan una revisión de las experiencias de su vida, y que se les da la opción de regresar a su vida terrenal, todo esto lo experimentan con sentimientos de mucha paz, en las que sus dolencias desaparecen.
De los numerosos autores que investigan las “experiencias cercanas a la muerte”, casi ninguno de ellos reporta casos negativos o desagradables, ni mucho menos hablan de las experiencias aterradoras de quienes estuvieron en el infierno. Hay quienes vieron el mismo túnel con la hermosa luz, que luego se convirtió en un horrible anillo de fuego, con una presencia malvada que los llevó directamente al infierno.
“Miren que nadie los lleve cautivos por medio de filosofías y vanas sutilezas, conforme a la tradición de hombres, conforme a los principios elementales del mundo y no conforme a Cristo”. — Colosenses 2:8 (RVA-2015)
Estos autores, al promover solo los casos positivos y gloriosos, están engañando al mundo para que crean que no hay juicio, que no hay consecuencias por las malas acciones en esta vida, que las puertas del Cielo están abiertas de par en par para todo aquel que muere, independientemente de su religión o creencias, apoyando así la creencia del universalismo como lo vimos en nuestro estudio: ¿Acaso Todos los Caminos nos Llevan a Dios? (Parte 2). Estas doctrinas demoniacas son contrarias a las Escrituras. Estos investigadores promueven que la muerte no es el fin, y que el infierno no existe.
[Jesús dice] “No teman a los que matan el cuerpo pero no pueden matar al alma. Más bien, teman a Aquel que puede destruir tanto el alma como el cuerpo en el infierno”. — Mateo 10:28 (RVA 2015)
“Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio” — Hebreos 9:27 (RVR 1960)
La Experiencia del Cardiólogo Dr. Maurice Rawlings
El Dr. Rawlings, especialista en medicina interna y enfermedades cardiovasculares, presenta en su libro Beyond Death´s Door (Más allá de la puerta de la muerte, 1978) una experiencia que le cambió la vida, tanto, que fue la razón por la que decidió escribir su libro. Él pasó de ser un cristiano nominal (de nombre nada más), a volverse un verdadero creyente vuelto a nacer, quien puso su fe en Cristo. Tiempo después, incluso comenzó un ministerio cristiano, para exponer los engaños de las experiencias cercanas a la muerte. Esto es lo que nos relata:
Todo empezó cuando estaba en su consultorio con un paciente, Charles McKaig, un hombre de 48 años, quien como parte de su consulta, se encontraba realizando una prueba de esfuerzo en una máquina caminadora. Lamentablemente su corazón no resistió, y cayó al piso del consultorio. No tenía pulso ni respiración. Entonces cuando el Dr. Rawlings comenzó las labores de resucitación ahí mismo, fue testigo de la aterradora “experiencia cercana a la muerte” que tuvo su paciente:
“Cuando yo interrumpía mi compresión sobre su pecho, el paciente de nuevo perdía la conciencia, sus ojos se iban hacia atrás, arqueaba su espalda en una leve convulsión, dejaba de respirar y se volvía a morir. Cada vez que él recuperaba sus latidos y respiración, el paciente gritaba “¡Estoy en el infierno!” Estaba aterrorizado y me rogaba que lo ayudara. Yo [Rawlings] estaba muerto de miedo. De hecho, este incidente me asustó mucho. Me aterrorizó tanto como para escribir este libro.
Entonces el paciente hizo una petición muy extraña, dijo: “¡No se detenga!”. Verá, la primera cosa que me dicen la mayoría de los pacientes a quienes les hago resucitación cuando recobran el conocimiento es: “¡Quíteme sus manos de mi pecho, me está lastimando!”. Yo soy corpulento y mi método de masajear el corazón externamente a veces fractura costillas.
Pero este paciente me estaba diciendo “¡No se detenga!”. Tenía una expresión en su rostro de estar genuinamente alarmado. Tenía una mirada aterrorizada… sus pupilas estaban dilatadas y estaba sudando y temblando… Entonces pasó otra cosa extraña, dijo: “¿No entiende? ¡Estoy en el infierno! ¡Cada vez que usted se detiene yo voy de regreso al infierno! ¡No me deje ir de regreso al infierno!”.
Estando acostumbrado a pacientes bajo este tipo de estrés emocional, no hice caso a su queja, y le dije “que se guardara lo del “infierno” para sí mismo”… Pero el hombre hablaba en serio, entonces caí en cuenta que realmente estaba en problemas. Estaba con un pánico que nunca antes había visto… el paciente experimentó 3 ó 4 episodios de muerte clínica, tuvo pérdida completa del conocimiento, y sus latidos y su respiración se detuvieron… finalmente me preguntó ¿Cómo me mantengo fuera del infierno?”. — Beyond Death´s Door pág. 4.
El doctor, siendo aún incrédulo, no sabía qué responderle. Sin embargo, le sugirió que hiciera oración. El paciente le dijo que no sabía cómo y le pidió al doctor que orara por él. Cuando terminó su trabajo, el doctor se fue a casa y desempolvó su Biblia, se dio cuenta que necesitaba revisar sus actuales conceptos de la vida y la muerte, buscar respuestas en las Escrituras.
“Busqué al SEÑOR, y Él me oyó; y me libró de todos mis temores”. — Salmos 34:4 (JBS)
[Jesús dice] “De cierto, de cierto os digo: El que oye Mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida”. — Juan 5:24 (RVR-1960)
¿Qué Vio el Paciente en el Infierno?
Un par de días después de lo ocurrido, el doctor fue a visitar al paciente, lo quería entrevistar para que le describiera lo que vio en el infierno. Para su sorpresa el hombre le dijo: “¿Cuál infierno? Yo no recuerdo ningún infierno”. El doctor trató de refrescarle la memoria, recordándole todo lo que pasó 2 días antes, mientras estaba tirado en el piso del consultorio junto a la máquina caminadora, y recibió los primeros auxilios de resucitación.
El doctor estaba impactado al darse cuenta que su paciente ¡No podía recordar nada de los horribles eventos! Al parecer el infierno fue algo tan horrible, tan aterrador y tan doloroso, que su mente no quiso lidiar con eso. Sin embargo, sí recordó la oración que el doctor y él hicieron juntos. El paciente no recordaba lo que sucedió en el infierno, pero sí recordaba haber estado de pie, fuera de su cuerpo, y viendo al doctor y a las enfermeras trabajando sobre él en el piso. También recordó haber visto a familiares que ya habían fallecido. Este encuentro sucedió en un hermoso valle verde, con hermosos colores, iluminado por una gran luz, fue una experiencia muy placentera.
“Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?”. — Jeremías 17:9 (RVR-1960)
“El que confía en su propio corazón es un necio, pero el que camina con sabiduría será librado”. — Proverbios 28:26 (RVR-1995)
Antes de esta experiencia, el paciente no se interesaba mucho en cuestiones religiosas, sin embargo, después de que supo lo que le dijo el doctor, y recapacitó, se convirtió en un creyente en Jesucristo y ha dado testimonio de lo que le sucedió.
Rawlings dice: “Antes yo era un cínico. Para mí, los pacientes que reportaban una ECM estaban un poco locos. Yo era un cardiólogo escéptico respecto a las cosas espirituales”. — To Hell and Back (Al Infierno y de Regreso) pág. 30. Puede ver su video en YouTube.
Gracias a esta horrible experiencia, tanto el doctor como el paciente se hicieron creyentes vueltos a nacer. Y nosotros podemos aprender de su experiencia. Solo piense: ¿Quién se beneficiaría de que el paciente solo recordara una experiencia de paz y felicidad? Satanás, porque el doctor hubiera seguido escéptico y el paciente tendría la seguridad de que podía seguir viviendo con su vida de pecado, porque supuestamente cuando muriera “iría al Cielo”. Así que, ambos hubieran seguido en rebeldía al SEÑOR.
“Entonces dirá también a los de su izquierda: “Apártense de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles… Entonces irán estos al tormento eterno, y los justos a la vida eterna”. — Mateo 25:41, 46 (RVA-2015)
La Falsa Visión de Charlie McKaig
Nosotros deducimos que Satanás hizo que el paciente del Dr. Rawlings, Charlie McKaig, olvidara por completo su experiencia del infierno, y además le implantó un “recuerdo” alterno falso y placentero, como una visión de algo que nunca sucedió. Por eso, no podía recordar que estuvo en el infierno, pero sí podía recordar una experiencia “fuera de su cuerpo” que fue placentera y sin dolor, de haber estado en un campo verde, haber visto familiares ya fallecidos, etc. Deducimos que el paciente probablemente, sí estuvo en el infierno, y que el ETERNO le permitió regresar.
“Tus profetas vieron para ti visiones vanas y sin valor. No expusieron tu pecado para así evitar tu cautividad, sino que vieron para ti visiones proféticas vanas y engañosas”. — Lamentaciones 2:14 (RVA-2015)
No tendría nada de extraño el que Satanás le hubiera robado el recuerdo al paciente sobre el infierno, porque podemos ver que se trata del mismo mecanismo del que nos advirtió Cristo, cuando nos dijo que Satanás puede robarles a las personas la Palabra que fue sembrada en su corazón (Mateo 13:18-19), y por lo que hemos visto con esta experiencia, podemos deducir que también les puede robar recuerdos completos a las personas de lo que han vivido.
[Jesús dice] “Ustedes, pues, escuchen la parábola del sembrador. A todo el que oye la palabra del reino y no la entiende, el maligno viene y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es aquel en quien se sembró la semilla junto al camino”. — Mateo 13:18-19 (NBLA)
Esta es otra forma en la que el diablo continúa engañando al mundo entero. Porque si permite que las personas reporten lo que vieron en el infierno, corre el riesgo de que haya personas que sí crean su testimonio, acerca de que el infierno es real, y que regresen a Dios. Por eso, el enemigo busca por todos los medios de borrarles esos recuerdos, e intercambiarlos por “experiencias cercanas a la muerte” positivas y engañosas.
¿Por qué se le Permite a Satanás Andar Suelto?
Podemos deducir que una de las razones por las que el Todopoderoso ha permitido que Satanás y sus espíritus demoniacos sigan libres, es porque les permite que sean Sus agentes para llevar a cabo las maldiciones por desobediencia, como las mencionadas en Deuteronomio 28. El odio de estos demonios hacia las personas les permite ser crueles y ejercer opresión sobre los pecadores. Dentro de las maldiciones descritas están: la locura y la confusión (Deuteronomio 28:28-29).
“Te herirá el SEÑOR con locura, con ceguera y con turbación de corazón; y andarás a tientas a mediodía como el ciego anda a tientas en la oscuridad, y no serás prosperado en tus caminos; más bien serás oprimido y robado continuamente, sin que nadie te salve.” — Deuteronomio 28:28-29 (NBLA)
Es muy probable que el mecanismo de estas maldiciones sea que los demonios les roben a esas personas sus recuerdos, les implanten visiones falsas y miedos (turbación de corazón), estos espíritus harán que escuchen voces como en 2 Reyes 19:6-7, y confunden los pensamientos de estas personas. Por eso, ni la psicología ni la psiquiatría pueden curar estos problemas, porque su origen es espiritual. Solo Cristo puede sanar a estas personas.
“E Isaías les respondió: Así diréis a vuestro señor: Así dijo el SEÑOR: No temas por las palabras que has oído, con las cuales me han blasfemado los siervos del rey de Asiria. He aquí Yo pongo en él un espíritu, y oirá rumor, y volverá a su tierra; y Yo haré que en su tierra caiga a espada”. — 2 Reyes 19:6-7 (JBS)
“Por esto Dios les enviará un poder engañoso, para que crean en la mentira, a fin de que sean juzgados todos los que no creyeron en la verdad sino que se complacieron en la iniquidad”. — 2 Tesalonicenses 2:11-12 (NBLA)
En nuestro siguiente estudio continuaremos viendo cómo la ciencia intenta dar respuesta al fenómeno de las experiencias cercanas a la muerte desde el punto de vista físico, médico y psicológico. Veremos que la Biblia nos describe una experiencia cercana a la muerte y lo efectivo que fue para que se cumpliera la voluntad del SEÑOR. Hablaremos de cómo y por qué Satanás promueve las experiencias “fuera del cuerpo”. También describiremos las devastadoras consecuencias de los reportes de las falsas experiencias positivas, que promueven los supuestos “investigadores” de este campo, quienes en su mayoría, lamentablemente terminan como médiums o espiritistas y se involucran en otras formas de ocultismo.
“Porque no seamos engañados de Satanás: pues no ignoramos sus maquinaciones”. — 2 Corintios 2:11 (RVA)
Por eso, como creyentes, debemos identificar los engaños del diablo y exponerlos, debemos ser astutos en el mundo (Mateo 10:16), sin juzgar con nuestra propia vista (2 Corintios 5:7), ni confiar en nuestro propio entendimiento (Proverbios 3:5), sino confiar en el SEÑOR y guiarnos por Su Palabra.
“Porque andamos por fe, no por vista”. — 2 Corintios 5:7 (RVA 2015)
¡Que Dios los bendiga!