En el artículo anterior comenzamos el tema sobre las enfermedades hereditarias, vimos el caso de la lepra generacional provocada por el pecado de Guejazí, y también que la causa más probable del “Síndrome de Lubag”, es la brujería practicada por sus ancestros. Ahora hablaremos brevemente sobre la evidencia de que la iniquidad ancestral puede resultar en el desarrollo de la enfermedad de Huntington para sus descendientes. También hablaremos sobre las serias implicaciones espirituales al realizar actividades aparentemente inofensivas, como el asistir a shows de magia y hasta visitar algunos museos. En este estudio queremos advertirle de estos peligros para que no caiga en maldiciones, y para ello, todo creyente necesita estar informado sobre los engaños del enemigo.
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La Enfermedad de Huntington

Esta enfermedad es llamada así por el médico George Huntington (1850-1916). Es un trastorno del sistema nervioso caracterizado por movimientos involuntarios, debido a contracciones musculares involuntarias, irregulares y espasmódicas. Esto causa una falta de coordinación en los brazos, las piernas y la cara. Las personas sufren convulsiones, tics, sacudidas, y temblores todo el tiempo. El doctor Huntington encontró lo siguiente sobre esta enfermedad:
- Es hereditaria: si el padre o la madre tiene la enfermedad, entonces uno o más de sus hijos heredará la enfermedad.
- Hay una tendencia a la locura, y hasta al suicidio. Causa que la mente de las personas se vaya deteriorando.
- Esta enfermedad es incurable, y
- Empieza a manifestarse usualmente entre los 30 y 40 años de edad.
Evidencia de Brujería Ancestral

Así como en el Síndrome de Lubag que vimos en el artículo anterior, en la enfermedad de Huntington, también podemos encontrar antecedentes de brujería entre los ancestros de las personas afectadas. El doctor William Bateson (1861–1926) se dio cuenta que la enfermedad de Huntington era hereditaria y empezó a investigar el árbol genealógico de sus pacientes. Y no fue sino hasta 1932, cuando el Dr. Vessie, quien continuó con esta investigación, descubrió que la enfermedad podía ser rastreada a 3 hombres.
En 1630, un puritano y el miembro del parlamento inglés, Herbert Pelham, llegó a Salem, Massachusetts, con una flota de 11 embarcaciones. Entre sus sirvientes había 3 hombres de los condados de Essex y Suffolk, Inglaterra, que son regiones famosas por su brujería. El Dr. Vessie encontró que antes de que se manifestara la enfermedad de Huntington en estos 3 hombres, eran unos criminales que cometieron fraudes, robos, bestialidad, insurrección y blasfemias. Hay registros judiciales de que al menos 7 de sus hijas y nietas fueron sentenciadas por ser brujas que presentaban “movimientos violentos y agitaciones en su cuerpo”. Estos síntomas, después serían conocidos como la enfermedad de Huntington.
También encontró registros criminales y de brujería en los descendientes de estos 3 hombres hasta la séptima generación. A lo largo de tres siglos, se sabe que cerca de 1,000 descendientes de estos colonos originales presentaban la enfermedad de Huntington.
“Sobre ti vendrán todas estas maldiciones. Te perseguirán y te alcanzarán hasta que perezcas, porque no habrás escuchado la voz del SEÑOR tu Dios, a fin de guardar los mandamientos y los estatutos que Él te ha mandado. Y serán en ti señal y prodigio, y también en tu descendencia, para siempre”. — Deuteronomio 28:45-46 (RVA 2015)
Las Advertencias en las Escrituras
YAHWEH nos advierte en Deuteronomio 28, que la desobediencia a Sus mandamientos, será castigada precisamente con locura y con enfermedades incurables, enfermedades que van de pies a cabeza (Deuteronomio 28:35). Por eso, no es coincidencia que el doctor Huntington describa a esta enfermedad como incurable, y mencione que las personas tienden a la locura y al suicidio.
“Te herirá el SEÑOR con locura, con ceguera y con turbación de corazón”. — Deuteronomio 28:28 (NBLA)
“Entonces el SEÑOR hará horribles tus plagas y las plagas de tus descendientes, plagas severas y duraderas, y enfermedades perniciosas y crónicas. Y traerá de nuevo sobre ti todas las enfermedades de Egipto de las cuales tenías temor, y no te dejarán. También el SEÑOR traerá sobre ti toda enfermedad y toda plaga que no están escritas en el libro de esta ley, hasta que seas destruido”. — Deuteronomio 28:59-61 (NBLA)
Las Maldiciones en las Pruebas Genéticas

Al investigar sobre esta enfermedad, encontré otra forma en la que se manifiestan maldiciones sobre los descendientes de estos brujos. Quienes tienen familiares directos enfermos de Huntington, saben que ellos mismos pueden ser portadores de esta terrible mutación genética, y viven con esa preocupación. Su vida gira alrededor de si deben o no hacerse las pruebas genéticas que supuestamente pueden determinar si son portadores o no de la enfermedad. Estas pruebas pueden costar hasta $4,000 dólares.
Sin embargo, no veo que nadie de ellos hable de acercarse a Cristo para buscar sanación. Considere que esta enfermedad, por lo regular se manifiesta después de los 30 años, esto significa que estas personas tienen la oportunidad de enmendar y de enderezar sus vidas de pecado. Y esperar así que por la gracia de Elohim (Dios en hebreo), se rompan las maldiciones generacionales y sean sanados antes de que se manifieste la enfermedad.
Lamentablemente, esta enfermedad pasa de generación en generación. El pecado de los padres se refleja después en los hijos. Ya que, en la actualidad, los hijos toman una postura de ser las víctimas y se quejan de que la pasaron muy mal durante su niñez, porque sus padres, antes de padecer de Huntington, fueron egoístas, alcohólicos, drogadictos, criminales y suicidas. Los mismos comportamientos de los 3 sirvientes que llegaron a Salem en los 1600s. Muy probablemente, esta nueva generación heredará los mismos malos comportamientos de sus padres. Este ciclo vicioso solo puede ser roto con la ayuda de Jesucristo.
Además, otra parte de la maldición sobre los descendientes de enfermos de Huntington, es la terrible práctica de las llamadas “pruebas prenatales”. Los futuros papás acuden a clínicas de fertilidad, donde se les hacen pruebas genéticas a los óvulos fertilizados, para determinar si los bebés tienen la “mutación genética de Huntington”, y matan a todos los bebés que la tengan. Esto solo empeora su situación al agregar el asesinato a su lista de pecados. Mi humilde sugerencia es que mejor se ahorren ese dinero de las pruebas genéticas y que se acerquen a Cristo, quien es el único que verdaderamente los puede ayudar.
Ataque del Enemigo

En los Evangelios encontramos varias historias de personas endemoniadas, quienes eran sacudidos, que se convulsionaban y tenían movimientos involuntarios. En Marcos 9:17-29, un joven padecía estos síntomas desde su niñez, e incluso el demonio lo arrojaba al fuego y al agua, para que muriera. En los Evangelios no se nos informa la razón por la que las personas terminaron demonizadas, pero sí sabemos que es a causa del pecado, ya sea de ellos, o de sus ancestros, o de ambos, y por eso viven bajo maldición. La Biblia nos dice que lo único que liberó a estas personas de sus maldiciones, fue la fe en Jesucristo.
Vi diferentes foros en internet sobre personas que piensan que el Huntington se les puede manifestar, y se ve que viven aterrados sobre hacerse o no la prueba y los que la han hecho, ponen toda su fe en el resultado que obtienen. Los terribles efectos del resultado, se pueden comparar a la adivinación, para quienes reciben la noticia de que son portadores de la enfermedad, porque incluso por sugestión, van a buscar el cumplimiento de esa predicción y según estadísticas, estas personas terminan con pensamientos suicidas antes de que se manifieste la enfermedad.
También en el caso de Judas Iscariote, quien traicionó a Cristo. La Escritura nos informa que el diablo entró en él (Lucas 22:3; Juan 13:27), así se aseguró de que arrestaran a Cristo, y después orilló a Judas para que se suicidara. Él murió de una forma horrible (Mateo 27:3-5; Hechos 1:16-20). Con lo anterior podemos suponer que los pensamientos suicidas son causados por demonios. Por lo que, la locura y los pensamientos suicidas que son parte de la enfermedad de Huntington, ¿Acaso se trata de la influencia de demonios que fueron transferidos de una generación a otra?
Considere que, diferentes pecados ancestrales van a provocar diferentes enfermedades genéticas, algunas pueden ser a causa de brujería, otras a causa de idolatría, realmente no se sabe qué pudieron haber hecho los familiares, aún en la actualidad, incluso si uno pudiera hablar con ellos, no van a andar confesando sus pecados.
Lo que sí se puede hacer, es acercarse a Cristo de manera personal, y guiar a otras personas para que también se acerquen a Él para que los sane. También se debe hacer oración pidiendo perdón por los pecados de los ancestros, renunciar a las actividades del ocultismo, y pedir la liberación de estas maldiciones en el nombre de Jesucristo. ¿Acaso hay alguna enfermedad que YAHWEH no cure? Podemos deducir que las enfermedades llamadas incurables, permanecen así porque las personas siguen sin arrepentirse y sin acercarse al SEÑOR. Si es así, mueren en sus pecados.
Las Escrituras declaran que Jesucristo andaba sanando todo tipo de enfermedades. La puerta está abierta hoy en día para quienes se acercan a Él con fe y con arrepentimiento.
“Y Jesús iba por toda Galilea, enseñando en sus sinagogas, proclamando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo”. — Mateo 4:23 (NBLA)
“Y al atardecer, le trajeron muchos endemoniados; y expulsó a los espíritus con Su palabra, y sanó a todos los que estaban enfermos”. — Mateo 8:16 (NBLA)
Usted podrá decir que yo hago mucho énfasis en culpar a la brujería como la causante de muchas enfermedades. La Biblia la prohíbe bajo pena de muerte (Éxodo 22:18; Levítico 20:27). La brujería es terrible porque es una idolatría por los poderes de Satanás.

El enemigo sabe que todos los que se involucren con la magia caerán bajo maldición, y por eso la promueve en las caricaturas de Disney, para que la magia sea codiciada desde que uno es pequeño. Hace que la adivinación se vea muy inocente con los horóscopos. Atractiva y de fácil acceso con videos que enseñan brujería en YouTube. Aquí en México los postes de las calles están llenos de anuncios con servicios esotéricos, lecturas de cartas del Tarot, y otros servicios de brujería y curandería espiritista. Si uno va a una tienda de libros secular, no venden Biblias, pero sí venden libros de brujería.
“Por tanto, este es el fundamento para juzgar: que la Luz se ha manifestado en el mundo, y sin embargo, los hombres amaron más la oscuridad que la Luz, porque sus acciones eran malvadas. Porque todo aquel que practica lo malo odia la Luz, y no se acerca a la Luz, para que sus acciones no sean reprendidas”. — Juan 3:19-20 (LSP)
“Y no tengan ninguna participación en las infructuosas obras de las tinieblas sino, más bien, denúncienlas”. — Efesios 5:11 (RVA 2015)
Los Peligros de los Shows de Magia

Por otro lado, no se deje engañar por los shows de magos, aunque se llamen a sí mismos “ilusionistas”, o “mentalistas”, que son presentados como inofensivos y como mero entretenimiento. Más bien, quisiera recomendarle no presenciar ningún show de magia, y mucho menos de los magos famosos como los de Houdini, David Copperfield, Chris Angel, porque muy probablemente estará presenciando los poderes del enemigo a través de estos médiums. Seguramente, puede esperar lo mismo de otros magos que se presentan en Las Vegas y que hacen giras con sus shows. Incluso si se trata de shows de magia en la calle o en reuniones sociales, le recomiendo que no se detenga a verlos.
Si quiere más información sobre este tema, puede ver este video de Youtube, a pesar de ser un video católico, tiene mucho contenido que advierte sobre los peligros de los shows de magia.
La magia es una copia que hace Satanás para imitar los milagros de YAHWEH. El propósito de los milagros es el manifestar el poder de Elohím para que la gente sea salvada (Marcos 16:20; Hebreos 2:3-4). Pero el objetivo de la magia es para que pierdan su salvación, vivan bajo maldiciones y opresión demoniaca (Mateo 24:24; 2 Tesalonicenses 2:9). La magia de Egipto alcanzó tal nivel de maldad, que sus maldiciones todavía están afectando a las personas en la actualidad. Por eso, me gustaría alertarlo, porque estas maldiciones pueden afectar hasta a los cristianos, sin que se den cuenta.
“El faraón también llamó a los sabios y a los hechiceros, y también ellos, los magos de Egipto, hicieron lo mismo con sus encantamientos. Cada uno echó su vara, las cuales se convirtieron en serpientes; pero la vara de Aarón se tragó las varas de ellos”. — Éxodo 7:11-12 (RVA-2015)
“No sea hallado en ti nadie que haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni hechicería, o que sea agorero, o hechicero, o encantador, o adivino, o espiritista, ni quien consulte a los muertos. Porque cualquiera que hace estas cosas es abominable a YAHWEH; y por causa de estas abominaciones YAHWEH tu Elohím expulsará a esas naciones de delante de ti”. — Deuteronomio 18:10-12 (NBLA)
Los Peligros en los Museos

Los museos, como atracciones turísticas, siempre habían ocupado una de las posiciones más importantes en mi lista de lugares a visitar cuando visitaba una nueva ciudad. Muchas veces planeaba viajes en torno a ir a visitar cierto museo. Me gustaba la arquitectura de esos lugares, me parecía un buen pasatiempo y me hacía sentirme muy intelectual. Sin embargo, no me había dado cuenta de que un museo pudiera ser un lugar espiritualmente peligroso. ¿Acaso todos los museos son peligrosos? No necesariamente. Sin embargo, quisiera advertirle sobre los peligros que se puede encontrar en ciertos museos o en ciertas áreas de exhibición.
La palabra museo proviene del latín “museum”, que significa “lugar consagrado a las musas”. En la antigua religión pagana de Grecia, que ahora se llama “mitología”, las musas eran las deidades que inspiraban la literatura, las ciencias y las artes. En otras palabras, estamos hablando de que un museo es el lugar que consagra a ídolos antiguos y a los demonios, quienes eran las fuentes de inspiración para estas artes paganas.
Hay museos, especialmente los de historia, que gran parte de lo que exhiben son ídolos de diferentes culturas paganas. Pero, ¿qué es lo que nos dicen las Escrituras que hagamos con los ídolos? Nos dicen que deben ser destruidos.
“Pero así harán ustedes con ellos: derribarán sus altares, destruirán sus pilares sagrados, y cortarán sus imágenes de Asera, y quemarán a fuego sus imágenes talladas. Porque tú eres pueblo santo para el SEÑOR tu Dios; el SEÑOR tu Dios te ha escogido para ser pueblo Suyo de entre todos los pueblos que están sobre la superficie de la tierra”. — Deuteronomio 7:5-6 (NBLA)
“No te inclinarás a sus dioses, ni los servirás, ni harás como ellos hacen; antes los destruirás del todo, y quebrantarás enteramente sus estatuas”. — Éxodo 23:24 (RVA)
Sin embargo, los museos hacen lo opuesto: en lugar de destruirlos, más bien, están en el negocio de promover la idolatría antigua bajo el pretexto de que es algo “cultural”, y hasta que “son las raíces” de una región, cultura o hasta de un país. Financian la excavación de los ídolos, su restauración, y exhibición en lugares de honor, usualmente dentro de vitrinas.
Algo que he observado es que, muchas de estas estatuas son colocadas estratégicamente en lugares altos, y los rótulos con su descripción son colocados en la parte inferior de la estatua. De esta forma, si alguien quiere leer ese texto, tiene que inclinarse ante el ídolo. Por exagerado que esto pueda parecer, el Segundo Mandamiento es claro, YAHWEH dice que no nos inclinemos ante los ídolos (Éxodo 20:5). Entonces, necesitamos reconocer estos trucos que utiliza el enemigo para engañar hasta a los cristianos. Por tanto, si alguien paga una entrada de admisión a uno de estos museos, está financiando la promoción de la idolatría.
Dios dice que ni siquiera debemos mencionar los nombres de los ídolos. Sin embargo, los museos promueven la idolatría de diferentes formas, incluyendo vender mercancía con las imágenes de estos ídolos en su tienda de souvenirs. Si las personas compran estos productos, se están llevando objetos malditos a su casa.
“Y en cuanto a todo lo que les he dicho, estén alerta; no mencionen ni se oiga en sus labios el nombre de otros dioses”. — Éxodo 23:13 (NBLA)
“No meterás en tu casa ninguna cosa abominable, para que no seas anatema [maldito] juntamente con ella. La detestarás del todo y la abominarás, porque es anatema [maldición]”. — Deuteronomio 7:26 (RVA 2015)
La Exhibición de Arte Egipcio

Rebecca Brown, cuyos libros recomiendo, habla en su libro Maldiciones sin Quebrantar, sobre los peligros de visitar museos, particularmente advierte sobre la exhibición de los objetos de la tumba del faraón Tutankamón. Rebecca, desconociendo estos peligros, en su juventud visitó esta exposición proveniente de Egipto cuando estuvo de gira en los Estados Unidos. A partir de ahí su salud empeoró, tuvo enfermedades graves, una tras otra, durante los siguientes 13 años.
Ella no había relacionado sus problemas de salud con su visita a la exposición de Tutankamón. Sino que años después, ya que estaba casada, mientras platicaba con su esposo Daniel, casualmente le platicó sobre haber visto tales objetos, entonces su esposo la alertó del problema.
Le informó que, antiguamente en Egipto para proteger las tumbas de los faraones contra los ladrones, los hechiceros egipcios habían hecho poderosos conjuros, de modo que cualquier persona que abriera la tumba, que entrara en ella, o que siquiera viera los objetos que había en ella, inmediatamente quedaba bajo una poderosa maldición de muerte y destrucción sobre su vida, colocada por estos magos egipcios, quienes contaban con la ayuda de espíritus malignos que eran puestos para guardar los objetos en la tumba. Quizás haya escuchado la historia de cómo murieron misteriosamente todos los involucrados en la excavación de la tumba de Tutankamón.
La antigua magia egipcia es muy peligrosa, y las maldiciones en las tumbas siguen afectando hasta nuestros días, incluso a quienes por ignorancia, se contaminan espiritualmente al visitar museos donde se exhiben tales objetos malditos. Estas maldiciones pueden llegar a afectar incluso a cristianos, como le sucedió a Rebecca.
Me gustaría concluir esta serie sobre las maldiciones con lo que hizo Rebecca una vez que se dio cuenta del problema:
“Por haber ido a ver los objetos de la tumba del rey Tutankamón, fue colocada sobre mi vida una poderosa maldición de destrucción. Como yo pertenecía al SEÑOR, Él no permitió que los demonios me mataran, pero sí me causaron sufrimientos durante muchos años.
Tan pronto como me di cuenta de lo que había hecho, me senté en la cama y enseguida le pedí perdón al SEÑOR por haber ido a ver esa exposición sin preguntarle si era voluntad de Él que lo hiciera. Luego, ejercí autoridad sobre la maldición y ordené que fuera quebrantada en el nombre de Jesucristo. Y para terminar, ordené a todos los espíritus malignos que tenían que ver con esa maldición que, de inmediato y para siempre, se apartaran de mí en el nombre de Jesucristo.
¡Qué cambio tan grande se produjo! Mi salud comenzó a mejorar desde ese momento, y no he tenido ninguna enfermedad de importancia desde entonces. En realidad, rara vez me enfermo, y casi nunca pesco un resfriado. Ahora me siento más fuerte y más saludable, como nunca me había sentido en toda mi vida. ¡Alabado sea el SEÑOR!” — Rebecca Brown, Maldiciones sin Quebrantar, págs. 68-69
Esperamos que estos estudios le sirvan para descubrir esta faceta de cómo es que el enemigo ataca inclusive a los creyentes, y para que evite caer en maldiciones, las rompa si las hay en su vida o en la de su familia, y viva bajo la bendición de YAHWEH.
¡Que Dios los bendiga!
Referencias bibliográficas:
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