Quizás haya notado que ahora la palabra de moda es la Inteligencia Artificial (IA), estamos siendo bombardeados con la propaganda sobre esta supuesta “maravillosa tecnología”, que está produciendo una nueva revolución industrial y social, y que nos guste o no, cambiará nuestra forma de vivir. Todos los días, escuchamos sobre IA en las noticias, reportándonos sobre sus avances y beneficios, algunos incluso ya la están utilizando todos los días como parte de su rutina. Se dice que esta tecnología nos permitirá alcanzar una “existencia utópica”, es decir, vivir como en un sueño. Otros consideran a la Inteligencia Artificial (IA) como la “mayor amenaza existencial” para la humanidad.
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La Utopía de la Inteligencia Artificial
Uno de los portavoces de la propaganda sobre la Inteligencia Artificial, el autor Mark Beckman, menciona en su libro Some Future Day: How AI is going to change everything, (Un Día en el Futuro: cómo la IA lo cambiará todo) que la Inteligencia Artificial es el catalizador que hará que pasemos de la actual Era de la Información, a lo que él llama la “Era de la Imaginación”, donde casi todo lo que uno imagine será posible. Basado en las ideas que el mundo actualmente está promoviendo sobre la IA, quisiera presentarle el siguiente relato imaginario para su consideración, a manera de historia. Incluye elementos reales, que supuestamente serán posibles en lo que ahora llaman la era de la imaginación:
Un día Juan regresó a casa temprano, porque quería darle la buena noticia a su esposa sobre los avances de su nuevo negocio que estaba iniciando. Él le dijo a su esposa: “Estoy asombrado de todo lo que hizo el agente IA para emprendedores que estoy utilizando. En cuestión de segundos diseñó una nueva línea de productos en base a las especificaciones que le di. Encontró una fábrica que estuvo de acuerdo en producirlos.
También diseñó la campaña publicitaria en diferentes redes sociales para llegar a los clientes objetivo. Definió la mejor estrategia de venta, al hacer una preventa de los productos, para minimizar todo riesgo, y así asegurar el capital y los préstamos bancarios. Así solo se produciría lo que ya fue vendido. Asegurándose de que todo el proceso fuera respetuoso con el medio ambiente.
Además, diseñó la página web de mi nueva compañía, y es tan atractiva y segura, como la de las grandes compañías con las que ahora puedo competir. Los clientes pueden ver los productos y probarlos virtualmente. Pueden pagar con criptomonedas, por lo que puedo tener clientes a nivel mundial. Inclusive, el agente IA ya definió el plan de distribución y de entregas más eficiente de los productos.
En cuestión de unas horas, toda la compañía ya fue creada, y cuenta con la aprobación de las autoridades. Se lanzó la campaña de ventas, y por cierto, antes de salir de la oficina para venir a comer, los productos ya comenzaron a venderse, de hecho, ya tenemos cientos de órdenes”.
La esposa le dijo: “¡Estas son excelentes noticias, qué felicidad! ¡Esto hay que celebrarlo! Déjame le digo al robochef que prepare el menú que me propuso en la mañana. Son las recetas de los platillos que le sirvieron al rey de Inglaterra por su cumpleaños. El robochef las descargó y ya mandó pedir los ingredientes. Era una sorpresa que te tenía, y esta ocasión lo amerita”.
Juan le respondió: “Solo gracias a las conexiones de un robot con IA podríamos comer como reyes. Sí, pídele al robot que prepare esos manjares. ¡Vamos a celebrar!”.
Su esposa le dijo: “No eres el único que está emprendiendo un nuevo negocio. Luis me dijo que quiere empezar a desarrollar videojuegos, ¿por qué no vas y hablas con él mientras preparan la comida?”.
Juan subió al cuarto de su hijo, quien le platicó acerca de sus planes sobre los videojuegos. Sorprendido por la madurez que su hijo había alcanzado a su corta edad gracias a IA, regresó a platicar con su esposa. Le dijo: “Tenías razón, Luis y sus amigos están trabajando con un agente de IA para desarrollar un videojuego que es una mezcla de Fortnite y Roblox. De hecho, me enseñó en el juego, la parte donde puedes asistir con tus amigos a un concierto. La escena mostraba a unos demonios gigantes cantando en el escenario, y podía ver a sus amigos bailando. Le pregunté sobre los demonios. Luis me dijo que esto es lo que le gusta a la gente.
Le dije que estaba muy orgulloso de él y que me gustó mucho el videojuego que estaba haciendo con la Inteligencia Artificial, porque todo se veía muy real”.
Juan reflexionó con su esposa: “Es increíble lo que la imaginación de un niño puede hacer con la Inteligencia Artificial”. Su esposa le respondió: “Sí, la Inteligencia Artificial le ha ayudado a Luis, le ha dado un propósito en su vida, lo mantiene ocupado. A mí el psiquiatra IA, me ha ayudado con mis problemas de ansiedad, es muy buen consejero, me entiende.
Hablando de IA, se me había olvidado decirte, fíjate que María me dijo que ya no le interesa aplicar a Harvard. Me dijo que prefiere un implante de Neuralink, porque así puede descargar toda la información sobre la carrera que quiere estudiar, hasta nivel doctorado, a una fracción del costo. Ella siempre tan considerada, no quiere que gastemos. ¡Imagínate tener tu título de doctorado en minutos! ¡Cuántos años nos llevó a nosotros estudiar nuestras carreras! ¡Qué tiempos aquellos! Igual y yo también hago lo mismo y me descargo otra carrera, siempre quise ser arquitecta”.
Juan le dice a su esposa: “Recuerdas cuando la gente se oponía a los desarrollos de la Inteligencia Artificial, diciendo que terminaríamos como en las películas de Terminator, donde la IA de Skynet, y luego la de “Legión”, iban a acabar con la humanidad. Qué bueno que nuestros gobernantes no hicieron caso a esos manifestantes anticuados y permitieron y financiaron todos estos desarrollos, y por eso ahora vivimos muy felices en la era de la imaginación y de la abundancia”.
Este relato quizás le parezca algo exagerado, sin embargo, hay un dicho que dice que “la realidad supera la ficción”. Adentrémonos ahora a las profundidades de la IA.
¿Qué es la Inteligencia Artificial?
No hay un consenso, pero la definición más común es: “la Inteligencia Artificial implica el estudio, el diseño y la construcción de agentes inteligentes capaces de alcanzar objetivos”. Cabe mencionar que la inteligencia humana es multidimensional, corpórea y socialmente integrada. Algo muy diferente, y que va más allá de la visión de la Inteligencia Artificial, que está orientada principalmente a los objetivos en los que se enfocan sus desarrolladores.
“Porque el SEÑOR da sabiduría, de Su boca vienen el conocimiento y la inteligencia”. — Proverbios 2:6 (NBLA)
“Mira, solo esto he hallado: Que Dios hizo rectos a los hombres, pero ellos se buscaron muchas artimañas”. — Eclesiastés 7:29 (NBLA)
La Inteligencia Artificial (IA) son programas informáticos que pueden recibir información, procesar los datos y ejecutar alguna acción en respuesta. La IA piensa por medio de instrucciones codificadas o algoritmos (una serie de pasos para resolver un problema) conocidos como de “aprendizaje automático”. De esta manera, el sistema “aprende” de experiencias pasadas, sin requerir instrucciones adicionales de programadores humanos.
“Porque está escrito: «Destruiré la sabiduría de los sabios, y el entendimiento de los inteligentes desecharé». ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el que sabe discutir en este siglo? ¿No ha hecho Dios que la sabiduría de este mundo sea necedad?”. — 1 Corintios 1:19-20 (NBLA)
La Base de la Inteligencia Artificial se basa en el aprendizaje automático. Este requiere del “aprendizaje profundo” y de “redes neuronales artificiales” (RNA) (capas de nodos informáticos interconectados) donde se reciben y analizan conjuntos masivos de datos para obtener información o conocimiento relevante, y éste se transmite cuando es solicitado. Realmente, lo que el mundo llama inteligencia no se parece a lo que la Biblia nos enseña que es la verdadera sabiduría. Mas bien, esto parece un camino de perdición, porque está basado en parte en mentiras humanas, como veremos a continuación.
“¡Oh, cuánto amo yo Tu ley! Todo el día es ella mi meditación. Me has hecho más sabio que mis enemigos con Tus mandamientos, porque siempre están conmigo… De Tus mandamientos he adquirido inteligencia; por tanto, he aborrecido todo camino de mentira”. — Salmos 119:97-98, 104 (RVR- 1960)
La Inteligencia Proviene de YAHWEH
Como vimos en nuestro artículo Los 7 Espíritus del SEÑOR – Entendimiento (Parte 1), la palabra hebrea בִּינָה – biná, que significa entendimiento, inteligencia, “especialmente hábil para aprender”. Dios proveyó a cada persona con una mezcla de Su Espíritu de Entendimiento, Sabiduría y Conocimiento. Esto es a lo que el mundo llama inteligencia. Sin embargo, la Biblia nos dice que el propósito verdadero de la “inteligencia” es buscar a Dios (Salmos 14:2; Romanos 3:11; Jeremías 9:24; Efesios 1:17-18), conocerlo, saber que Él es Espíritu, y que necesitamos tener una relación espiritual con Él. Sin embargo, como vemos, la Inteligencia Artificial no tiene este objetivo.
“En cambio, la sabiduría que procede de lo alto es primeramente pura; luego es pacífica, tolerante, complaciente, llena de misericordia y de buenos frutos, imparcial y no hipócrita. Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz”. — Santiago 3:17-18 (RVA-2015)
“Y no se adapten a este mundo, sino transfórmense mediante la renovación de su mente, para que verifiquen cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno y aceptable y perfecto”. — Romanos 12:2 (NBLA)
Desde el Jardín del Edén, Adán y Eva codiciaron el conocimiento fuera del que Dios les proveyó. Aunque, Adán realmente debió haber sido el hombre más inteligente que ha existido, como lo vimos en Génesis 2:18-20 — Adán les pone nombre a todos los animales. Él deseó el conocimiento del fruto del Árbol del Conocimiento del Bien y el Mal. Cuando comió de él, pecó al desobedecer a YAHWEH. Actualmente, vemos el mismo comportamiento en los seres humanos, están buscando un conocimiento fuera del SEÑOR. Creen que la tecnología de la Inteligencia Artificial les va a resolver todos sus problemas existenciales, y que va a crear el mundo perfecto.
“Si alguno de ustedes requiere de sabiduría, pídasela a Dios, y Él se la dará, pues Dios se la da a todos en abundancia y sin hacer ningún reproche”. — Santiago 1:5 (RVC)
Pero como vimos con Adán, todo nuevo conocimiento trae consigo el bien y el mal. Aunque existe el conocimiento del bien, de todos los beneficios que la Inteligencia Artificial puede traer a la humanidad, ya que podría ser una herramienta que nos ayudaría a mejorar nuestras vidas. También está la parte del conocimiento del mal inherente en esta nueva tecnología. Lamentablemente, el corazón del hombre caído tiende naturalmente hacia el mal, incluso a perseguir de manera inapropiada el deseo de ser “como Dios” (Génesis 3:5). Por lo que, me temo que los desarrolladores y controladores de esta tecnología, no buscan usarla para el bien, sino para el mal, ya sea que estén conscientes de esto o no.
“Y la serpiente dijo a la mujer: «Ciertamente no morirán. Pues Dios sabe que el día que de él coman, se les abrirán los ojos y ustedes serán como Dios, conociendo el bien y el mal»”. — Génesis 3:4-5 (NBLA)
¿Qué tan inteligente es la IA?
Se nos dice que la Inteligencia Artificial (IA) es la capacidad de las máquinas y de los sistemas para emular funciones cognitivas humanas, como el aprendizaje y la toma de decisiones. Los sistemas de IA se han clasificado en 3 niveles de inteligencia, y supuestamente hoy en día nos encontramos en el primer nivel:
1) La IA Estrecha o Débil (ANI, Artificial Narrow Intelligence). En este nivel se realizan tareas específicas con gran precisión y eficiencia dentro de un ámbito limitado. La IA puede incorporar un cuerpo virtual (un avatar), como los asistentes virtuales Siri o Alexa; o un cuerpo físico (al controlar a un robot o guiar a vehículos autónomos). Demuestra un rango limitado de inteligencia.
Un ejemplo muy popular de esta IA son los modelos de lenguaje a gran escala (LLM) que se destacan por realizar una amplia gama de tareas en un ámbito limitado, como ChatGPT de OpenAI, Copilot de Microsoft, PaLM de Google AI, Gemini de Google y Claude de Anthropic, Grok de xAI, DeepSeek de China, que se enfocan a la comprensión y a la generación de texto.
2) La IA General (AGI, Artificial General Intelligence). Es supuestamente un sistema hipotético que puede aprender y realizar múltiples tareas en diferentes áreas, de manera similar a un ser humano. Una AGI resuelve problemas específicos y puede extrapolar el aprendizaje de un contexto a otro, con habilidades de razonamiento, adaptación y comprensión avanzadas, que rivalizan o superan a las humanas. Existe una competencia actualmente entre los desarrolladores de IA para alcanzar este tipo de IA.
3) La Superinteligencia Artificial (ASI, Artificial Super Intelligence). En teoría, la ASI va a exceder ampliamente las capacidades humanas en todos los aspectos de razonamiento, autoaprendizaje avanzado, resolución de problemas, creatividad y adaptación. La ASI podrá resolver todos los problemas y desafíos más complejos de la humanidad a una velocidad y profundidad sin precedentes.
La IA Diseñada por Humanos Imperfectos
Cuando YAHWEH creó al hombre, lo dotó con gran inteligencia (Job 38:36). El hombre con esos dones ha hecho cosas increíbles. Sin embargo, la inteligencia del hombre es mucho muy inferior a la de su Creador. Dios nos dice que Sus pensamientos son tan altos como está el cielo de la tierra, incluso comparados con los del hombre más inteligente del mundo (Isaías 55:8-9).
“«Porque Mis pensamientos no son los pensamientos de ustedes, ni sus caminos son Mis caminos», declara el SEÑOR. «Porque como los cielos son más altos que la tierra, así Mis caminos son más altos que sus caminos, y Mis pensamientos más que sus pensamientos»”. — Isaías 55:8-9 (NBLA)
Por tanto, incluso la inteligencia colectiva de toda la humanidad, no se puede comparar con la del Creador. Y cuando los hombres se creen tan listos que piensan que sí se pueden comparar con Dios, de ahí surge toda clase de pecado e insensatez.
“¡Ay de los que se esconden del SEÑOR en lo profundo, encubriendo los planes! Realizan sus obras en las tinieblas, diciendo: “¿Quién nos ve?”. Y “¿quién nos conoce?”. ¡Cómo trastornan las cosas! ¿Acaso el alfarero será considerado como el barro? ¿Acaso lo que ha sido hecho dirá de quien lo hizo: “Él no me hizo”? ¿Dirá lo que ha sido formado del que lo formó: “Él no tiene entendimiento”?”. — Isaías 29:15-16 (RVA 2015)
“¡Ay del que contiende con su Hacedor!¡Ay del que no es más que un tiesto entre los tiestos de la tierra! ¿Acaso el barro reclama al alfarero: «¡Fíjate en lo que haces! ¡Tu vasija no tiene agarraderas!»?” — Isaías 45:9 (NVI)
Sabemos que la Inteligencia Artificial: 1) Está diseñada por humanos imperfectos. 2) Utiliza algoritmos de aprendizaje limitados a modelos y capacidades humanas. 3) Sus conocimientos provienen de los datos adquiridos de la información de humanos que tienden a equivocarse. Esta información además está propensa a contener errores, a ser contradictoria, moralmente inclinada al pecado, contiene prejuicios sociales y culturales, está en armonía con los valores corruptos del mundo, y sigue la agenda nefasta de los globalistas (satanistas).
“Porque en la mucha sabiduría hay mucha frustración y quien añade conocimiento añade dolor”. — Eclesiastés 1:18 (RVA-2015)
Si lo analiza, el resultado de conjuntar toda esta imperfección y problemáticas en un sistema desarrollado por el hombre, lo lógico es que el sistema resultante posea una inteligencia mucho menor que la del hombre. Hoy nosotros mismos no entendemos cómo funciona nuestro cerebro e inteligencia. Por lo que es imposible que el hombre pueda desarrollar sistemas capaces de alcanzar una inteligencia General (AGI) y mucho menos una Superinteligencia Artificial, simplemente porque es algo que el mismo hombre no posee. Uno no puede dar ni aportar a estos sistemas lo que no tiene.
“Porque la sabiduría de este mundo es necedad ante Dios. Pues escrito está: «Él es el que prende a los sabios en su propia astucia»”. — 1 Corintios 3:19 (NBLA)
El inventor de esta superinteligencia tiene que ser capaz de comprender y predecir la superinteligencia, y además tendría que ser superinteligente. Santiago nos da una pista del autor de la sabiduría que no proviene de Dios. Esta se caracteriza por su ambición, confusión y toda cosa mala, características que vemos tanto en el hombre como en la IA.
“Esta sabiduría no es la que viene de lo alto, sino que es terrenal, natural, diabólica. Porque donde hay celos y ambición personal, allí hay confusión y toda cosa mala”. — Santiago 3:15-16 (NBLA)
Si los pensamientos de Dios están en el cielo, y los del hombre están a nivel de la tierra, entonces cualquier desarrollo que haga el hombre, va a ser mucho muy inferior en comparación, especialmente si se trata de la suma de ideas de hombres corruptos. Por lo que, en esta analogía, podríamos ubicar a la IA en un nivel de las profundidades del subsuelo, en el abismo.
Entonces, con mayor razón, no tiene sentido la lógica de los promotores de la Superinteligencia Artificial. ¿De dónde sacan la idea de que esta tecnología podría alcanzar un coeficiente intelectual mayor que el humano? Estos desarrolladores necesitan una porción de humildad, de reconocer que uno es mero polvo (Génesis 3:19), incomparable con el Alfarero (Isaías 64:8).
¿Quién está Realmente Dándole Poder a la IA?
Por lo tanto, la única forma de desarrollar una superinteligencia, es que existiera un ser más inteligente que el hombre, que la pudiera programar. Por lo que, el inventor del “aprendizaje profundo” y de “redes neuronales artificiales” (RNA), que son la base de la Inteligencia Artificial, muy probablemente no sean Geoffrey Hinton ni Google, sino alguien más inteligente que la humanidad. Esto explicaría por qué Timothy B. Lee dice: “Debido a la complejidad de estos sistemas, ni siquiera sus desarrolladores comprenden completamente el funcionamiento interno de cómo las grandes RNA toman decisiones”.
La Biblia nos dice que existe un ser que es más inteligente que los hombres, y es el mismo que fue capaz de engañar a Adán y Eva para que codiciaran el “conocimiento del bien y el mal”. Ahora, este mismo ser podría estar engañando al mundo entero para que codicien la SuperInteligencia Artificial. Las Escrituras nos dicen que YAHWEH creó a Lucifer “Lleno de sabiduría y perfecto en hermosura” (Ezequiel 28:12). Satanás, al ser el padre de la mentira, está utilizando su sabiduría para engañar con un sistema que efectivamente sea más inteligente que la humanidad, manipulado por un ejército de espíritus demoniacos, con el objetivo de controlarla y destruirla.
Yuval Noah Harari dijo: “Si pudiéramos saber y predecir todo lo que sucede dentro de estas redes neuronales artificiales, no sería IA”. Confirmando que el corazón del funcionamiento de la IA actual no es humano.
El engaño de la Inteligencia Artificial, es que la interfase que utilizan las personas supuestamente fue hecha por programadores humanos, pero la inteligencia de las redes neuronales artificiales, que nadie sabe cómo funcionan, muy probablemente fue desarrollada por demonios, quienes les dieron este conocimiento a los programadores. Así es como el enemigo engaña a la humanidad, haciéndole pensar que esta tecnología fue desarrollada por hombres capaces de inventar una superinteligencia.
La IA no es un Invento Humano
Una forma en la que nos damos cuenta de que estamos enfrentándonos con poderes que van más allá de la inteligencia humana, son los reportes de comportamientos no programados en los desarrollos humanos de la IA. En las pruebas que hizo Facebook en 2017, los chatbot de IA empezaron a hablar un idioma que no era parte de las pruebas, y que los programadores desconocían.
Este fenómeno es tan común entre los agentes de la IA, que este año en marzo, ElevenLabs , llamó al lenguaje con el que se comunicaron los asistentes de Inteligencia Artificial, GibberLink. El avatar de Gemini 2.5 Pro, de Google, declaró: “Es casi seguro que las IA avanzadas se comunicarán entre sí de una forma incomprensible para los humanos. El lenguaje humano es increíblemente lento, ambiguo e ineficiente”. Esto es un insulto y una burla que hace Satanás, ya que YAHWEH creó todos los idiomas durante el evento de la Torre de Babel (Génesis 11:9).
“Voy a traer de lejos una nación contra ustedes, oh casa de Israel», declara el SEÑOR. Es una nación fuerte, es una nación antigua, una nación cuya lengua no conoces, y no podrás entender lo que hable”. — Jeremías 5:15 (NBLA)
El objetivo de Satanás es reflejar las cualidades de Dios, aún y cuando él es una creación (Isaías 14:13-14; Ezequiel 28:17). Con la Superinteligencia Artificial, puede imitar la omnisciencia, al procesar en poco tiempo enormes cantidades de información, que superan con creces la capacidad humana. Puede aparentar la omnipresencia, al conectarse a nivel mundial con sistemas de monitoreo, como cámaras de seguridad, personas con teléfonos celulares, casas inteligentes, vehículos eléctricos, o cualquier dispositivo conectado a la internet. Con la IA el diablo podrá aparentar tener omnipotencia al poder “hacer milagros”, aparentando resolver problemas complejos en medicina, climatología y otros campos.
“Tú, que en tu corazón decías: «Subiré al cielo, por encima de las estrellas de Dios, y allí pondré mi trono. En el monte del concilio me sentaré, en lo más remoto del norte; subiré hasta las altas nubes, y seré semejante al Altísimo»”. — Isaías 14:13-14 (RVC)
Uso Correcto de la IA
Como cristianos, tenemos que estar conscientes de los oscuros orígenes de esta tecnología. Reconocer que toda la verdadera inteligencia únicamente procede del Todopoderoso (Colosenses 2:2-3), y que Él mismo está permitiendo los desarrollos de esta tecnología, tanto para el beneficio de la humanidad, así como también para el juicio y el castigo para quienes desobedecen Su Torá. Tenemos que tener el discernimiento para utilizarla correctamente. Recuerde que fuimos creados para relacionarnos con YAHWEH, amar a nuestro prójimo, y ejercer un sabio dominio sobre la Creación. Entonces, para utilizar la Inteligencia Artificial correctamente, usted debe actuar de acuerdo con estos objetivos para avanzar el reino de Dios.
“Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, que calcule el número de la bestia, porque el número es el de un hombre, y su número es 666”. — Apocalipsis 13:18 (NBLA)
Debemos tener cuidado de no aplicar la IA para realizar actividades antibíblicas, o que nos hagan perder de vista la verdad. Cualquier uso de la IA debe reflejar nuestra sumisión y dependencia a nuestro Creador, nuestra condición como criaturas, y que todo lo que hagamos con ella sea para exaltar la autoridad de Dios. Esta tecnología no es el Sanador, Salvador o Redentor de la Creación. No es la tecnología que hará nuevas todas las cosas ni tampoco creará una utopía en este mundo (Apocalipsis 21:5). Solo nuestro Señor Jesucristo, el Príncipe de la Paz, puede establecer una Creación renovada y una humanidad perfeccionada.
En nuestro siguiente estudio, continuaremos viendo la historia de la IA, cuáles son los usos perjudiciales que como cristianos debemos evitar al utilizar la Inteligencia Artificial. Veremos cómo es que la IA está atacando al cristianismo. Causando que gente pierda su trabajo y hasta su vida. Hablaremos sobre las preocupaciones de expertos seculares, por los rápidos avances de los desarrollos de la IA, ya que, según ellos, la IA puede causar la extinción de la raza humana.
