Queremos empezar una nueva serie de artículos para exponer diferentes doctrinas peligrosas que se han infiltrado al cristianismo. Y aprovechando que recientemente nos han preguntado si tenemos estudios acerca del don de hablar en lenguas y que estamos a punto de celebrar la Festividad de Shavuot, Pentecostés o el Festival de Semanas, nos gustaría empezar explicando esta doctrina que promueven con mucho interés las denominaciones pentecostales y carismáticas, como una manifestación del Espíritu Santo en los creyentes. A continuación, le presentamos lo que hemos investigado a través de los años, le compartimos nuestro punto de vista, y lo que nosotros entendemos de las Escrituras al respecto.
Probablemente no haya ningún don espiritual que sea tan discutido ni tan malinterpretado como el don de hablar en lenguas. Muchas iglesias difieren en cuanto a su naturaleza, significado, propósito y vigencia de este don espiritual. Existe un énfasis exagerado por parte de algunas denominaciones que creen que el don de hablar en lenguas se trata de un idioma celestial que se manifiesta con expresiones extáticas, mientras que otros piensan que se refiere a idiomas humanos conocidos de este mundo. Hay quienes piensan que este don terminó con la muerte de los apóstoles, mientras que otros piensan que el don permanece vigente aún hoy en día. Con tanta confusión, nos preocupa el cómo hay congregaciones carismáticas que han malinterpretado por completo el propósito de este don. En esta serie de estudios nos apoyaremos con las Escrituras para resolver esta controversia, porque este es un tema que lamentablemente ha causado mucha división en el cristianismo.
“Cada uno ponga al servicio de los demás el don que ha recibido, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.” — 1 Pedro 4:10 (RVA-2015)
«Esfuérzate por presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse y que interpreta rectamente la palabra de verdad.» — 2 Timoteo 2:15 (NVI)
Origen de las Lenguas Humanas
Las Escrituras nos dicen que originalmente todo el mundo hablaba una misma lengua (Génesis 11:1, 11:6), desde Adán y Eva, hasta que Dios confundió el lenguaje de la humanidad cuando quisieron construir la torre de Babel. El diccionario define “babel” como “desorden o confusión”. De esta forma, las personas dejaron de entenderse entre sí, y la confusión hizo que se dispersaran, y a su vez, dieron cumplimiento al mandato del SEÑOR de Génesis 9:1. Por lo que entendemos, el que hoy tengamos 7,000 lenguas en el mundo, de acuerdo a Wycliffe Bible Translators, es resultado de un castigo divino por el pecado, rebelión, orgullo y desobediencia de la humanidad (Génesis 11:2-4). Imagine la bendición que sería si todavía todos habláramos un solo idioma, y que pudiéramos leer la Biblia en el idioma original sin perdernos de ningún detalle, pero por nuestros pecados, ahora tenemos que esforzarnos más, y aprender la Palabra de Dios con la ayuda de traducciones.
“Toda la tierra hablaba la misma lengua y las mismas palabras.” — Génesis 11:1 (NBLA)
«Así el Señor los dispersó desde allí sobre la superficie de toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad. Por eso la ciudad fue llamada Babel, porque allí el Señor confundió la lengua de toda la tierra, y de allí el Señor los dispersó sobre la superficie de toda la tierra.» — Génesis 11:8-9 (NBLA)
¿Qué es el Don de Hablar en Lenguas?
Hablando de las complicaciones con los diferentes idiomas, necesitamos aclarar cuál es el correcto significado bíblico del don de “hablar en lenguas”. Para ello, necesitamos saber el significado de la palabra griega γλῶσσα – glóssa, que significa «lengua» (miembro del cuerpo, órgano para hablar), lenguaje o idioma. Por lo que, una traducción más apegada al significado original de las Escrituras para este don sería: “el don de hablar lenguajes”, o “el don de hablar idiomas”. Entonces, hasta donde hemos visto, este don no se trata de hablar en un idioma ininteligible y bizarro que nadie entiende, y que al escucharlo no se beneficie a nadie. Más bien, el don de hablar en lenguas se trata de la habilidad que otorga el Espíritu Santo a los creyentes para que puedan hablar, entender, leer y escribir idiomas humanos conocidos como el español, inglés, francés, portugués, italiano, hebreo, griego, ruso, chino, etc., con los que, puedan explicar la información espiritual necesaria que contribuya a que crezca el reino de Dios aquí en la Tierra. Recuerde el énfasis de Pablo en que los dones espirituales deben ser para la edificación de los demás, incluyendo el don de hablar idiomas, nunca para que únicamente sea para beneficio propio, ni para uso privado (1 Corintios 12:7; 1 Pedro 4:10). Recuerde que si usted está utilizando los dones del Espíritu Santo para cualquier otro propósito que no sea para la gloria de Dios, está desperdiciando sus dones al igual que los habitantes de Babel que buscaban hacerse de un nombre y de fama.
«Así también ustedes, puesto que anhelan dones espirituales, procuren abundar en ellos para la edificación de la iglesia.» — 1 Corintios 14:12 (NBLA)
«Pero a cada uno de nosotros se nos ha concedido la gracia conforme a la medida del don de Cristo. Por tanto, dice: «Cuando ascendió a lo alto, Llevó cautivo un gran número de cautivos, y dio dones a los hombres»…y Él dio a algunos el ser apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, a otros pastores y maestros, a fin de capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo» — Efesios 4:7-8, 11-12 (NBLA)
Los Idiomas en Hechos 2
El mejor ejemplo de este don en acción, lo encontramos en Hechos 2, cuando el Espíritu Santo descendió sobre los discípulos de Jesucristo y comenzaron a hablar en lenguas. Durante la celebración del Día de Pentecostés (el Festival de las Semanas, Shavuót), los exiliados de Israel, que vivían en el extranjero y que eran devotos, viajaban a Jerusalén llegando de todas partes del mundo para celebrar este festival, en cumplimento al mandato de Dios de Éxodo 23:14-17, Deuteronomio 16:16. Por lo que había judíos y conversos prosélitos (gentiles que se habían convertido al judaísmo) que hablaban diferentes idiomas visitando el templo de Jerusalén (Hechos 2:8-11). Entonces, el Espíritu Santo, de forma milagrosa, les dio a todos los discípulos de Jesucristo que estaban ahí reunidos en el Templo, el don de hablar en los diferentes lenguajes de todos estos visitantes, los cuales, asombrados por el milagro y el mensaje del Evangelio que fue predicado en su lengua natal, fue una señal del Espíritu Santo, que llevó a que ese día 3,000 personas creyeran el mensaje de Cristo que les predicó el apóstol Pedro en su famoso sermón de Hechos 2:14-41.
“Cuando llegó el día de Pentecostés… Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba habilidad para expresarse. Había judíos que moraban en Jerusalén, hombres piadosos, procedentes de todas las naciones bajo el cielo. Al ocurrir este estruendo, la multitud se juntó; y estaban desconcertados porque cada uno los oía hablar en su propia lengua… ¿Cómo es que cada uno de nosotros los oímos hablar en nuestra lengua en la que hemos nacido? Partos, medos y elamitas, habitantes de Mesopotamia, Judea y Capadocia, del Ponto y de Asia, de Frigia y de Panfilia, de Egipto y de las regiones de Libia alrededor de Cirene, viajeros de Roma, tanto judíos como prosélitos, cretenses y árabes, los oímos hablar en nuestros propios idiomas de las maravillas de Dios». Todos estaban asombrados y perplejos, diciéndose unos a otros: «¿Qué quiere decir esto?»” — Hechos 2:1a, 4-6, 8-12 (NBLA)
Este evento en Hechos 2, nos muestra el poder del Espíritu Santo para revertir la confusión de los idiomas que viene desde la Torre de Babel, para que el Evangelio sea entendido por los incrédulos. La razón original que nos motivó a iniciar este sitio web de La Sagrada Palabra, fue para traducir al español muchos de los recursos cristianos que hay en inglés y tratamos de aclarar la confusión de falsas doctrinas al apoyarnos en el lenguaje original de las Escrituras. Cuando Jesucristo les dio la gran comisión a Sus discípulos para ir por todo el mundo, predicar el Evangelio, y hacer nuevos discípulos, les dijo que iban a hablar en nuevos idiomas para llevar a cabo esta misión (Marcos 16:15-19; Mateo 28:19-20; Lucas 24:46-49). Y solamente 10 días después, cuando los apóstoles estaban en el Templo de Jerusalén esta promesa de Cristo tuvo su cumplimiento cuando recibieron el Espíritu Santo y ocurrieron los eventos de Hechos 2.
«Y les dijo: «Vayan por todo el mundo y prediquen el evangelio a toda criatura. El que crea y sea bautizado será salvo; pero el que no crea será condenado. Y estas señales acompañarán a los que han creído: en Mi nombre echarán fuera demonios, hablarán en nuevas lenguas; tomarán serpientes en las manos, y aunque beban algo mortífero, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán las manos, y se pondrán bien». Entonces, el Señor Jesús, después de hablar con ellos, fue recibido en el cielo y se sentó a la diestra de Dios.» — Marcos 16:15-19 (NBLA)
Idioma Instantáneo vs Idioma Aprendido
Con base al pasaje en Hechos 2, ciertos grupos piensan que la única forma en la que este don se puede manifestar en un creyente es que sea de forma instantánea y milagrosa, descartan que alguien pueda recibir este don de ninguna otra forma, incluyendo aprender un idioma extranjero de forma gradual, o tomando cursos para aprender un nuevo idioma. Nosotros pensamos que esta enseñanza no es correcta, porque limita al SEÑOR en Su soberanía, ya que Él puede dar este regalo a un creyente y puede hacerlo de la forma que Él quiera para que Sus propósitos se cumplan. Por lo que, pensamos que se puede recibir este don de forma inmediata, o bien de forma gradual. En las Escrituras, vemos que tanto José como Moisés recibieron el don de lenguas cuando aprendieron a hablar egipcio gradualmente, José siendo esclavo, y Moisés en la corte del faraón, porque esto les serviría para posteriormente llevar a cabo los propósitos de Dios, cuando ambos pudieron hablar cara a cara con el faraón en egipcio, para poderle dar adecuadamente el mensaje del SEÑOR. Por otro lado, el profeta Jonás tampoco tuvo problemas para ir a darle el mensaje de arrepentimiento a los habitantes de la ciudad de Nínive, localizada a unos 1,300 kilómetros de donde él vivía, en donde oficialmente se hablaría el acadiano, y existe la teoría de que los asirios de esta ciudad fueran bilingües, por lo que incluso podrían entender el mensaje si Jonás les hubiera hablado en arameo. Gracias al don del Espíritu Santo, el idioma no fue impedimento para que Jonás proclamara su mensaje evangelizador y los salvara de la destrucción que les esperaba. De la misma forma, el Espíritu Santo crece el reino de Dios a través de los misioneros. Nosotros pensamos que muchos de estos creyentes también reciben el don de hablar en lenguas. Hay muchos cristianos misioneros quienes han recibido este don, precisamente para el trabajo evangelizador que andan haciendo en otras naciones, históricamente sabemos de Robert Jermain Thomas (1839-1866) lo tenía, por la facilidad con la que podía aprender nuevos idiomas. Puede ver su biografía en el siguiente link, es una caricatura cristiana que le recomiendo mucho: https://www.youtube.com/watch?v=GITIvfcE1hU
El propósito de hablar en idiomas es para que el Evangelio pueda extenderse a todas las naciones sin el obstáculo de las barreras del idioma. Por lo que todo creyente debe desear que el Espíritu Santo lo capacite con los dones que necesite para difundir el Evangelio y hacer discípulos. Y si no está predicando el Evangelio en su propio idioma nativo, pregúntese: ¿Por qué el Espíritu Santo habría de darle el don de hablar en otro idioma? Jesús nos explica en la Parábola de los Talentos (Mateo 25:14-30), que al sirviente que escondió el talento que recibió, no se le dieron más talentos, al contrario, le quitaron lo que tenía y se lo dieron a otro sirviente que sí iba a traerle beneficios a su señor.
“Así también ustedes, puesto que anhelan dones espirituales, procuren abundar en ellos para la edificación de la iglesia.” — 1 Corintios 14:12 (NBLA)
[Jesús dice] «Porque al que tiene se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo poco que tiene se le quitará.» — Mateo 25:29 (RVC)
Si comparamos el don de hablar idiomas con otros dones del Espíritu Santo, como el de administración, discernimiento de espíritus, fe, ayuda, exhortación, dirección y servicio, nos damos cuenta que no los recibimos instantáneamente y nos convertimos en unos expertos en estos dones, sino que toma tiempo aprender a usarlos bien. El don de administración que tenía José se desarrolló gradualmente cuando estuvo en Egipto, ya que inició como esclavo en casa del egipcio Potifar, y ahí, fue promovido hasta llegar a ser administrador de todos sus bienes (Génesis 39:1-6), luego fue el administrador de toda la prisión (Génesis 39:21-23). Todo esto, en preparación para que el don que le dio el Espíritu Santo lo utilizara para gobernar y administrar todos los recursos de Egipto (Génesis 41:9-57), y todo esto sucedió porque el SEÑOR estaba con José.
«Pero el SEÑOR estaba con José, que llegó a ser un hombre próspero, y vivía en la casa de su amo el egipcio… Y sucedió que desde el tiempo que lo hizo mayordomo sobre su casa y sobre todo lo que poseía, el Señor bendijo la casa del egipcio por causa de José. La bendición del Señor estaba sobre todo lo que poseía en la casa y en el campo… El jefe de la cárcel confió en mano de José a todos los presos que estaban en la cárcel, y de todo lo que allí se hacía él era responsable… Entonces Faraón dijo a sus siervos: «¿Podemos hallar un hombre como este, en quien esté el espíritu de Dios?»… Tú estarás sobre mi casa, y todo mi pueblo obedecerá tus órdenes. Solamente en el trono yo seré mayor que tú». Faraón dijo también a José: «Mira, te he puesto sobre toda la tierra de Egipto».» — Génesis 39:2, 5, 22, 41:38, 40-41 (NBLA)
De forma similar ocurre cuando tratamos de hablar otros idiomas, porque todo lo bueno que hemos recibido viene del Cielo (Juan 3:27; Santiago 1:17). Por ejemplo, mi esposa habla español porque nació en México. Sin embargo, el SEÑOR, además, le dio el don de hablar inglés, desde una edad temprana cuando sus padres se la llevaron a vivir a los Estados Unidos, y ahí, ella aprendió inglés, y ahora viendo en retrospectiva, se da cuenta que este don le es de gran utilidad en el ministerio cristiano que tenemos actualmente, ya que hacemos mucha investigación con recursos en inglés para preparar nuestros artículos en español, porque lamentablemente no hay tantos recursos cristianos en español como los que hay disponibles en inglés. Además, ella recibió el don de comunicarse en francés también, con lo que ha podido evangelizar tanto a personas que hablan inglés y francés en los diferentes países que hemos visitado. El Espíritu Santo le dio los recursos y el don de lenguas para que fácilmente pudiera hablar inglés, incluso cuando ella era todavía incrédula, y los utilizaba de forma carnal para su beneficio personal. Pero ahora, utiliza este don de forma espiritual para la gloria del SEÑOR, para la edificación de nuestros lectores, y para crecer el reino de Dios evangelizando a extranjeros. Por lo que, no podemos limitar y encasillar, enseñando que la única forma en la que el SEÑOR trabaja y decide impartir Su don de hablar idiomas es cuando lo hace de forma inmediata y sin ningún esfuerzo por parte del creyente. Porque entonces, ¿cómo le llamaría a la bendición de mi esposa que habla 3 idiomas que aprendió gradualmente? Sabemos que todo lo que sabemos proviene de los Espíritus de Conocimiento y Entendimiento, por lo que yo diría que mi esposa recibió milagrosamente el don de hablar 3 idiomas gracias al Espíritu Santo, y actualmente los utiliza para la gloria de Dios como parte del plan que Él tiene para ella. Por otro lado, pensamos que el milagro que ocurrió en Pentecostés con los discípulos de Jesús, fue una señal para fortalecerlos a ellos en preparación a la difícil labor de evangelización que tenían que hacer pese a las persecuciones de las autoridades judías, que buscaban acabar con el Evangelio. Así que, este don les fue dado de forma instantánea, y con ello, 3,000 personas llevaron el mensaje a todas las naciones bajo el cielo. Pero actualmente, las necesidades son diferentes, y el don de lenguas puede ser dado gradualmente a los creyentes, porque el SEÑOR puede determinar que alguna persona vaya a predicar el evangelio en un idioma extranjero, y a lo largo de su vida lo capacita con todo lo necesario para que cuando llegue el momento preciso de hacerlo, cuente con todas las habilidades necesarias para llevar a cabo Sus propósitos. Por ejemplo, ¿ha escuchado la historia de Squanto (1580-1622)? Él era un indio que se convirtió en el intérprete, guía y consejero de los “Padres peregrinos”, un grupo de cristianos puritanos que huyeron de la persecución religiosa en Inglaterra, a bordo del barco Mayflower, y que fundaron una colonia en Plymouth, Massachusetts. Previo a estos eventos, Squanto fue secuestrado y llevado a Europa, donde fue vendido como esclavo, y luego terminó trabajando en Inglaterra, en donde aprendió inglés y se hizo cristiano. Después lo mandaron de regreso a América como intérprete para negociar con los indios. Así que cuando los colonos puritanos empezaron a morir porque no tenían las habilidades necesarias para sobrevivir en el nuevo territorio, el SEÑOR les mandó la ayuda que necesitaban, a Squanto, a quien ya había preparado con el don de hablar su idioma y además era nativo de esa región. Él los enseño a construir sus viviendas, plantar maíz, a cómo y dónde pescar, y cómo procurar otros alimentos, lo que les permitió ser autosuficientes. Los peregrinos estaban tan felices por toda la ayuda que recibieron para sobrevivir y las bendiciones que Dios les había mandado para subsistir en la nueva tierra, que decidieron celebrar el Festival de Tabernáculos para dar gracias al SEÑOR por sus cosechas, y de esta forma Squanto fue invitado a la primera celebración de lo que hoy conocemos como el Día de Acción de Gracias americano. Puede ver más información en nuestro estudio ¿Cuál es la Relación de la Festividad de Tabernáculos y la Celebración de Thanksgiving?.
En el siguiente artículo, con el favor de Dios, hablaremos acerca de la falsa enseñanza que promueven muchos grupos pentecostales, al decir que el don de hablar en lenguas consiste en hablar en lenguas ininteligibles (que incluye emitir diferentes ruidos, o el pronunciar sílabas o frases repetitivas) y afirmar que se trata de un lenguaje celestial para hablar con Dios; con ello están engañando a los miembros de su congregación en lugar de edificarlos con la Palabra de Dios.
¡Que Dios los bendiga!
Continuar leyendo: ¿Qué es el don de hablar en lenguas?