En el artículo anterior vimos algunos ejemplos en las Escrituras acerca de la intervención del Espíritu del Temor del SEÑOR, y vimos las terribles consecuencias de no hacer caso a las advertencias de este Espíritu. Ahora veremos qué pasa si este Espíritu es rechazado por las personas.
¿Qué pasa cuando Alguien Rechaza al Espíritu del Temor del SEÑOR?
La persona incrédula, que no tiene ningún temor al SEÑOR (Romanos 3:18), está regida por el individualismo, que está en constante lucha contra toda forma de autoridad, anda por perversos caminos (Proverbios 14:2), vive en las tinieblas, bajo las maldiciones por desobediencia, y vive bajo la ira de Dios (Juan 3:36). Además, apoya a una cultura determinada a quebrantar todas las leyes de Dios, promoviendo incluso un odio satánico hacia el nombre de Jesucristo. Tienen sus conciencias cauterizadas (1 Timoteo 4:2; Tito 1:15; Salmos 36:1), viven afligidos y con miedo de todo lo que los rodea en el mundo, como consecuencia de no tener Temor de Dios (Salmos 53:5, 55:19).
“La transgresión habla al impío dentro de su corazón; no hay temor de Dios delante de sus ojos.” — Salmos 36:1 (RVA-2015)
Hace dos semanas leí una noticia en la BBC, que un agricultor en Kenia se atemorizó cuando pensó haber visto a un león afuera de la casa de su patrón y alertó a las autoridades. Cuando los oficiales investigaron, se dieron cuenta que tan solo se trataba de una bolsa de compras, con la impresión muy realista del retrato de un león, que la dueña de la casa había dejado entre los arbustos con unos arbolitos de aguacate para su jardín. Este es un ejemplo de cosas cotidianas que pueden llegar a aterrorizar a alguien que no tiene la paz de Cristo, y que viven con miedo.
“En los corazones de los que queden de ustedes, infundiré tal cobardía en la tierra de sus enemigos que el ruido de una hoja sacudida los ahuyentará. Y huirán como quien huye de la espada y caerán sin que nadie los persiga.» — Levítico 26:36 (RVA 2015)
El Espíritu del Temor del SEÑOR causa terror en los corazones de los incrédulos, de acuerdo a Su plan de Salvación. Como en el pasaje de la conquista de Jericó, que habla de los espías que mandó Josué a reconocer la Tierra Prometida, y cuando estaban en Jericó, Rahab les dijo que su gente estaba aterrorizada de los Israelitas (Josué 2:8-11). Y cuando los espías regresaron con Josué, le dijeron que Dios ya les había dado la tierra, porque la gente estaba aterrada de ellos. Así es como, el SEÑOR ya le había dado la victoria a Josué sin que él hiciera nada.
“Y dijo a los hombres: «Sé que el SEÑOR les ha dado esta tierra, y que el terror de ustedes ha caído sobre nosotros, y que todos los habitantes del país se han acobardado ante ustedes.” — Josué 2:9 (NBLA)
“Y dijeron a Josué: «Ciertamente, el SEÑOR ha entregado toda la tierra en nuestras manos, y además, todos los habitantes de la tierra se han acobardado ante nosotros».” — Josué 2:24 (NBLA)
Por otro lado, otra desventaja que tienen las personas que no tienen Temor al SEÑOR, es que no saben obedecer, ni siquiera cuando el hacerlo es para su beneficio. Si no existe una relación de autoridad y sumisión, sólo puede haber iniquidad, y cuando la gente vive de esta manera, van como en una autopista hacia el infierno. Y lamentablemente, esto no solo ocurre entre los incrédulos, muchos cristianos carnales en la actualidad tienden a ignorar la ley de Dios, especialmente las leyes del Antiguo Testamento para su detrimento. Demostrando que, han olvidado lo que es temer al SEÑOR, o bien no han conocido Su presencia. Con sus bocas pueden decir que creen en Dios, pero con su comportamiento lo niegan, tienen un falso temor del SEÑOR.
«Dice, pues, el SEÑOR: “Porque este pueblo se acerca con su boca y me honra solo con sus labios; pero su corazón está lejos de Mí, y su temor de Mí está basado en mandamientos de hombres.» — Isaías 29:13 (RVA 2015)
¿Qué sucede si los Cristianos empiezan a Rechazar al Espíritu del Temor del SEÑOR?
Cuando los cristianos carnales, siguen amando las cosas del mundo, y participan en la rebelión del mundo contra Dios, en lugar de arrepentirse y tomar su cruz, se empiezan a descarriar, a adoptar falsas doctrinas, a construir con paja, madera y heno, y pueden llegar a comportarse como los incrédulos que aman las cosas del mundo. No hace mucho, una persona nos escribió reclamándonos por la publicidad negativa que hicimos a Netflix en uno de nuestros artículos. Le explicamos que la mayoría de su contenido es oscuro, y en muchas ocasiones abiertamente satánico. Y aunque ella, decía que había «cosas bonitas», como documentales de naturaleza, incluso esos documentales están llenos de las agendas satánicas que promueven mentiras acerca de la «evolución» y los «millones de años», como vimos en nuestro artículo ¿Había dinosaurios en el Arca de Noé? (Parte 1). En otra ocasión, otra persona creyente defendió las películas de Disney, pero vemos que esta empresa también tiene una agenda satánica, porque se le encomendó al masón Walt Disney que promoviera las artes oscuras en los Estados Unidos, educando a los niños para que crecieran con esta propaganda. Podemos ver a Mickey Mouse como un aprendiz de brujo en la película de Fantasía (1940), y desde sus inicios esta compañía ha hecho dibujos animados supuestamente «inocentes», pero que, con mucha frecuencia muestran brujas, hechiceros, y personas con «poderes sobrenaturales» haciendo conjuros, hechizos, encantamientos, etc., y son presentados como si fueran personas inteligentes y honorables, y claro, los personajes están dibujados de manera que parezcan «buenos, bonitos y tiernos», pero a su vez, son mostrados cometiendo abominaciones. Por ejemplo, cuando los personajes tienen problemas, van en busca de brujos o de magia para solucionarlos, los personajes en ningún momento buscan la ayuda de Dios, ni tampoco se enseñan los valores bíblicos, ni los pasajes de los héroes de fe como Abraham y como el rey David y cómo triunfaron contra sus enemigos; no muestran a Sansón quien recibió sus fuerzas del Espíritu Santo, pero sí a personajes como Hércules, una deidad greco-romana, o posiblemente un nefilím. Muchos de los valores que promueve Disney van directamente en contra de las Escrituras (Deuteronomio 18:10-12; Levítico 18:22; Apocalipsis 21:8, 22:15; Gálatas 5:20-21). En otro ejemplo, presentan a un alcohólico como si fuera alguien muy simpático, divertido y chistoso, el personaje del capitán borracho Jack Sparrow (interpretado por el actor Johnny Depp), es el protagonista de todas las películas de la serie de Piratas del Caribe, en donde además muestran muchos símbolos de muerte. Es muy fácil encontrar símbolos diabólicos y paganismo en los contenidos de Disney, incluyendo demonios, dragones, serpientes, pentagramas, fantasmas, extraterrestres, etc., y muchos de sus personajes son dibujados haciendo señales de cuernos, que los identifica como adoradores de Satanás. Además, recientemente están promoviendo la confusión sexual, y presentan la homosexualidad como algo normal y «amoroso», como en la nueva versión de La Bella, la Bestia (2017), Toy Story 4 (2019) y Jungle Cruise (2021). Además, presentan nuevos personajes LGBTQ en los cómics de Marvel, otra empresa de Disney. Evite que sus niños vean esta programación que cada vez es más perversa, resista la tentación de utilizar la programación de Disney como si fuera una niñera para que entretenga a sus hijos, porque lo único que va hacer, es adoctrinarlos en satanismo y en ocultismo. Lamentablemente, toda esta actividad diabólica se ha ido incrementando con el tiempo, y es de las cosas que pavimentan el camino para que se incremente el pecado de la homosexualidad, y que regresemos a vivir como en los tiempos de Lot de Sodoma y Gomorra, y de Noé, dando cumplimiento a las profecías de los tiempos de la Segunda Venida de Jesucristo (Lucas 17:26-30; Mateo 24:37-39).
“Instruye al niño en el camino que debe andar, y aun cuando sea viejo no se apartará de él.” — Proverbios 22:6 (NBLA)
“Y para enseñar a los hijos de Israel todas las leyes que el SEÑOR les ha dicho por medio de Moisés.” — Levítico 10:11 (RVA-2015)
Debemos de dejar de defender el entretenimiento del mundo, y enfocar nuestros esfuerzos en defender las enseñanzas de la Biblia. Nuestro mundo sería un mejor lugar para vivir, si todos tuviéramos el Temor al SEÑOR.
«Pero si Mi pueblo, que lleva Mi nombre, se humilla y ora, busca Mi rostro y se aparta de su conducta perversa, Yo oiré desde el cielo, perdonaré sus pecados y restauraré su tierra.» — 2 Crónicas 7:14 (NTV)
[Jesús dice] «Si ustedes fueran del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero como no son del mundo, sino que Yo los escogí de entre el mundo, por eso el mundo los odia.» — Juan 15:19 (NBLA)
La única vez que los cristianos no necesitan poner atención a la ley (Torá), es cuando están caminando tan cerca de Dios en el Espíritu, que el Temor de Dios los mantiene dentro de la ley, sin la ayuda de la ley escrita y sus sanciones, como lo vimos en nuestro artículo: Génesis 6:8 – La Gracia de Dios (Parte 2). Sin el temor del SEÑOR, una Iglesia nominal (solo de nombre) ni siquiera puede afirmar que ha recibido la gracia salvadora de nuestro Señor Jesucristo, ya que promueven el nunca guardar la ley del SEÑOR, y que quienes lo hacen son llamados de forma despectiva: legalistas o fariseos. Si la Iglesia que se llama a sí misma “cristiana”, no cumple con la Torá, ¿cómo puede uno esperar que los incrédulos del mundo lleguen a respetar la ley de Dios, o creer que existe la salvación en el cristianismo? Negar la ley de Dios es negar al Dios de la ley. Estas iglesias mal informadas nunca han experimentado el poder de Dios; por lo tanto, no pueden temerle porque no lo han conocido. Sin embargo, declaran que pueden ignorar la ley de Dios porque están bajo la «dispensación de la gracia». Por lo que, sus doctrinas hacen que los miembros de su congregación terminen sin someterse a la ley, y que tampoco reciban la gracia. Por ejemplo, hace un par de días comencé una agradable plática con un vecino que me dijo que era creyente, y como mi tema favorito de conversación son las Escrituras, empezamos platicando que diariamente leemos la Biblia. Sin embargo, mientras más platicábamos, más nos dábamos cuenta que diferíamos en muchas doctrinas: Esta persona no creía que debíamos cumplir mandamientos del Antiguo Testamento, pero sí creía en la Cábala (que son doctrinas esotéricas y místicas judías basadas en supuestos conocimientos secretos, que es lo opuesto al carácter de Dios, quien habla abiertamente y no en secreto, Juan 18:20; la Cábala pone como el dios de este universo a Ein Sof, que curiosamente es representado como una serpiente, y creen que está por encima del Dios de la Biblia, una blasfemia basada en las cosas profundas de Satanás, Apocalipsis 2:24) y en falsas doctrinas pentecostales, como que él tenía el don de hablar «en lenguas» y con ello, no se estaba refiriendo a hablar algún idioma conocido como el inglés, francés o ruso con el que se podría evangelizar a alguien , sino a un idioma ininteligible que «solo Dios puede entender» (glosolalia) que es una mala interpretación de las Escrituras, fomentada por Satanás, pero este es tema de otro artículo. Muchas cosas que decía venían de fuentes externas de las Escrituras, y otras eran malas interpretaciones bíblicas, y terminó insinuando que, si alguien no comprendía esto, que «le faltaba discernimiento espiritual». Necesitamos estar estudiando constantemente la Biblia, precisamente para darnos cuenta de cualquier falsa doctrina que contradiga las Escrituras, y tener un mejor discernimiento espiritual. A su vez, necesitamos tener mucho cuidado con las interpretaciones bíblicas que escuchamos, inclusive de nuestros pastores, y ser como los de Berea (Hechos 17:10-11) quienes verificaban con las Escrituras todo lo que les decía el apóstol Pablo; inclusive esto aplica para todos los estudios que publicamos en este sitio, en donde buscamos compartirles lo que hemos aprendido y entendido hasta ese momento. Sin embargo, hay estudios en donde hemos necesitado hacer cambios, o estamos en proceso de revisarlos, porque tenemos nuevas revelaciones, o bien, nos damos cuenta de algún error. Por ejemplo, si utilizamos una mala traducción bíblica. Necesitamos prestar atención con respecto a las traducciones de la Biblia que utilizamos, y por lo mismo en muchas ocasiones nos vamos al hebreo y al griego para verificar el texto, hay veces que hemos encontrado versículos bíblicos en donde ninguna traducción al español nos parece buena, y entonces optamos por agregar palabras entre corchetes para que se entienda mejor el texto.
“Enséñame, SEÑOR, Tu camino, para que camine yo en Tu verdad. Dale firmeza a mi corazón, para que siempre tema Tu Nombre.” — Salmos 86:11 (RVC)
También necesitamos tener extra precaución si somos expuestos a doctrinas o tradiciones fuera de las Escrituras, como el Talmud, tradiciones rabínicas, libros apócrifos, etc., porque es muy fácil que sin el Temor del SEÑOR podamos ser engañados. Porque todos vamos a estar frente al SEÑOR y vamos a rendirle cuentas de todo lo que hicimos con los talentos que nos otorgó.
“Esto, para que ya no seamos niños, sacudidos a la deriva y llevados a dondequiera por todo viento de doctrina por estratagema de hombres que, para engañar, emplean con astucia las artimañas del error sino que, siguiendo la verdad con amor, crezcamos en todo hacia aquel que es la cabeza: Cristo.” — Efesios 4:14-15 (RVA-2015)
Como ya hemos mencionado en otros estudios, Satanás busca que la humanidad viva de forma opuesta a lo que Dios dice, por ello no es de sorprenderse que vivamos en una sociedad en la que todo tiende a la destrucción y al caos, y que está al revés de como debería ser, como: los doctores y los hospitales que destruyen la salud; jueces y abogados que pervierten la justicia; universidades que adoctrinan y destruyen el verdadero conocimiento; medios de comunicación que destruyen la información, divulgan mentiras, y ocultan, tergiversan y censuran la verdad; gobiernos que no protegen los intereses y las libertades del pueblo, sino los propios y los de los grandes empresarios. El común denominador es que todos estos grupos no tienen Temor de Dios, como en la Parábola de la Viuda y el Juez Injusto (Lucas 18:1-8):
«Jesús les contó una parábola para enseñarles que ellos debían orar en todo tiempo, y no desfallecer: «Había en cierta ciudad un juez que ni temía a Dios ni respetaba a hombre alguno. También había en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él constantemente, diciendo: “Hágame usted justicia de mi adversario”. Por algún tiempo el juez no quiso, pero después dijo para sí: “Aunque ni temo a Dios, ni respeto a hombre alguno, sin embargo, porque esta viuda me molesta, le haré justicia; no sea que por venir continuamente me agote la paciencia”». El Señor dijo: «Escuchen lo que dijo el juez injusto. ¿Y no hará Dios justicia a Sus escogidos, que claman a Él día y noche? ¿Se tardará mucho en responderles? Les digo que pronto les hará justicia. No obstante, cuando el Hijo del Hombre venga, ¿hallará fe en la tierra?».» — Lucas 18:1-8 (NBLA)
Cabe mencionar que estas cosas no son nuevas, en los tiempos del profeta Habacuc, ya había esa misma percepción con respecto a los juzgados (Habacuc 1:3-4); también antes ya había malos doctores (2 Crónicas 16:12-13; Marcos 5:25-26).
«Había una mujer que padecía de flujo de sangre por doce años. Había sufrido mucho a manos de muchos médicos, y había gastado todo lo que tenía sin provecho alguno, sino que al contrario, había empeorado.» — Marcos 5:25-26 (NBLA)
«No es cosa de reyes, oh Lemuel, no es cosa de reyes beber vino ni de los magistrados el licor. No sea que bebiendo olviden lo que se ha decretado y perviertan el derecho de todos los afligidos.» — Proverbios 31:4-5 (RVA 2015)
Si alguien rechaza al Espíritu del Temor del SEÑOR, está rechazando al Todopoderoso. Al no tener miedo de Él, y estar acostumbrado a vivir en la época de la información, en donde el conocimiento ha sido incrementado (Daniel 12:4) es muy fácil tener acceso, escuchar o ver lo que uno quiera, cuando uno lo quiera, e informarse fácilmente acerca de cualquier tema utilizando el internet. La persona termina formándose a sí mismo un dios, de acuerdo a sus necesidades, sus conveniencias y a su imaginación humana. Este dios hace y dice lo que la persona quiere escuchar, tal y como lo explicó Voltaire: «Dios hizo al hombre a Su imagen y el hombre le devolvió el favor». Y ese tipo de idolatría es lo que tenemos actualmente en todas las sociedades del mundo: dioses imaginarios creados a la imagen de las personas, inclusive dentro de la iglesia cristiana. El problema de este rechazo al Dios verdadero, es que, sin el Espíritu del Temor del SEÑOR, las personas no pueden entender quién es Dios, y tampoco pueden darse cuenta si su visión de Dios está distorsionada, entonces esto afectará la forma en que viven, caminando en caminos de iniquidad. El Espíritu del Temor del SEÑOR nos ayuda a conocer al verdadero Dios, y nos guía para que moldeemos nuestras vidas para que sean agradables ante Sus ojos, y podamos adorar al Dios verdadero tal como se nos presenta en las páginas de las Escrituras, en Sus términos y no en los nuestros. El SEÑOR dijo: «Yo Soy el SEÑOR y no cambio» (Malaquías 3:6). Observe lo grave que es rechazar al Espíritu del Temor del SEÑOR en el siguiente pasaje, porque Dios enlista a quienes no le temen junto con hechiceros, adúlteros, quienes hacen falsos juramentos, y opresores indeseables para ser enjuiciados.
“Me acercaré a ustedes para el juicio, y seré un testigo veloz contra los hechiceros, contra los adúlteros, contra los que juran en falso y contra los que oprimen al jornalero en su salario, a la viuda y al huérfano, contra los que niegan el derecho del extranjero y los que no me temen, dice el SEÑOR de los ejércitos. Porque Yo, el SEÑOR, no cambio.” — Malaquías 3:5-6a (NBLA)
“El que anda en rectitud teme al SEÑOR, pero el de perversos caminos lo desprecia.” — Proverbios 14:2 (NBLA)
En nuestro siguiente artículo estudiaremos al Espíritu del SEÑOR, del cual habla nuestro Señor Jesucristo cuando lee el libro del profeta Isaías en la sinagoga.
“«El Espíritu del SEÑOR está sobre Mí, porque me ha ungido para anunciar el evangelio a los pobres. Me ha enviado para proclamar libertad a los cautivos, y la recuperación de la vista a los ciegos; para poner en libertad a los oprimidos; para proclamar el año favorable del SEÑOR».” — Lucas 4:18-19 (NBLA)
¡Que Dios los bendiga!