En el artículo anterior vimos ejemplos que nos muestran que las Palabras de Cristo son Espíritu. También vimos que el propósito de las maldiciones de Dios es para que uno deje de pecar y regrese al buen camino. Ahora hablaremos sobre las maldiciones generacionales que afectan tanto a creyentes como a incrédulos, veremos las serias implicaciones que tiene la iniquidad ancestral que se va acumulando y cómo afecta a la generación actual. Cómo es que las personas adquieren “superpoderes”. Cómo protegernos de las maldiciones generacionales y evitar heredar demonios.
Tabla de Contenidos del Artículo
“Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para edificación, para que dé gracia a los oyentes”. — Efesios 4:29 (JBS)
“Muerte y vida están en poder de la lengua, y los que la aman comerán su fruto”. — Proverbios 18:21 (NBLA)
Diferentes Alcances de las maldiciones
Para entender mejor cómo funcionan las maldiciones generacionales, primero necesitamos entender que el pecado, la desobediencia a los mandatos del SEÑOR, es la forma de abrirles la puerta a las maldiciones.
La iniquidad ancestral afecta a sus descendientes. Esto tiene su fundamento en el Segundo Mandamiento, en donde el SEÑOR menciona que castiga la iniquidad de los padres sobre los hijos. Para entender mejor el término de iniquidad, lo invitamos para que vea nuestro artículo ¿Cuál es la Diferencia entre Pecado, Transgresión e Iniquidad? En donde ampliamos sobre este tema. En este artículo hablaremos sobre las maldiciones generacionales, las cuales tienen repercusiones hasta la tercera o cuarta generación de quienes son idólatras, de quienes han puesto su fe en otros dioses.
Maldiciones Colectivas
Hay varios tipos de maldiciones, algunas afectan a nivel personal (Éxodo 21:22-25), otras pueden afectar de manera colectiva (Deuteronomio 28:15-68). En el caso de Acán, su desobediencia desató una maldición colectiva sobre todo Israel. Su codicia lo llevó a robar, esto a su vez provocó que los israelitas perdieran ante el pueblo de Ai cuando fueron a pelear sin consultar antes al SEÑOR, en esa batalla perdieron la vida unos 36 hombres (Josué 7:5). Además, el pecado de Acán provocó que él y su familia fueran apedreados y luego quemados, lo que les trajo una muerte prematura, de acuerdo al juicio del SEÑOR (Josué 7:1-26).
“Me dijo entonces: Esta es la maldición que sale sobre la faz de toda la tierra; porque todo aquel que hurta, (como está de un lado del rollo) será destruido; y todo aquel que jura, (como está del otro lado del rollo) será destruido. Yo la saqué, dijo el SEÑOR de los ejércitos, y vendrá a la casa del ladrón, y a la casa del que jura falsamente en Mi nombre; y permanecerá en medio de su casa, y la consumirá, con sus enmaderamientos y sus piedras”. — Zacarías 5:3-4 (JBS)
“La maldición del SEÑOR cae sobre la casa del malvado; Su bendición, sobre el hogar de los justos”. — Proverbios 3:33 (NVI)
Un solo hombre puede provocar que muchas más personas salgan afectadas por la maldición. En el caso del pecado de Adán, toda la Creación resultó afectada (Génesis 3:14-19).
“Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un solo hombre, y por medio del pecado entró la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron”. — Romanos 5:12 (RVC)
Cuando el diablo tentó al rey David para que hiciera un censo, esto desató maldición de muerte sobre el pueblo (1 Crónicas 21:1-27). El pecado de Coré, Datán y Abiram cuando conspiraron contra Moisés, provocó la muerte de ellos y la de sus familias, murieron tragados por la tierra (Números 16:1-40). Aún y cuando eso sucedió, hubo quienes siguieron quejándose de Moisés al día siguiente, esto desató maldición de plaga de muerte. Rápidamente intercedieron ante el SEÑOR Moisés y Aarón, y la plaga fue detenida, en ese incidente murieron 14,700 personas, aparte de lo que sucedió en el asunto de Coré (Números 16:41-50).
“Así que el SEÑOR envió pestilencia sobre Israel, y cayeron 70,000 hombres de Israel”. — 1 Crónicas 21:14 (NBLA)
La rebeldía de los habitantes prediluvianos trajo la destrucción sobre todos ellos. De entre toda la humanidad, solo Noé y su familia sobrevivieron al juicio del Diluvio. Los estilos de vida de pecado de Sodoma y Gomorra, trajeron la destrucción completa sobre estas ciudades, solo Lot y sus hijas sobrevivieron (Génesis 19:1-30).
Maldiciones hasta la 3a y 4a Generación
Ahora vamos a enfocarnos en el tema de las maldiciones generacionales. Tienen mecanismos más complejos, y pueden afectar tanto a creyentes como a incrédulos sin que se den cuenta, esto es, las personas no relacionan que sus aflicciones son causadas debido a las maldiciones. Entendemos que, las maldiciones generacionales más fuertes, resultan cuando los ancestros participaron en actividades del ocultismo, en idolatría, que en realidad es una adoración demoníaca (1 Corintios 10:14-21), e hicieron juramentos ocultistas, como sucede con los mormones y con los masones.
Cuando Moisés subió para recibir las tablas de piedra con los 10 Mandamientos por segunda vez, nos dice que YAHWEH describe algunas de Sus características: Él es un Dios amoroso, al ser compasivo, clemente, misericordioso y lento para la ira. Pero también nos dice que Él es un Dios “justo”, porque no va a dejar sin castigo la iniquidad de ninguno que sea culpable. Cuando el padre comete un gran pecado y este mal ejemplo es imitado por sus hijos, ambos son castigados. Esta maldición se puede extender hasta la tercera y cuarta generación de cualquier iniquidad.
“Entonces pasó el SEÑOR por delante de él y proclamó: «El SEÑOR, el SEÑOR, Dios compasivo y clemente, lento para la ira y abundante en misericordia y verdad; que guarda misericordia a millares, el que perdona la iniquidad, la transgresión y el pecado, y que no tendrá por inocente al culpable; que castiga la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos hasta la tercera y cuarta generación»”. — Éxodo 34:6-7 (NBLA)
“Nuestros padres pecaron y ya no están; nosotros cargamos con su castigo [sus iniquidades]”. — Lamentaciones 5:7 (NBLA)
En Mateo 23, Cristo reprende a los fariseos y a los escribas por su hipocresía, para que corrijan sus malos caminos. YAHWEH es lento para la ira, pero hay un límite de Su tolerancia, y esta nueva generación se estaba comportando peor que sus ancestros. Por lo tanto, en Mateo 23:32, les dice “llenen también ustedes la medida [de la culpa] de sus padres”. Con esto podemos ver que la iniquidad de los padres, la de generaciones pasadas se va acumulando, hasta llegar a completar cierta medida que tiene el SEÑOR en donde se desata el juicio. En Génesis 15:16, la iniquidad de los amorreos aún no había llegado al colmo, al límite de la paciencia del SEÑOR.
[Jesús dice] “¡Colmen también ustedes la medida de sus padres!” — Mateo 2:32 (RVA 2015)
La generación actual le va agregando pecados a las transgresiones históricas de sus padres. Por eso, entendemos que en Amós 1:6, el SEÑOR dice por 3 transgresiones y por 4, refiriéndose que a las 3 transgresiones históricas de los ancestros, se le agrega la cuarta de la nueva generación, que sigue cometiendo los mismos pecados de sus padres y cae aún en peores transgresiones. Las personas agregan pecado al pecado (Isaías 30:1), van de mal en mal (Jeremías 9:3), acumulando la ira de Dios (Romanos 2:5), llenando la copa de la ira de Dios (Jeremías 25:15). Hasta que llega el momento que como dice el dicho: “es la gota que derramó el vaso”, y los pecadores reciben su castigo.
“Así dice el SEÑOR: «Por tres transgresiones de Gaza, y por cuatro, no revocaré su castigo, por haber deportado a todo un pueblo para entregarlo a Edom. Enviaré, pues, fuego sobre la muralla de Gaza, que consumirá sus palacios. También exterminaré al morador de Asdod, y al que empuña el cetro de Ascalón; desataré Mi poder contra Ecrón, y el remanente de los filisteos perecerá», dice el SEÑOR DIOS”. — Amós 1:6-8 (NBLA)
El SEÑOR es justo, y Sus medidas son exactas, el SEÑOR envía a Sus mensajeros los profetas, para advertirles a las personas para que regresen al buen camino, pero si persisten en sus vidas de pecado, el juicio anunciado llega.
Maldiciones por la Idolatría
Un claro ejemplo de cómo el pecado pasa de generación en generación es el pecado de idolatría, la transgresión al Segundo Mandamiento. Este pecado ocurre porque normalmente, los hijos adoptan la religión de sus padres. Así que, para entender mejor las repercusiones de romper este Segundo Mandamiento necesitamos considerar que usted está sujeto a recibir una maldición generacional por la idolatría de cualquiera de sus 14 ancestros directos de las últimas cuatro generaciones (2 padres, 4 abuelos, 8 bisabuelos). Si vemos a futuro, el pecado de idolatría de un incrédulo, lo afecta a él y puede afectar a todos sus hijos, nietos y bisnietos. Entre más grandes sean estas familias más personas resultarán afectadas.
“No te harás ningún ídolo, ni semejanza alguna de lo que está arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No los adorarás ni los servirás. Porque Yo, el SEÑOR tu Dios, soy Dios celoso, que castigo la iniquidad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y muestro misericordia a millares, a los que me aman y guardan Mis mandamientos”. — Éxodo 20:4-6 (NBLA)
El problema empieza cuando los padres incrédulos no enseñan a sus hijos en los caminos del SEÑOR, esto se puede deber a que sus padres tampoco los enseñaron, y así sucesivamente cometen la misma transgresión. Mientras no se rompa ese ciclo vicioso, la idolatría se sigue propagando de generación en generación, y los descendientes que adoptan un estilo de vida de pecado va creciendo. Y parte del castigo de los padres será que llegarán a ver el resultado de sus malas enseñanzas hasta la tercera o cuarta generación. Serán testigos del deterioro familiar causado por su iniquidad.
“Instruye al niño en el camino que debe andar, y aun cuando sea viejo no se apartará de él”. — Proverbios 22:6 (NBLA)
Los Espíritus Malignos se Heredan
El mayor problema de las maldiciones es que, cuando alguien peca, queda vulnerable, queda expuesto, fuera de la protección del SEÑOR. Esto aplica no solo de manera individual, o a nivel familiar, sino también a ciudades enteras, por eso, en el Salmo 127:1 se nos informa que, si el SEÑOR no cuida a una ciudad, es inútil que se tengan guardias (humanos) vigilándola.
Cuando las murallas de protección espirituales son derribadas, los espíritus impuros pueden aprovechar esta oportunidad para demonizar a la persona, y por lo mismo, ya no tienen el control sobre sí mismos. Por eso, Proverbios 25:28, advierte que el hombre que no domina a su espíritu, es como una ciudad invadida y sin murallas.
Una vez que un demonio está adentro, permanecerá hasta la muerte de la persona (a menos que se arrepienta y el demonio sea expulsado). Ese espíritu puede ir y venir, entrar y salir a su conveniencia. Cuando la persona demonizada está a punto de morir, ese demonio va a buscar “una nueva casa”, generalmente un familiar cercano, puede brincar a algún descendiente de la persona. La Biblia llama a estos demonios, “espíritus familiares”.
En nuestro libro, Las 7 Armas Espirituales hablamos sobre este tema, aquí cito de la página 31:
“Estos espíritus malignos pueden habitar durante siglos dentro de la misma familia. Cuando la persona en cuyo cuerpo habitaban muere, simplemente “brincan” al siguiente familiar cercano, usualmente sus hijos, o quien tenga sus puertas espirituales abiertas. Esos descendientes “heredan” de esta forma los demonios de sus ancestros. Este círculo vicioso continúa mientras esa familia no se preocupe por acercarse a Cristo y cumplir Sus Mandamientos. Él es el Único quien puede romper esa maldición ancestral”.
Los Súperpoderes
Estos espíritus malignos heredados, en ocasiones se pueden manifestar como habilidades sobrenaturales, como los poderes de los psíquicos o médiums. Para ilustrar mejor este punto, veamos el caso que el Dr. Kurt E. Koch nos presenta en su libro Okkultes ABC (ABC del Ocultismo) tomado del libro de Alexander Wolf, La Saltadora del Siglo, se trata de la historia de una joven de Altenmoor, Alemania, con habilidades mediumísticas o psíquicas. Entre las habilidades paranormales que tenía, era que podía saltar grandes distancias (14 metros), pero no se le permitió participar en los Juegos Olímpicos representando a Alemania, porque incluso las autoridades seculares se dieron cuenta de sus poderes psíquicos.
Esta joven también podía volverse invisible, y pasar entre las personas sin que se dieran cuenta de su presencia, como si les causara una ceguera temporal. Por eso la llamaron el “Fantasma Saltador”. Al respecto, el Dr. Koch dice que cuando se trata de poderes mediumísticos o psíquicos tan fuertes como los de esta joven, esto indica que los ancestros de esa persona, por ambas líneas, tanto del padre como de la madre, practicaban actividades como brujería, adivinación, clarividencia, hechicería, espiritismo, u otras actividades ocultistas. Estas actividades son prohibidas por el ETERNO, para evitar que las personas se involucren con poderes demoniacos. Esta advertencia se menciona en Deuteronomio 18. El Dr. Kurt E. Koch nos explica:
“Las habilidades psíquicas o mediumísticas tan fuertes como las exhibidas por Chr. [nombre abreviado de la joven por privacidad], ocurren en familias donde ambas líneas ancestrales, del padre y la madre, han estado involucradas con actividades psíquicas… Como ejemplo comparativo, cabe mencionar las fuertes habilidades psíquicas de médiums como Uri Geller [famoso por doblar cucharas; psíquico y mago con telepatía] y Matthew Manning [escritura automática; si le colocaban esposas, se podía liberar de ellas doblándolas; hacía que aparecieran objetos (aportes); curandero espiritista], quienes tienen un doble linaje ancestral mediumístico”.
Lo que las personas del mundo adjudican a “asombrosos poderes psíquicos”, en realidad se trata de personas que vienen cargando con maldiciones ancestrales. Los demonios son quienes, por un lado, les dan tales “habilidades” o “poderes”, y por el otro, los atormentan constantemente con los castigos por las maldiciones ocasionadas por sus transgresiones y las de sus ancestros.
Observe que este es un tema recurrente de películas, series de televisión, dibujos animados y cómics. Los llamados “superhéroes” y “supervillanos”, quienes tienen poderes sobrehumanos, como poder volverse invisible, tener enormes fuerzas, mover objetos “con la mente”, provocar fuegos a distancia, comunicarse telepáticamente, teletransportarse, transformarse en animales, tener poderes mágicos, entre otros, en realidad representan a personas médiums, mediante quienes los poderes de diferentes demonios son canalizados para manifestar estos asombrosos “poderes”.
Recordemos que el endemoniado gadareno tenía fuerzas sobrehumanas (Marcos 5:1-4). En nuestra serie de artículos donde advertimos sobre las artes marciales, también hablamos sobre este tema, el karateka se convierte en médium para poder golpear tan fuerte, moverse tan rápido, etc.
“Llegaron al otro lado del mar, a la tierra de los gadarenos. Cuando Jesús salió de la barca, enseguida se acercó a Él, de entre los sepulcros, un hombre con un espíritu inmundo, que tenía su morada entre los sepulcros; y nadie podía ya atarlo ni aun con cadenas; porque muchas veces había sido atado con grillos y cadenas, pero él había roto las cadenas y destrozado los grillos, y nadie era tan fuerte como para dominarlo”. — Marcos 5:1-4 (NBLA)
Lo que no explican en las películas de “superhéroes”, es el verdadero origen y trasfondo de estos “poderes”. Las actividades ocultistas en que se involucraron estas personas o sus ancestros. Tampoco muestran las terribles consecuencias de tener estos poderes. Satanás siempre va a cobrar muy caro por sus servicios. Por lo que todas estas supuestas “habilidades”, traen consigo desastres para los médiums o psíquicos y sus familias: accidentes, desgracias, locura (las personas terminan en hospitales psiquiátricos), suicidios, etc. Sus vidas no son asombrosas y perfectas como en las películas, sino llenas de sufrimiento, y se alejan cada vez más de la salvación que nos ofrece Jesucristo.
Casas Embrujadas
Veamos otros 2 ejemplos que menciona el Dr. Koch en el mismo libro, de cómo los terribles pecados ancestrales, pueden afectar a la descendencia, inclusive a los cristianos:
“Durante una campaña de evangelización en Edmonton, Canadá, una mujer de 21 años vino en busca de consejería pastoral. Dijo que las puertas de su casa se abrían por la noche; la radio se encendía sola; escuchaba pasos, ruidos de arañazos y golpes; veía destellos de luz y rostros haciendo muecas; escuchaba voces y personas invisibles caminando de un lado a otro, a pesar de que todas las puertas estaban cerradas. No tenía ninguna enfermedad mental. Le pregunté si había espiritistas en la casa o entre sus antepasados. Ella admitió que su abuela fue curandera ocultista y espiritista, quien murió bajo circunstancias terribles”.
En este caso, la maldición generacional causada por la brujería hecha por la abuela, estaba afectando la vida de su nieta, quien probablemente era cristiana, y aun así, estaba siendo atacada por estos demonios que causaban actividad paranormal en su casa. Las actividades ocultistas como la brujería y el espiritismo, generan maldiciones generacionales terribles que dejan las puertas espirituales abiertas de par en par para los descendientes. Como en el siguiente ejemplo, donde se muestra una maldición generacional y una transferencia de demonios de un espiritista poderoso a su sobrina, la cual terminó en un hospital psiquiátrico.
“Una mujer de Lismore, Australia, acudió a mí en busca de consejería pastoral. Me dijo que estaba sufriendo de ataques severos. Su tío había sido espiritista. Antes de morir, le transfirió sus poderes psíquicos. Esto es algo que a menudo hacen los curanderos espiritistas, quienes no pueden morir hasta que le hayan transferido sus poderes mágicos a otra persona. Desde que esta joven recibió los poderes psíquicos de su tío moribundo, ha estado sufriendo terribles ataques de ansiedad.
Ella veía demonios, escuchaba golpeteos, fuertes ruidos y experimentaba actividad paranormal y otras perturbaciones. En su angustia, acudió a un médico en lugar de buscar a un pastor experimentado. Naturalmente, el médico pensó que ella padecía de algún tipo de esquizofrenia y la internó en una clínica. Allí recibió un tratamiento psiquiátrico que fue inútil. Fue dada de alta, pero seguía con los mismos síntomas que antes. No sólo podía ver a los espíritus, sino que también podía hablar con ellos, hacerles preguntas y ellos le respondían. Como resultado, su sistema nervioso se deterioró cada vez más”.
“No se vuelvan a los adivinos ni a los espiritistas, ni los busquen para ser contaminados por ellos. Yo soy el SEÑOR su Dios”. — Levítico 19:31 (NBLA)
Ataque de Satanás
La doctora cristiana Rebecca Brown en su libro He Came to Set the Captives Free (Él vino a dar libertad a los cautivos, pág. 153), nos habla de una maldición generacional en la que hubo una transferencia de demonios a un joven de 24 años, quien quedó bajo su cuidado tras intentar suicidarse:
“Un joven que creció en un hogar cristiano, entregó su vida por completo a Jesús y tenía una relación muy cercana con el SEÑOR. Ingresó a un seminario para convertirse en pastor. De repente, aproximadamente un año antes de su intento de suicidio, tuvo que viajar a Denver, Colorado, porque su abuela estaba muy grave en el hospital. Mientras conducía al hospital, de repente tuvo la sensación por unos segundos de que algo oscuro, como una nube, caía sobre él y luego desapareció. Cuando llegó al hospital, se enteró que su abuela había fallecido poco antes de su llegada.
A partir de ahí, ya no podía comunicarse con el SEÑOR. Le resultaba casi imposible leer la Biblia u orar, tenía mucha dificultad para concentrarse en sus estudios y abandonó el seminario un mes antes de intentar suicidarse. Sentía que no había nada porqué vivir. Buscó consejo con otros cristianos, pero nada lo ayudó.
Le contó a Rebecca que su abuela había estado muy involucrada en la brujería, pese a la insistencia de la familia para que lo dejara y aceptara a Jesús. Rebecca nos dice que, tras la muerte de la abuela, los poderosos demonios que la habitaban pasaron legalmente por la puerta espiritual abierta de la herencia para demonizar a este joven creyente. Por supuesto, Satanás lo eligió, ya que se preparaba para servir al SEÑOR de tiempo completo. Tras su liberación, el joven recuperó su plena y libre comunión con Dios. Una simple oración de fe de sus padres, rompiendo cualquier maldición generacional, hubiera protegido a este joven de la herencia de su abuela, pero todos ellos carecían de este conocimiento”.
Usted podrá pensar que este joven seminarista debería haber sido protegido de ser demonizado por ser un cristiano creyente. Pero la Biblia afirma claramente que los pecados de los padres se transmitirán a los hijos, incluso a la tercera y cuarta generación. Rebecca recomienda que la única protección contra las maldiciones generacionales es pedirle al SEÑOR que cierre esa puerta de esta horrible herencia de los pecados de los antepasados con la preciosa sangre de Jesucristo, para usted y para sus hijos. Aquí la oración y el ayuno son su mejor arma de protección.
Oración para Romper Maldiciones Generacionales
Rebecca Brown recomienda que haga una oración para romper las maldiciones generacionales para evitar que lo afecten. Este es solo un ejemplo, usted puede ajustarlo para su situación específica:
Padre Celestial, en el nombre de mi Señor Jesucristo, te pido humildemente que me limpies con la preciosa sangre de mi Señor Jesucristo de todo pecado que haya heredado tanto de parte del linaje de mi padre como de mi madre, me niego a tener nada de Satanás en mi vida. Por favor rompe estas líneas hereditarias y maldiciones generacionales ahora y para siempre en el nombre de Jesucristo, para que no afecten mi vida ni la de mis hijos. Amado Padre Celestial, te doy gracias en el nombre de Jesucristo por haberme liberado. Amén.
En caso de que el SEÑOR le revele que heredó poderes mediumísticos o psíquicos por alguna maldición generacional. O si tiene problemas en su relación personal con el SEÑOR; si le resulta casi imposible leer la Biblia u orar; si tiene dificultad para concentrarse en sus estudios bíblicos, o si se percata de otros problemas similares. Puede pedirle a YAHWEH que lo ayude y lo libere de esta opresión del enemigo con una oración de fe.
Las personas que se han involucrado en el ocultismo y que han sido liberadas cuando se convirtieron en creyentes vueltos a nacer, tienen que estar cuidándose constantemente, porque es fácil que recaigan, regresen a esas malas prácticas y se alejen del SEÑOR. Busque ayuda de su pastor o de algún pastor con experiencia en temas del ocultismo y maldiciones generacionales. También es recomendable que un grupo de oración lo ayude para que intercedan por usted.
Como cristiano creyente necesita pedirle al SEÑOR que lo proteja de estos poderes demoniacos todos los días. Pídale en el nombre de Jesucristo, que lo limpie, que destruya cualquier maldición generacional, que le quite poderes mediumísticos o psíquicos.
En el siguiente artículo continuaremos viendo las maldiciones generacionales. Hablaremos sobre otra forma en que se pueden cargar los pecados de los padres sobre sus descendientes, veremos cómo afectan al ADN y cómo se manifiestan en enfermedades que los médicos llaman hereditarias.
¡Que Dios los bendiga!
Continuar leyendo: Las Maldiciones Bíblicas: Las Enfermedades Hereditarias
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