En el artículo anterior vimos que las visualizaciones y las afirmaciones supuestamente “positivas” utilizadas en las artes marciales provienen del maligno. Ahora hablaremos del testimonio de Bill Rudge, un cristiano que utilizaba el karate para evangelizar, pero quien se dio cuenta que su ministerio no tenía los resultados que él esperaba, porque el karate acercaba más a las personas a las artes marciales que a Cristo. Veremos las 5 interesantes razones de Bill para renunciar al karate. También veremos que las artes marciales y el yoga engañan a las personas con prácticas de iniciación muy similares, pero que en ambos casos conducen al ocultismo.
Tabla de Contenidos del Artículo
El Testimonio de Bill Rudge

Bill Rudge es un exartista marcial cristiano, quien escribió el libro Why I Quit Karate (Por qué renuncié al Karate, 1994). Él siendo cristiano, organizaba clínicas de defensa personal, daba clases de karate y hacía demostraciones en iglesias, escuelas y prisiones. Bill pensaba que estaba haciendo un buen trabajo evangelizador a través del karate, y que solo bastaba con limitar los entrenamientos únicamente al aspecto físico. Pensó que podría eliminar los elementos espirituales y de ocultismo de las artes marciales. Sin embargo, se dio cuenta que eso no era posible, y esto lo motivó a renunciar a las artes marciales como él mismo lo explica:
“Ahora me doy cuenta de que la mayoría de las personas se adentraron más en la práctica y la filosofía de las artes marciales que en realmente ser conducidas a Cristo. Al evaluar a muchas de las personas que fueron influenciadas por mí y otros artistas marciales cristianos, descubrí que ellos se estaban comprometiendo cada vez más con las artes marciales y cada vez menos con Jesucristo”. — págs. 4-5 (Bill Rudge)
“Examinen qué es lo que agrada al Señor, y no participen en las obras estériles de las tinieblas, sino más bien, desenmascárenlas”. — Efesios 5:10-11 (NBLA)
Bill menciona que con el tiempo, muchos de sus compañeros cristianos en el karate se fueron involucrando con el yoga y la meditación trascendental. Las artes marciales influenciaron tanto a algunos de estos cristianos, que incluso ahora se consideran budistas zen o taoístas:
“También se hizo evidente que las connotaciones taoístas y budistas no pueden separarse y descartarse fácilmente porque, en realidad, son los principios fundamentales del entrenamiento y la filosofía de las artes marciales, ya sea que los practicantes e instructores se den cuenta de ello o no. En algunos estilos es muy visible, mientras que en otros es más sutil y encubierto. Sin embargo, en todos los estilos que investigué, incluso aquellos que se practican solo con fines de aptitud física y autodefensa, había influencias orientales y ocultistas definidas”. — págs. 5, 7 (Bill Rudge)
“Ciertamente, si habiéndose ellos escapado de las contaminaciones del mundo por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, enredándose otra vez en ellas son vencidos, su último estado viene a ser peor que el primero. Mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia que, después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado. Pero les ha acontecido lo que con verdad dice el proverbio: «El perro vuelve a su vómito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno»”. — 2 Pedro 2:20-22 (RVR-1995)

Sobre el componente espiritual de las artes marciales, Bill platica sobre uno de sus conocidos, quien había estado involucrado en cierto estilo chino durante muchos años. Este artista marcial le dijo que tanto él como su instructor, podían manipular la energía del “qui” (o “chi”) para mover objetos “con sus mentes”. Decía que su instructor podía extender su brazo y señalar con el dedo a alguien, y al concentrarse para extender su “qui”, podía derribarlo sin tocarlo, también podía hacer muchas otras hazañas aparentemente sobrehumanas.
Además le dijo que: “los espíritus de los muertos” también podían participar en la ejecución de las artes marciales. Le explicó que, a veces, si se entregaban por completo al realizar las katas (patrones preestablecidos de lucha contra oponentes imaginarios), “los espíritus de los maestros difuntos” poseían sus cuerpos y controlaban sus movimientos, lo que aumentaba enormemente su habilidad, rendimiento, velocidad y poder. También dijo que pueden lanzar maleficios y hechizos a las personas, y le habló sobre otros poderes y fenómenos ocultos.
Cuando el conocido de Bill Rudge habla de poseer “poderes de maestros difuntos”, está describiendo los poderes mediumísticos que provienen de espíritus malignos que demonizan a los artistas marciales. Ellos no se dan cuenta de que se han convertido en médiums para que los demonios habiten sus cuerpos, y es así cómo pueden hacer todas estas proezas sobrehumanas. Ellos han sido engañados para que piensen que se trata de “maestros de artes marciales fallecidos”. Esto no es diferente a lo que ocurre con los espiritistas, quienes piensan que son habitados por “espíritus de personas muertas”, pero que en realidad son demonios engañadores.
“Porque los que viven saben que han de morir, pero los muertos no saben nada, ni tienen ya ninguna recompensa, porque su recuerdo está olvidado. En verdad, su amor, su odio y su celo ya han perecido, y nunca más tendrán parte en todo lo que se hace bajo el sol”. — Eclesiastés 9:5-6 (NBLA)
“Así el hombre yace y no vuelve a levantarse; hasta que no haya cielo, no despertarán, ni se levantarán de su sueño”. — Job 14:12 (RVR 1960)
La “influencia externa” que le daba a Bruce Lee sus habilidades

En un inicio, las personas inocentemente se involucran con las artes marciales para hacer ejercicio, o para defenderse. Después, son enganchados con el deseo de poseer la habilidad de hacer movimientos sobrehumanos, como observan en otros artistas marciales, y su codicia por esos poderes, es lo que les abre la puerta a los demonios para entrar en ellos. Son los demonios quienes les permiten golpear tan fuerte y ser tan rápidos. Bruce Lee le llama a esto una “influencia externa”, que es la fuerza que dirige y “moldea” según las religiones orientales. En su libro Tao of Jeet Kune Do (The way of the intercepting fist), Bruce Lee dice al respecto:
“El luchador… ya no es él mismo. Se mueve como una especie de autómata. Se ha entregado a una influencia externa a su conciencia cotidiana”. — pág. 25 (Bruce Lee, Jeet Kune Do)
“Me estoy moviendo y no me muevo para nada… no es “yo estoy haciendo esto”, sino más bien una toma de conciencia interior de que “esto está pasando a través de mí” o “lo está haciendo por mí” — pág. 7 (Bruce Lee, Jeet Kune Do)
Por eso Bruce Lee toma del budismo, el concepto de “ausencia de pensamiento” y de “mente vacía”, se vacía a sí mismo para permitir que una “influencia externa” haga los movimientos por él y le dé habilidades psíquicas, como ya habíamos visto al principio de este estudio.
Las Habilidades Mediumísticas Conducen a la Magia Negra

El conocido de Bill Rudge también mencionó que, como artista marcial, podía lanzar maleficios y hechizos a las personas, además de derribarlas a distancia sin tocarlas. Podemos ver que los artistas marciales, al buscar ser los mejores, y someter a sus oponentes, llegan al punto en que codician controlarlos a toda costa, y por ello se involucran en el ocultismo, al utilizar magia de persecución o magia negra.
Quizás piense que estoy exagerando al decir que las artes marciales pueden conducir a las personas a la brujería. Sin embargo, considere que los demonios trabajan en grupos. Jesús nos dice que un espíritu malvado invita a otros siete demonios aún más malignos para invadir el cuerpo de la persona (Mateo 12:45). Así que cuando un artista marcial hace visualizaciones, puede abrir las puertas para que un espíritu de fantasía o de soñar despierto lo llegue a demonizar, y éste ya estando adentro, puede invitar a espíritus peores como: de odio, de violencia, de crueldad, depresión, homicidio, suicidio, brujería, etc.
Por eso, el pecador está cada vez en un peor estado, porque será tentado para llevar a cabo peores transgresiones, al punto en el que ya no se puede arrepentir y regresar al SEÑOR. Recordemos que cuando el rey Saúl se involucró en el ocultismo y fue a consultar a una médium, esto le trajo una muerte prematura y muy inmediata. Su pecado desencadenó una secuencia de eventos que terminaron en su muerte y la de sus hijos (1 Samuel 28:7-25, 31:1-6; 1 Crónicas 10:13).
Bill Rudge en su mismo libro, narra la historia de dos artistas marciales en el estilo Poekoelan Indonesio. El hijo, quien era cinta negra de quinto grado, explicó que su padre, quien era cinta negra de noveno grado, se había endemoniado debido a las artes marciales. Un día enloqueció y atacó a su hijo con una espada samurái. El hijo se defendió, pero terminó matando a su padre con unos chacos (nunchaco).
Él joven terminó con heridas de gravedad, tan horribles que estuvo a punto de morir, y después de salir del hospital, fue encarcelado. Luego salió libre por haberse demostrado que fue en defensa propia. Los investigadores se dieron cuenta que el padre estaba involucrado en magia negra, tenía muñecos de vudú y velas negras.
Las 5 Razones de Bill Rudge para abandonar las Artes Marciales
Bill en su libro da 5 razones por las cuales renunció al karate:
1. Porque los practicantes del karate se vuelven egoístas, autosuficientes, orgullosos, arrogantes, y deseosos de poder y control. Bill dice:
“Empecé a pensar que era casi invencible. Me volví altivo y egoísta. Tenía un aire de superioridad al tratar con la gente. Y vi la misma actitud en casi todos los estudiantes e instructores (incluso cristianos) que conocí. Muchos estudiantes…idolatraban y prácticamente adoraban a sus senséis y maestros”. — pág. 2

Dios llama a las personas a la humildad y a la dependencia en Él, mientras que las artes marciales enfatizan la autosuficiencia humana y sus practicantes se vuelven arrogantes.
“Pero la gracia que Él nos da es mayor. Por eso dice: «Dios se opone a los soberbios, y da gracia a los humildes»”. — Santiago 4:6 (RVC)
“Antes de la destrucción el corazón del hombre es altivo, pero a la gloria precede la humildad”. — Proverbios 18:12 (NBLA)

2. Debido a la naturaleza violenta de la práctica. Menciona que, si bien la autodefensa y el uso de la fuerza están justificados en las Escrituras, “muchas de las técnicas que se enseñan van más allá de la autodefensa, son métodos ofensivos y agresivos diseñados para mutilar y lisiar al oponente. Estas tácticas no son defensivas sino vengativas”. Además menciona que en una ocasión, antes de dejar el karate, un hombre se puso tan pesado con él, que Bill incluso pensó en sacarle los ojos (págs. 2-3).
Vea cualquier revista de artes marciales y uno puede ver por sí mismo cómo la «defensa propia» ha sido dejada atrás. Las patadas, golpes mortales, y el dominio de todo tipo de armas letales son ahora la moda. ¿No hay ya suficiente violencia en el mundo, como para que también los cristianos participen y se instruyan en artes marciales agresivas y crueles?
“El SEÑOR prueba al justo, pero Su alma aborrece al impío y al que ama la violencia”. — Salmos 11:5 (RVA-2015)
“No envidies al hombre violento, y no escojas ninguno de sus caminos”. — Proverbios 3:31 (NBLA)
3. Por las lesiones que acarrea la práctica de artes marciales, como: el peligro de quebrarse huesos, el estar constantemente con golpes, moretones, desgarres musculares, etc. Bill menciona que aún tiene lesiones de cuando practicaba karate, y por andar quebrando tablas de madera y bloques de cemento. Muchos artistas marciales padecen de artritis, lesiones en las articulaciones, dolores crónicos y otros padecimientos debido a estas prácticas. Bill dice que más bien se debe tratar con respeto al cuerpo, por ser un templo del Espíritu Santo.
“¿O no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo que está en ustedes, el cual tienen de Dios, y que ustedes no se pertenecen a sí mismos? Porque han sido comprados por un precio. Por tanto, glorifiquen a Dios en su cuerpo y en su espíritu, los cuales son de Dios”. — 1 Corintios 6:19-20 (NBLA)
Chuck Norris en su libro Against all odds: my story (Contra todas las adversidades: mi historia, 2004), menciona que una vez durante una competencia tanto él como su oponente resultaron con huesos quebrados, y a pesar de no sentir tanto dolor en ese momento, al día siguiente estaba demasiado adolorido. Norris dice:
“Entre los profesionales, los competidores luchan durante tres rounds de tres minutos cada uno, de manera similar al boxeo profesional. Al principio del primer asalto, Delgado me golpeó con una patada giratoria de talón, rompiéndome un hueso de la mandíbula y caí de rodillas. Sin embargo, mi nivel de adrenalina era tan intenso que apenas noté el dolor ¡y seguí con la pelea! Usé una barrida de judo a las piernas a Louis para tumbarlo. Cayó a la lona con los brazos extendidos para amortiguar la caída. Cuando me agaché para golpearlo, mi rodilla cayó sobre su brazo y le rompí un hueso.
Sin embargo, ninguno de los dos sabíamos la magnitud de los daños, porque continuamos peleando hasta que terminó el combate y me declararon ganador. Fuimos juntos al hospital. Tuvieron que cerrarme la mandíbula rota con alambres y a Louis tuvieron que ponerle un yeso en su brazo. Cuando salimos del hospital esa noche, no parecíamos campeones de karate”. — pág. 75 (Chuck Norris)
4. Por el potencial que tiene de llevar a sus practicantes hacia las filosofías orientales y al ocultismo. Bill ha observado cómo muchas personas que empezaron de forma inocente en el karate, porque querían los beneficios de autodefensa, de salud, de disciplina física, o porque querían competir, terminaron involucrados en prácticas del ocultismo.
“Pero el Espíritu dice claramente que, en los últimos tiempos, algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios”. — 1 Timoteo 4:1 (RVR-1995)
5. Porque le pareció que si continuaba en esto no estaba dando un buen testimonio cristiano.
A pesar de lo anterior, dejar el karate fue un proceso que le llevó años a Bill.
Las Grandes Similitudes entre el Yoga y las Artes Marciales

El ocultismo en estas 2 prácticas está disfrazado para llevar a las personas a que realicen poco a poco actividades más siniestras. Ambas promueven las visualizaciones: en el yoga, visualizan unirse con la deidad; mientras que en las artes marciales, visualizan la mejor forma de golpear, defenderse y derrotar a sus oponentes.
“Sus telarañas no servirán para vestirse ni se cubrirán con sus obras. Sus obras son obras de iniquidad; hechos de violencia hay en sus manos. Sus pies corren al mal, y se apresuran a derramar sangre inocente. Sus pensamientos son pensamientos de iniquidad; destrucción y ruina hay en sus calzadas. No conocen el camino de la paz ni hay justicia en sus sendas. Sus senderos son torcidos; cualquiera que vaya por ellos no conocerá la paz”. — Isaías 59:6-8 (RVA 2015)
Para su éxito, en ambas prácticas, no se puede desligar el componente espiritual de los ejercicios. En ambas, los practicantes hacen meditación y dicen frases repetitivas: en el yoga y en el budismo, se llaman “mantras”; en las artes marciales, se denominan “afirmaciones mentales positivas”.
Tanto en el yoga como en las artes marciales se enfatiza la importancia de la respiración. Según el karateka de cinta negra y sacerdote zen Sogen Sakiyama: “lo más importante para el estudiante principiante de zen es la respiración. El zen comparte este énfasis con los seguidores del yoga”. (Entrevista para la revista Black Belt, Septiembre 1971). Quizás por eso se ha dicho que: “el karate es zen, y el zen es karate”.

En nuestros estudios sobre Los Peligros del Yoga para los Cristianos, y en nuestro artículo Las ECMs: Experiencias Fuera Del Cuerpo (Parte 2), ya hablamos del porqué se enfatiza la respiración en el yoga, y lo comparamos con el testimonio del ex-espiritista Raphael Gasson. Recuerde que estos “ejercicios de respiración” son una forma de engaño que utilizan los demonios, la práctica de estas técnicas aparentemente les facilita habitar el cuerpo de las personas.
Si las personas continúan por este camino y no regresan al SEÑOR en arrepentimiento. Ambas prácticas conducen al camino de la perdición.
“Todo lo contrario, cada uno es tentado cuando sus propios malos deseos lo arrastran y seducen. Luego, cuando el deseo ha concebido, engendra el pecado; y el pecado, una vez que ha sido consumado, da a luz la muerte”. — Santiago 1:14-15 (NVI)
Las Afirmaciones Bíblicas

Hemos dicho que las afirmaciones “positivas” como las concibe el mundo son malas, porque son pretenciosas, fantasiosas, egoístas e inútiles. Sin embargo, en la Biblia encontramos afirmaciones que sí podemos adoptar y que nos motivan para nuestra vida diaria, como la siguiente:
“¡Todo lo puedo en Cristo que me fortalece!”. — Filipenses 4:13 (RVA 2015)
Por otro lado, quisiera mencionar que, como creyentes obedientes a los mandamientos del ETERNO, tenemos algo mucho mejor que las visualizaciones o las afirmaciones positivas. Tenemos la oración que nos permite recibir a las promesas del SEÑOR. Si en algún momento tiene alguna necesidad, siente que está pasando por alguna prueba o dificultad, o que requiere consuelo, puede contar con que su oración será escuchada y que el Todopoderoso responderá como lo prometió.
“Toda palabra de Dios demuestra ser verdadera. Él es un escudo para todos los que buscan Su protección”. — Proverbios 30:5 (NTV)
“La ley del SEÑOR es perfecta; restaura el alma. El testimonio del SEÑOR es fiel; hace sabio al ingenuo”. — Salmos 19:7 (RVA 2015)
“¡Esfuércense y sean valientes! No tengan temor ni se aterroricen de ellos, porque el SEÑOR tu Dios va contigo. Él no te abandonará ni te desamparará”. — Deuteronomio 31:6 (RVA 2015)
“Jesús se acercó a ellos y les habló diciendo: “Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles que guarden todas las cosas que les he mandado. Y he aquí, yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo”.” — Mateo 28:18-20 (RVA 2015)
¡Que Dios los bendiga!
Ir a: Los Peligros de las Artes Marciales para los Cristianos (Parte 1)