En nuestro artículo anterior vimos que el yoga es, en realidad, una forma de iniciarse en las falsas religiones hinduista o budista. El engaño consiste en promoverlo por todo el mundo como un ejercicio inofensivo y de meditación para supuestamente mantener el cuerpo y el alma saludables. Ahora hablaremos de las 4 etapas del yoga, de cómo gradualmente estas prácticas van llevando a las personas a quedar bajo el yugo de espíritus malignos. Veremos cómo, al ser atados espiritualmente, los incrédulos no alcanzan a entender las Escrituras, lo que les impide alcanzar su salvación. Y el efecto en los cristianos creyentes, es que pierden su interés en leer las Escrituras, en hacer oración, y así cada vez más se apartan del SEÑOR, corriendo el riego de no permanecer vencedores hasta el final.
Tabla de Contenidos del Artículo
Las 4 Etapas del Yoga
El investigador y pastor cristiano alemán, Dr. Kurt E. Koch, en su libro Occult ABC (ABC del Ocultismo), en el capítulo donde advierte sobre los peligros del yoga, menciona que hay cuatro etapas o niveles que los practicantes de yoga o yoguis pueden alcanzar. Koch explica cómo estas enseñanzas del ocultismo afectan a las personas y se oponen al mensaje Bíblico.
La Primera Etapa
En la primera etapa el objetivo del estudiante de yoga es tomar el control de su conciencia y de su cuerpo. Para ello, hacen ejercicios físicos y mentales. Los ejercicios físicos consisten en ejercicios de respiración y diversas posturas de yoga, como la posición de loto, de cobra, y el pararse de cabeza. Los ejercicios físicos van acompañados de prácticas mentales y espirituales que incluyen meditación, concentración, y la repetición continua de un mantra, o palabra secreta. También utilizan técnicas de “relajación” que involucran el “vaciarse a sí mismos”.
“Desecha las fábulas profanas y de viejas, y ejercítate para la piedad. Porque el ejercicio físico para poco aprovecha; pero la piedad para todo aprovecha pues tiene promesa para la vida presente y para la venidera”. — 1 Timoteo 4:7-8 (RVA-2015)
El estudiante de yoga vive esta etapa cerca de un maestro espiritual (gurú) quien lo ayuda en su aprendizaje sobre la vida espiritual, su entrenamiento, y disciplina mental. Además, lo prepara para las otras tres etapas que “lo conectarán con las energías del mundo”. Cuando en realidad, el conjunto de estas prácticas son una transgresión directa a los mandamientos del SEÑOR contra la idolatría y la codicia, que tan solo abre las puertas espirituales de la persona, para ser habitada por espíritus impuros. Derriba las murallas y cerrojos espirituales que protegen a la persona.
“Como ciudad invadida y sin murallas es el hombre que no domina su espíritu”. — Proverbios 25:28 (NBLA)
Observe cómo desde un principio, no se trata solamente de ejercicios físicos, sino que esta práctica va acompañada de las filosofías de la religión hinduista, de “frases para reflexionar”, facilitadas por el instructor. Mi esposa cuando aún no era creyente, practicó el yoga. Este es su testimonio:
“Cuando era niña, quizás de unos 5 años, un familiar muy cercano me llevaba a sus clases de yoga, y al verla haciendo posturas, yo también imitaba lo que veía y hacía las poses. El instructor de la clase además hablaba de viajes astrales. Luego dejamos de ir. Cuando crecí, ya estando casada, de nuevo retomé el yoga cuando vi a un instructor que daba clases por televisión, compré sus videos y también compré un libro. Las clases siempre iban acompañadas de las filosofías que ahora me doy cuenta que son hinduistas. Varias de mis amigas también practicaban yoga, lo veía como algo muy normal, como si fueran aerobics. Pero a diferencia, en los aerobics no me daban doctrinas o filosofías. Cuando me convertí en cristiana, al cierto tiempo me di cuenta del problema y destruí y eché a la basura todo ese material”.
Un investigador y creyente cristiano, Maurice Ray, en su libro Non Au Yoga (No al Yoga), advierte lo siguiente al practicante del yoga:
“Se deja seducir a su vez y va a ocupar su lugar en la colchoneta de ejercicios. Que no se imagine que es libre de poner él mismo un límite a los posibles efectos de las prácticas que va a permitir. No sabe que estas prácticas de superación de la humilde condición humana llevan a sus seguidores a experimentar estados de éxtasis, o al menos paranormales, cuyo mecanismo, una vez activado, escapa a su control.
Todavía no sabe que estos ejercicios van acompañados de una técnica, uno de cuyos movimientos —el vacío interior, el silencio total, la pasividad voluntaria, permitida incluso en el inconsciente— prepara al sujeto para la recepción de las energías, llamadas a disponer de él tanto más libremente cuanto más se ha abandonado a su poder. No sabe que estas prácticas, como todas las prácticas del ocultismo, abren todo su ser a lo que la Biblia también llama poderes, potestades, pero que en realidad revelan ser poderes de posesión demoníaca”. — pág. 86
Desde la primera etapa, los efectos espirituales del yoga son terribles, inclusive para quienes ya son cristianos, como nos menciona el Dr. Koch, con el caso de un creyente quien había comenzado a tomar unas clases de yoga, ¡promovidas por su iglesia local! Luego de unos meses, él notó cambios en su vida espiritual cristiana: sus deseos de leer la Biblia habían desaparecido, además se había cansado de hacer oración. Koch le advirtió que inmediatamente abandonara el yoga y que renunciara a todo eso.
Por otro lado, el pastor Dave Hunt, en su libro Yoga and the Body of Christ (Yoga y el Cuerpo de Cristo) menciona que, a través de los años en su ministerio, había estado recibiendo muchas cartas de creyentes con problemas con el yoga. Él nos da este ejemplo:
“Mi hija, edad 43, durante los últimos 10 años ha estado involucrada en el Hatha Yoga y ahora está pasando exactamente por lo que usted describe en [su libro] Occult Invasion (Invasión del Ocultismo) p. 225, —temblores violentos, alucinaciones, impulsos asesinos, furia incontrolable… ha tratado de suicidarse. Ella dice que le gustaría dejar el yoga y ser liberada del espíritu de su último maestro que actualmente le está provocando dolor insoportable. La hemos llevado con muchos doctores, pero no han ayudado. Su madre y yo hemos llegado al límite de nuestras fuerzas. Por favor, si puede ayúdenos”. — página 71
En este caso, esta mujer practicante del yoga terminó endemoniada desde la primera etapa. Ahora veamos las siguientes etapas del yoga, cuando el practicante aspira a tener poderes sobrenaturales, los cuales, ya sea que los adquiera o no, lo llevarán hacia una mayor opresión espiritual.
La Segunda Etapa
En esta etapa el practicante de yoga comienza a trabajar con su cuerpo “energético”, a ver los efectos de las posiciones de yoga sobre su cuerpo y mente, y el “impacto en su energía”. Se le hace creer que puede manipular estos efectos según las posturas y técnicas de respiración, y convertirlos en “energía”. Ahora utiliza su experiencia y conocimientos obtenidos en la primera etapa, para vivir una vida “completa” y disfrutar de los placeres mundanos, cuando tiene una vida espiritual que evita las tentaciones y las distracciones mundanas.
“Pero el Espíritu dice claramente que en los últimos tiempos algunos se apartarán de la fe, prestando atención a espíritus engañosos y a doctrinas de demonios”. — 1 Timoteo 4:1 (RVA-2015)
Se supone que cuando alguien alcanza la segunda etapa del yoga, puede “tomar el control de la mente inconsciente”. Así que puede supuestamente controlar diferentes aspectos de sus órganos, como incrementar o disminuir su circulación sanguínea, intervenir en las secreciones de las glándulas, provocar que aparezcan manchas rojas o heridas en su piel (como el fenómeno de estigma o stigmata), reducir su respiración. En realidad, son los demonios quienes provocan estos cambios en la persona ya invadida, pero le hacen creer que tiene “habilidades especiales” o “súper poderes”. Más bien, sin darse cuenta, se han convertido en médiums utilizados por el diablo, y por ello tienen poderes mediumísticos. Veamos a continuación este ejemplo del Dr. Koch:
“En el sudeste de Asia a menudo he visto yoguis que pueden reducir su respiración, pulso, y circulación a un mínimo. Entonces ellos entran en un sueño como de trance, el cual puede durar entre dos y cuatro semanas. Durante este tiempo no toman alimento ni bebidas”. — Occult ABC (págs. 258-259)
Este supuesto “súper poder” de los yoguis para no comer es algo que afecta gravemente a sus cuerpos, no es algo benéfico para ellos. Algo similar nos lo reporta el pastor John Nevius en su libro Demon possession and allied themes (Posesión demoniaca y temas afines, págs. 400, 403, 65). Los demonios suelen provocar que una persona endemoniada no quiera alimentarse, que le dé asco comer, o que por alguna razón su comida resulte contaminada. Esto afecta mucho a su salud.
También, el tema del “trance”, es otro síntoma común entre los endemoniados. El tener lapsos en los que la persona no sabe de sí misma, no saben qué pasó durante ese tiempo, es como si ellos estuvieran dormidos mientras el demonio tomó control sobre ellos. A los espiritistas, quienes también reportan lapsos de tiempo inconscientes, los demonios les hacen pensar que los “espíritus de los muertos” hablan a través de ellos.
El padre del joven endemoniado descrito en Mateo 17:14-21, Marcos 9:17-29 y Lucas 9:38-42, describe que su hijo era tomado por un espíritu que lo arrojaba al fuego, al agua (tratando de ahogarlo), derribado al suelo, y que en general lo hería. El demonio buscaba destruirlo (Juan 10:10; 1 Pedro 5:8). Pienso que, si pudiéramos entrevistar a este hombre, nos diría que cuando le suceden esos episodios a su hijo, su hijo no recuerda nada de lo que pasó durante ese tiempo.
“Señor, ten misericordia de mi hijo, porque es epiléptico y sufre terriblemente, porque muchas veces cae en el fuego y muchas en el agua”. — Mateo 17:15 (NBLA)
En nuestro libro, Las 7 Armas Espirituales, hablamos sobre los episodios de ataques demoniacos que sufría nuestro ex-vecino, a quien los demonios lo dejaban sordo durante 2 semanas. En el caso del yogui que menciona Koch, el trance duraba entre 2 y 4 semanas.
El Yugo de la Yoga
El Dr. Kurt E. Koch relata en su libro Occult ABC (ABC del Ocultismo), sobre una mujer que había llegado a dominar la segunda etapa del yoga. Durante sus ejercicios de yoga, ella desarrolló poderes sobrenaturales provenientes del ocultismo. A ella no le gustó y quiso liberarse de esto. Hasta este punto se dio cuenta del poder que tenía el yoga sobre ella y buscó al Dr. Koch por su consejería cristiana. Tras una lucha espiritual fue liberada. Después, ella escribió una obra llamada “Del Yoga a Cristo” donde dice:
“El yoga no libera; esclaviza. El yoga no suelta; ata. El yoga no ilumina; trae confusión. El yoga no prepara el camino para Cristo… sino que hace a las personas inmunes a la redención a través de Cristo. El yoga no le abre la puerta al Espíritu Santo, sino a espíritus espiritistas” (página 259).
La Tercera Etapa
Esta es la etapa espiritual del yogui en la que experimenta la felicidad interior de una mente con “conciencia expandida”. Piensa que tiene el control, y el poder sobre su ser. En esta etapa los demonios engañan al practicante de yoga al hacerle creer que ahora puede dominar poderes de la naturaleza, como el fuego. Por ejemplo, la persona es capaz de derretir el hielo supuestamente con poderes mentales. En realidad, esta es una forma de brujería de fuego, la cual es practicada por monjes budistas tibetanos, quienes combinan el yoga y la magia.
“Quienes aún tienen dudas sobre si la primera o la segunda etapa del yoga tienen como resultado procesos ocultos, deben admitir que cuando se trata de la tercera etapa, el yoga conduce a los poderes del abismo”. — Kurt E. Koch, Occult ABC, pág. 259
Dentro de los poderes de la oscuridad, hay demonios de fuego, las personas piromaníacas suelen estar habitadas por este tipo de demonios que causan destrucción por medio de incendios. El pastor John Nevius, en el mismo libro antes citado, menciona el caso en el que los parientes de dos mujeres endemoniadas tenían que tener cubetas de agua listas en diferentes partes de la casa para poder extinguir el fuego cuando éste surgía.
“Se colocaban cubetas y jarras con agua en diferentes lugares de la casa para apagar el fuego cuando apareciera en el techo de paja, y había hombres constantemente de guardia, preparados con agua y escaleras de mano para subir al techo de la casa si era necesario. Nos informaron que con frecuencia se producían incendios donde menos se esperaba”. — pág. 404
La tercera etapa del yoga, les proporciona poderes sobrenaturales a sus practicantes, quienes ya se han convertido para este punto en médiums incluso si aún no se han dado cuenta de qué está pasando. En esta etapa ya no hay mucha diferencia de ellos con los brujos de alto nivel, quienes también están severamente endemoniados. El creyente cristiano, Maurice Ray, cita en su libro lo que mencionó un gurú con respecto a las habilidades sobrenaturales de los practicantes del yoga:
“Quienquiera que practique el hatha-yoga con seriedad se beneficia de nuevas facultades que incluyen la telepatía, la clarividencia, la adivinación y todos los poderes de un estado de vida trascendente indispensables para las actividades ocultas”. — Maurice Ray, No al Yoga, pág. 86
Observe cómo el mismo instructor de yoga admite que estos poderes sobrenaturales son a causa del ocultismo. Ante esta afirmación del instructor de yoga, Maurice Ray le advierte al practicante de yoga:
“Los límites que pensaba que se estaba imponiendo a sí mismo finalmente se le impondrán a él, y descubrirá que nadie se mueve sin impunidad en el mundo de las fuerzas espirituales. Cuando los principados angélicos, con nuestro propio consentimiento, pueden hacernos instrumentos de sus designios, su agarre ya no se afloja. No en vano llevan el nombre que les da la Escritura: «Dominadores… Incluso si están «disfrazados de ángeles de luz» —Dios sabe si lo entienden—, su abrazo no es menos dominante y posesivo”. — Maurice Ray, No al Yoga, pág. 86-87
La Cuarta Etapa
En esta etapa “se alcanza el autodominio” cuando el cuerpo, la mente y la respiración se refinan en una calidad perfecta. Claro, perfecta para los demonios. En este nivel, el yogui maneja con facilidad las artes oscuras. El Dr. Kurt E. Koch reporta que los lamas del Tíbet son particularmente reconocidos por esto. Dentro del budismo tibetano, se utiliza el título de “lama” para instructores budistas o gurús de alto nivel. Un hombre quien estuvo 10 años estudiando con gurús tibetanos, le reveló a Koch muchas de las prácticas ocultas que practican los lamas:
“Mi informante había estudiado yoga, magia y espiritismo durante diez años con los lamas. Había oído hablar de mis conferencias en Sidney y me siguió hasta Newcastle, Australia. Hizo una confesión completa y nombró sus pecados específicos. Dijo: —Lo que enseñan los lamas es el culto a los espíritus, el culto a los demonios. Por favor, ayúdeme a liberarme. Tuvimos una larga conversación juntos. De este hombre aprendí que los yoguis tibetanos son expertos en el trance, la materialización, la excursión del alma, la telequinesis, la levitación, telepatía perfectamente controlada, y todas las artes del espiritismo.
En la cuarta etapa, me he encontrado con esta intensidad, sólo con tibetanos, zombis, alautas, macumbas y quienes utilizan el vudú. El yoga ya no puede disfrazar su verdadero carácter, ni con la mejor voluntad del mundo. Aquí el yoga descubre a su guía espiritual principal: Satanás, cuyo deseo, con sus promesas y artimañas, es arrastrar a la gente al abismo”. — Kurt E. Koch, Occult ABC, pág. 260
Qué Hacer si ha Practicado Yoga
Destruya y deshágase de todos los materiales relacionados con el yoga que haya adquirido: libros, videos en cualquiera de sus formatos, suscripciones a canales de YouTube. Abandone y renuncie a cualquier clase de yoga a la que esté asistiendo.
“Y muchos de los que habían creído venían, confesando y dando cuenta de sus hechos. Asimismo muchos de los que habían practicado la magia trajeron los libros y los quemaron delante de todos; y hecha la cuenta de su precio, hallaron que era cincuenta mil piezas de plata. Así crecía y prevalecía poderosamente la palabra del Señor”. — Hechos 19:18-20 (RVR-1960)
Si viaja a lugares de Oriente como Tailandia, Hong Kong, Japón, Singapur, entre otros, evite visitar las atracciones turísticas relacionadas con templos paganos, o donde existan estatuas de budas o de otros ídolos. Esos lugares no son buenos.
“Hijos, aléjense de los ídolos”. — 1 Juan 5:21 (NBLA)
Si se alcanzó a involucrar más en prácticas budistas o hinduistas, destruya y deshágase de figuras de budas, o de cualquier otro tipo de deidad pagana. También destruya altares, ofrendas, lienzos en la pared relacionados, textos o libros con enseñanzas budistas o hinduistas.
Haga oración al SEÑOR y pídale que lo libere de cualquier atadura espiritual que aún pudiera tener a causa de haberse involucrado en esas prácticas. Cabe mencionar que quien se ha involucrado en retiros budistas y en ese tipo de enseñanzas, tienen fuertes ataduras espirituales. Incluso si la persona desea volverse cristiana, estas ataduras la tendrán constantemente comparando las enseñanzas paganas de la religión budista con las de las Escrituras. Lamentablemente esto puede durar años si el nuevo creyente lo permite. Leí que esta fue la experiencia de Martin Kamphuis, quien aún 7 años después de haberse vuelto cristiano, aún seguía comparando las enseñanzas de Cristo con las del Dalai Lama (pág. 199).
Efectos de las Ataduras Espirituales
Personalmente, he visto cómo es que estas ataduras espirituales son un gran obstáculo para aceptar a Cristo: Hace algunos meses, mi esposa y yo nos encontramos casualmente con una antigua amiga de la universidad, alguien a quien no veíamos hacía ya muchos años. Nos reunimos con ella porque ella quería saber más sobre Cristo, y tratamos de evangelizarla. Sabíamos que ella estaba muy involucrada con la religión budista y con el catolicismo. Notamos que al evangelizarla, cualquier enseñanza bíblica que le decíamos, ella trataba de compararla con las enseñanzas del “Buda histórico”, y ella nos exhortaba a que leyéramos escritos de esa religión.
“Porque ellos cambiaron la verdad de Dios por la mentira, y adoraron y sirvieron a la criatura en lugar del Creador, quien es bendito por los siglos. Amén”. — Romanos 1:25 (NBLA)
Tratamos de hacerle ver que no había punto de comparación entre el Creador y cualquiera de las enseñanzas de Sus creaciones. No se puede comparar a un mero humano, a alguien como Buda o el Dalai Lama, o cualquier otra persona, con el Creador. Solamente Jesucristo es el único camino al Padre (Juan 14:6). No hay ningún otro nombre debajo del Cielo, en quien podamos ser salvos (Hechos 4:12). Cuando el apóstol Pedro trató de comparar a Cristo con Moisés y con Elías, al querer construirles un tabernáculo a cada uno, inmediatamente fue detenido por el Padre.
“Entonces intervino Pedro y le dijo a Jesús: —Señor, bueno es que nosotros estemos aquí. Si quieres, yo levantaré aquí tres enramadas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías. Mientras él aún hablaba, de pronto una nube brillante les hizo sombra, y he aquí salió una voz de la nube diciendo: “Este es Mi Hijo amado, en quien tengo complacencia. A Él oigan”. — Mateo 17:4-5 (RVA 2015)
“Porque grande es el SEÑOR, y muy digno de ser alabado; temible es Él sobre todos los dioses. Porque todos los dioses de los pueblos son ídolos, pero el SEÑOR hizo los cielos”. — Salmo 96:4-5 (NBLA)
Sin embargo, nos dimos cuenta que al evangelizar a nuestra antigua amiga, a pesar de que ella era muy amable y que aparentemente tenía muy buena disposición, todo parecía inútil. A pesar de tratar de explicarle las Escrituras de diferentes formas y de esforzarnos en esto durante 7 horas, ella seguía sin entender, sus ataduras espirituales estaban muy fuertes, ella no entendía el mensaje de la salvación de Cristo.
[Jesús dice] “¿Por qué no entienden lo que digo? Porque no pueden oír Mi palabra”. — Juan 8:43 (NBLA)
En el libro de Martin Kamphuis leí que cuando él estaba en el budismo y trató de leer enseñanzas de Cristo, dijo no haber entendido nada. Las personas no pueden tratar a Cristo como si simplemente fuera un buen gurú. Porque de nuevo están comparando al Creador con la creación. Eso no funciona y por eso no entienden las palabras de Cristo. El Señor les cierra los ojos y les cierra su entendimiento (Mateo 13:15; Isaías 6:10; Romanos 11:8).
“Y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, porque no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. Por esto Dios les enviará un poder engañoso, para que crean en la mentira”. — 2 Tesalonicenses 2:10-11 (NBLA)
Espero que esto les haya sido de utilidad y que puedan también alertar a otras personas que hayan sido seducidas por este tipo de engaño.
¡Que Dios los bendiga!