En el artículo anterior vimos que el juicio del Diluvio fue confirmado por el Creador y también vimos el anuncio del pacto que el SEÑOR hará con Noé después del Diluvio, lo que ahora conocemos como el Pacto Noético, el cual estudiaremos más adelante, con el favor de Dios. Ahora veremos la descripción de los animales que abordaron, veremos cuántos fueron, y si es factible que todos cupieran dentro del Arca. También veremos si fue posible que dinosaurios abordaran el Arca.
Ver. 19 — Y de todo ser viviente, de toda carne, meterás dos de cada especie en el arca, para preservarles la vida contigo; macho y hembra serán. (NBLA)
“Y de todo ser viviente, de toda carne, meterás dos de cada especie en el arca”
Por el momento, a Noé solo se le dice que todos los animales deben ser tomados en parejas. Sin embargo, más adelante, en Génesis 7:2, Dios además le revelará que deberá tomar siete parejas de animales limpios, mientras que de los no limpios solo una. Recordemos que los animales limpios son los aprobados para comer y para el sacrificio; encontramos que después del Diluvio, Noé construyó un altar y sacrificó de cada animal limpio al SEÑOR (Génesis 8:20-21).
“De todo animal limpio tomarás contigo siete parejas, el macho y su hembra; y de todo animal que no es limpio, dos, el macho y su hembra.” — Génesis 7:2 (NBLA)
“Entonces Noé edificó un altar al Señor, y tomó de todo animal limpio y de toda ave limpia, y ofreció holocaustos en el altar.” — Génesis 8:20 (NBLA)
¿Pero Noé también habrá metido dinosaurios entre los animales del Arca? Nosotros creemos que así fue, que los dinosaurios cohabitaron con los humanos en aquellos tiempos, y que eran herbívoros, según lo que entendemos de las Escrituras (Job 40:15), y que además fueron preservados en el Arca de Noé, como lo veremos en un artículo independiente en el que aún estamos trabajando. Las Biblia nos describe al menos tres clases de dinosaurios: Tanín (monstruo marino en Génesis 1:21), Behemot (Job 40:15), y Leviatán (Job 41:1), que son conocidos por Job, quien vivió después del Diluvio, y se piensa que era contemporáneo de Abraham. Inclusive el Creador le habla del Behemot a Job, y le dice que fue creado junto con él en Job 40:15, y con la descripción bíblica de este enorme animal, podemos identificarlo con el dinosaurio que ahora es llamado un braquiosaurio. Además, existe el descubrimiento de huellas fosilizadas de dinosaurios junto a huellas de hombres, lo que prueba que los dinosaurios y los hombres vivieron simultáneamente.
“He allí el Behemot, al cual yo hice junto contigo. Come hierba como el buey.” — Job 40:15 (RVA-2015)
“Para preservarles la vida contigo”
«Tu justicia es como los montes de Dios; Tus juicios son como profundo abismo. Tú preservas, oh Señor, al hombre y al animal.» — Salmos 36:6 (NBLA)
A Noé se le estaba dando la responsabilidad del cuidado de los animales, incluyendo su alimentación y limpieza, para que sobrevivieran en el Arca y pudieran propagar su propio “tipo” por todo el mundo después del juicio.
[Pedro dice] «Y si tampoco dejó sin castigo al mundo antiguo pero preservó a Noé, heraldo de justicia, junto con otras siete personas cuando trajo el diluvio sobre el mundo de los impíos.» — 2 Pedro 2:5 (RVA 2015)
«Bienaventurado [bendecido] el que piensa en el pobre; en el día del mal el Señor lo librará. El Señor lo protegerá [preservará] y lo mantendrá con vida, y será bienaventurado sobre la tierra. Tú no lo entregarás a la voluntad de sus enemigos.» — Salmos 41:1-2 (NBLA)
El Creador no tan solo nos da vida, sino que busca preservarla, es el gran preservador de vida, es nuestro Salvador, de hecho, quiere que preservemos la vida para siempre (Salmos 37:28), darnos vida eterna (Juan 4:14, 5:24, 6:40, 47, 10:27-28). Él quiere que tengamos una larga vida (Génesis 15:15, 35:29; Éxodo 20:12; Deuteronomio 6:2; Job 42:16-17; 1 Reyes 3:14; 1 Crónicas 29:28; Proverbios 3:16, 10:27), que nos vaya bien (Deuteronomio 4:40, 5:33, 22:7), que prosperemos (Job 36:11), que tengamos paz (Proverbios 3:1-2), que seamos felices (Proverbios 3:13,18), entendemos que a esto se refiere Jesús al mencionar una «vida en abundancia» (Juan 10:10).
[Jesús dice] «El ladrón solo viene para robar, matar y destruir. Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.» — Juan 10:10 (NBLA)
«Por cuanto en Mí ha puesto su amor, Yo también lo libraré; le pondré en alto, por cuanto ha conocido Mi nombre. Me invocará, y Yo le responderé; con él estaré Yo en la angustia; lo libraré y le glorificaré. Lo saciaré de larga vida, y le mostraré Mi salvación.» — Salmos 91:14-16 (RVR 1960)
Además de Noé, las Escrituras nos hablan de que el SEÑOR también preservó la vida de las personas mediante otros de Sus servidores, como en el caso de José en Egipto (Génesis 45:5, 50:20); las parteras que salvaron las vidas de los recién nacidos israelitas (Éxodo 1:17); de Moisés rescatando al pueblo de Dios (Éxodo 14:13, Oseas 12:13), y todos estos ejemplos apuntan a Jesús, quien fue enviado al mundo para que todo aquel cree en Él no solo sea preservado, sino que tenga vida eterna (Juan 3:16). Cuando cumplimos la voluntad de Dios, estamos bajo Su protección, e inclusive Él puede enviar ángeles para cuidarnos (Salmos 91:11; Hebreos 1:14).
“Pues Él dará órdenes a Sus ángeles acerca de ti, para que te guarden en todos tus caminos.” — Salmos 91:11 (NBLA)
“Macho y hembra serán”
Un representante masculino y uno femenino de cada uno de los animales será salvado en el Arca. El SEÑOR escogió, y de forma sobrenatural envió a estos animales, para que llegaran en el momento justo con Noé. De esta forma, Noé no tuvo que ir a buscar y atrapar a los animales; esta fue una obra de nuestro Creador, Él sabe quiénes son Sus elegidos, y a quién protege, porque no va a perder a ninguno en el proceso.
“Mis ovejas oyen Mi voz; Yo las conozco y me siguen. Yo les doy vida eterna y jamás perecerán, y nadie las arrebatará de Mi mano. Mi Padre que me las dio es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano del Padre.” — Juan 10:27-29 (NBLA)
Las instrucciones de Dios a Noé repiten el lenguaje de la Creación en Génesis 1, inclusive en el mismo orden como vemos en el siguiente versículo.
“Dios creó al hombre a imagen Suya, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.” — Génesis 1:27 (NBLA)
Ver. 20 — De las aves según su especie, de los animales según su especie y de todo reptil de la tierra según su especie, dos de cada especie vendrán a ti para que les preserves la vida. (NBLA)
El orden en que se mencionan aquí los animales sigue la misma sucesión que tenemos en la Creación, donde se registra la creación de las aves en Génesis 1:20-22 (Día 5), y del ganado y los reptiles en Génesis 1:24-25 (Día 6). Incluso este mismo orden de animales se mantiene en Génesis 1:26. Tal vez este orden nos revela también la manera en la que fueron distribuidos dentro de los tres niveles del Arca. Tal vez, las aves fueron colocadas en el piso superior, el ganado y los mamíferos en el piso medio, y los reptiles y anfibios en el más bajo, como lo vimos en nuestro artículo: Génesis 6:15-16 – Dios Ordena la Construcción del Arca (Parte 2).
“Y dijo Dios: «Hagamos al hombre a Nuestra imagen, conforme a Nuestra semejanza; y ejerza dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo, sobre los ganados, sobre toda la tierra, y sobre todo reptil que se arrastra sobre la tierra».” — Génesis 1:26 (NBLA)
“Según su especie”
Para entender la cantidad de animales que abordaron el Arca, primero tenemos que aclarar que la palabra en español “especie” es una mala traducción de la palabra hebrea, מִין – min, que significa tipo, clase, género, raza, semejanza, parecido, y se refiere a que Dios creó las formas básicas de vida llamadas “min” o “tipo básico” («kind» en inglés), que son diferentes de la clasificación de “especie” que utilizan los biólogos y zoólogos modernos basados en la falsa teoría de la evolución, porque un “tipo básico” normalmente puede englobar a todo un género, una familia o hasta un orden. Las Escrituras nos revelan una clasificación mucho más sencilla y lógica cuando nos hablan de un “tipo básico” (min), porque es un grupo de organismos que están relacionados biológicamente entre sí, ya que todos comparten a un ancestro común, que fue creado por el SEÑOR de forma sobrenatural. Por eso no podemos utilizar la palabra “especie” para traducir “min” porque el significado que tiene actualmente, dado por el mundo científico secular, está basado en el desarrollo de una supuesta “ciencia”, basada en una fuente equivocada, que solo promueven un constante debate y confusión, porque cada biólogo tiene una descripción diferente de qué es una especie. La definición general en los libros nos dice que: una especie es una categoría de clasificación de organismos biológicos que pertenecen a un género, y que involucra organismos que generalmente pueden cruzarse y producir una descendencia fértil, es decir, si sus crías no son estériles, entonces esos dos animales se clasifican como de la misma especie. Por ejemplo, si una yegua y un burro se cruzan, el animal resultante es una mula, que normalmente es estéril. Por lo tanto, el caballo y el burro se clasifican como especies diferentes. Otro ejemplo, es cuando se mantienen en cautiverio, los coyotes y los lobos, éstos pueden cruzarse y producir una descendencia fértil. Sin embargo, se clasifican como especies diferentes porque generalmente estos animales no se cruzan en la naturaleza. Y en el caso de los perros y los lobos, cuando se cruzan tienen una descendencia fértil, está el debate entre los biólogos, porque algunos los clasifican como especies diferentes, mientras que otros, los clasifican como de la misma especie. Mostrando la falta de consenso que puede resultar en la taxonomía moderna.
“Con ellos entraron toda clase [min] de animales salvajes y domésticos, y toda clase [min] de animales que se arrastran y de aves.” — Génesis 7:14 (DHH)
La clasificación biológica moderna, nació con los trabajos del científico creacionista Carlos Linneo, en 1753, considerado como el padre de la taxonomía moderna, quien reconoció que Dios es un Dios de orden, y que ha creado una amplia variedad de organismos con similitudes y diferencias, de modo que pueden organizarse en una jerarquía lógica. La teoría de la evolución adoptó el sistema linneano con ligeras modificaciones, y lo sigue usando hasta el día de hoy. Con este sistema, los organismos se clasifican utilizando los siguientes niveles jerárquicos: Dominio, Reino, Filo o División, Clase, Orden, Familia, Género, y Especie. Por lo que, los biólogos creacionistas comparan el “tipo básico” (min) con el nivel taxonómico de “Familia”, como el que más se apega a la descripción bíblica para la mayoría de los casos, pero varía para algunos organismos, porque los criterios de clasificación de la taxonomía son diferentes.
“No toda carne es la misma carne; sino que una es la carne de los hombres, otra la carne de los animales, otra la de las aves y otra la de los peces.” — 1 Corintios 15:39 (RVA-2015)
En 1990, Kurt Wise introdujo la baraminología, una palabra derivada de “baramín”, término que propuso el creacionista Frank L Marsh en 1941, quien utilizó las palabras hebreas para «creado» (בָּרָא – bará) y «tipo básico» (מִין – min). Wise defendió el usar la Biblia como la fuente para desarrollar un modelo creacionista de biología más amplio. La baraminología es el desarrollo de un nuevo campo en la biología que busca clasificar a las criaturas modernas, basado en los “tipos básicos” creados originalmente, es una ciencia de la Creación que se concentra en la evidencia de los ancestros de los organismos para clasificarlos basados en los “tipos básicos” de la Creación de Génesis, y utiliza una mayor diversidad de métodos para la clasificación de los organismos, que la taxonomía tradicional, basada en si los organismos pueden cruzarse y producir una descendencia fértil, para ser clasificados como de la misma especie, por lo que los organismos en la baraminología pueden ser del mismo “tipo” sin importar si la descendencia es fértil o no. También se utiliza la genética y la evidencia de fósiles para la clasificación de los tipos. La baraminología está constantemente buscando pruebas para demostrar las acciones y el diseño inteligente de nuestro Creador. Los estudios en este campo han demostrado que los leones, los tigres y los gatos domésticos, de hecho, pertenecen al mismo “tipo básico”, aunque se clasifican como especies separadas. Por lo que podemos concluir que todos estos animales son descendientes de solo dos felinos que estaban a bordo del Arca de Noé. Entonces, ¿cómo surgieron tantas especies separadas después del Diluvio? Porque Dios colocó una notable cantidad de potencial de variedad en el ADN de cada tipo de animal. En el ADN de los 2 felinos a bordo del arca de Noé estaba contenida toda la información genética necesaria para producir leones, tigres, leopardos, panteras, pumas, linces, todas las razas de gatos domésticos, tigres dientes de sable (que ya están extintos) y al menos una lista de otras 30 especies de felinos más. Estos felinos ancestrales probablemente no se parecían exactamente a ningún felino moderno, e inclusive el macho y la hembra pudieron ser diferentes entre sí, sumando una mayor diversidad de genes en conjunto, para incluir todas las características comunes que encontramos en los felinos de hoy en día. Las especies modernas son el resultado de combinaciones genéticas fijas que se manifestaron en un grupo de descendientes con rasgos en común, como las rayas que identifican a las cebras de otros equinos. Mientras que otro grupo hereda genes diferentes en un proceso llamado “deriva genética”, y da como resultado caballos o burros. Y en algunos casos, la deriva genética, puede conducir a la incompatibilidad reproductiva entre los grupos, como el caso de las mulas, en cuyo caso los biólogos las clasificarán como especies distintas, pero que pertenecen al mismo “tipo básico” en baraminología. Jesús nos advirtió que no dejáramos que nos engañaran con teorías como la evolución.
“Porque desde la creación del mundo, Sus atributos invisibles, Su eterno poder y divinidad, se han visto con toda claridad, siendo entendidos por medio de lo creado, de manera que ellos no tienen excusa. Pues aunque conocían a Dios, no lo honraron como a Dios ni le dieron gracias, sino que se hicieron vanos en sus razonamientos y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se volvieron necios.” — Romanos 1:20-22 (NBLA)
“Y Jesús comenzó a decirles: «Miren que nadie los engañe.” — Marcos 13:5 (NBLA)
Otro engaño del que debemos cuidarnos, dentro de la teoría de la evolución, es la “especiación”, que insinúa la formación de nuevas especies biológicas. Como vimos, la supuesta “especiación”, no tiene absolutamente nada que ver con la evolución en el sentido darwiniano, porque los animales siempre son exactamente del mismo tipo. Los perros engendran perros y nada más, aunque observamos una gran variación en las razas de perros, pero no encontramos evidencia convincente de transiciones entre los diferentes “tipos básicos” de organismos, como lo promueven los modelos evolutivos con «transiciones graduales durante millones de años» en donde los invertebrados «evolucionaron» para convertirse en vertebrados. Pero esta teoría está llena de eslabones perdidos en cada especie, y lamentablemente es una mentira que es enseñada en las escuelas a los niños como si fuera una verdad probada científicamente. Sin embargo, esta enseñanza se caracteriza por su falta de evidencia científica, y lamentablemente se enseña a los niños aprovechando su inocencia, cuando realmente se trata de una doctrina de demonios para alejar a la gente de Dios (1 Timoteo 4:1-2), fomenta el ateísmo, ya que estos niños crecerán en adultos que adoptaron esta mentira sin cuestionarla, ya que la supuesta evolución de los organismos no es posible, porque esto requeriría que fuese agregada nueva información al ADN del organismo para que pudiera evolucionar, y como esto no ocurre naturalmente, tal proceso nunca podría convertir un tipo de organismo en otro tipo, ya que diferentes tipos tienen información genética diferente. Científicamente, la “especiación” que observamos en los organismos es consistente con las predicciones de la Creación bíblica, y no con la evolución darwiniana. Observe que la mayor parte de la «evidencia» que a los evolucionistas les gusta presentar en defensa de su posición, involucra observaciones de cambios dentro de una especie, pero no han presentado ninguna prueba de cambios entre “tipos básicos”, solo bonitos gráficos (inventos humanos) que son exhibidos en los museos y libros de texto, sin ninguna prueba tangible. La especiación, la deriva genética, la selección natural y las mutaciones, son fenómenos reales. Y todos ellos son ejemplos de variación de genes dentro de un “tipo básico”, porque no se ha observado que ninguno de estos procesos produzca un nuevo tipo de organismo. Una vez más, la ciencia confirma la Creación.
“Pero los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor engañando y siendo engañados.” — 2 Timoteo 3:13 (RVA-2015)
Una vez que aclaramos qué es “min”, podemos ver claramente que todos los seres humanos pertenecemos al mismo “tipo”, porque todos estamos relacionados, sin importar nuestro color de piel u otras diferencias físicas, todos somos descendientes de Adán y Eva, y fuimos creados en la imagen de Dios. Por lo que no somos animales (1 Corintios 15:39), ni evolucionamos de los changos, ni somos primates, porque no compartimos un ancestro común. El SEÑOR creó diferentes ancestros entre el hombre y los primates.
«Te daré gracias, porque asombrosa y maravillosamente he sido hecho; maravillosas son Tus obras, y mi alma lo sabe muy bien. No estaba oculto de Ti mi cuerpo, cuando en secreto fui formado, y entretejido en las profundidades de la tierra. Tus ojos vieron mi embrión, y en Tu libro se escribieron todos los días que me fueron dados, cuando no existía ni uno solo de ellos.» — Salmos 139:14-16 (NBLA)
«El Espíritu de Dios me ha hecho, y el aliento del Todopoderoso me da vida.» — Job 33:4 (NBLA)
««Antes de que Yo te formara en el vientre, te conocí. Antes de que nacieras, te santifiqué y te presenté ante las naciones como Mi profeta.»» — Jeremías 1:5 (RVC)
¿Cómo Cupieron Todos los Animales en el Arca?
Una forma en que la posición bíblica es atacada, como un «mito», tiene que ver con la cantidad de animales que abordaron el Arca. Quienes atacan la narración bíblica, argumentan que no es posible que hubiera suficiente espacio para que dos animales de cada “especie” estuvieran a bordo del Arca de Noé. Ya que actualmente, se han clasificado 8.7 millones de especies en la tierra, incluyendo plantas y animales terrestres y marinos.
“Digno eres, Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria y el honor y el poder, porque Tú creaste todas las cosas, y por Tu voluntad existen y fueron creadas.” — Apocalipsis 4:11 (NBLA)
Pero en las Escrituras no habla de “especies”, sino de dos animales terrestres que respiran aire de cada “tipo básico”, con los que se eliminan un gran número de las especies que los críticos utilizan es sus ataques. Por eso es lamentable que las traducciones en español utilicen la palabra “especie” en este pasaje, porque como ya vimos, el número de animales que requieren ser salvados en el Arca se reduce drásticamente cuando consideramos el término correcto de “tipo”, que corresponde al término taxonómico de “familia”, en lugar del término equivocado de “especie”. Porque existen unas 1,000 familias de animales terrestres que son candidatos a abordar el Arca. Por lo que, si incluso utilizáramos el nivel de “género” para dar un límite superior generoso en las estimaciones del número de animales que abordaron el Arca, tendríamos por ejemplo, la familia del tipo “perro” se convierte en 10 géneros del tipo “perro”, por lo que el número ya exagerado se estima en un máximo de 16,000 animales que abordó el Arca de Noé, pero es muy probable que el número real haya sido considerablemente menor. Y para los dinosaurios, se estima que había alrededor de 50 “tipos básicos” diferentes de dinosaurios. Por ejemplo, en la réplica del Arca, en la atracción llamada “Ark Encounter”, que construyeron en Kentucky, en los Estados Unidos, y que tuvimos la oportunidad de visitar, ellos estiman que había 1,398 tipos básicos, lo que representa unos 6,744 animales en el Arca. ¿Pero cómo cabrían los elefantes e incluso los dinosaurios en el Arca? Muy sencillo, porque muy seguramente el SEÑOR envió a Noé animales muy jóvenes de cada tipo, por no decir bebés, porque comen menos, duermen más, ocupan menos espacio, y lo más importante, es que vivirán más tiempo después del Diluvio, para que tengan mayor tiempo para procrear. Por lo que todos esos dibujos infantiles en donde las jirafas y los elefantes sacan sus cabezas del Arca, son imágenes erróneas, que transmiten la idea de que los animales rebasaban la capacidad del Arca, pero eso está muy lejos de la verdad, porque había espacio de sobra para los animales, como veremos a continuación. Además, estas representaciones infantiles de los animales no muestran que en realidad eran bebés, y que muy seguramente no se parecían a los animales que conocemos hoy en día.
“Porque Mío es todo animal del bosque, y el ganado sobre mil colinas. Conozco a todas las aves de los montes, y Mío es todo lo que en el campo se mueve.” — Salmos 50:10-11 (NBLA)
El investigador John Woodmorappe calculó utilizando la máxima cantidad de animales que podría transportar el Arca, y utilizó la cantidad de animales basado en géneros en lugar de familias, y calculó 14 animales limpios por tipo, y llegó a un total de 16,000 individuos. También calculó el espacio basado en jaulas requeridas por los animales y encontró que los animales solo ocuparían el 46.8% del Arca. Después calculó que la comida ocuparía el 16.3% del espacio del Arca; y el agua el 9.4%, para un total de que el 72.5% del Arca fue ocupada, mostrando que aun y con todos los animales había todavía un 27.5% de espacio de sobra en el Arca y esto es considerando el peor escenario y exagerando el número de animales.
Otros estudios que se hicieron con anterioridad a la difusión de la baraminología y que consideraron especies, muestran un número más alto de animales a bordo del Arca, por lo que me gustaría mencionarlos. Como vimos en nuestro estudio Génesis 6:15-16 – Dios Ordena La Construcción Del Arca (Parte 2), el Arca tenía un espacio similar a unos 520 vagones de tren, y para estimar el espacio requerido para los animales en el Arca, utilizaremos un tamaño promedio de los animales similar al de una oveja. Y sabemos que podemos transportar 240 ovejas por vagón de tren con piso doble. El número de animales que consideraron para este estudio fue de 35,000 animales, pero considerando los animales extintos y los dinosaurios, los investigadores asumieron el número con una cantidad increíblemente alta: a un total de 50.000 animales que abordaron el Arca. Los animales ocuparían el equivalente a 208 vagones de ferrocarril, o el 40% del espacio del Arca. Otros análisis similares consideran que los animales llegarían a ocupar hasta el 60% del Arca. Lo que deja suficiente espacio para la comida y agua para todos los que están abordo, y para que la familia de Noé pudiera traer sus pertenencias, ¡Imagine todas las cosas que Noé y su familia acumularon por cientos de años! recuerde que Noé ya tenía 600 años de vida cuando abordó el Arca. Esto fue más drástico que una simple mudanza, porque después del Diluvio, ya no iba a haber nada de la civilización que conocían, ya no habría tiendas donde comprar objetos hechos por el hombre, ni forma de conseguir fácilmente cualquier cosa que no llevaran con ellos en el Arca.
“Dos de cada especie vendrán a ti para que les preserves la vida”
Así como el SEÑOR trajo los animales a Adán para que les pusiera un nombre en Génesis 2:18-19, así también lo hizo con Noé, el segundo Adán, quien recibiría la mayor responsabilidad: la de conservar todo el reino animal a bordo del Arca. En el Tárgum de Jonatán se menciona que fueron los ángeles los encargados de llevar los animales a Noé. Y aunque no sabemos en específico el mecanismo sobrenatural utilizado por Dios, sí sabemos que fue Dios quien dirigió el camino de los animales que fueron llevados al Arca de forma milagrosa, y que no fue Noé quien tuvo que ir a atraparlos, como se menciona por los críticos de la Biblia.
«De las aves según su clase, y de todo ganado según su clase, y de todo reptil de la tierra según su clase, dos de cada (clase) entrarán a ti por mano del ángel, el cual los tomará y los hará para entrar en ti, para ser preservado». — Génesis 6:20 (Targum Pseudo-Jonathan)
“El SEÑOR Dios, pues, formó de la tierra todos los animales del campo y todas las aves del cielo, y los trajo al hombre para ver cómo los llamaría. Lo que el hombre llamó a los animales, ese es su nombre.” — Génesis 2:19 (RVA-2015)
Una vez que los animales estuvieron a bordo, toda la esperanza futura de la tierra se concentró bajo un mismo techo. Porque estos especímenes fueron los que repoblaron la tierra, y sus descendientes son los animales que conocemos en la actualidad.
“Y vinieron al arca, a Noé, de dos en dos, de todos los seres que respiran.” — Génesis 7:15 (RVA-2015)
“¡Cuán numerosas son tus obras, oh SEÑOR! A todas las hiciste con sabiduría; la tierra está llena de tus criaturas.” — Salmos 104:24 (RVA-2015)
Existe una hermosa analogía de los animales viniendo a Noé con los creyentes que van a Cristo, es el Padre quien los guía y los lleva de la mano a Su Hijo. Nuestro Señor Jesucristo es nuestra única salvación.
“Todo lo que el Padre me da, vendrá a Mí; y al que viene a Mí, de ningún modo lo echaré fuera… Nadie puede venir a Mí si no lo trae el Padre que me envió, y Yo lo resucitaré en el día final.” — Juan 6:37, 44 (NBLA)
En el siguiente artículo, con el favor de Dios, veremos la conclusión del Capítulo 6 de Génesis, y veremos que fue gracias a que Noé hizo todo lo que Dios le ordenó al pie de la letra, que nosotros existimos el día de hoy, pero lo más importante fue que Jesús se encarnó y vino a este mundo para darnos vida eterna, porque la humanidad y todos los animales terrestres sobrevivieron al juicio del Diluvio.
¡Que Dios los bendiga!
Fotografía de la portada es cortesía del “Ark Encounter”.